22 mar 2025
En un movimiento que ha encendido las alarmas en Argentina y reavivado viejas heridas, el Reino Unido ha desplegado a sus temidos soldados Gurkhas en las Islas Malvinas, realizando ejercicios militares que Argentina considera una provocación directa. Pero el escándalo no termina ahí: estos mismos mercenarios nepalíes, famosos por su brutalidad en la Guerra de Malvinas de 1982, entrenaron recientemente a las fuerzas especiales de Chile
"Cape bayonet"
Por Dr. Javier Cornejo
Lunes 04 de Enero de 2010 Opinión
"Cabo de bayoneta" es el nombre que recibió el despliegue bélico efectuado por Gran Bretaña la pasada Navidad, en las islas conocidas en el mundo como Falklands (Malvinas, para nosotros).
A lo largo del pasado 2009, en numerosas publicaciones de esta columna, se informaron paso a paso los actos de disgregación nacional cometidos por nuestra Cancillería, o con su tácita aprobación producto de la total ineficiencia en defensa de los intereses nacionales y la total eficiencia y esmero en apoyo de las pretensiones británicas en desmedro de nuestra geografía.
Como corolario de 2009, para que no quede ninguna
duda y a modo de severa advertencia, el Imperio Británico se permitió ostentar
su poderío bélico en defensa de sus territorios ubicados en el atlántico sur y
el continente antártico.
En esta demostración de poderío sin igual, se dieron cita la Royal Navy, la
RAF, con sus ultramodernos equipos, y lo más granado de las tropas británicas:
The Highlanders, que a decir de su general de División Gran Jonas Fieldhouse,
"...todas las empresas de aquí están recibiendo mucho por hacer y nos
acompañarán donde quiera que vayamos por el mundo..."; en un claro mensaje
internacional sobre la seriedad con que Londres se toma la defensa de sus
intereses económicos.
¿Pero, de dónde venía esta fuerza de élite?
Precisamente del norte de Chile, del desierto de Atacama.
Según el Daily Record.co.uk Mercopres, The
Highlanders, es decir el IV Regimiento Escocés (4 scots), participó en
patrullas en la inhóspita zona del desierto de Atacama. Según el capitán Neil
Cargill: "Fue una patrulla muy difícil donde cada hombre fue puesto en sus
límites y todas las personas en sus extremos en algún momento".
Este tipo de aparato bélico británico es el mismo que se usó y usa en el
conflicto con Irak, con el objetivo de asegurar el control de las reservas
petrolíferas de lo que una vez fuera la Babilonia de espléndidos jardines
deslumbrando al mundo entero. Hoy está virtualmente aniquilada por la voracidad
usuraria de los verdugos planetarios. Resulta totalmente infantil, o
peligrosamente malintencionado, pensar que el Reino Unido de Gran Bretaña pueda
ceder un mínimo derecho soberano sobre el atlántico sur, del que se autotituló
"dueño absoluto".
Ya existen voces de que la petrolera Repsol y los personeros
"K" se "asocian con el gobierno de Su Majestad" para
recibir algunas migajas. ¿La soberanía? No existe. ¿Los seres humanos? Sobran,
y ya disminuirán en muertes por miseria, enfermedades, drogas, suicidios y
delitos. Lo único válido son los negocios financieros dinerarios en un país
donde el rendimiento "bonista" superó el 300% en 2009. Donde la
economía física real se encamina velozmente a su total desintegración.
El futuro que nos espera: para que no nos queden dudas de la superlativa
inteligencia y fría decisión imperial, miremos el atroz estado en que quedaron
los países que a lo largo de los siglos fueron objetivos de la succión de los
imperios. Más recientemente el nombrado Irak, o Afganistán. Tal grado de
conflictividad ya está instalado en nuestro país. Las que ahora están en
Malvinas, empezando por su nuevo gobernador, Nigel, son tropas que de allí
vienen, no precisamente de un pomposo desfile, sino del actual centro bélico
del mundo.
Pero al argentino lo que sí le despierta su cholulo interés es la "otra noticia" que nos viene del sur fueguino, cual cape bayonet británico, la "punta de lanza" que hizo Fabiana Ríos para que homosexuales de todo el país concurrieran en estampida, no a defender nuestro territorio, sino a legalizar sus uniones de hecho, en lo que fue la imposición de un nuevo modelo legal de papá y mamá en la familia argentina.
"Ya el pueblo se quedó solo,
a solas con su conciencia
sin Ejército, ni Iglesia
ni Gobierno que lo ampare..."
(Julián Chicote, 1970).
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