Mirar hasta donde se pueda o soporte la soberbia.
El Reino Unido afrontó, tras la Batalla por Malvinas, el desafío de construir un cuerpo doctrinario "de exportación", exclusivo para la Argentina y dedicado especialmente a penetrar en la mente del pueblo argentino a los fines de menguar cualquier sentido de orgullo nacional que pudiera atizar de nuevo la poderosa voluntad argentina de defenderse.
La experiencia de 1982 se convirtió en el desastre bélico más grande que padeciera el Reino Unido tras la Segunda Guerra Mundial. Conciente Londres de que no hay defensa posible si primero no existen la determinación y voluntad de disputar aquello que los argentinos sabemos como propio, tal como hicimos en Malvinas, la mejor estrategia fue aplacar para siempre la voluntad y la determinación argentinas. Para ello, se empeñarían en la utilización nada menos que de organizaciones, personalidades y políticos argentinos que trabajarían en forma activa para arrebatarnos gradualmente la autoestima nacional y, en simultáneo, convencernos que el "problema" de Malvinas no era ni tan grande ni tan importante como para limitar el resto de los campos posibles de desarrollo y cooperación con el Reino Unido.
La desmalvinización y el desmantelamiento de nuestras Fuerzas Armadas fueron apenas las "puntas de iceberg" visibles por encima de toda una infraestructura ideológica fomentada, promovida e, incluso, financiada desde el Reino Unido. Frecuentemente quedan fuera del espectro visible los legisladores, empresarios y altos oficiales militares argentinos que integran en silencio (cada vez menos) este poderoso esqueleto cuyo cerebro trabaja activamente desde el otro lado del Atlántico y desde dentro mismo de nuestro país.
Un gran triunfo de esa estrategia británica promovida en la Argentina por muchos compatriotas, es la relativización permanente del Conflicto de Malvinas como tal y la construcción de un lenguaje que, de forma pasiva y casi inconsciente, ha sido incorporado por ciudadanos anglófilos reconvertidos en "repetidoras" del lenguaje y lineamiento promovidos desde los sectores más altos.
Hoy queremos dejarte una guía práctica sobre cómo reconocer fácilmente a un anglófilo, tanto sea un integrante activo de ese "esqueleto" británico que trabaja en la Argentina, como un simple ciudadano que sueña con pertenecer al mundo "anglo" por problemas de autoestima nacional (vaya si funcionó la lógica británica) o disociación de su propia identidad nacional.
El anglófilo, sea civil, militar o político, es fácilmente reconocible dado que, al carecer de autenticidad argumental, utiliza siempre el mismo lenguaje que sus "hermanos" para favorecer, fomentar y promover los intereses británicos en la Argentina. A continuación algunas de sus expresiones más comunes:
"La guerra fue una maniobra de desesperación de la Junta Militar. Una guerra sin sentido". (Desconoce la historia, antecedentes jurídicos y el derecho internacional que ampara nuestro reclamo de soberanía)
"La única forma que existe para recuperar las Islas Malvinas, es la vía de la paz". (Básicamente actúa en favor del desmantelamiento militar desconociendo o ignorando adrede el concepto de disuasión. Para este tipo de anglófilo San Martín sería una especie de simple asesino por haber empuñado las armas en defensa de la causa independentista).
"Hay que cooperar con los británicos en todo el resto de los escenarios posibles sin afectar el tema de la soberanía". (Anglófilo peligroso: básicamente propone de forma activa postergar la discusión de soberanía, que debiera ser prioritaria en el diálogo bilateral, mientras nos impulsa a "quemar" elementos de presión o de "cooperación" que fácilmente podríamos utilizar en una mesa de negociación")
"No hay posibilidad de fabricar sistemas de armas nacionales, tomaría 20 años desarrollar tecnología disuasiva propia". (Anglófilo colonizado mental que utiliza un argumento de 1990. Pues bien, pasaron más de 30 años y no hubo voluntad de fabricar nada. El Cóndor II tomó menos de 10 años entre diseño y puesta del vector en plataforma de lanzamiento. Este tipo de anglófilo intenta convertir en utopía el desarrollo nacional de la Defensa para seguir reemplazándolo por Dependencia)
"Hoy las Malvinas serían nuestras si no hubiésemos iniciado la guerra en 1982". (Anglófilo de mala fe que atribuye a la Argentina el inicio de la guerra y quita al Reino Unido la efectiva responsabilidad por una agresión armada que inicia en 1833. Este espécimen niega a la Argentina el derecho a la legítima defensa, conforme al propio Derecho Internacional).
"Vamos a recuperar las Malvinas el día que logremos convencer a los kelpers de querer ser argentinos" . (Anglófilo cipayo: no solo acepta la invasión británica sino que además nos invita a tener que "seducir" a una población implantada por la fuerza a la que pretende otorgar el derecho de autodeterminación. Los kelpers no tienen voz ni voto por cuanto son población implantada por una potencia agresora).
"Vamos a recuperar las Malvinas cuando hagamos que sea muy costoso para el Reino Unido mantener su defensa" (Un neoanglófilo sofisticado: bajo esa lógica patea en el tiempo las acciones imperativas que deben tomarse HOY para afectar el poder británico y sus intereses en la Argentina, al tiempo que desconoce que no hay costo posible en la historia que pueda hacer al Reino Unido renunciar a su enclave de Malvinas. En 1982 no hubo momento más "costoso" y en plena crisis económica británica para tener que enviar una flota a más de 13 mil kilómetros y aun así se hizo. Una expresión de una tremenda ingenuidad/irresponsabilidad).
"Malvinas fue una guerra inútil". (Uno de los peores anglófilos que existen. Básicamente esgrime uno de los argumentos clave de la desmalvinización y que ha llevado a tantos Combatientes a quitarse la vida por la supuesta sinrazón de la pelea que cambió su vida para siempre. Este tipo de anglófilo desconoce naturalmente todos los argumentos históricos, jurídicos y del derecho internacional que avalan nuestro reclamo por Malvinas. También fue un argumento clave en el proceso de desmantelamiento de las Fuerzas Armadas al pretender que no eran necesarias. Desconoce los principios básicos de la Defensa y la disuasión).
"Ya no hay hipótesis de conflicto" (Anglófilo estúpido: más que hipótesis ¡HAY CONFLICTO! Una provincia argentina bajo ocupación de una potencia extranjera y persisten en ese mantra tan funcional al desarme argentino y a los deseos británicos).
Comentá si conocés otras expresiones anglófilas que no hemos enumerado.
Texto: Eric Torrado - Malvinas en la Mira
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El presidente Volodomir Zelenski firmaría este viernes el contrato que le permitirá a Donald Trump explorar y explotar los valiosos minerales ucranianos en "tierras raras".
Volodymyr Zelensky | Agencia Afp
26-02-2025
La humillación de Estados Unidos a Ucrania no cesa. El Gobierno de Volodomir Zelenski aseguró este martes que firmará un acuerdo con la gestión de Donald Trump sobre la cesión de recursos naturales en compensación de los gastos de militares que el país norteamericano le giró en la guerra contra Rusia.
De esta manera, el contrato entre ambos países le permitiría a Estados Unidos acceder a las tierras raras que se encuentran en suelo ucraniano y que son utilizadas para la industria tecnológica. Sin mucha más dilación podrían firmarlo este mismo viernes, afirmó un funcionario de Kiev.
La exploración se realizaría de forma conjunta entre los dos países y la riqueza que se produzca a partir de la explotación se destinaría a un fondo "conjunto para Ucrania y Estados Unidos", sostuvo el funcionario ante la agencia AFP.
"Ahora los funcionarios del Gobierno están trabajando en los detalles (...) Ya estamos considerando una visita a Washington para el viernes para firmar el acuerdo", agregó el agente ucraniano.
En tanto, Trump ratificó ante los periodistas en Casa Blanca que el acuerdo se firmaría pronto: "He oído eso. He oído que viene el viernes". "Le gustaría venir a firmarlo aquí conmigo, y yo lo entiendo: es un gran acuerdo, un acuerdo muy grande", señaló.
Trump le exige a Ucrania los recursos minerales a cambio de los miles de millones de dólares que envió la administración de Joe Biden en ayudas para hacer frente a la invasión rusa.
El giro de Estados Unidos en la ONU frente a la guerra de Ucrania con Rusia.
En la ONU, este lunes, Estados Unidos ya se había mostrado en sintonía con Rusia al evitar votar las condenas a la invasión a Ucrania. El giro geopolítico se expresó claramente en el organismo internacional y causó un revuelo dentro de la comunidad europea.
Desde que asumió Trump la presidencia, Estados Unidos cambió rotundamente su posición frente a Ucrania. De colaborar militarmente con el Gobierno de Volodomir Zelenski, la administración estadounidense pasó a tildarlo de "dictador".
Tanto en la Asamblea General, como en el Consejo de Seguridad, Estados Unidos votó junto con Rusia. Los países de la Unión Europea habían promovido un texto que cuestionaba fuertemente a Moscú, subrayaba la integridad territorial de Ucrania y la inviolabilidad de sus fronteras.
En la Asamblea, si bien el texto europeo consiguió la mayoría de los votos (93) y tuvo un rechazo minoritario (18), la inclusión de Estados Unidos entre esos países fue un cimbronazo. Por otro lado, las abstenciones, entre las que se encontró la de Argentina, fueron 65.
Por otro lado, en el Consejo de Seguridad la posición europea quedó en desventaja. Estados Unidos logró la aprobación de su texto sin condena hacia Rusia por la invasión con 10 votos a favor y ninguno en contra. Mientras que Francia, Reino Unido, Dinamarca, Grecia y Eslovenia se abstuvieron.
FM La Patriada y el Destape, publicaron que "el Gobierno Nacional quitó de una vitrina del patio Malvinas Argentinas, la bandera que fue izada en las Islas, por los jóvenes del Operativo Condor en 1966".
25 de febrero de 2025
Es una de las siete que fueron desplegadas en Puerto Argentino, por los Jóvenes del Operativo Condor.
En un hecho sinigual, el Gobierno de Javier Milei sacó de Casa Rosada, la bandera argentina que en septiembre de 1966 flameó en Malvinas como consecuencia del aterrizaje en Puerto Argentino; de un avión de la empresa estatal, que fue desviado por un grupo de 18 jóvenes militantes que llevaron adelante un acto reivindicatorio de soberanía, denominado Operativo Condor.
Ese día, 28 de septiembre de 1966, en la cancha de carreras caballos donde aterrizó el Douglas DC-4 de Aerolíneas Argentinas; además leer una proclama, los jóvenes dejaron una nota al gobierno colonial y desplegaron siete banderas de 2.5 x 1.5 metros.
El Operativo Cóndor, tal como lo bautizaron, estuvo encabezado por Dardo Cabo, militante del peronismo nacionalista del Movimiento Nueva Argentina (MNA), e ideado por una periodista y militante, María Cristina Verrier.
En total se desplegaron siete banderas que habían sido confeccionadas por la madre de María Cristina Verrier. Cinco se colgaron sobre el alambrado, la sexta fue enarbolada sobre el fuselaje del avión, y la séptima izada en un mástil que improvisaron en el lugar.
Luego de 48 años de los hechos ocurridos, las banderas volvieron a tomar relevancia, cuando el 2 de abril de 2014, los "cóndores" entregaron una de ella, a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Bandera que posteriormente fue emplazada en una vitrina dentro de las galerías del patio Malvinas Argentinas de la Casa Rosada.
Pese a la trascendencia histórica y política que representa esta y las seis banderas restantes en materia de reivindicación soberana, durante el mediodía de este martes 25 de febrero, toma estado público que el símbolo patrio emplazado en la sede del gobierno nacional, ha sido retirado sin ninguna información oficial que diga el motivo por el cual la actual gestión presidencial tomó esa decisión y en que lugar se encuentra en este momento.
Sobre la tierra de la Reina Isabel no hay discusión
Javier Cornejo
Artículo publicado en el diario El Tribuno el 12-01-15
Margaret Thatcher en el bronce ya está eternizada en Malvinas. Como inmortalizada en letra, desde el 1 de enero de 2009,está la Constitución Jurídica de las Falkland Islands. Precisamente en 2009, el 2 de abril marcó el inicio de esta columna con el artículo: "La Soberanía Argentina sobre la Plataforma Submarina". A partir del mismo la problemática de la geografía y geopolítica Sudamericana, con vértice en el continente antártico, constituyó uno de los ejes primordiales de estudio.
https://www.falklands.gov.fk/our-history-qi83r47ow/about
La usurpación de nuestra soberanía fue detalladamente analizada en innumerables artículos. Especial atención merecieron los Acuerdos y Tratados, que fueran profundizados por el Dr. Julio González en su obra: "Los Tratados de Paz por la Guerra de las Malvinas -Desocupación y hambre para los argentinos- Acuerdo de Madrid del 15 de febrero de 1990 y Tratado de Londres del 11 de diciembre de 1990".
Desde la usurpación inglesa tuvieron lugar diversos intentos de actos soberanos, destacándose en forma exponencial la cruenta y atroz guerra de 1982, a partir de la cual se consolida la ocupación imperial. Hubo otros actos con el objetivo de invalidar la titularidad inglesa.
Tal fue el caso de Miguel Fitzgerald quien en 1964 a bordo de una avioneta Cessna, aterrizó en una pista de cuadreras en Puerto Argentino, enarboló nuestra Bandera Nacional, y dejó una proclama.
El "Operativo Cóndor" de 1966 liderado por Dardo Cabo y Ricardo Ahe, (con quienes me unió una profunda amistad desde esos años). Este "operativo" consistió en el desvío del avión de Aerolíneas Argentinas que cubría el trayecto Buenos Aires-Río Gallegos y fuera obligado a descender en Malvinas. Se enarboló nuestra Bandera Nacional y como era de esperar con posterioridad todos terminaron presos, algunos hasta más de tres años.
En 1974 existió el intento del Gobierno argentino (a través de privados Jorge Antonio, Cao Saravia y otros) de compra de las acciones de la Compañía que operaba en las Islas, virtualmente, como exclusivos ocupantes: La Cía. Falkland Islands. Esta operación fue abortada por el canciller Alberto Vignes por la demora de acuerdo en un problema laboral de los empleados que estaban en las islas. Con la muerte del general Perón el 1 de julio se frustró totalmente el operativo.
Actualidad
El actual gobierno se caracteriza por una contradicción manifiesta entre sus "dichos" y los "hechos".
La locuacidad es inversamente proporcional a los actos de real y concreta entrega, todo conducente a una finalidad de "diálogo" que necesariamente tendrá como resultado el establecimiento de una "complementariedad" operativa con apoyo continental, quedando nuestro reclamo soberano bajo lo que se dio en llamar "el paraguas de la soberanía", es decir este tema no se trata.
En función de tal premisa, el reconocimiento que ciudadanos argentinos efectúan de la concreta soberanía británica en el archipiélago se ve reflejada en la aceptación expresa del sellado de los pasaportes personales en el momento de ingreso a las islas. Ese estampado significa, sin lugar a dudas, la aceptación totalmente voluntaria de reconocimiento de ingreso o salida de territorio "extranjero". Por ello, todo acto de queja soberana que acepte esta premisa está totalmente viciado de nulidad e ingresa en la suma de banalidades absolutamente funcionales al Imperio y por ellos mismos fomentadas, que luego en su "flema" acostumbrada utilizan para ironizar los actos de quienes fueron serviles a los intereses imperiales en una exposición mediática que quita el verdadero sentido de patriotismo emergido del dolor de nuestro muertos por recuperar nuestro territorio, o de los que sobrevivieron con las secuelas físicas y psicológicas.
La gesta de Malvinas inmersa en una concepción geopolítica en el que nuestro norte es el Sur debe ser conceptualizada como tal, en un mundo en el que los imperios "mueven sus fichas" mostrándonos un posicionamiento inequívoco: Rusia en el centro Antártico (lago Vostok), Gran Bretaña en la "Tierra de la Reina Isabel" y Patagonia Argentina Chilena, China en Neuquén.
Este sendero conduce a que los argentinos prontamente seamos extranjeros en nuestro territorio.
http://www.eltribuno.info/sobre-la-tierra-la-reina-isabel-no-hay-discusion-n493193
Antártida Argentina: 121 años de presencia ininterrumpida, un legado de ciencia y conservación
A partir de la inauguración del Observatorio Meteorológico en la isla Laurie, Orcadas del Sur, Argentina fue durante cuatro décadas el único ocupante permanente de esa geografía austral, un hecho clave en el contexto geopolítico antártico
Por Susana Rigoz 22 Feb, 2025
Argentina cumple 121 años de presencia ininterrumpida en la Antártida: un legado de ciencia y conservación (Foto: archivo DEF)
Hoy se celebran 121 años de presencia ininterrumpida en la Antártida. Sucede que el 22 de febrero de 1904 marcó un hito fundamental en la historia argentina: el izamiento de nuestra bandera en la isla Laurie, perteneciente al archipiélago de las Orcadas del Sur.
Este acto, conmemorado anualmente como el Día de la Antártida Argentina (Ley n.º 20827/74), nos convirtió en pioneros en la investigación antártica y no solo simboliza nuestro compromiso con la ciencia, sino que también sienta las bases de nuestros reclamos de soberanía.
De la caza a la ciencia: un cambio de rumbo
A fines del siglo XIX, la Antártida era un territorio virgen, pero no inexplorado. La codicia por recursos como el aceite y las pieles de focas y lobos marinos atrajo a los cazadores rioplatenses, quienes diezmaron las poblaciones de estas especies casi hasta su extinción. Mantenida en secreto para preservar el monopolio de la fuente de ingresos, esta actividad dejó una huella profunda en el ecosistema antártico; la posterior caza de pingüinos y elefantes marinos solo agravó la situación e impulsó la necesidad de un cambio de rumbo hacia la investigación científica y la conservación.
Cooperación internacional, uno de los pilares de la investigación antártica
La expedición antártica internacional de 1901, organizada por la Sociedad Geográfica de Londres, marcó un punto de inflexión. Si bien fue impulsada por la búsqueda de conocimiento científico, también reflejó la creciente competencia internacional por la Antártida. Argentina, lejos de permanecer ajena, decidió participar y se comprometió a establecer un observatorio magnético y meteorológico en la isla de los Estados, ubicada en el Atlántico Sur, al este de la Isla Grande de Tierra del Fuego. La instalación del faro comenzó a mediados de noviembre de ese año y empezó a funcionar el día 1 de octubre de 1902.
La expedición sueca del Dr. Otto Nordenskjöld, en la que participó el alférez José María Sobral, ejemplifica la cooperación internacional en la investigación científica. A raíz del naufragio de su barco, estos expedicionarios debieron invernar un año, en 1902, con lo que se transformaron en los primeros seres humanos en pasar el invierno en el Continente Blanco. En 1903, fueron rescatados por la corbeta ARA Uruguay, que arribó a la Dársena Norte el día 2 de diciembre de ese año. Este rescate histórico fue el inicio del destino de solidaridad y cooperación de la Argentina en la Antártida y, al mismo tiempo, consolidó nuestra presencia en la región.
El observatorio meteorológico en Orcadas del Sur: un faro de la ciencia
La expedición escocesa de William Bruce, en 1902, tuvo un impacto decisivo en la historia antártica de nuestro país. Tras quedar varados en la isla Laurie, los expedicionarios construyeron el refugio "Omond House". Al regresar a Buenos Aires para reabastecerse, el doctor Bruce ofreció el refugio, junto con el instrumental científico, al gobierno argentino. Este gesto marcó el inicio del Observatorio Meteorológico Argentino en las islas Orcadas, un símbolo de perseverancia y dedicación, que ayudó al conocimiento global del Continente Blanco. Su funcionamiento constante durante más de un siglo da testimonio de la importancia que la República Argentina otorga a la investigación en la Antártida y a la preservación de este ecosistema único.
La base Orcadas alberga la histórica Casa Omond (observatorio original de piedra construido en 1903) y la Casa Moneta (1905), actual museo cuyo nombre es un homenaje a José Manuel Moneta, perteneciente al Servicio Meteorológico y autor del libro Cuatro años en las Orcadas del Sur, en el que registra su experiencia personal en la base antártica. Ambas casas, junto al cementerio vecino, fueron declaradas Sitio y Monumento Histórico SMH n.º 42 del Tratado Antártico. En 1927, se inauguró allí la primera estación radiotelegráfica antártica y, en 1946, se celebró la primera misa católica.
En la actualidad, en la base Orcadas, científicos del Instituto Antártico Argentino realizan investigaciones en meteorología, geología, glaciología, geofísica, magnetismo, atmósfera y biología, en especial en el Laboratorio Antártico Multidisciplinario Orcadas (LABORC).
Historia, investigación y compromiso centenario
A lo largo de estos 121 años, nuestro país instaló siete bases permanentes (operativas todo el año) y seis temporarias (habilitadas solo en verano) en la península antártica y adyacencias; 67 refugios (de apoyo a las actividades de los investigadores y para ser utilizados en caso de emergencia); llevó a cabo trabajos de exploración, estudios científicos y cartográficos; importantes tareas de rescate y auxilio internacional; y alcanzó el Polo Sur en tres ocasiones: la primera por aire y las otras dos por expediciones terrestres. De este modo, la República Argentina logró consolidar una presencia significativa al sur del círculo polar.
Objetivo final: la Antártida (I)
Por Javier Cornejo
Publicado en el diario El Tribuno el 21.01.13
En la última semana del 2012 conocimos la publicitada difusión de más de 3.500 documentos relativos a la Guerra de Malvinas que fueran “desclasificados” por Londres: Thatcher, el hundimiento del Belgrano, el apoyo de EEUU, la presión a Francia por los Exocets, en fin muchos temas. (El Tribuno 29-12-13 pág. 22-23).
Sólo se conocieron los que permitieron.
Previo a estas informaciones del 2012, existe un bagaje de documentos que explican acabadamente el porqué de la guerra de 1982, y que explican la firme determinación británica de la defensa a ultranza de su posicionamiento en el techo del mundo.
Historia y geografía
Las referencias a la Antártida existieron siempre.
Es el más antiguo de los continentes con 14.000.000 de km2 (4 veces EEUU), el más alto de la tierra, alberga más del 80% del agua dulce, cuenta con el promedio de humedad más bajo del planeta.
Desde Platón en el Timeo, hasta las comprobaciones de este siglo XXI, encontramos un continente rodeado de misterios y de información celosamente resguardada.
Constatamos que hay más de 12 volcanes con sus ríos de lava que perforan túneles o galerías llevando agua templada a las profundidades del océano, o el Erebus (descubierto en 1841) que cuenta con uno de los 5 lagos de lava del mundo. Existen más de 140 lagos subglaciales interconectados, entre los que se destaca el Vostok (descubierto en 1996 por una expedición ruso - norteamericana), con 250 km de largo totalizando 15.590 km2, con temperatura de 18§ C (grados sobre cero) y una bóveda de aire caliente.
Es sumamente enigmático que en los google maps y referenciales, que nos muestran hasta particularidades microscópicas de los más lejanos planetas, no nos muestren absolutamente nada del Polo Sur. Sólo una gran mancha blanca, siendo imposible acceder a cualquier representación del continente.
Es también curioso que en el escudo de las Naciones Unidas no figure la Antártida, aunque sí todos los continentes y el Polo Norte.
Expediciones y conflictos
Existieron múltiples expediciones que recorrieron y se instalaron en el Sexto Continente. Merecen especial referencia las alemanas que se remontan al año 1873, en que Eduard Dallman a bordo del “Gronland” descubrió regiones y pasos a lo largo de las islas Bicoue, marcando el inicio de las incursiones del resto de países.
Mientras en Europa empezaba la contienda mundial, alemanes e ingleses protagonizaron dos grandes batallas navales a la altura del paralelo 60. El Prof. de Cs. Políticas de la Universidad Católica de Córdoba, don Antonio Riesco, refiere un pormenorizado detalle de las batallas de la Bahía Coronel y Malvinas, que iniciaron 1 de noviembre de 1914. En la primera el Almirante Maximilian Graf Spee derrota al Almirante Cristopher Cradock, pero desacertadamente permitió un rearme inglés que en un segundo enfrentamiento ocasionó la muerte del Alt. Graf Spee , sus dos hijos y dejó a la flota destrozada.
Podemos decir que en 1914 comienza el intento inglés del definitivo control geoestratégico de la posición sur, que sólo fuera alterado en esporádicas ocasiones y reafirmado con eficiencia y crueldad, como será demostrado en los próximos artículos de esta columna sin perder de vista el concepto de “procesos”, al referirnos a los hechos y actos históricos.
Objetivo final: La Antártida (II)
Por Javier Cornejo
Publicado en el diario El Tribuno el 28.01.13
La publicitada teatralización de disputas verbales entre el Gobierno inglés y el argentino sobre “sentarse a una mesa de negociación” por Malvinas, omite ostensiblemente el tema de la soberanía del Estado argentino sobre el territorio insular, plataforma continental, y sector del continente Antártico de nuestra legal pertenencia.
Si la soberanía no es tema de tratamiento, ¿que pretende negociar Argentina?
El resultado del plebiscito isleño del próximo 11 de marzo indudablemente será usado por el Imperio Británico como el salvoconducto definitivo de su permanencia por siempre en el Sur Americano.
Como otra cara de esta ruidosa e inocua cháchara, invariablemente un misterioso manto de silencio cubre el continente Antártico de toda información inconveniente.
Fisuras informativas
Silencio, que no obstante el celo guardado, tuvo fisuras informativas en distintas épocas que velozmente fueron neutralizadas de diferentes maneras: ridiculizándolas, cubriéndolas de descréditos con sospechas conspiranoicas, acusando a sus generadores de facultades mentales alteradas, o directamente suprimiendo físicamente a sus protagonistas.
El conocerlas nos ayudará a comprender, un poco más, las motivaciones que tiene el Imperio Británico para no devolver nunca los territorios que nos usurpan.
A efectos de su certeza, me remitiré a las que se pueden acceder públicamente y ocurrieron en los últimos 100 años.
En la presente oportunidad me referiré al acontecimiento más notable y que hasta el día de hoy no existen respuestas a lo sucedido, ni fue comprobado si su objetivo era científico o militar, o ambas cosas
La Operación High Jump (Salto Alto)
Apenas termina la Segunda Guerra Mundial, los EEUU convocaron al almirante Richard Byrd, Gran Canciller de la Orden de Lafayette y de la Cruz del Mérito, secretario Perpetuo de la Academia Federal de la Marina Americana y de las Ciencias, experto absoluto en temas antárticos, expedicionario en reiteradas campañas en ambos polos, poniéndolo al mando de la Task Force 68 compuesta por más de 4.000 hombres, a efectos de invadir la zona antártica en el despliegue militar más enorme que haya ocurrido luego de finalizada la segunda gran guerra.
El equipamiento estaba compuesto con más de 13 naves, entre rompehielos, destructores, portaaviones (“Pillipine Sea”), cargueros, buques tanques de aprovisionamiento, buque de comunicaciones y submarinos.
El despliegue comenzó en el Mar de Ross divido en tres grupos convergentes con la finalidad de efectuar un rastrillaje total y meticuloso del continente blanco.
Instalaron una pista continental de la que despegaban aviones tipo DC3 para vuelos de largo alcance aerofotográficos.
En sólo 2 semanas relevaron más de 500.000 km2 y tomaron más de 70.000 fotografías.
Final anticipado
La operación High Jump, prevista para un tiempo de 8 meses, finalizó abruptamente a las 2 semanas en un desastre total.
El 5 de marzo de 1947 el almirante Byrd declara en el diario Mercurio de Chile: “La mayor amenaza para EEUU y sus aliados, viene ahora del Polo Sur, pues nos hemos encontrado con extrañas aeronaves de alta tecnología y de muy altas velocidades”.
Declaraciones que fueron puestas en duda por sus detractores, pero, de todos modos:
¿A qué o quiénes se enfrentó el almirante?
Objetivo final: La Antártida (III)
Por Javier Cornejo
Publicado en el diario El Tribuno el 04.02.13
El británico nombre de Queen Elizabeth Land (Tierra de la Reina Isabel) que el Reino Unido decidió imponer a territorios comprendidos en el sector antártico Argentino, no obedece a ninguna casualidad temporal o geográfica, sino que tal sector constituye la prolongación de la plataforma de Malvinas en poder efectivo del Imperio.
Lo que Inglaterra hizo fue “bautizar con nombre y apellido lo que en el Tratado de Lisboa del 13-12-2007 se denomina el Sector Antártico Británico” (Eduardo M. Lualdi). De tal manera conservar para sí y la Alianza Militar de la OTAN el control del paso interoceánico Atlántico Sur-Pacífico Sur, el control de la ruta transpolar, el dominio de todos los recursos naturales que abundan en la vastedad de los 5.000.000 km2 usurpados, y lo definitivo: la proyección Antártica.
El Reino Unido nunca se avendrá a restituir los territorios que nos robaron.
Instalaron la fuerza necesaria para enfrentar efectivamente todo intento de cualquier posible interesado en una aventura militar. A tal punto las Fuerzas Armadas constituyen uno de los principales pilares del Imperio Británico, que en el primer mensaje efectuado por la reina Isabel II con la última tecnología de 3D en ocasión del pasado saludo navideño, rindió solemne homenaje a las “Fuerzas Armadas cuyo deber las separa de familias y amigos” expresándoles su emocionada gratitud (El Tribuno 26-12-12 pág. 2).
La extensión armada
Los actuales EEUU constituyen “el músculo que acciona el cerebro Británico”.
La fuerza pretoriana de la Alianza se encuentra al servicio de Su Majestad, quien la tiene muy en cuenta en caso de ser necesaria su utilización en el hemisferio sur.
La base instalada en Cocón (Chile) lo demuestra.
En la actual mundialización del planeta, en que se encuentran cada día más difusos los Estados nacionales, los territorios dependen absolutamente de la capacidad bélica de quién se los propia (efectivamente o en alianzas dependientes).
Por ello:
Por primera vez en la historia, un presidente de los EEUU se dirigió a ambas cámaras del Parlamento Británico.
Obama el 25 de mayo de 2011 en Westanimster Hall Londres- sostuvo: “Vine aquí para reafirmar una de las más antiguas, una de las más fuertes alianzas que el mundo haya conocido jamás”.
“Desde hace tiempo EEUU y el Reino Unido comparten una relación especial y dado que además compartimos una prensa crítica, esa relación es a menudo analizada y sobre analizada con un poco de nerviosismo o tensión”. “Por supuesto todas las relaciones tienen sus momentos buenos y malos, hay que admitir que la nuestra empezó con el pie izquierdo, con un pequeño problema sobre té e impuestos (risas) “. “Hubo algunos sentimientos heridos cuando prendieron fuego a la Casa Blanca durante la guerra de 1812 (risas)”.
“Pero afortunadamente todo ha ido progresando desde entonces”.
A tal punto fue el progreso que, protegidos por el paraguas territorial inglés sobre los paralelos circundantes, EEUU instaló sus bases en el techo del mundo: la nuclear Mc Murdo, la más cercana al polo geográfico la Amundsen-Scott, la Palmer, la Eights, Campamento Byrd, la Siple.
No les preocupa las teatralizaciones del Canciller Argentino.
Si China con cinco bases, y Rusia con la base Vostok en el centro magnético.
Objetivo final: la Antártida Argentina
Por Javier Cornejo
Publicado en el diario El Tribuno el 11.02.13
El próximo 11 de marzo, con el referéndum de los habitantes de las Islas Malvinas, Gran Bretaña dará un paso muy firme en su proyecto por afianzar el control militar del Atlántico Sur y su hegemonía en las dos actividades económicas del archipiélago: la pesca y los hidrocarburos.
Ese día los kelpers se consolidarán como ciudadanos británicos y podría ser el primer paso hada la creación de una república asociada de la corona. La denominada “ecuación anglo-argentina” y la “soberanía sobre la plataforma submarina” son temas prioritarios de esta columna.
A lo largo de estos años se desarrolló y analizó minuciosamente la letra del plexo jurídico de acuerdos y tratados, que en forma categórica sepultan el parloteo con que nos aturden y distraen nuestros funcionarios.
Esa cháchara oficial sólo, tiene por objeto ser partícipe de una partitura pre-establecida, cuyo único fin es despojamos a todos los argentinos de las riquezas existentes en la geografía que habitamos.
Tal denominación: “Ecuación anglo-argentina”, tanto política y cultural, cuanto económica y social, se desprende de la obra del catedrático de la Universidad de Birmingham Harry S. Fems, “Gran Bretaña y Argentina en el Siglo XIX” (1966), al referirse al intrincado entramado de estructuras que, por su singularidad e implicancias, ha promovido extensos estudios en las universidades inglesas.
Es decir, el estudio profundo en proyección atemporal de la dependencia argentina del imperio desde 1825, año en que firmáramos el “Tratado de perpetua amistad”, consecuencia jurídica esencial del plan de 1711 denominado “Una propuesta para humillar a España”, al que oportunamente me referí en anteriores artículos de esta columna.
Hoy constatamos, indudablemente, que el poderío imperial, se saca la careta, no la necesita más, y ostensiblemente apoyado en la convicción armada publicita su objetivo dé instalación a perpetuidad en elegido y cúspide (alfa y omega) de todos los continentes.
Es un mensaje dirigido no a los argentinos, sino a todo el planeta extra e intraterreno.
Ubicación antártica
Los presupuestos se cumplen inexorablemente producto de la científica planificación de los cerebros imperiales. El contundente veredicto del próximo 11 de marzo será un nuevo punto de apoyo del Reino Unido.
Por prolongación de la plataforma que ocupan en Malvinas e islas del Atlántico Sur, se extenderán a “título de dueños” a la península antártica (Queen Elizabeth Land), desalojando a los argentinos de las bases que en este mes cumplen 109 años de “cuidados y mantenimiento”.
Mientras por la ruinosa situación de nuestra Armada, debemos alquilar un avión ruso (Ilushyn) y un barco holandés (Timca) para recambió antártico, los británicos/ EEUU se encuentran perforando los lagos sub- glaciales Whillams y Ellsworth, habiendo logrado el pasado 23 de enero muestras del acuífero.
Los rusos
En esta carrera científico-militar, el pasado 10 de enero, los rusos lograron extraer muestras del lago Vostok, a 3.406 metros de profundidad.
Agua y barro que develarán secretos ocultos por cientos de miles de años. Indudablemente, la ludia por el control antártico y sus derivaciones es el escenario que empieza a mostrarse en una actualización de la disputa oriente/occidente. Esta vez en el vértice teóricamente neutro del mundo, corriendo d riesgo se transforme en un vórtice sin control donde la población civil continental replique lo que hoy ocurre en Irak, Libia, Afganistán, Siria. En esta globalización de tránsito a su última fase: la “mundialización”, lo sucedido en las poblaciones de cualquier rincón del mundo, constatamos, se reitera una y otra vez a lo largo y ancho de nuestro único planeta Tierra.
¿Podremos los argentinos quedar excluidos?