Julio Carlos González
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Julio Carlos González (Lanús) es un abogado y político argentino. En el
gobierno constitucional del 25 de mayo de 1973 hasta el 24 de marzo de 1976
fue, entre otros cargos, director de Asuntos Jurídicos de la presidencia de la
Nación y luego secretario técnico. Fue detenido durante el golpe militar y liberado
el 18 de abril de 1983, siendo el último preso político en recobrar la libertad
antes del retorno de la democracia.[1][2][3][4]
Fue profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad de
Buenos Aires desde 1965 hasta su encarcelamiento, y es profesor de Estructura
Económica Argentina en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad
Nacional de Lomas de Zamora desde 1989.
Publicaciones
·
Hostilidades Británicas Contra los Gobiernos de
Perón (1983)
·
Hernandismo y Martinfierrismo
·
Los Tratados de Paz por la guerra de Malvinas:
Desocupación de y Hambre para los Argentinos
·
Isabel Perón : Intimidades de un Gobierno Editorial
El Ateneo (2007)
·
La involución hispanoamericana. De provincias de
las Españas a territorios tributarios: El caso argentino. 1711-2010 Editorial
Docencia (2010)
·
M 76 Motivos y Pretextos- Asalto a la Argentina
·
La Estructura económica argentina (1990)
·
Defensa nacional y jurisdicción militar (1960)
·
Referencias
- ↑ Daniel E. Guerra: Antecedentes del Dr.
Julio Carlos González.
- ↑ El gobierno de Isabel Perón y otra polémica
por el poder de López Rega
- ↑ Triple A: Oyarbide citaría a declarar a
Isabel Perón, a Ruckauf y a Cafiero
- ↑ Los minutos finales de Isabel Perón
Obtenido
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"Para unir a Hispanoamérica, necesitamos organizar a las fuerzas del pensamiento "
Hispanoamérica Unida tiene el
gusto de publicar en exclusiva el contenido íntegro de
una larga entrevista, hasta ahora inédita, con el Dr. Julio
C. González, realizada por conferencia telefónica
(Londres/Buenos Aires) el 30 de agosto de 2013.
El Doctor Julio C. González
lleva 50 años como profesor de Estructura Económica en las
universidades de Buenos Aires y Lomas de Zamora
(República Argentina). Fue Secretario de
Estado de la Presidencia de la Nación de la República
Argentina desde el 4 de septiembre de 1973 hasta el 24 de
marzo de 1976 (período constitucional de 1973 a
1976). Es autor, entre otros, de un voluminoso y bien
documentado libro titulado "La
Involución Hispanoamericana – De Provincias de las
Españas en América a Territorios
Tributarios – El caso argentino 1711/2010" (Editorial Docencia, Buenos Aires, 2010, rector@hernandarias.edu.ar).
I. (Hispanoamérica
Unida): Profesor, usted emplea la Historia como un método
para analizar la economía. ¿Por qué?
(Julio C. González):
La Historia es a la economía lo que la historia clínica a la
medicina. Es imposible tratar a un enfermo por los síntomas
circunstanciales u ocasionales en la alteración de
su cuerpo. Para un buen diagnóstico médico es
imprescindible tener a la vista todo el transcurso de la vida
del cuerpo humano que es necesario tratar.
II. [H.U.]: Ante su
afirmación nos vemos obligados a preguntarle a usted ¿qué es
la Historia?
(J.C.G.): La Historia es la prognosis del futuro.
En consecuencia son los hechos y los actos
jurídicos que nos explican la situación económica
actual y los ubican en la trayectoria que nos aguarda en el
devenir.
III. [H.U.]: Su concepto es completamente distinto a la historia tradicional.
(J.C.G.):
Efectivamente. La Historia es la comprensión de lo que ocurre
y la determinación de lo que va a suceder en tiempos
futuros. Algo muy distinto a concebir la historia
como luchas y guerras que realizan las fuerzas
militares, o bien los tumultos también llamados revoluciones
que ocurren en los pueblos. Guerra y revoluciones son
anécdotas pretéritas de un pasado que no vuelve.
El devenir y el futuro reclaman otro método.
IV. [H.U.]: ¿Cuál es para usted ese método?
(J.C.G.): Los
elementos históricos para la prognosis del futuro están
determinados por estos cuatro elementos básicos:
a) Cartografía
b) Tratados internacionales que ejercen poder sobre esa geografía y la modifican
c) Normas jurídicas y económicas internas que originan esos Tratados Internacionales
d) Estadísticas de resultado
V. [H.U.]: ¿Y los
sujetos de la historia, entre ellos los próceres y los
patriotas, como juegan dentro de este esquema?
(J.C.G.): "Próceres o
patriotas", "hijos o entenados", "réprobos y
escogidos", son todos preconceptos que impiden valorar la
realidad. Lisa y llanamente. Sin adjetivaciones ni axiomas
preconcebidos sobre la persona de los gobernantes y
de los hombres que tuvieron gravitación pública como
intelectuales, pensadores y escritores.
VI. [H.U.]: ¿Cuáles
serían los actos jurídicos internacionales o los tratados
por los cuales deberíamos empezar para analizar la
situación de Hispanoamérica?
(J.C.G.): Un gran
pensador argentino, Raúl R. Scalabrini Ortiz, escribió esto
en la década de los años '30 del siglo XX: "La ignorancia argentina es la obra de un genial pensador que la preparó para dominarnos".
Scalabrini Ortiz determinaba que ese gran pensador era el
imperio británico a través de sus universidades.
Como lo documento en mi libro "La Involución…" en la
Universidad de Londres existe una asignatura denominada
"Argentina". Para evaluar las gravísimas consecuencias de esto
solo cabe una pregunta de lógica elemental, ¿en qué
otra universidad del mundo hay una asignatura
semejante?
Los parámetros de la influencia
británica sobre la Argentina están dados por estos 4
principios:
1. "Trade, not countries" (comercio afirmado por tratados internacionales y no conquista por las armas)
2. "Divide et impera" (divide y reinarás). Un viejo principio romano, aplicado a instituciones, hombres, ideas, conceptos.
3. Ejercer el poder sin exhibirlo ni exhibirse
(es decir en "silencio"). Un ejemplo actual es
la tremenda guerra abierta entre el Gobierno Argentino y el
diario Clarín, propietario este último de 274 medios, y que a
su vez es propiedad de capitales británicos, y
domina todos los medios de Argentina (prensa,
televisión, revistas, editoriales, radiodifusión). Un ejemplo
contundente de esto es la siguiente información proporcionada
por el diario La Nación de Buenos Aires. +++.
4. "Hacerles hacer a
nuestros enemigos lo que nosotros necesitamos que hagan,
para que se destruyan solos." Un caso típico es la
guerra de las Malvinas. La guerra le convenía a
Gran Bretaña, porque si no había guerra, no había
tratado de paz (los tratados de paz de Londres y de Madrid).
Al respecto es de lectura inexcusable la obra del comodoro
(R) Rubén Óscar Moro titulada "La Guerra Inaudita. Historia del conflicto del Atlántico Sur".
El autor a sus bien ganados grados de la Fuerza Aérea y en
el estudio de la Guerra de Malvinas adiciona el
haberse desempeñado como jefe de redacción de la
Comisión Rattenbach. Esta comisión presidida por el teniente
General Benjamín Rattenbach, decano de los generales
argentinos, tuvo a su cargo la confección de un
sumario incubado por la derrota de la Guerra de las
Malvinas. Esta comisión reunió toda documentación
internacional y los documentos oficiales argentinos con
relación a esta cruenta guerra. El informe es pues
una vivencia que tuvo el comodoro Rubén Óscar Moro como
protagonista y testigo de esa guerra en los lugares de
batalla. Esos tratados establecen en su articulo 5º que
todas las fuerzas armadas argentinas quedan bajo
el control de Gran Bretaña. Como ejemplo de ello en el Anexo
1º, punto V de los Acuerdos de Madrid, leemos o siguiente: "Visitas Recíprocas.
Por la vía diplomática y caso por caso podrán
acordarse visitas recíprocas a bases militares y unidades
navales."
A su vez en el Anexo I – III de los mencionados acuerdos de Madrid leemos:
"La República Argentina y
Gran Bretaña se han de proporcionar por escrito y con
veinticinco (25) días de anticipación la información
correspondiente al movimiento de sus Fuerzas
Navales y sus Fuerzas Aéreas y de los ejercicios que
verifiquen unas y otras dentro de las siguientes áreas: Para las fuerzas argentinas dentro de las siguientes coordenadas:
– 46ª S – 63ª W: que es el
espacio marítimo que se extiende siguiendo el paralelo 46ª S
que cruza Comodoro Rivadavia con el meridiano 63º W
(aproximadamente a 350 kilómetros al Este
de Comodoro Rivadavia)
– 50º S – 63º W y 50º S –
64º W: que es el espacio marítimo que se extiende siguiendo
el paralelo 50ºS que cruza Puerto Santa Cruz hasta su
intersección con el meridiano 63º W y el
meridiano 64º W (aproximadamente 350 y 300 kilómetros
al Este de Puerto Santa Cruz)
– 55º S – 64º W y 53º S –
63º W; que es el espacio marítimo que se extiende siguiendo
el paralelo 53º S que cruza la Bahía de San Sebastián a
Norte de Tierra del Fuego hasta su
intersección con los meridianos 64º W y 63º W
(aproximadamente a 300 y 350 kilómetros al Este de la Bahía
de San Sebastián al Norte de Tierra del
Fuego).
– 60º S – 63º W y 60º S –
20º W: que es el espacio marítimo que se extiende siguiendo
el paralelo 60º S que pasa cerca de las Islas Orcadas en
la Antártida hasta su intersección con el
segmento que va desde el meridiano 20º W (esto hace
una extensión de aproximadamente 3.500 kilómetros al Este
del meridiano 63º W que pasa cerca de las Islas
Shetland del Sur).
Y el artículo 12 del tratado de
Madrid [establece que] se promoverá la privatización de
las empresas del Estado (puertos, aeropuertos, rutas de
peaje, cuenca petrolera, tierras
forestales) fueron entregadas por ese precio a Gran Bretaña.
El artículo 16 establece que las relaciones de la República
Argentina para la integración de América Latina
(Mercosur) y para con la Unión Europea serán
siempre conversadas previamente con Gran Bretaña. Todo esto se
completó con el tratado de Londres del 11 de diciembre de
1990 (ratificado por Ley 24.184). Este
tratado otorgó a todos los bienes adquiridos por Gran
Bretaña un tratado de protección de inversiones . Es decir, el
objetivo era el tratado de paz y los bienes argentinos
que a través de este serían adquiridos por Gran
Bretaña o por empresas inglesas.
VII. [H.U.]: ¿Desde
cuándo comienzan a firmarse los planes y tratados que
sojuzgan a Hispanoamérica hasta el día de hoy?
(J.C.G.): El primer
plan para apoderarse de Hispanoamérica aparece en Londres
en 1711 con la publicación de un libro titulado "Una
propuesta para humillar a España. Escrita en Londres
en 1711 por una persona de distinción".
El curioso pseudónimo del autor obedece al hecho de que se trata de un plan estratégico para separar a Hispanoamérica de España
(que en el siglo XIX siguen en rigurosa
aplicación en España con los atisbos de secesión de Cataluña y
provincias Vascongadas). Si se hubiese colocado el nombre
del autor que indudablemente debe ser una persona
de primer nivel en el Gobierno Británico o un príncipe o
un general o un almirante, hubiese llevado a una indudable e
inmediata guerra con España.
Este plan estratégico para separar de Hispanoamérica de España consistía en lo siguiente:
– La riqueza de Hispanoamérica está dada por la minería.
– La cuenca minera de
Hispanoamérica se encuentra primordialmente en el Perú y el
Alto Perú (hoy Bolivia).
– Para poder efectuar la
producción minera y alimentar a los que realizan esos
penosos trabajos en los yacimientos minerales es
imprescindible: la carne vacuna para reponer energías que de desgastan en el arduo trabajo minero y yerba mate para depurar al organismo de los gases y toxinas que existen bajo tierra.
– Gran Bretaña debe actuar
separando a la zona minera de la zona ganadera (Buenos Aires
y Montevideo) y de la zona yerbatera (Asunción del Paraguay).
De esta manera, sin carne vacuna y sin yerba
mate, el trabajo de la minería se paralizará y para
mantener esa inactividad minera debe separarse para siempre la
región productora de carne vacuno de la región productora
de yerba mate.
Así habremos producido la humillación de España.
Portada del libro "La Involución
Hispanoamericana. De Provincias de las Españas a Territorios
Tributarios. El Caso Argentino 1711-2010".
VIII. [H.U.]: ¿Qué actitud asumió España frente a semejante plan?
(J.C.G.): La
respuesta de España a este plan se realizó en 1776. En ese
año se dio una ocasión para humillar a Inglaterra e impedirle
el plan de humillar a España.
En ese año España actúa de la siguiente manera:
1. José de Gálvez, Ministro de
Indias de Carlos III, elabora y ejecuta la diagramación del
hemisferio americano. Esto se llevo a cabo de la siguiente
manera: -El 4 de julio de 1776 España independiza
de Inglaterra a América del Norte y funda con un
aporte decisivo de su parte los Estados Unidos de América. En
"La Involución Hispanoamericana" se publica por primera vez
una documentación detallada de cómo España creó a
los Estados Unidos de Norteamérica (hoy primera
potencia del mundo). Para ello, José de Galvez designó a su
propio sobrino, el General Bernardo del Gálvez, que libró
todas las batallas por tierra desde la península
Florida hasta Nueva York. Los ingleses no pudieron
enviar refuerzos para combatir a los españoles porque todos
los puertos del Atlántico estaban bloqueados por la Marina
de Francia en virtud del Pacto de Familia del año
1700 que unió los Ejércitos de tierra y de mar de
Francia y España en acciones conjuntas.
2. La independencia de Estados Unidos lograda
merced a la acción de los ejércitos españoles
fue reconocida públicamente de manera universal en el año
1976 con motivo del Bicentenario de
la Independencia de los Estados Unidos. En esa
oportunidad, los reyes de España, Don Juan Carlos y
Doña Sofía, hicieron una visita oficial a Estados Unidos y
descubrieron en el Capitolio una estatua ecuestre
de Bernardo de Gálvez por cuya acción se logró la
independencia de Estados Unidos. Este homenaje trascendental
fue minimizado y en el caso de la Argentina, silenciado por
todos los medios de comunicación.
3. José de Gálvez, gran
desconocido para los historiadores de los Estados Unidos hizo
el siguiente razonamiento: el país que hoy fundamos dentro
de un siglo puede entrar en colisión con el
Virreinato de Nueva España (México) y puede
también proyectarse sobre el Océano Pacífico. El Pacífico, así
llamado porque no existían los terroristas de mar que eran
los piratas, era el mar de dominio exclusivo de España:
-España tenía tres grandes bases
navales en el Pacífico que aseguraban su dominio total. Eran
las mismas Monterrey en México, Callao en el Perú, y
Valdivia en Chile.
-La vinculación económica con el
Asia se realizaba por el Océano Pacífico de la siguiente
manera: a) Viaje de ida: Callao-Filipinas-Japón-India y
China. Viaje de regreso: Filipina-Acapulco
(México). Esta extraordinaria navegación era posible a
veloz velocidad porque España había estudiado y colocado en
las cartas marítimas las corrientes oceánicas del
Pacífico que impulsaban gran velocidad a los
viajes de ida y regreso porque los galeones de la época no
eran impulsados a vela solamente sino que su tracción era
ocasionada por las corrientes marítimas de América a
Filipinas a la ida y de Filipinas a América en el
regreso.
-La navegación por el Pacífico
era cuantiosa. El comercio muy intensivo. La razón se daba en
que la moneda de Latinoamérica era la plata y la moneda del
Asia también la plata. Esto agilizaba
las transacciones por el pago de compensaciones en
metal.
-La gerencia de los viajes por
el Pacífico se hacía en Buenos Aires donde estaba radicada la
Compañía de Filipinas.
4. Para equilibrar desde el
inicio de su existencia en el año 1776 la geopolítica de
Estados Unidos con la de Hispanoamérica, José de Gálvez el
día 1 de agosto de 1776, es decir, 26 días después
de la creación de los Estados Unidos, crea el
Virreinato del Río de la Plata con una extensión de
7.200.000 kilómetros cuadrados en el extremo sur del
hemisferio americano.
Por primera vez, en mi libro "La
Involución Hispanoamericana (1711 – 2010)", se transcribe en
su integridad el acta de creación del Virreinato del Río de
la Plata que le fue remitida al autor por el
archivo de Indias en el año 2000.
Todo lo expuesto le otorga a
Hispanoamérica una nueva dimensión y realza la misma en virtud
del testimonio de Alexander Von Humboldt quien relata su
visita a Hispanoamérica diciendo que no se vio en ningún
lugar del mundo una felicidad y alegría de vivir
como la que él con asombro constató en
las posesiones españolas en Hispanoamérica sobre el Pacífico.
– Es importantísimo señalar que
al tiempo de fundación, el Virreinato del Río de la Plata
tenía 2 universidades: Córdoba y Charcas Chuquisaca. En esta
última se enseñaban ciencias aplicadas a
la técnica minera y astronomía referida a la
navegación de ultramar por el pacífico. Nota: Por ese entonces los Estados Unidos de Norteamérica todavía no tenían ninguna universidad.
Balance geopolítico británico
1763-1783. Veinte años decisivos para el devenir del Planeta
Tierra. En este período Gran Bretaña procedió a la conquista
de los siguientes territorios del globo:
1. Canadá. Fue
adjudicada por Francia a Gran Bretaña en virtud del tratado de
París de 1763. Extensión: 9.000.000 kilómetros cuadrados.
2. Australia. Su conquista fue
consumada en 1770. Los autóctonos sufrieron un genocidio en
virtud del cual no quedó ninguno. Gran Bretaña le dio la
categoría de colonia penitenciaria, es decir, que
sería poblada por criminales y presos por otros
delitos extraídos de las cárceles de Inglaterra.
Superficie: 7.600.000 kilómetros cuadrados.
3. India. Conquistada con la
batalla de Baksar en 1764, ganada por Lord Clive quien
derrotó la última resistencia hindú a la conquista británica.
4. Brasil. Quedó unido
económicamente y en cuanto a la política a Gran Bretaña por
el Tratado de Methuen de 1703 celebrado con Portugal. En 1777
por el Tratado San Ildefonso, España cede a
Brasil , Virreinato de Portugal, 6.000.000
kilómetros cuadrados. A raíz de esto, la superficie total de
Brasil supera los 8.500.000 kilómetros cuadrados.
5. Estados Unidos.
Renueva la vinculación con Gran Bretaña en 1783. En ese año se
celebra en París la paz entre Gran Bretaña y Estados Unidos
de Norteamérica, que son reconocidos como
Estado independiente. Jay, asesorado por Adam Smith,
firma el Tratado de Paz, desplazando a Lee y a
Franklin, los otros representantes designados por el Congreso
de los Estados Unidos. El Congreso de los Estados Unidos
quería firmar la paz con Gran Bretaña
simultáneamente con los representantes de España y
de Francia, países cuya acción militar fue decisiva para la
creación de los Estados Unidos.
La firma del Tratado de Paz
únicamente entre Inglaterra y Estados Unidos, injertaron en el
sistema americano original de economía político-productiva de Alexander Hamilton, Jorge Washington y Benjamin Franklin
al sistema angloamericano de comercio
internacional de Adam Smith. Los Estados Unidos
pasaron así a constituir económicamente un sistema
angloamericano quedando desplazados los cinco presidentes que
representaban el genuino pensamiento americano de Alexander
Hamilton. Estos fueron:
George Washington (1789- 1797), Abraham Lincoln (1861-1865),
William McKinley (1897-1901), Franklin Roosevelt (1933-1945)
y John Kennedy (1961-1963).
IX. [H.U.]: ¿Por qué se separa, fragmenta y disgrega Hispanoamérica?
(J.C.G.): Para contestar a esta
pregunta fundamental y determinar su importancia hay que
remitirse a la tesis doctoral de Henry Kissinger publicada en
1968 con el título "Un mundo restaurado".
En ella el autor explica que para conocer en todos
sus detalles la situación internacional actual es
imprescindible conocer perfectamente las guerras
napoleónicas. Henry Kissinger explica algo elemental,
las guerras napoleónicas no eran por la posesión de los países
europeos sino por sus posesiones de ultramar. Esto hace que en esas guerras se luchase por el futuro del Planeta Tierra.
En 1804, Napoleón Bonaparte,
emperador vitalicio de Francia, domina toda Europa y cierra
por consiguiente todos los puertos del continente europeo al
tráfico comercial con Gran Bretaña. A raíz de esto la
industria británica y el comercio exterior de
Inglaterra cae en una paralización que lo
lleva inexorablemente a una quiebra que se extenderá sobre
toda Inglaterra.
Entonces William Pitt, Primer
Ministro de Gran Bretaña, le encomienda al General Thomas
Maitland la elaboración de un plan para capturar Buenos Aires
y Chile y luego emancipar Perú y Quito. El
plan consistía en lo siguiente:
Asalta Buenos Aires. Formar un
ejército con hijos de españoles, mestizos, autóctonos o indios
y negros esclavos. Que ese ejército formado en Buenos Aires
acampe en Mendoza y se refuerce con personas de
la misma etnia que las nombradas. Con este
ejército asaltar Chile. Dominado Chile, con la flota
británica, transportar ese ejército para la toma de Perú, y
de Guayaquil (Audiencia de Quito) hoy Ecuador.
El Plan Maitland es el plan
operativo de 1804 para desarrollar el plan estratégico de
1811. Para su efectividad dispone que toda Hispanoamérica se quede previamente sin moneda. Esto se lleva a cabo en las siguiente fechas:
§
1806: Beresford, gobernador inglés de Buenos Aires, saquea
el Tesoro de la Real Hacienda (organismo similar
al Banco Central actual) y lo remite a Londres,
donde es paseado por las calles en 8 carros que transportan
cada uno cinco toneladas de oro amonedado. Total: 40
toneladas de oro. Esta cifra, según cálculo que
hicimos en nuestra cátedra en la Universidad de
Lomas de Zamora, ascendía en el año 2008 aproximadamente a 88
mil millones de dólares.
§
1811: Pueyrredón, al mando del ejército del Norte que dirige
Belgrano, saquea la Casa de Moneda de Potosí y
destruye las prensas de acuñar moneda para
toda Hispanoamérica. 500 mil barras de plata son enviadas de
Buenos Aires y de ahí a Londres.
§
1822: San Martín toma Lima y embarca el tesoro de la Real
Hacienda en la Flota del Vicealmirante inglés Lord
Thomas Alexander Cochrane, que se hace
inmediatamente a la vela a Londres. Ese tesoro era el más
grande de todo el continente de América del Sur.
§
1822: Simultáneamente los británicos se apoderan del Tesoro
de Real Hacienda de Santa Fe de Bogotá (Virreinato
de Nueva Granada, hoy Colombia) y se llevan
10 toneladas de oro.
§ Por esos años, ocurre exactamente lo mismo en México.
Hispanoamérica entonces declara
una independencia en 1816 sin moneda. Por lo tanto estamos
no frente a una independencia efectiva, sino una
independencia simbólica, lógico formal.
Este es el origen de todas las crisis monetarias de Hispanoamérica.
Mapa extraído de la obra 'La
involución hispanoamericana…" en el que pueden verse las dos
grandes estructuras económico-jurídicas y diplomáticas
mundiales hasta 1810. Gran Bretaña destruyó
la estructura hispánica.
X. [H.U.]: Ante la
declaración de independencia de Hispanoamérica, ¿qué actitud
asumió Gran Bretaña?
(J.C.G.): Partimos de una
afirmación documental. En marzo de 1816 se convoca a una
congreso de la Provincias Unidas del Río de la Plata que se
hayan desmembradas y anarquizadas en la ciudad de
San Miguel de Tucumán (Norte de la Argentina) para dictar una Constitución.
No para una secesión o independencia de España,
sino que se trata de una Constitución dentro de la
unidad Hispanoamericana-Ibérica que se admite.
Intempestivamente, ese Congreso varía su objetivo y el 9 de
julio de 1816 previa discusión de 4 días se
declara la independencia del rey de España y su metrópoli.
Es importante acotar que las
provincias reunidas en ese Congreso no incluían a las
provincias del Litoral (Banda Oriental del Uruguay, Santa Fe,
Entre Ríos, Corrientes y las Misiones
Orientales). Es decir que el país no se haya íntegramente
representado ni el Congreso se reúne con el fin de dictar
ninguna independencia. ¿Por qué? Porque la independencia
intempestivamente se declara y dice que abarca a todo el
continente por iniciativa de Francisco José de
Alvear y Gaurú, conocido por el nombre de sus padres
adoptivos como José Francisco de San Martín., quien ante la
alianza de España con Rusia para reunificar las Españas de
América con España Ibérica se apresta a hacer
declarar la independencia para que esa alianza no pudiera
concretarse en territorio americano por ser estos
independientes.
Coadyuvando a ello, James
Monroe, Presidente de los Estados Unidos, dirá "América para
los americanos". Esto significa que ante cualquier ingerencia
europea en América, Estados Unidos hará causa común para
rechazarla. La concepción anglo norteamericana
queda así afirmada, en contra de lo que había
propuesto Alexander Hamilton, uno de los fundadores de Estados
Unidos en 1776.
XI. [H.U.]: Para
mantener la economía hispanoamericana bajo su control
absoluto, Gran Bretaña impuso algún tratado a
Hispanoamérica?
(J.C.G.): Sí,
categóricamente sí. Fue el tratado "de amistad, comercio y
navegación" impuesto por Gran Bretaña a las Provincias Unidas
del Río de la Plata (Argentina) el 2 de febrero de
1825.
En 4 meses ese tratado que de
inmediato analizaremos se impuso a Chile, Perú, Gran
Colombia (Ecuador, Colombia y Venezuela unidos), Guatemala
(América Central Unida) y a México. Este
tratado fue redactado por San Martín en Escocia en el
castillo de Lord Duff con quien había estado a las órdenes de
Beresford en la batalla de Bailén. Lord Duff era
consejero del rey el tratado de 1825 que se impuso
a toda Hispanoamérica debía mantener inalterable el dominio
económico sobre las Españas de América.
Hispanoamérica continúa dividida
por esa política. Desde 1825 Venezuela ha tenido 41 guerras
civiles en el siglo XIX, se produjo una guerra entre la
Confederación Peruano-Boliviana y Chile, así como
entre Argentina y Brasil (el inglés Ponsonby le entrega al
Brasil la banda oriental). En virtud de toda esa geopolítica,
Estados Unidos tendrá un control sobre el mar
Caribe y sobre algunos países del
Pacífico. Respecto a Argentina, es Gran Bretaña quien comienza
la base de operaciones para dominar Hispanoamérica desde
Buenos Aires. En 1820 España tiene preparada la
reunificación de Hispanoamérica con la toma de Buenos
Aires en alianza con Rusia. El general designado es Rafael
de Riego y Núñez. Este General en vez de cumplir su
cometido intercontinental promueve una
revolución contra el Rey Fernando VII. Por causa de ello la
flota rusa regresa a su país y la posibilidad de
reunificar las Españas americanas con la España
Ibérica desaparece y España se desangra en una guerra civil
de ocho años.
Hay siempre un interés de Gran
Bretaña en que Hispanoamérica no se una. La América Central
era un solo país (Guatemala), pero en 1840 es dividida en
cinco pequeñas repúblicas; ahí fueron
concurrentes los Estados Unidos y Gran Bretaña. En las islas
del Caribe se formaron países absurdos, se hicieron de esas
islas países soberanos que hoy son sólo paraísos
fiscales (siglo XX).
¿Por qué se impidió que
Hispanoamérica se uniera y en cambio se permitió la unidad del
Brasil? En 1704 Gran Bretaña le impuso a Portugal/Brasil el
tratado de Methuen, por el que tendrá el comercio
exclusivo y excluyente con Portugal y con Brasil.
El objeto es penetrar por Portugal a España y por Brasil
a Hispanoamérica; ejercer el control económico sobre el
comercio interno y externo de España.
XII. (H.U.): Usted, al
igual que otros pensadores e historiadores, ha cuestionado
que los llamados "próceres" (como Bolívar o San
Martín) sean tales, ya que la evidencia
histórica parece demostrar que podrían haber sido más bien
agentes al servicio de Gran Bretaña y sus planes
imperialistas sobre Hispanoamérica. ¿Por qué, entonces,
Bolívar o Miranda defendieron en sus escritos
la unidad hispanoamericana con tanta insistencia? ¿Qué hay
de sincero en esa supuesta defensa de nuestra unidad?
(J.G.): La cuestión es que Gran
Bretaña utilizó las utopías de Miranda y de Bolívar, a quienes
incluso proveyó de los elementos de guerra para sus
empresas de secesión o de 'independencia', aprovechándose de
la ingenuidad (aunque esto último no lo sabemos)
de ambas personas. Pudo haber sido una utopía, pero jamás se
realizó. Bolívar y Miranda fueron alojados en Londres y ahí
realizaron la propaganda para la independencia. A
Miranda, los ingleses lo envían a Jamaica, en 1759
y en 1769, para que desde allí actúe contra España. Hay
que tener en cuenta que la presencia de Gran Bretaña en
el Caribe es importantísima. Esto ocurrió durante la
república de Oliver Cromwell que se extiende
en Inglaterra desde 1649 hasta 1659.
Miranda y Bolívar fueron
utilizados. Bolívar entregó al final a Miranda a los españoles
y Miranda muere en Cádiz en 1815. Bolívar murió mientras
deambulaba por los valles de Venezuela/Colombia, y
antes de morir expresa: "¿para qué habremos hecho
la guerra a España? llega a un arrepentimiento: "he arado en
el mar". Posteriormente el general Páez separa a Venezuela
de Colombia. En principio Miranda y Bolívar
actuaron por buena fe o ingenuidad.
San Martín, en cambio, no estuvo
en Londres sino que se alojó en la residencia de asesor del
rey Jorge IV en política exterior. El objeto era redactar el
estatuto por el que se tendría controlada
a Hispanoamérica: el tratado de amistad, comercio y
navegación de 1825 impuesto a toda Hispanoamérica en el
término de cuatro meses. Bolívar muere en los llanos y
Miranda en la cárcel, pero San Martín muere en una
gran opulencia.
En Guayaquil se hace evidente
que Bolívar creía en la utopía de su juventud, lo que le
llevará a convocar el Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826
para unir a todas las ex posesiones de España en
América. Pero San Martín, antes de su regreso a
Perú, coloca el tesoro de la Real Hacienda de Lima (en
términos modernos, era el "banco central" más grande de todo
el continente) en la flota de Lord Cochrane,
quien lo había trasladado de Valparaíso a Callao. Cochrane
inmediatamente puso vela a Londres y así el tesoro de la Real
Hacienda de Lima fue a las arcas de Gran Bretaña.
San Martín concerta el primer empréstito de cuatro
millones de libras con la orden expresa de que los
fondos no se remitan al Perú sino que queden en un banco de
Londres a disposición de la delegación peruana ante el
gobierno de Gran Bretaña.
XIII. (H.U.): Los
mecanismos regionales de integración no han avanzado en la
unión política. ¿Cree Ud. que organismos como el Mercosur
(dominado por el Brasil) o la Alianza del
Pacífico (según algunos, una estratagema geopolítica de
Estados Unidos) entorpecen e imposibilitan la
unidad hispanoamericana o por el contrario pueden acabar
operando en su favor?
(J.G.): De ninguna
manera [operan a favor]. Son organismos ocasionales y
circunstanciales. Hay un hecho importantísimo: en 1777, por el
tratado de San Ildefonso, Portugal (siempre aliado de
Gran Bretaña por el tratado de Methuen de 1704)
entrega a España la colonia de Sacramento en la
banda oriental del Río de la Plata y España cede sus dominios
en el Paraná hasta el Orinoco. A cambio de
esto, Inglaterra/Brasil piden que se les conceda 6
millones de km2 al oeste de la línea del tratado
de Tordesillas de 1494, y [de este modo] Brasil pasa de 3 a 9
millones de km2.
Brasil tiene una política
hegemónica impuesta por Oliveira Salazar: el dictador que
gobernó Portugal. Fue el más inteligente de todos los
dictadores, porque creó el imperio de la lengua
lusitana. Para conseguirlo, el nervio [fue] la
expansión de la lengua portuguesa sin contención de fronteras
y sin condicionamiento de ideologías. Por ejemplo, en la
provincia [argentina] de Corrientes, que linda
con Brasil, la opinión pública está manipulada a
favor del Mercosur: [los brasileños] tienen delegaciones.
Hay déficit en la balanza comercial con Brasil, que impone los
artículos de vestimenta, calzado, [utensilios] de
uso doméstico… brasileños.
Brasil tiene una diplomacia
propia: la escuela de Itamaraty. El origen está en 1808: la
Corte de Lisboa se traslada en buques británicos al Brasil
ante el avance del general Murat, encargado por
Napoleón de conquistar Portugal. Juan de Portugal
viene [a Brasil] con toda la Corte, pero quedan los sabios
y funcionarios de jerarquía en el manejo del crecimiento y
desarrollo del país (de todas las
ideologías). Cuando en 1820 Brasil le compra a Portugal su
independencia, el precio es que [aquél] se haga cargo de la
deuda externa que contrajo Portugal en las guerras
napoleónicas. La mitad de la Corte se queda
en Brasil (más o menos 500 personas), y forman la escuela de
Itamaraty, para dirigir la economía y la política exterior de
Brasil hasta nuestros días. Por ejemplo, Lula o
Dilma provienen de la izquierda, pero su política
exterior es inalterable.
No hay ningún Estado
hispanoamericano que tenga diplomacia propia porque nunca
tuvieron una política exterior propia; nunca tuvieron
soberanía. [El ministro inglés] Canning dice en
1825: "Hispanoamérica es libre, y si nosotros no
desgobernamos tristemente nuestros negocios, ella será
inglesa".
XIV. (H.U.): Ud. ha
afirmado que para empezar a ser sujetos de nuestra propia
política, no queda otro camino que fundar el Estado
nacional argentino e hispanoamericano,
definitivo e irreversible. Teniendo en cuenta que la mayoría
de las grandes creaciones políticas estatales han sido
fruto de la fuerza y de las guerras, ¿cree Ud.
que en un futuro hipotético nuestra unidad sólo podría
darse por la fuerza, a través de enfrentamiento bélico, o es
factible un proceso pacífico de
re-constitución?
(J.G.): Jamás [se conseguirá] por guerras o enfrentamientos bélicos, porque ahí perderemos todo.
[Debe ser] un proceso pacífico
de reconquista y [realizado] todos los días, a través de las
universidades, de los claustros de profesores que apliquen
rigurosamente el concepto de "universalidad" de las Leyes de
las Partidas de Alfonso X el Sabio (1055). La
universidad será el estamento de maestros y
estudiantes donde se enseñe y se aprenda enseñando. Que en
todas las clases se explique el porqué y el para qué. Las
fuerzas armadas deben ser la otra fuerza
constitutiva. La esencia de este método está tomada de
los mismos británicos.
[Recomiendo los libros]:
"Malvinas, la trama secreta", de Kirschbaum y Van der Kooy,
"Argentina, gesta británica", de Emilio Fernández Gómez, y
"La colonia olvidada", de Andrew Graham-Yooll. En
el Martín Fierro se puede leer: "No son todos los
que están ni están todos los que son"; [en Argentina] hay
que diferenciar a los existentes de los publicitados: los
primeros están [más allá de] un círculo de
200 kilómetros en torno a Buenos Aires, están en el interior
del país.
Mapa político actual de
Hispanoamérica: tras más de 300 años de unidad, la
fragmentación en 18 débiles repúblicas; unas fronteras que
responden a los intereses anglosajones.
XV. (H.U.): ¿De dónde
puede surgir la fuerza económica, tecnológica y militar
necesaria para fundar un gran Estado soberano?
(J.G.): La fuerza económico-militar tiene que surgir de las fuerzas de pensamiento.
Primero, hay que sembrar una
idea robusta de la necesidad de la unidad hispanoamericana, o
de lo contrario nos aguarda la desaparición.
Recuerdo que en 1968 Perón me
envió un ejemplar [de un libro] con toda su política exterior
y me pidió un título para el mismo, [que fue]:
"Latinoamérica: ahora o nunca". [Esa unidad] no se
dio por un montón de fracasos, pero estos tienen que
enriquecernos, [servirnos] para trazar un camino nuevo,
una finalidad nueva. La historia es el pasado, explica y
enseña lo que ocurrió; no es una anécdota,
es prognosis del futuro.
En consecuencia, lo fundamental
es crear grupos en España e Hispanoamérica que breguen por
la unidad hispano-americana; una Confederación
hispano-americana como salvación para todo el
mundo hispano, en base al conocimiento de unos pocos. Hace
falta crear una voluntad de hierro colectiva, y se logrará.
XVI. (H.U.): ¿Usted
incorporaría a España (europea) a Hispanoamérica? ¿O cree
Ud. que esta última podría o debería formar por sí sola una
Nación? ¿Qué forma de Estado cree que debería
adoptarse: la República federal, la Monarquía…?
(J.G.):
Hispanoamérica unida en el pensamiento unitivo con España,
confederada con ésta, tendría más fuerza, una fuerza milenaria
de una España que también fue triturada… y
[además] España nos abriría las puertas del mundo
europeo, etc. Como madre, nos da su experiencia, su consejo,
y [la tradición] de los prohombres que crearon el mundo
hispanoamericano. Es sobre todo un aporte intelectual.
Tenemos que organizar las
fuerzas del pensamiento. [Hoy] con internet es muy fácil: en
menos de un año [pueden crearse] grupos de españoles e
hispanoamericanos que breguen por la unidad y
[cumplan el destino] punto por punto.
[En cuanto a la] forma de
Estado, tendría que ser una república federal, pero no una
confederación, porque esta tiene el peligro de que, aunque
agrupe a unidades geográficas, estas conservan su derecho de
secesión. El Estado federal tendría que ser al
estilo norteamericano y no sus copias ridículas que
se hicieron. En la obra "El federalista", Alexander Hamilton
plantea: ¿qué forma de Estado vamos a buscar? Un Estado
federal con un Gobierno federal [que dirija]
coherentemente la política monetaria y exterior: el imán que permite mantener la federación.
XVII. (H.U.): ¿Cómo deberían actuar los Ministerios de Relaciones Exteriores de ahora?
(J.G.):
Hispanoamérica, en política exterior, debería comenzar por la
idea de Julio César Gurien (pensador argentino del siglo XX)
de que todos los países de la América española y
España deben mantener al margen del Ministerio de
Asuntos Exteriores, un Ministerio de Asuntos
Hispanoamericanos e Ibéricos, con objetivos distintos.
XVIII. (H.U.): ¿Y en política monetaria?
En política monetaria, debido a
la crisis monetaria en que está el mundo habría que volver a
la economía física. Para calibrar las dimensiones de la
crisis, [se puede acudir] a la triple curva de
LaRouche, que [utiliza] un sistema de coordenadas.
Cuando se creó el FMI en 1945 el dólar como medio
multinacional de pagos tuvo una existencia aceptable, porque
era una moneda [de valor de cambio] fijo y constante. Pero en
1970 Nixon establece que la onza troy no debe
tener valor fijo sino un valor cambiante,
y regirse diariamente según las cotización de las bolsas de
valores. Con lo que pasó a ser una moneda contingente y eso
originó el descalabro internacional: ¿qué ocurrió?
Los derivados financieros determinaron la
necesidad de emitir dólares para amortizar el frenesí de las
ventas de futuros, el sobreprecio de las acciones, cosechas a
futuro… Es decir, estamos en una economía especulativa, no física. Es imprescindible volver a la economía física, porque está en juego la Humanidad,
ya que todos se han volcado a la economía especulativa. La
economía física (privada o estatal) se enerva permanentemente
frente a la economía especulativa.
Lo más grave de todo esto es que
se mire el ingreso per cápita con los guarismos de la
economía especulativa y no con las cifras reales de la
economía física. Aquí, se impone recordar el pensamiento
de Mariano Fragueiro, el primer Ministro de
Hacienda de la Confederación constitucionalmente
organizada. Fragueiro expresó: "Es un sarcasmo llamar riqueza
nacional a la fortuna de los ricos".
XIX. (H.U.): ¿Está
llamada la Argentina a ser el país que unifique a
Hispanoamérica? ¿O debería esta misión corresponder hoy a
México, por su mayor peso demográfico y
económico? ¿Cuál podría llegar a ser, según Ud., la "Prusia"
de Hispanoamérica?
(J.G.): Debería ser
México. ¿Por qué? Porque México tiene una coherencia
demográfica, económica, étnico-racial… En cambio, Argentina es
resultado de una constitución liberal de 1853 que
establecía [como poder constituyente] a 'Nos(otros), los
representantes del pueblo…" (en vez de "nos, el
pueblo" como establece la constitución norteamericana). Esto
no es un juego de palabras sino que la
Constitución Norteamericana una vez redactada se
sometió a la ratificación de cada uno de los estados. En
cambio en la República Argentina los que se autonombraron
"representantes del pueblo" impusieron su voluntad
e ideas excéntricas a todos los pueblos. Por eso
en la Argentina no hay una conciencia jurídica nacional como
la tienen los Estados Unidos. Argentina es una mezcla de
razas (nacionalidades) que hizo imposible el tener
una coherencia [nacional]. En México, lo primero
es la mexicanidad.
XX. (H.U.): ¿Cuál fue el
sistema monetario que creó o adoptó Hispanoamérica cuando se
separó de España?
(J.G.): Ninguno. Se
manejó con empréstitos, empréstitos y más empréstitos.
Eso determinó una Hispanoamérica siempre deudora, siempre
tributaria a la usura extranjera. Un ejemplo cabal de
lo predicho ocurrió en la República Argentina.
José A. Terry, que en su obra "Economía Argentina" de
fines del siglo XIX, sienta este apotegma:
"La historia
financiera argentina es la historia de los grandes
escándalos provocados por los empréstitos únicamente
concertados para el despilfarro".
San Martín contrata la primera
deuda externa de Hispanoamérica. En consecuencia,
Hispanoamérica nace sin moneda. El tratado de 1825, de
amistad, comercio y navegación [con Gran Bretaña]
establece la perpetua amistad con el Reino Unido y sus "súbditos" [de las repúblicas]. [Habla de] "los territorios del Río de la Plata y sus habitantes"
(no sus ciudadanos). El reconocimiento fue el de
un pedazo de tierra con un montón de gente arriba. En materia
de buques se estableció la 'reciprocidad', pero como en toda
Hispanoamérica no se conocía la técnica de la
navegación de ultramar, al final [esos
tratados convirtieron a Hispanoamérica] en exportadora de
materias primas, únicamente en buques ingleses, y tributaria
de empréstitos. La situación se mantiene hasta
1943 en que se consigue la industrialización argentina y
se rompe esa ecuación. George Marshall (1910), premio Nobel de
economía, dijo que no había dos economías tan
perfectamente complementarias como Gran Bretaña y
Argentina. Por eso acuñó el vocablo "ecuación
anglo-argentina".
XXI. (H.U.): Ud. ha
afirmado en su libro que, demográficamente, Argentina es el
"menos hispanoamericano" de nuestros países. ¿Considera que
el alto volumen de población de origen no hispano-indiano
puede ser un obstáculo para la reunificación?
(J.G.): No, no es un
obstáculo. La Argentina no tiene una conciencia
opuesta a Hispanoamérica sino anodina. En Argentina nadie
habla de las vinculaciones reales con Hispanoamérica. Al
pueblo argentino le da lo mismo, pero si observa
un beneficio lo asume inmediatamente. Sería muy
importante empezar a [difundir] las obras de Manuel Ugarte. El
norte de Argentina, [cercano a] Paraguay… se siente
más hermanado con Hispanoamérica que Buenos Aires. En Buenos
Aires hay una mezcla inmigratoria que los hace
menos hispánicos. El único que pudo unificar esa mescolanza
fue Perón; hizo sentirse unidos a todos a través del trabajo.
En México hay muchísima más
unidad (salvando las diferencias culturales, económicas,
etc.). Los mexicanos son producto de una cultura hispano
mexicana. En Argentina, los 10 millones [de
habitantes] del interior sí son hispanoamericanos
genuinos, hispano-indianos con todo fervor. Se ve en la
música, los cantos y bailes, y en las obras en prosa y en las
poesías. El hombre se siente hispanoamericano
y desprecia al porteño. [En Argentina] todo está en manos de
extranjeros; la Argentina se crea como reservorio para atraer
a los europeos que sobran y molestan. Y ese
reservorio es la ciudad de Buenos Aires. En un
semicírculo con centro en Buenos Aires y 200 kilómetros de
radio, el último censo señala la cifra de 30 millones de
habitantes, la mayoría de ellos descendientes de
las corrientes inmigratorias más diversas que se
asentaron en el país a fines del siglo XIX y hasta mediados
del siglo XX.
Actualmente tenemos un ingreso
masivo de asiáticos. Se calcula que son 100 por día los que
ingresan al país. Este factor vital para la demografía genera
una heterogeneidad racial y étnica.
XXII. (H.U.): ¿Podría volver Puerto Rico, alguna vez, a Hispanoamérica?
(J.G.): Debe volver:
los puertorriqueños se sienten ante todo
puertorriqueños; son hispanoamericanos, y la descendencia
hispanoamericana perdura a través de generaciones con su
genética hispanoamericana o hispanoindiana. Veamos
por ejemplo el sur de los Estados Unidos: California,
Arizona, Texas, Nueva México y Florida. A pesar de haber sido
arrebatadas a México en guerras iniciadas en 1830, su
población sigue siendo hispanoamericana. Es
hispano parlante: el 40% de los habitantes [del sur] de
los Estados Unidos es bilingüe. El verbo pudo más que las armas y el dinero juntos.
XXIII. (H.U.): En un
eventual proceso de reunificación hispanoamericana, ¿dónde
queda Filipinas? ¿Se ha perdido para siempre a ese país de
100 millones de habitantes a las puertas de
Asia oriental donde ya casi nadie habla español?
(J.G.): [Se puede
recuperar Filipinas] reconquistando el lenguaje del
mundo hispánico, que aún subsiste; esto es muy importante.
[Por cierto] en las memorias de
Cochrane se señala que San Martín le imploraba ir a atacar
Filipinas y que entre ambos se dividirían el tesoro. Pero
Cochrane se niega. La tragedia es que se llama
'próceres' a los grandes traidores de la Hispanidad.
XXIV. (H.U.): Con un
Brasil que pretende dominar toda América del Sur y con unos
Estados Unidos que, de hecho, controlan a México y toda
América Central, ¿no corre Hispanoamérica el
riesgo de ser "partida en dos" y acabar devorada por esos
dos gigantes, incluso desapareciendo en un futuro nuestro
idioma común?
(J.G.): Sí, desde
luego, existe ese peligro, por ello es necesario un
Ministerio de Asuntos Hispano-Americanos. Porque el Brasil
avanza, pero los hispanoamericanos no lo quieren. Eso
requiere una acción de gobierno inmediata. [El
concepto de] 'Latinoamérica' comprende la adhesión a Brasil.
Un ejemplo: hace cuatro años, acudí a una iglesia y me
encontré con un coro brasileño que venía a
festejar el Mercosur. [Les dije]: "Aquí no hay que
festejar nada, esto es un canto de propaganda del Brasil; es
una promoción de un negocio y adhesión al Brasil'. Brasil
siempre ha intervenido en Argentina, incluso
militarmente.
Yo comenzaría con un factor muy importante, que es internet. Creando grupos en todos los países que sean la 'levadura'
que empezará [más tarde] a fermentar. Y promover
lo siguiente: 1º) Pedir una acción mancomunada de los
gobiernos para atender la salud pública, creando
una red de salud hispanoamericana; 2º) La unidad
hispanoamericana para salvar nuestra vejez: un sistema
jubilatorio para toda Hispanoamérica, 3º) La
unidad de las leyes de trabajo; 4º) Establecer un código
civil y comercial de obligaciones comunes a toda
Hispanoamérica, y 5º) Muy importante y emotivo:
crear la liga hispanoamericana de fútbol. Después,
habría que avanzar con los libros y con un pequeño folleto que
salga todos los meses por internet. Y, sobre todo [finalmente llegar a], una moneda hispanoamericana.
Una moneda hemisférica que comprendía a los
Estados Unidos y al Brasil fue propuesta en el temario de
la Primera Conferencia Panamericana con sede en Washington en
1889. Allí los delegados argentinos Manuel Quintana y
Roque Sáenz Peña se opusieron terminantemente a
esta vinculación que incluso estaba afirmada por
un ferrocarril hemisférico que pasando por todas la capitales
del hemisferio uniera Washington con Buenos Aires. Los
delegados argentinos Manuel Quintana y Roque Sáenz
Peña obedecían planes británicos. Una moneda
común y un ferrocarril que uniera todo el hemisferio americano
rompía estos 4 puntos capitales de la política exterior de
Inglaterra:
1. Divide et impera. Es decir dividir para reinar.
2. Trade not countries.
Comercio por tratados y no conquista abierta y pública de
territorios a los cuales se les reemplaza la bandera.
3. Ejercer el poder sin exhibirlo ni exhibirse.
En la República Argentina todas las
intervenciones británicas se presentaron siempre
como agresiones norteamericanas. Un ejemplo fue el golpe de
estado que derribó el gobierno de Perón en 1955.
4. Hacerle hacer a nuestros
enemigos lo que nosotros necesitamos que hagan para que se
destruyan solos. Al respecto, un gran pensador argentino, Juan José Hernández Arregui en su obra La formación de la conciencia nacional (1930-1960) dice:
"La caída de Perón fue
provocada por Inglaterra, no por EE.UU., que luego de años
de ofensiva debió ceder ante un gobierno de
contenido nacional…"
"Inglaterra, después de la
II Guerra Mundial, recuperó su antigua condición de potencia
exportadora de capitales de inversión…"Tal hecho
corrobora una afirmación de Perón, expresada a
la Revista Tempo, de México, en 1955: <<El consejero
comercial inglés en Buenos Aires declaró un día con
extrema franqueza que cualquier
esfuerzo cumplido por quienquiera que fuese para asegurar
la producción petrolera argentina sería considerado en
Londres como un atentado a los intereses
británicos…>>".
"Los hechos posteriores a
1955, con la entrega de nuestra riqueza a Inglaterra y
EE.UU. en condiciones financieras… lo demuestran".
(véase al respecto el libro de
Julio C. González, "Los Tratados de Paz por la Guerra de las
Malvinas. Desocupación y hambre para los argentinos.")
Estos cuatro apotegmas surgen de
una obra basal para comprender la secesión de Hispanoamérica
de España: "Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX" de
Harry S. Ferns. Editorial Solar/Hachette, Buenos
Aires, 1966.
Al respecto me es imperioso
remitirme a la obra de Julio C. González titulada "La
Involución Hispanoamericana. De Provincias de las Españas a
Territorios Triburtarios". Editorial Docencia (Calle Agüero
2260, Ciudad de Buenos Aires. Teléfono 4805-8434. http://www.hernandarias.edu.ar)
El Dr. Julio C. González, leyendo un
discurso en un acto público en favor de la recuperación de las
Islas Malvinas.
XXV. (H.U.): Ud.
defiende la necesidad de un sistema basado en la economía
real (o productiva) frente a un sistema especulativo. Pero,
¿qué sistema económico defendería para una
Hispanoamérica unificada: una economía planificada o de
libre competencia?
(J.G.): [Debería
ser] una economía planificada. La "libre competencia" no
ha existido ni existe. [Las economías] siempre son dirigidas o
por el Estado o por multinacionales. El gobierno del
general Perón [estableció] la obligación para las
empresas multinacionales de reinvertir sus utilidades en el país.
El gobierno de Menem [firmó] casi cien tratados
de promoción de inversiones, otorgando créditos… y
en cualquier litigio con una empresa nacional [argentina] se
[estableció que] se aplicaría una
jurisdicción extranjera: la del Banco Mundial. En cambio,
Brasil acepta empresas extranjeras pero las condiciona.
Un principio constitucional establecido en el artículo 38 de
la Enmienda Constitucional 1949, inspirada
por Juan Domingo Perón establecía que "el capital ha de estar al servicio de la economía nacional".
Si Hispanoamérica hubiera
permanecido unida podría haber establecido una ley
condicionando al capital extranjero dentro de la ley
hispanoamericana. Todo [lo que ocurre] es producto
de la globalización, que hace que la empresa extranjera
cambie de lugar en busca de mano de obra cada vez más barata.
Las empresas norteamericanas
fueron el primer sistema [estatal] proteccionista. Hamilton
buscó el proteccionismo y que el producto fuera terminado y
consumido en Estados Unidos. [Era un
sistema] planificado: una industria no podía hacer lo que
quisiera sino lo que estaba asignado. En Estados Unidos hay
una economía libre pero planificada: por ejemplo, la
línea ferroviaria que [necesariamente] debía
ir del Atlántico al Pacífico.
Las necesidades de la soberanía
de un país son las que establecen las reglas con que se debe
tratar el capital extranjero. La actividad empresarial,
industrial, técnica y científica intenta abrirse
paso en algún país. [En Hispanoamérica] México
tiene la ventaja de que son mexicanos, defienden sus
propiedades, lo que es suyo. Chile también defiende su
producción… pero en Argentina hay una extranjerización del capital.
El problema del país es el mismo problema de
Hispanoamérica: se necesita un programa [nacional], y tienen
que realizarlo los profesores de las universidades.
XXVI. (H.U.): Si
Hispanoamérica hubiera permanecido unida y hoy fuera un gran
país: ¿habría alcanzado un nivel de desarrollo
tecnológico avanzado? ¿Una gran potencia de
religión católica podría ser la que marcara la pauta de la
(nueva) Modernidad?
(J.G.): Sí, hubiera
marcado la pauta. [Los principios de Modernidad] se
habrían tomado de la preparación filosófica, jurídica,
política, económica que le darían sus hombres, que son de
'acero'. La religión tiene dos niveles; uno es el
intelectual y el otro es el moral. El desarrollo tecnológico
se conseguiría con una continuidad. Le daré un ejemplo: en
1972 [el gobierno de] Libia pidió a
tres catedráticos de economía de Buenos Aires que
los ayudaran a desarrollar un sistema bancario. En Argentina,
el ingeniero Mosconi y el general Baldrich levantaron todas
las torres de perforación de YPF a lo largo de 3
millones de Km2, pero su obra no continuó.
[Alguien dijo que] "para gobernar hacen falta cerebro,
testículos y corazón". Hay que estar [prestando] atención las
24 horas del día [para impedir el] sabotaje.
XXVII. (H.U.): ¿A qué
países, gobiernos o poderes podría beneficiar una
Hispanoamérica unificada?
(J.G.): A los [propios] hispanoamericanos, por eso lo primero es convencerlos a ellos, no a otras latitudes.
La fuerza del mundo son las
grandes masas terrestres: China, Rusia, India, Brasil y
Sudáfrica. La marina rusa, como la alemana… no son
universales como la británica, no están vinculadas
por logias internacionales, son totalmente autónomas para
[asegurar] la independencia de su país. En cuanto a China… es
un enigma, pero puede ser [una futura fuerza
rectora]. India tiene un espíritu que viene
de fines del 1700: místico de recuperación, de volver a ser.
No es [lo mismo que] Gandhi, que quiso ser independiente
dentro de la Commonwealth. El 'Commonwealth' tiene
60 países, 30 millones de km2 y más de 1.600
millones de habitantes. Pero esas cifras no nos tienen que
asustar. Porque la curva de LaRouche [mencionada más arriba
muestra que] la economía mundial termina en
recesión y desocupación (el movimiento de los indignados en
España y en otros países europeos demuestra rotundamente la
tesis de LaRouche); por eso Obama busca la guerra,
porque eso tapa a todos los culpables de la situación creada por la economía especulativa.
XXVIII. (H.U.): ¿Cree
Ud. que Europa es hoy, de facto, una "colonia" de Estados
Unidos? ¿Cómo ve Ud. el futuro de Europa?
(J.G.): Estados Unidos es la
fuerza policíaca de Inglaterra y de Europa. No es Estados
Unidos el que dirige la política mundial, sino el que ejecuta
las decisiones que se toman en Gran Bretaña. Hay
que ser consecuentes: Hispanoamérica es católica,
pero el catolicismo tiene que ser más religioso y
menos protocolar y comercial. Una persona o un país que
'quiere ser' tienen que actuar en silencio, sin
esperar favoritismos o caridad de las grandes potencias,
aunque se dé un acercamiento. Todo esto es materia de una
estrategia constante que en Gran Bretaña realiza la
Universidad de Oxford. En la Universidad de Oxford
existe una cátedra denominada "Argentina" dedicada
exclusivamente a la situación de nuestro país. Esto es algo
sin precedentes en todas las universidades del mundo.
El pensamiento está ahí; hay que nuclearlo y convencer de que se puede [construir] un futuro ("movimiento Podemos").
[Vemos] cómo evoluciona el conocimiento desde el
año 1950. Hasta esa fecha, se tardaba 100 años en
inventar o descubrir. Pero después de 1950 un descubrimiento o
una invención se realiza en un año. El factor tiempo
requiere que las disciplinas científicas y
técnicas se desarrollen en función de un tiempo.
El tiempo es una variable independiente.
Hispanoamérica tiene que
realizarse a sí misma, tiene que revivirse. Es necesario
sufrir, y que 'sienta' en su alma lo que es pasar de [ser ]
sujeto a objeto de la política de otros. Solamente
el conocimiento cabal de la grandeza perdida dará
a España e Hispanoamérica la fuerza para recuperar esa
grandeza con que se dirige el mundo.
XIX. (H.U.): ¿Está de
acuerdo con Ortega y Gasset cuando dijo que lo que nos falta
es una minoría selecta, que forme el gobierno de los
mejores?
(J.G.):
Efectivamente, la democracia que es el gobierno para el
pueblo, debe ser la obra de los científicos y técnicos que
sean intelectualmente los 'mejores', pero aquellos
que están en una situación secundaria o
debilitada es extremadamente [importante que se les dé
oportunidades] porque no tienen recursos.
Juan Álvarez [también
representa] un pensamiento extraordinario: publicó sus
estudios sobre las guerra civiles de la Argentina en 1912.
[Señaló que] a los períodos de superávit les
seguían períodos de paz, y a los de déficit, períodos de
guerra.
Es importantísimo que [hoy esa
minoría] actúe por internet, que publique periódicamente (cada
dos meses, etc.).
[En el caso de la Argentina] el
único tema de política exterior del que habla la República
Argentina es el de las Malvinas, no habla de otros temas,
jamás. Hace unos cinco años, me visitó el coronel
Eduardo de Casas y me mostró un expediente de 1833
que acreditaba cómo fueron tomadas las Malvinas. [Y me dijo:]
"La única persona que puede evitar que se pierdan es
usted". Mi conmoción fue enorme. Como anexo,
incorporé ese expediente a mi libro "Los tratados de paz por
la guerra de las Malvinas. Desocupación y hambre para los
argentinos" (Editorial Del Copista, Córdoba,
Argentina. Año 2004). [En Argentina] hay una doble
política. Por un lado, se habla en contra del
'imperialismo', pero por otro se omite todo lo que tiene que
ver con propiedades privadas de ingleses [en
Argentina]. La política de Malvinas dura ya dos siglos: ¿qué
se hace [realmente] para echar al enemigo?
La Unión Europea no es una
Europa unida por la voluntad de avanzar, sino por la necesidad
de defenderse. Por el tratado de Maastricht, Gran Bretaña
impuso el euro a Europa, pero ellos se
quedaron con la libra. El Imperio Británico es la
inteligencia de Estados Unidos. [Recordemos que] en 1294
se fundó la bolsa de valores de Londres en Lombard
Street: [desde entonces] tienen el poder financiero
y la fuerza de la experiencia.
[Recomiendo consultar:]
"Historia de Inglaterra y de los pueblos de habla inglesa" [de
Winston Churchill], hay que leerla, porque ellos, de la
historia, sacan lo que debe continuarse y lo que no debe
repetirse.
¿Merece la pena luchar? Sí,
porque el objetivo [se logrará] con voluntad y perseverancia.
Aunque el mal rige el mundo, la fuerza del bien tiene el
tesón que no tiene la fuerza del mal.
XXX. (H.U.):¿Cómo es
posible luchar en pro de la unidad hispanoamericana en medio
de un ambiente de profunda hispanofobia?
(J.G.): Sembrando la verdad, por internet o por otros medios.
XXXI. (H.U.): ¿Cómo cree
que sería un mundo donde existiese una potencia
hispanoamericana soberana?
(J.G.): Una
Hispanoamérica soberana tendría un perfil que [destacaría] el
triunfo del espíritu, de la cultura [propia], la fe en una
misión que va más allá de la [propia] vida y la
alegría y felicidad [del hombre] por encima de las
empresas.
XXXII. (H.U.):¿Qué
acción práctica recomendaría Ud. a todos los hispanos que
lean esta entrevista y que sueñan con una Hispanoamérica
unida?
(J.G.): Que
profundicen estos conceptos que hemos bosquejado [en esta
entrevista] y que [luchen] todos los días. Que no tengan
miedo, porque es terrible tenerle miedo al miedo. La
cuestión es luchar todos los días, para conseguir
lo que se desea, para que al final el deseo se cumpla. La
lucha es intelectual, con el arma del pensamiento. Nunca con
la fuerza. El pensamiento que se expande como
solución de los angustiosos problemas que sufrimos
desde hace 200 años cuando Gran Bretaña nos separo de
España, producen una cibernética de consentimiento.
Al respecto, es de recordar que
cuando Gran Bretaña perdió los Estados Unidos, el ex Primer
Ministro William Pitt , "el Viejo" (1708 – 1778), que era
parlamentario fue interpelado por todos sus pares a
raíz del desastre que era para Gran Bretaña la pérdida
de sus dominios en América del Norte. Con su flemática
inglesa, con toda serenidad expresó: "Cálmense señores. Los
quebrantos de los hombres y de los reinos quedan
recuperados, inmediatamente, en un cincuenta por ciento por lo menos cuando las cosas se analizan con realidad y decidida verdad."
El apotegma predicho es el que
nunca tuvo Hispanoamérica donde todos sus problemas
que desencadenaron en sangrientas guerras y postración
económica, fueron analizadas por los políticos
de turno por palabras frondosas y adjetivos calificativos.
En definitiva, un programa
integral, económico y jurídico para toda Hispanoamérica nunca
fue elaborado por ninguno de los presuntos próceres (con
excepción de Bolívar). Terminada la absurda lucha contra
España a que los pueblos hispanoamericanos fueron
inducidos por los ingleses, Simón Bolívar en 1826
convocó al Congreso Anfictiónico en Panamá, donde habrían de
reunirse los representantes de virreinatos y capitanías
generales para determinar el futuro de
Hispanoamérica.
Los británicos se hicieron
presentes como veedores y disgregaron la única posibilidad que
hubo entonces de unir a Hispanoamérica y buscar un destino
común. Nacieron así los estados desunidos de Hispanoamérica opuestos a los Estados Unidos de Norteamérica.
Las consecuencias de esta
desunión las expresó muy bien Bartolomé Hidalgo (de
Montevideo) en 1820, en un brillante poema que sintetizó la
situación actual de Hispanoamérica a partir del
momento en que fue desvinculada de España. El
poema se llama "Diálogo entre Chano y Contreras" (1920). Dice
así:
En diez años que llevamos
De nuestra revolución
Por sacudir las cadenas
De Fernando el baladrón
¿Qué ventaja hemos sacado?
Le diré con su perdón,
Robarnos unos a otros,
Aumentar la desunión,
Querer todos gobernar,
Y de facción en facción
Andar sin saber que andamos;
Resultando en conclusión
Que hasta el nombre de paisanos,
Parece de mal sabor,
Y en su lugar yo no veo
Sino un eterno rencor
Y una tropilla de pobres,
Que metida en un rincón
Canta al son de la miseria:
¡No es la miseria mal son!
En síntesis, respondiendo a la
pregunta, la acción práctica consiste en conversar y
conocernos, porque en Hispanoamérica hay que diferenciar a
los publicitados de los existentes. Los existentes
que no tienen la publicidad de conceptos vacíos son
muchísimos más y más talentosos.
Necesitamos conocerlos. Y
empezar a conversar. Este será el inicio de una Hispanoamérica
unida. El poema argentino "Martín Fierro" lo señala
categóricamente: "no son todos los que están. Ni están todos los que son".
Con todo esto, se podrá
triunfar, pero al menos haciéndolo justificaremos ante Dios,
fuerza de todas las fuerzas y causa de todas las causas, la
vida y la existencia que nos ha dado.