Por Javier Cornejo
01-Abril-2017
"El puente de Londres a caído"
Según The Guardian tal sería el
nombre del procedimiento a seguir el día de
fallecimiento de la Reina Isabel II. El Imperio Británico
viene preparando los funerales para el día de su muerte de
manera minuciosa.
Oportunamente lo hizo con todos sus antecesores.
También lo hizo con suficiente antelación con su Primer Ministro Margaret.
Nada al azar.
Todo planificado y planeado, desde el mismo origen de la conformación Imperial.
Lo que desconocemos es el esquema
sucesorio que tienen planeado. Necesariamente ya
debe estar establecido y organizado para su ejecución.
CONSECUENCIAS DE TAL DECESO
Antes de su muerte la Reina quiere
dejar plasmado la nueva geografía del Imperio. La
geografía es la que manda. De
allí que el posicionamiento Imperial en el Techo del Mundo
–Antártida y Sur Argentino- es un imperativo insoslayable que
la Reina quiere dejar organizado. En tal sentido
se precipitan los acontecimientos de toda índole que afectará profundamente la supervivencia de los "habitantes" que poblamos estas tierras.
No obstante, está visto que la
Soberana "ni piensa en morirse", menos en abdicar
en favor de Carlos o Guillermo. Todo lo contrario, prepara con énfasis su nuevo cumpleaños número 91 del próximo 21 de abril.
Mes de abril en el que los
argentinos conmemoramos la operación de
inteligencia británica de inducción bélica, necesaria para
tener el justificativo de la firma de los documentos de
actualización al siglo XXI del Tratado de Libre
Comercio de 1825, el posterior Roca- Ruciman; la
actualización de todas las herramientas jurídico – económicas
y diplomáticas de nuestra dependencia, que fueron
plasmadas en los tratados de Paz como consecuencia de
la Guerra de Malvinas firmados por Menem y Cavallo: Acuerdo de
Madrid de febrero de 1990 y Tratados de Garantías firmado en Londres en diciembre de 1990.
Aún así el 2 de abril de 1982 fue,
quizá, la última fecha en que nuestra patria
convocó una unidad, de todos sus hijos, de patriotismo nacional en defensa de nuestra soberanía.
GUERRA Y NO "CONFLICTO"
Guerra cruenta y no "conflicto"
como se insiste en denominarla, incentivando la
"desmalvinización" de nuestras conciencias. Olvidando
nuestros héroes, intentando transformar su significado en una "cuestión
de derechos humanos", con la falacia del traslado
de los cuerpos de nuestros caídos en Malvinas al
continente.
En cumpleaños
anteriores de la Soberana, el Imperio le obsequió
a su Mandataria los territorios antárticos que
nos pertenecen, parte argentina del techo del mundo que fue
incluída en la cartografía británica con el nombre de Queen
Elizabeth Land (La Tierra de la Reina Isabel).
Simultáneamente asistimos a la
Resolución de la ONU de ampliación de nuestra
plataforma continental, desde lo delimitado en el Tratado de
Límites del Río de la Plata con Uruguay de 1975 hacia el sur. Importante
disposición, pero, sólo queda un "detalle" a
considerar: en dicha Resolución se reconoce como zona en
disputa los territorios ocupados por el Imperio Británico en
el sur Argentino. Es decir, la misma puede ser un
boomerang para nuestro país, toda vez que si
Inglaterra consolida su dominio, lo hará sobre una geografía
que se encuentra "blindada" a las apetencias de cualquier
otro estado, trasformado con Argentina la
discusión de Soberanía por una cuestión de
"complementariedad" y límites con la Provincia de Tierra del
Fuego, titular de los recursos de la región.
2 de abril de 1917, sirva para
reflexión, estudio, de tan delicada cuestión
soberana, y reconocimientos a nuestros héroes sobre los que
cada día se espesa más un manto de olvido.
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