14 sept 2025 #hispanoamerica #sanmartin #historiadeespaña
El GRAN ENGAÑO de la INDEPENDENCIA de América
La independencia de América no fue el relato heroico que nos enseñaron, sino el gran engaño de los Libertadores, una historia de traición a España y de intereses personales disfrazados de ideales. Figuras como Simón Bolívar o José de San Martín, idolatrados en muchos países latinoamericanos, fueron en realidad criollos españoles que aprovecharon la crisis del Imperio para alzarse con el poder. En este vídeo descubrirás la verdad oculta de las independencias hispanoamericanas, el papel de las potencias extranjeras y cómo la narrativa oficial convirtió a traidores en héroes.
Durante siglos, se nos ha contado que los Libertadores lucharon por la libertad de los pueblos, pero detrás había ambiciones personales, rivalidades políticas y el interés de Inglaterra y otras potencias que querían debilitar a España y controlar el comercio. Este vídeo desmonta el mito, analiza las verdaderas motivaciones de los líderes independentistas y muestra cómo la ruptura con España no trajo prosperidad, sino guerras internas, pobreza y dependencia extranjera.
De la mano de Constantino de Miguel aprenderás la otra cara de la historia: la independencia no fue el triunfo de la libertad, sino el inicio de una nueva forma de sometimiento.
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BIBLIGRAFÍA
Marcelo Gullo
· “La insubordinación fundante: Breve historia de la construcción del poder de las naciones” – Editorial Biblos, 2008.
· “Madre Patria: Desmontando la leyenda negra desde Bartolomé de las Casas hasta el separatismo catalán” – Espasa, 2021.
Augusto Zamora
· “Malditos libertadores: Historia del mito liberal de la independencia hispanoamericana” – Akal, 2010.
· “Política y geopolítica para rebeldes, irreverentes y escépticos” – Akal, 2016.
Xavier Padilla
· “El error de la independencia”
· “El ídolo que devoró a su pueblo”
Francisco Moreno
· “El colapso de la América española” – Crítica, 2020.
Leopoldo E. Chávez
· “La traición de los criollos” – Ediciones B, 2009.
Guillermo Céspedes del Castillo
· “América Hispánica: unidad y ruptura” – Espasa-Calpe, 1992.
Sergio Villalobos
· “La independencia de América: una revisión crítica” – Fondo de Cultura Económica, 2009.
Eduardo Galeano
· “Las venas abiertas de América Latina” – Siglo XXI Editores, 1971.
Jesús Huerta de Soto
· “Dinero, crédito bancario y ciclos económicos” – Unión Editorial, 2006.
Mario Vargas Llosa
· “La llamada de la tribu” – Alfaguara, 2018.
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martes, 30 de septiembre de 2025
El GRAN ENGAÑO de la INDEPENDENCIA de América
jueves, 25 de septiembre de 2025
Blas de Lezo y los enemigos de la hispanidad
Mucho más que un marino intrépido, Don Blas de Lezo fue el símbolo de una lucha de siglos entre dos visiones del mundo enfrentadas en el campo de batalla y en la historia. Este héroe de la hispanidad desafió a Inglaterra y sus ambiciones en América en tiempos de expansión colonial y conflictos globales. Su cuerpo quedó desde temprana edad mutilado por la guerra, aunque su espíritu permaneció intacto. Su mayor hazaña —la defensa de Cartagena de Indias en 1741— no solo frustró a la armada británica, sino que además retrasó por décadas el avance inglés sobre Hispanoamérica. Y aunque su legado fue minimizado y sepultado por la propaganda de quienes escribieron la historia a su favor, Blas de Lezo vive como un símbolo de la resistencia de una cultura hispana que se niega a ser doblegada por el poderoso enemigo anglosajón.
Blas Mariano Miralles Cañuelas 08 de febrero de 2025
Un seguramente muy frío 3 de febrero de 1689 nacía en la pequeña localidad vasca de Pasajes de San Sebastián uno de los mayores héroes de los hispanos en todos los tiempos. Era el día de San Blas y, siguiendo la vieja tradición de una España que en esos años de la premodernidad seguía siendo un bastión del catolicismo, a Blas de Lezo y Olavarrieta no se le podría dar otra gracia o nombre de pila. De familia devota, pero fundamentalmente dedicada en varias generaciones a la exploración de los misterios del mar, puede decirse que Blas de Lezo estaba predestinado a ser quien finalmente fue, aunque desde luego nadie pudo imaginarse de antemano que llegaría tan lejos.
Los últimos años del siglo XVII y los primeros del XVIII fueron tiempos algo extraños para el imperio español, pues si bien estaban todavía muy bien aseguradas las vastas posesiones en América, en Asia, en África e incluso en Oceanía, la Armada española que aseguraba el control tanto de las rutas comerciales como de los territorios estaba debilitada. Empezaba el largo periodo de decadencia de España como potencia naval, el que coincidió con el ascenso de esas nuevas potencias que fueron Gran Bretaña y Francia. Esta última había absorbido en la práctica lo que quedaba de la Armada que se había llamado “invencible” y un siglo antes estuvo a punto de invadir Inglaterra, ni más ni menos.
La misma Armada que entre sus hazañas tenía el descubrimiento de América y la circunnavegación de la Tierra, entre tantas otras, circunstancialmente estaba en manos de Francia y Blas de Lezo empezó entonces aún muy joven, en los albores del siglo XVIII, su carrera de marino bajo las órdenes de oficiales franceses, notablemente de Luis Alejandro de Borbón, uno de los hijos bastardos de Luis XIV, el célebre Rey Sol. Esos eran tiempos de guerra en todas partes y de reparto del mundo colonial, razón por la que a Blas de Lezo le tocó debutar a sus jovencísimos 15 años, en 1704, en una bien gorda: la batalla de Vélez-Málaga, que se dio en el marco de la guerra de Sucesión española y en la que ya de entrada plantó en el lugar del enemigo a los ingleses y a los holandeses.
Monumento a Blas de Lezo emplazado en Madrid. Aquí se ve retratado al “Mediohombre” con una pata de palo, un solo brazo y un solo ojo. Estas son algunas de las tantas heridas de guerra recibidas por Blas de Lezo a lo largo de su carrera militar, todas ellas en combate contra el inglés o sus títeres. Blas de Lezo representa como nadie el heroísmo hispano frente al enemigo histórico y natural de la hispanidad que es el anglosajón, pero también la rebeldía de no dejarse doblegar por el poder aun al costo de seguir luchando después de la mutilación. Una metáfora perfecta de nuestra América hispana balcanizada y mutilada por Londres.
Aparentemente la actuación de Blas de Lezo en Vélez-Málaga fue de enorme bizarría y le rindió un ascenso y una condecoración con privilegios otorgados por la corona española, esto es, fue reconocido como un héroe de la patria. Y también ya de entrada Blas de Lezo habría de recibir la primera de tantas heridas guerra que lo habrían de desfigurar en muy poco tiempo hasta hacerlo merecedor del apodo de “Mediohombre”. En Vélez-Málaga una bala de cañón impactó sobre su pierna izquierda, la que en consecuencia debió ser amputada —sin anestesia— por debajo de la rodilla. A sus 15 años, Blas de Lezo ya era un clásico marinero “pata de palo”.
En los siguientes diez años, Blas de Lezo habría de acumular triunfos en el mar, ascensos y más condecoraciones, pero también heridas graves. Además de la pierna izquierda iba a perder un brazo y un ojo, quedando tuerto, manco y rengo antes de cumplir sus 26 años. Todas esas mutilaciones fueron “logradas” en combate contra el inglés y fueron muy bien reconocidas tanto por la Armada como por la corona. Si bien ya era el “Mediohombre” a sus 25 años, Blas de Lezo también había ascendido a capitán de navío, el rango militar más alto para los oficiales no generales. Y así quedaba a un paso de ser vicealmirante, grado que alcanzaría posteriormente en vida.
Lo más interesante de Blas de Lezo para la hispanidad es sin lugar a duda la defensa de la unidad territorial hispana frente a las pretensiones de los ingleses no solo en Europa y el norte de África, sino además en América. Desde su lugar de potencia naval en ascenso, Inglaterra invirtió una ingente cantidad de esfuerzo en arrebatarle a España sus territorios con el fin de colonizarlos y explotarlos. Mucho antes de las invasiones inglesas de 1806 y 1807 a Buenos Aires —que son capítulos de esa historia de enemistad en el mar entre hispanos y anglosajones—, Inglaterra andaba por el Caribe con ganas de invadir tierra ajena, como siempre. Y allí fue Blas de Lezo a frustrar los intereses de Londres.
Pintura al óleo de la infernal batalla naval de Vélez-Málaga, el debut de Blas de Lezo a sus 15 años en las lides del combate, en 1704. El resultado fue una victoria de la escuadra franco-hispana, aunque los ingleses (aliados aquí a los holandeses) lograron retener el control de Gibraltar. Participaron de este infierno unos 50.000 hombres, cantidad inaudita para la época. Y cada bando debió lamentar más de 3.000 bajas en sus respectivas filas.
Después de una estancia en Perú, donde contrajo matrimonio con una hija de la aristocracia criolla de Lima, Blas de Lezo volvió a Europa a pelear en el Mediterráneo y finalmente fue destinado a Nueva Granada, actual territorio de Colombia, pues los ingleses andaban por allí haciendo sus tropelías y la corona española quería terminar con ese descontrol pirata. Imponiendo el terror en la región del Caribe estaba por esos días un tal Edward Vernon, almirante de la armada inglesa, quien después de apoderarse de Portobelo (actual Panamá), quiso poner sitio a Cartagena de Indias. Y ahí se encontró con Blas de Lezo.
Luego de una desopilante batalla epistolar en la que el español le aseguró al inglés que de haber estado en Portobelo lo habría sacado carpiendo y que le sobraban atributos viriles para darle guerra en cualquier parte, Blas de Lezo efectivamente derrotó y humilló al pirata hundiendo seis de sus principales naves e imponiéndole unas 4.500 bajas hasta obligar a Londres a retirarse de la región y a desistir durante varias décadas de nuevas incursiones en el territorio hispanoamericano. Fieles a su soberbio estilo, los ingleses ya habían acuñado medallas conmemorativas en cuyo anverso podía leerse la siguiente inscripción: “El orgullo español humillado por Vernon”.
Vernon se fue más bien con la cola entre las patas y puede decirse que tuvo la fortuna de no caer en manos de Blas de Lezo. Unos años antes, en 1731 y en el episodio que desató precisamente la guerra del Asiento en el Caribe entre España e Inglaterra, el capitán Juan de León Fandiño había capturado una nave pirata cerca de la Florida (actual territorio de los Estados Unidos, pero entonces parte de España en América) y, cortándole la oreja su par inglés, un tal Robert Jenkins, le dijo: “Aquí tienes tu oreja, llévasela a tu rey para que él sepa que aquí no se hace contrabando”. En Londres se declararon ultrajados por este episodio y el resultado fue la guerra que iba a terminar en 1741 con el triunfo de Blas de Lezo sobre el almirante inglés Vernon.
Nuestra historiografía masónica y anglófila no lo suele explicar porque escinde los tres siglos del periodo colonial y prácticamente los ignora, pero las invasiones inglesas de 1806 y 1807 se inscriben en un contexto mucho más grande que el de nuestro cabotaje. Esas invasiones son parte del esfuerzo que hicieron los ingleses para arrebatar territorios a España en América. La defensa de la patria en esos días era la defensa de la unidad territorial de España, entendida esta como el imperio español. Después vinieron las guerras de independencia a cambiar ese concepto por el de las patrias chicas balcanizadas que tenemos hasta el día de hoy para mayor provecho de los ingleses. Esta pintura, por su parte, es un óleo sobre tela de Francisco Fortuny y retrata a los invasores ingleses apoderándose del cabildo de Luján en 1806.
En realidad, las hazañas de Blas de Lezo se inscriben en algo mucho más grande que es la histórica rivalidad (o, mejor dicho, enemistad) entre hispanos y anglosajones de un modo general, que es un nudo central de la configuración de las relaciones geopolíticas, culturales y económicas de Occidente desde el siglo XVI en adelante. Mucho más que un simple conflicto entre potencias por posesiones coloniales de ultramar, aquí lo que hay es la profundidad de una lucha entre dos civilizaciones muy distintas en una época de indefinición geopolítica que pudo tener cualquier resultado final. El mundo tal y como lo conocemos hoy se formatea decisivamente en esos tiempos épicos.
El imperio español —que, como veíamos, ya iniciaba su decadencia luego de haberse literalmente repartido el mundo con Portugal en Tordesillas— no podría resistir al avance de una Inglaterra que empezaba a industrializarse, modestamente en un principio y luego a gran velocidad. Ese proceso iba a exigir una gran expansión colonial y en América el sujeto de esa aplicación de la teoría del espacio vital habría de ser España. Los ingleses hostigaron allí donde pudieron en la comprensión de que la hegemonía global no iba a lograrse sin derrotar y humillar a los españoles quitándoles territorio. Ahí tenemos en una síntesis muy ligera el origen de una enemistad que existe hasta el presente.
Entre las muchas manifestaciones de esa enemistad están el avance de los Estados Unidos, heredero anglosajón de los ingleses en América, sobre vastas extensiones territoriales de España antes y después de la llamada guerra hispano-estadounidense de 1898, en la que una España derrotada pierde definitivamente lo que quedaba de su imperio a manos de la entonces joven nación yanqui. Pero también la ocupación de Gibraltar y de las Islas Malvinas por parte de los ingleses, agravios que perduran hasta los días de hoy y ahí están como símbolos del odio existente entre Londres y Madrid.
Viejo mapa en alemán del mundo según el Tratado de Tordesillas. Para 1494 y durante un siglo y medio España y Portugal fueron lo equivalente a los Estados Unidos de los días de hoy, esto es, el imperialismo dominante de la época. Y se repartieron al menos teóricamente la totalidad de los territorios hasta que se metieron en la conversación los ingleses, los franceses, los holandeses y, en menor medida, los belgas. España entró en decadencia y el reparto colonial definitivo lo habrían de determinar quienes entraron más tarde al juego, sobre todo Londres y París. Tratados como el de Tordesillas y el de Zaragoza actualmente parecen entelequias, pero fueron en su día palabra santa.
Dos proyectos civilizatorios radicalmente opuestos. Por una parte, España como baluarte de la cristiandad y portadora de la misión de evangelizar mediante la construcción de un orden político mundial basado en los valores del catolicismo. Por otra, una Inglaterra que después de la reforma protestante y de acoger junto a Holanda y Portugal a muchos de los judíos que habían sido expulsados de España intentaba universalizar esa ética protestante, un poco hebrea y profundamente antipapista. Las diferencias ideológicas eran y siguen siendo muy grandes, insalvables. Y se sintetizan con la idea general de una hispanidad aún premoderna enfrentada a la cosmovisión anglosajona del protestantismo, la naciente lógica capitalista de la acumulación de riqueza y el propio capitalismo.
Para 1741 los ingleses ya pensaban tener asegurado el dominio a nivel global, cosa que en efecto iban a tener más tarde, aunque no sin resistencia por parte de los españoles. El triunfo en la guerra del Asiento que se libró en el mar Caribe y las hazañas de Blas de Lezo son frecuentemente omitidas e incluso invisibilizadas en la narrativa de los ingleses, aunque se recuerdan en España y también en Colombia como una de las más importantes gestas de resistencia ante la agresión pirata pues le aseguraron a España algunas décadas más de dominio en América, retrasando el proyecto de expansión que Londres ya consideraba realizado a mediados del siglo XVIII.
Derrotados en el campo de batalla, los ingleses se volcaron a la propaganda de guerra —seguramente asesorados por algunos de los “refugiados” que había acogido en su seno y que siempre fueron muy hábiles en estas artes del engaño— para empezar a ganar la lucha en el plano de la cultura. La llamada leyenda negra de la conquista y la colonización española en América es la pieza más destacada de una colección de relatos ingleses cuyo fin fue pintar a los españoles como los únicos déspotas sangrientos entre los imperialismos entonces existentes. La leyenda negra fue la manera que los ingleses encontraron para explicarle al mundo que los españoles eran muy malos y que convenía más bien rendirse a los pies de Londres.
Otro óleo sobre de tela, este del pincel de Emilio Sala, representando el momento en el que el fray Tomás de Torquemada persuade a los reyes católicos de la necesidad de expulsar a los judíos de España, lo que en efecto ocurre en 1492. Si bien esta expulsión da inicio al siglo de oro español (que fueron casi dos siglos en la práctica), también será determinante para la caída del imperio más tarde pues los judíos refugiados en Inglaterra, Portugal y Holanda utilizarán sus habilidades en el arte del engaño propagandístico (la famosa venta de humo) para crear la leyenda negra y luego su inteligencia financiera para darle a Inglaterra el concepto de neocolonialismo mediante el empréstito usurero y la deuda eterna.
Pero el análisis histórico indica que la cosa pudo haber sido al revés. España comprendía su imperio como una misión civilizadora y evangelizadora primero frente al ateísmo de los portugueses y luego contra el proyecto expansionista, mercantilista y depredador de los anglosajones. Una rápida mirada sobre el legado que España e Inglaterra dejaron en sus colonias es suficiente para comprender que algo de verdad hay en todo eso: mientras el español europeo y después criollo integrado como sujeto de pleno derecho a la corona construían en América ciudades deslumbrantes, infraestructura muy avanzada para los estándares de la época y hasta universidades, pues el suyo era un proyecto de civilización, los ingleses dejaban colonias agotadas y arrasadas por el saqueo en América y mayormente en África y Asia.
Todos los resultados están a la vista y los Estados Unidos —junto a Canadá, que viene siempre en su estela— solo se salvaron de ser como Jamaica o como Uganda porque supieron sacudirse tempranamente el yugo inglés y consolidar una unidad territorial inmensa con mucha conciencia nacional desde el vamos. Todo lo que existe en los Estados Unidos es la obra de los propios estadounidenses independientes y con vocación de potencia, porque de haber dependido del legado inglés no habría allí mucho más que el subdesarrollo usual. Al haber definido en Gettysburg que iban a procesar su propio algodón con su propia industria, los Estados Unidos se salvaron del destino que Inglaterra les impuso a todas sus víctimas.
Entonces la leyenda negra es una simple proyección, son las maldades que los ingleses hacían en sus colonias y les atribuían a los españoles. Lo que Juan dice de Pedro, enseña el sentido común hispano de todos los tiempos, habla mucho más de Juan que de Pedro. Ningún imperialismo es deseable, ciertamente, pero tampoco todo es lo mismo. En siglos de expansionismo europeo sobre el mundo a los hispanoamericanos nos tocó lo más progresista que había y aunque los anglófilos en estas latitudes insistan en que de haberse dado un resultado distinto seríamos como Estados Unidos o Canadá, tal vez como Australia o Nueva Zelanda, conociendo a los ingleses lo más probable es que hubiéramos sido más bien como la India o Pakistán.
Mientras en las colonias de Francia e Inglaterra los sujetos colonizados se las arreglaban como podían viviendo en precarias condiciones, España fundaba y construía en América ciudades deslumbrantes como la de Potosí, la que en su momento tuvo más desarrollo que cualquier capital metropolitana. Bien observada, la leyenda negra es pura proyección de unos ingleses que fueron absolutamente despóticos en sus colonias y no dejaron ni un solo rastro de desarrollo para los sujetos colonizados. Y lo mismo puede decirse de los franceses, de los portugueses y de los holandeses. Pero claro, según el relato del vencedor el malo es solo el español. Todos los demás son buenos.
Montados sobre la leyenda negra que ya para entonces estaba muy bien difundida, los ingleses aprovecharon y hasta impulsaron las guerras de independencia en Hispanoamérica desde principios del siglo XIX. Con su revolución industrial ya en plena marcha no podía demorarse más el acceso irrestricto a las ingentes riquezas de estos territorios y por eso fuimos políticamente libres y, al mismo tiempo, económicamente dependientes de Londres. Los ingleses habían descubierto el concepto de neocolonialismo, en el que no había ninguna necesidad de plantar bandera declarando una colonización formal si al instalar gobiernos títeres “independientes” podían asegurarse el control de las riquezas y de los mercados.
La deuda fue el mecanismo neocolonial por antonomasia. Al finalizar las guerras de independencia, estos novísimos países hispanoamericanos se encontraban en estado de quebranto económico generalizado y los empréstitos “generosamente” ofrecidos por la banca inglesa (controlada por aquellos mismos “refugiados” de otrora, quienes además de ser expertos en propaganda lo eran también en finanzas) con mucha usura establecieron el neocolonialismo inglés de Argentina hasta México. Y allanaron el camino para el extractivismo neocolonial que la revolución industrial inglesa necesitaba para prosperar. La independencia política y la dependencia económica de los países hispanoamericanos son la clave para comprender el éxito de la máquina a vapor europea.
En todo ello está Inglaterra, la enemiga natural de los hispanos. La que está actualmente ocupando el Gibraltar español y las Malvinas argentinas con el solo propósito de refregarnos en la cara su triunfo histórico. No alcanzó con la balcanización de Hispanoamérica hasta quitarle el potencial económico de un país cuya extensión territorial habría sido similar a la de Rusia, también había que dejar plantada la bandera pirata en alguna parte de los territorios hispanos para conmemorar en la geografía y en la toponimia el triunfo histórico del pirata inglés. Nuestra rica tradición literaria atribuye a Blas de Lezo la sentencia definitiva según la que “todo buen español (o hispano, por la parte que nos toca) debe mear siempre mirando a Inglaterra”. No está para nada mal, sería una costumbre muy saludable el no ahorrar en gestos de repudio y de desprecio hacia quienes por misión histórica han elegido la de humillar y destruir una cultura que, sin embargo, es indestructible y no acepta humillaciones. Los 500 millones de hispanos en el mundo indefectiblemente sabremos de qué se trata cuando descubramos la hispanidad en nuestra naturaleza. Ese día mearemos todos mirando a Inglaterra, gloriosamente, que es lo que corresponde según ese gran patriota vasco que vive en cada uno de los que hablamos en la de Cervantes, la más culta y sofisticada de las lenguas.
Este es un adelanto de la 85ª. edición de nuestra Revista Hegemonía. Para suscribirse, acceder a todos los contenidos de la actual edición y todas las anteriores y apoyar La Batalla Cultural para que sigamos publicando de manera independiente, sin pautas oficiales ni ningún condicionamiento por parte del poder político o del poder fáctico, haga clic en el banner abajo y mire el video explicativo. Nosotros existimos porque Ud., atento lector, existe.
https://revistahegemonia.com/blas-de-lezo-y-los-enemigos-de-la-hispanidad/
miércoles, 24 de septiembre de 2025
Fracaso total: Milei se arrastra a Trump para sobrevivir
Contracara N°62 - 23 sept 2025 Contracara - Temporada 2025
Juan Manuel Soaje Pinto entrevista al Lic. Héctor Giuliano, Licenciado en Administración y Finanzas Publicas, experto en Deuda Externa y conductor del Programa Crisis y Conflictos del siglos XX en TLV1.
lunes, 22 de septiembre de 2025
Entrará en vigor el Tratado de Alta Mar de la ONU
22-09-2025
La semana pasada se lograron las 60 ratificaciones necesarias para que rija a partir de enero de 2026. Argentina todavía no lo ha ratificado y no todos creen que sería una herramienta adecuada para el control de la pesca INDNR en la milla 201 además de que podría generar un estatus indeseado a Gran Bretaña sobre Malvinas.
El viernes 19 de septiembre se dio a conocer que el Acuerdo sobre la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad Marina más allá de las Jurisdicciones Nacionales, conocido como Tratado de Alta Mar o BBNJ por sus siglas en inglés, que fue adoptado por las Naciones Unidas en junio de 2023, entrará en vigor a partir del 17 de enero tras haber alcanzado las 60 ratificaciones necesarias. Argentina todavía no lo ha ratificado; para ello es necesario que el Poder Ejecutivo envíe el proyecto de ley al Congreso y sea aprobado por ambas cámaras. Mientras ONGs ambientalistas lo consideran una herramienta fundamental para la preservación del océano, otros especialistas no ven en este tratado la mejor herramienta para proteger nuestros recursos migratorios en la milla 201.
El Acuerdo prevé la creación de áreas marinas protegidas en aguas internacionales, evaluaciones de impacto ambiental, la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de los recursos genéticos marinos, y la transferencia de recursos económicos, la creación de capacidad y la transferencia de tecnología marina.
"Durante un proceso de más de 15 años de negociaciones en la ONU, Argentina tuvo un rol protagónico, en lo que podríamos llamar una política de estado que se mantuvo independientemente del color político de las administraciones nacionales", señaló Milko Schvartzman del Círculo de Políticas Ambientales, tras agregar que: "la Argentina no puede quedar fuera de las decisiones sobre el futuro del océano" y consideró de suma importancia que el Ejecutivo eleve el proyecto de ley de ratificación.
Sin embargo, la visión de la ONG no es compartida por otros especialistas en el tema. Cuando el Acuerdo fue aprobado en 2023 entrevistamos a Otto Wöhler, quien señaló respecto del Tratado de Altamar que en principio "es positivo para ordenar algunas situaciones que se dan en altamar, más allá de lo que nos afecta a nosotros. El tratamiento del recurso genético es un tema que hasta ahora ha tenido una importancia relativa en nuestro país, pero viene a regular una situación que se avizoraba como conflictiva en el mediano plazo. Por un lado, también me parecen positivas las Áreas Marinas Protegidas, pero hay que tomarlo con pinzas; no son la solución para una problemática pesquera. Una AMP hay que tenerla en cuenta como un tema de conservación de un ecosistema en su conjunto; no digo que no pueda ser utilizada para regular la pesca, pero no es su objetivo y el problema que nosotros tenemos en la Milla 200 es un problema de conservación, pero el principal problema, claramente, es de ordenamiento pesquero".
Por otra parte, en aquello oportunidad, Wöhler explicó que el nuevo tratado de los océanos evita hablar de pesca, "pero habla de conservación de la biodiversidad, que está muy relacionada con la pesca, puede regularla sin decirlo explícitamente y una de las maneras es a través de los estudios de impacto ambiental. Sin embargo, a mi criterio se quedan un poco cortos, porque quien ejerce la actividad es el que tiene que establecer el estudio de impacto ambiental".
Es decir que el Tratado plantea un autocontrol, algo que resulta bastante ingenuo, dado que la flota china, por ejemplo, sería la encargada de realizar sus propios estudios de impacto ambiental a partir de la Milla 201 y si bien está prevista alguna evaluación por parte de un equipo creado para tal fin, no se establece en el acuerdo "qué pasaría si no se cumple con ese estudio de impacto o con las recomendaciones que tenga ese estudio. Se queda un poco corto en ese sentido, de todas formas, es otra herramienta más que se sumaría, pero tampoco creo que sea la solución real para el problema", consideró Wöhler.
"Lo que todos nos preguntamos es qué pasa con el tema Malvinas", dijo entonces el hoy director de Investigación del INIDEP y no fue el único. César Lerena, un incansable estudioso en la materia, también dejó en claro su punto de vista respecto de este tratado y el impacto que a su entender tendría sobre la soberanía nacional.
Para el profesor Lerena existe el peligro de darle a través de la implementación de este acuerdo un estatus de país ribereño al Reino Unido, dado que "promueve la constitución de organizaciones regionales de integración económica, constituidas por Estados soberanos de una región determinada a la que sus Estados miembros hayan cedido su competencia", por lo que considera que: "la Argentina no debe aceptar estas 'organizaciones' mientras el Reino Unido ocupe los archipiélagos y territorios marinos argentinos en el Atlántico Suroccidental, porque implicaría una mayor penetración británica en la región y reconocer la condición de Estado ribereño a este país invasor".
https://revistapuerto.com.ar/2025/09/entrara-en-vigor-el-tratado-de-alta-mar-de-la-onu/
Editorial Cara a Cara del 18 de septiembre de 2025
Editorial del programa Cara a Cara que conduce el periodista Mario E. Peña, Canal 10 de Salta, Salta, Argentina https://www.youtube.com/watch?v=7otynwoNung&t=180s
sábado, 20 de septiembre de 2025
Dos clavos más al cajón
¿El último clavo en el cajón del CAREM?
El desguace del sector nuclear argentino
El gobierno paralizó totalmente la construcción del CAREM, el primer reactor de potencia de diseño ciento por ciento argentino, cuando ya se encontraba con un grado importante de avance en su desarrollo. Además, anunció su reemplazo por otro reactor que apenas existe en los papeles. Se trata de un nuevo paso en el ajuste contra el sistema científico y tecnológico nacional o de la rendición ante intereses geopolíticos que no quieren que la Argentina se convierta en un actor importante en el mercado internacional de generación nucleoeléctrica.
18 Sep 2025 POR Gabriel Rocca
El sueño argentino de contar con un reactor de potencia de diseño ciento por ciento nacional nació hacia mediados de la década del 80, cuando el CAREM fue la primera propuesta de SMR (Small Modular Reactor) en el mundo. Su desarrollo tiene un primer freno en los tempranos años 90. Hacia fines de esa década se retoma la idea pero se detiene nuevamente durante el gobierno de Fernando de la Rúa. Con la llegada de Néstor Kirchner, se produce el relanzamiento del Plan Nuclear Argentino y, entre otras acciones, se retoma el proyecto CAREM. Durante 10 años se avanza con fuerza en su construcción hasta que en 2017 la administración de Mauricio Macri lo vuelve a paralizar. Bajo la presidencia de Alberto Fernández se reanuda con la iniciativa luego de la pandemia pero el gobierno de Javier Milei decidió no sólo detenerlo una vez más, sino que parece resuelto a boicotearlo para hundirlo de manera definitiva.
"Públicamente ellos nunca dicen que frenaron la la obra pero, en la práctica, tiene cero presupuesto ejecutado desde el octubre del año pasado. Por otro lado, están deshaciendo los equipos de trabajo, que es lo más grave porque después son muy difíciles de recomponer. Mi visión es que hay una clara intención de que el proyecto no continúe", afirma Adriana Serquis, presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA)desde junio de 2021 hasta mayo de 2024.
"Al asumir su gestión el actual presidente de la CNEA, Guido Lavalle, sostuvo que no se iba a paralizar el proyecto CAREM. Luego explicó que este desarrollo no era económicamente competitivo. Y finalmente concluyó: 'El CAREM es donde estamos aprendiendo a hacer reactores'. Aun si fuera así hay que terminarlo y demostrar que funciona. Sin embargo, hoy está paralizado, desmantelados sus equipos técnicos, cancelados los contratos", suma Diego Hurtado, expresidente de la Autoridad Regulatoria Nuclear (en 2015) y vicepresidente de la CNEA entre 2021 y 2023.
"Públicamente ellos nunca dicen que frenaron la obra pero, en la práctica, tiene cero presupuesto ejecutado desde el octubre del año pasado".
Ahora bien, ¿en qué consiste este proyecto clave para el desarrollo tecnológico nacional, que tanto apasiona a sus impulsores y que, una y otra vez, sectores particulares del poder local e internacional se empeñan en hacer fracasar?
Un pequeño gran proyecto
El proyecto CAREM (acrónimo de Central Argentina de Elementos Modulares) consiste en el desarrollo, construcción y operación de la primera central nuclear de potencia que cuenta con un diseño totalmente nacional. Se trata de una variante de los llamados PWR (Pressured Water Reactor) que utiliza uranio enriquecido como combustible y agua liviana como refrigerante. En relación con los PWR clásicos (como Atucha I y Atucha II), el CAREM presenta una serie de innovaciones que lo hacen más seguro y simplifican los criterios de construcción, operación y mantenimiento.
Una de sus características más novedosas es que cuenta con un "sistema de seguridad inherente pasivo", lo que significa que para ejecutarse no requiere de la intervención humana ni de sistemas activos que requieran alimentación eléctrica.
Las mismas características que hacen del CAREM un reactor de última generación, sencillo, ultraseguro y de bajo costo, también le imponen ciertas restricciones respecto de su tamaño. Sus desarrolladores proyectan que manteniendo la misma configuración del prototipo –que generará 32Mw–, se podría escalar la producción hasta los 120 Mw.
Ese límite en su diseño, ¿constituye una desventaja frente a las megacentrales nucleares capaces generar 1.000 o 1.500 Mw? De ninguna manera. El CAREM, por sus características, resulta ideal para el abastecimiento eléctrico de zonas aisladas, de polos fabriles o emprendimientos productivos con alto consumo energético, también para darle potencia a plantas desalinizadoras de agua o para proveer de vapor a un proyecto industrial.
El CAREM, por sus características, resulta ideal para el abastecimiento eléctrico de zonas aisladas, de polos fabriles o emprendimientos productivos con alto consumo energético.
Al instalar el módulo cerca del lugar donde se lo necesita permite ahorrar miles de kilómetros de líneas de transmisión, muy caras por el valor de los cables y también por la pérdida de energía que provocan. Por otro lado, dadas sus características modulares, si la demanda requiere de una potencia mayor, se puede armar una central con cuatro módulos que entregará 480 MW.
El prototipo del reactor CAREM –que se está construyendo en el predio de Atucha, en Zárate. Provincia de Buenos Aires– fue ideado originalmente para proveer 25 megavatios de potencia (de allí su nombre CAREM-25); sin embargo, a partir de sucesivas mejoras en la ingeniería y en algunos de sus componentes, será capaz de generar unos 32 MW, lo suficiente para abastecer de energía eléctrica a una ciudad de unos 120 mil habitantes. De todas formas, este prototipo no estará dedicado, en una primera instancia, a la generación de electricidad en sí, sino que tendrá fundamentalmente la función de probar las innovaciones aplicadas en el diseño de esta nueva generación de reactores. Por eso, está previsto realizar una extensa y diversa serie de pruebas para consolidar las ingenierías necesarias para completar el diseño de la futura versión comercial de los reactores tipo CAREM.
El plan de demolición
El de Javier Milei no ha sido el primer gobierno que paralizó al CAREM, pero sí fue original para aplicar un método, como ya lo hizo en otros casos similares –comedores populares, universidad pública, CONICET, Garraham– que consiste en desprestigiarlo primero para después vaciarlo de recursos.
Adriana Serquis
En el caso del CAREM, ese paso inicial fue dado por el presidente de la CNEA. Germán Guido Lavalle quien poco tiempo después de asumir su cargo encomendó a una comisión la revisión técnica del proyecto. "La intención era frenar el proyecto y para eso buscaron como excusa que tenía problemas técnicos. Entonces, hicieron una supuesta auditoria, se les entregaron algo así como 1.800 informes técnicos de los cuales no leyeron ninguno", se indigna Serquis.
"Desde el principio, yo denuncié que la supuesta evaluación integral era simplemente una excusa para desfinanciar el proyecto. Así se empezó a ralentizar su evolución hasta llegar a su paralización total", cuenta Hurtado y agrega: "Para colmo, a poco de conformar la comisión, uno de sus integrantes en una entrevista a un diario de Río Negro dijo que el CAREM era un fracaso. ¿Pero cómo? Todavía no empezaste la evaluación y ya decís que es un fracaso. Eso se llama boicot".
Si bien las autoridades negaban que hubiera una decisión de frenar la iniciativa, poco tiempo después enviaron telegramas de despido a unos 150 trabajadores de la construcción, de manera tal que ya no se pudo seguir adelante con la obra civil.
El paso siguiente en esta cadena de obstáculos lo volvió a dar Guido Lavalle al sostener que el CAREM no es un proyecto comercialmente viable. "Seamos honestos intelectualmente, no vamos a vender 50 CAREM, sabemos que no es así, que no es económicamente competitivo. Basta pararse en frente de la obra para darse cuenta de que eso no es un reactor modular pequeño», dijo el presidente de la CNEA y fue reproducido por diferentes medios.
Reidel comunicó que el CAREM sería dejado de lado y que en su reemplazo se apostaría al desarrollo de un nuevo reactor: el ACR-300.
Pero, ¿esto es realmente así? "No, obviamente no estoy de acuerdo –sostiene Serquis–. Lo que estábamos construyendo era un prototipo, y claro, nunca se pretendió vender el prototipo. El objetivo era que Argentina desarrollara su primer reactor de producción de energía eléctrica. Una vez probados todos los sistemas, solucionados todos los inconvenientes que se pudieran presentar, la idea era, sobre esa base, desarrollar el modelo comercial. De hecho, habíamos elaborado un informe muy serio con economistas de la UNSAM y de YPF para empezar a planificar su comercialización y era perfectamente viable".
Más allá de las opiniones de los exfuncionarios, un informe oficial llevado a cabo por la Nuclear Energy Agency (NEA) que depende de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), que estudió en base a seis variables los 21 proyectos más importantes a nivel global de reactores SMR, ubicó al CAREM entre las cuatro iniciativas más avanzadas.
Sin embargo, el golpe final que vino a poner fin al sueño del CAREM lo dio, el entonces jefe del Consejo Asesor Económico del Gobierno y presidente de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA), Demian Reidel, quien primero al comunicar el nuevo plan nuclear argentino y luego durante la celebración del día Nacional de la Energía Atómica, comunicó que el CAREM sería dejado de lado y que en su reemplazo se apostaría al desarrollo de un nuevo reactor: el ACR-300.
¿Qué es el ACR-300? Se trata de un nuevo modelo de reactor modular diseñado por la empresa estatal rionegrina INVAP, que ya cuenta con una patente registrada en Estados Unidos. Reidel informó que comenzarán la construcción de sus cuatro módulos en el predio de Atucha. Cada uno de esos módulos tendrá una potencia instalada de 300 megavatios, por lo que el total de su capacidad ascendería a 1.200 megavatios. Según el amigo presidencial, la nueva central podría estar operativa en 5 años.
Una vez obtenida la patente, INVAP la cedió a una empresa Meitner Energy, a cambio del 40 por ciento de sus acciones. El otro 60 por ciento lo tiene un grupo inversor de origen paquistaní con sede en Canadá. Actualmente, la empresa está abocada a la búsqueda de capitales que le permitan avanzar con el proyecto.
"Una patente no es un reactor. Una patente es un diseño básico y a partir de ahí tenés que avanzar en la tecnología. Yo me pregunto, ¿por qué frenar un reactor con un prototipo avanzado al 64% y reemplazarlo por otro que apenas tiene la ingeniería básica, que apenas es un papel?, se pregunta Hurtado. "Yo infiero que el único objetivo concreto fue anunciar que el CAREM ya es historia", responde con desazón.
Para el exfuncionario, estos anuncios no son más que una cortina de humo cargada de falsedades: "Dicen que van a tener andando el ACR-300 en 5 años. Esperate, ¡¿En 5 años?! Que la autoridad regulatoria nuclear te autorice el emplazamiento son 2 años si tenés el diseño del reactor. Sin el diseño, te lleva 4 o 5 años. Con lo cual, en 10 años no vas a tener ni un solo módulo funcionando. Además, no hay ni una sola estimación de costos. Hacer un reactor de este tipo implica no menos de mil millones de dólares de inversión, cuando para terminar el CAREM solo faltan unos 200 millones de dólares. Con todo el respeto que me merece INVAP, hoy el ACR-300 es una fantasía".
El diablo metió la cola
El titular de la Agencia de Energía Nuclear (NEA) de la OCDE, William Magwood, consideró que los SMR son game-changers, es decir, su irrupción en la industria nuclear podría cambiar las reglas de juego del sector.
De acuerdo con la última base de datos que actualiza periódicamente esta agencia existen actualmente 56 modelos en distintas etapas de desarrollo. Los más avanzados están siendo construidos en China y Rusia. Estados Unidos también cuenta con modelos propios pero se encuentra más retrasado.
Argentina, con el CAREM, fue el país pionero en el diseño de este tipo de reactores pero las sucesivas demoras de la iniciativa le hicieron perder al país esa ventaja estratégica. De todas maneras, a pesar de estar frenado, sigue siendo uno de los proyectos más avanzados a nivel global.
Pero entonces, ¿cuál será la razón para que sucesivos gobiernos pongan tanto empeño en detener el desarrollo del CAREM? ¿Será simplemente una cuestión de ahorro de recursos, de ajuste fiscal o habrá intereses geopolíticos determinados en que nuestro país no ingrese al mercado de producción y exportación de reactores de producción nucleoeléctrica?
Hacer un reactor como el ACR-300 implica no menos de mil millones de dólares de inversión, cuando para terminar el CAREM harían faltan solo unos 200 millones de dólares.
"Yo creo que es un poco de las dos cosas -opina Serquis-. Claramente hay un modelo de país, sostenido por los diferentes gobiernos neoliberales, que no quiere apostar a un desarrollo propio. Pero también, desde el punto de vista geopolítico, seguir fortaleciendo nuestro desarrollo nuclear nos pone en una posición donde claramente algunos países no nos quieren. Prefieren que sigamos siendo el patio trasero, prefieren que sigamos siendo tecnológicamente dependientes".
Por su parte, Hurtado sostiene: "Son dos caras de la misma moneda. El FMI te exige austeridad y desde la geopolítica te piden que frenes los proyectos estratégicos: satélites, reactores, medicamentos. Pero no lo dudes, la dimensión geopolítica es la que manda". Y sigue: "Durante el gobierno de Alberto Fernández, una funcionario estadounidense de tercera o cuarta línea, Ann Ganser, vino al país y dijo: 'Queremos ser socios de Argentina en el desarrollo de pequeños reactores modulares'. Pero, ¡¿cómo socios?! Si el CAREM es nuestro. Y después agregó: "En el CAREM o en cualquier otro'. Ahí te estaban anunciando la paralización del CAREM. Y es lo que consiguieron ahora durante el gobierno de Milei. Como en el Juego de la Oca, estábamos en el casillero 64 de 100 y ahora nos llevaron al cero con la promesa del ACR-300".
Un horizonte incierto
La gran cuestión que queda planteada ahora es si el actual freno es sólo un nuevo tropiezo en la larga y sinuosa historia del CAREM o si, está vez, el gobierno de Milei habrá logrado la liquidación definitiva del proyecto.
Para responder ese interrogante es necesario plantearse el siguiente escenario: en el caso de que cambien los cursos de la política y que en un futuro vuelva a conducir el Poder Ejecutivo una fuerza que impulse el desarrollo científico tecnológico nacional, el proyecto CAREM ¿se podría retomar? Desde el sector nuclear son optimistas y consideran que es una posibilidad muy concreta.
A pesar de las sucesivas demoras, según la NEA, el CAREM sigue siendo uno de los proyectos más avanzados a nivel global.
Por un lado, destacan el trabajo realizado por la gerencia anterior del proyecto que, antes de ser corrida, apuró mucho el avance de la obra civil de manera tal que las paredes de concreto pudieran proteger la tecnología instalada y que ningún dispositivo quede a la intemperie. Por otro, quedó armado un equipo de mantenimiento para cuidar los equipos del deterioro durante el tiempo en el cual el proyecto esté parado. Además, citan como ejemplo lo ocurrido con Atucha 2. La construcción de esa central comenzó en 1982 pero la obra se detuvo en 1994. Los trabajos se retomaron recién en 2006 y la central se puso en marcha en 2014.
Pero retomar el proyecto no será una tarea fácil y habrá que superar varios obstáculos. Uno de los principales problemas a resolver será la reconstrucción de los equipos técnicos altamente capacitados, muchos de sus integrantes no sólo dejaron de trabajar en el CAREM sino que directamente abandonaron la CNEA, en algunos casos para trasladarse al sector privado y, en otros, directamente se fueron al exterior.
Completar el CAREM y ponerlo en funcionamiento significaría para Argentina ingresar el selecto club de países capaces de diseñar y construir reactores de potencia para la producción nucleoeléctrica. Los servicios del CAREM serían muy útiles en nuestro territorio, donde ya se había proyectado su utilización para abastecer de energía a plantas para desalinizar agua en la Patagonia y para dar potencia a industrias electrointensivas en ciudades costeras. Pero también sería muy importante para obtener divisas a partir de su exportación. Se calcula que una central de estas características podría venderse en un valor cercano a los 2.800 millones de dólares.
A lo largo de los últimos 40 años, oscuros intereses nacionales e internacionales vienen intentando una y otra vez, mandar al CAREM al arcón de los recuerdos de los sueños tecnológicos inconclusos de la Argentina, que abarcan desde el Pulqui II, pasando por el Cóndor 2 y llegando hasta el ARSAT III. Por el momento, esos grupos parecen estar cumpliendo con su objetivo. Pero el CAREM ha resultado duro de matar y frente a cada período adverso parece entrar en un estado de hibernación, del cual es rescatado luego con resuelta obstinación por las y los integrantes del sector nuclear que han puesto su inteligencia y su corazón para dar vida a este proyecto. ¿Podrán hacerlo una vez más?
Compró Celulosa Argentina por 1 dólar y tomó el control total
Esteban Nofal -hijo de Luis Nofal, uno de los fundadores de Torneos y Competencias (TyC) junto a Carlos Ávila- compró el 45% de Celulosa Argentina y se convirtió en su nuevo controlador. Se trata de una práctica habitual en compras de empresas en dificultades financieras, donde el comprador asume pasivos significativos.
20 de septiembre de 2025
Celulosa Argentina, firma industrial con más de 95 años de historia y propietaria también del aserradero Tapebicuá en Corrientes, fue adquirida este viernes por el empresario Esteban Nofal. Según lo informado oficialmente por la empresa ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), la operación se concretó mediante la compra del 45% del paquete accionario y le otorga el control total de la compañía.
El precio pagado por Nofal fue simbólico: apenas un dólar. Según publicó El Cronista, se trata de una práctica habitual en compras de empresas en dificultades financieras, donde el comprador asume pasivos significativos.
Salida de los anteriores accionistas y comunicado oficial
Con esta operación, salieron de la compañía tres figuras claves: Douglas Albretch, José Manuel Urtubey y Juan Collado, quienes eran los principales accionistas. A través de un comunicado enviado a la CNV, Celulosa Argentina informó: “Informa cambio de control por venta de participación accionaria”. La operación fue presentada como un “hecho relevante” en el mercado financiero local.
El documento fue firmado por Gonzalo Coda, responsable de Relaciones con el Mercado, quien detalló que la operación se hizo mediante “un contrato de compraventa de participaciones y acciones”. Además, informó que el nuevo controlador deberá lanzar una oferta pública de adquisición (OPA) por el total de las acciones emitidas y en circulación.
¿Quién es Esteban Nofal?
Esteban Nofal es hijo de Luis Nofal, uno de los fundadores de Torneos y Competencias (TyC) junto a Carlos Ávila. Si bien tuvo paso por la empresa de medios como CEO, su perfil actual está más vinculado a las finanzas. Se lo conoce por adquirir compañías en crisis, como parte de la deuda de Vicentín, en operaciones de tipo especulativo financiero similares a las de los “fondos buitre”.
Su rol como financista despierta interrogantes en el sector industrial sobre el futuro de Celulosa Argentina: ¿la mantendrá operativa o la dividirá para vender por partes?. El comunicado oficial dejó abierta esa posibilidad, aunque resaltó el compromiso con la producción.
Impacto en Tapebicuá y el interés de Da Rosa
La compra también impacta directamente sobre Tapebicuá, la unidad industrial ubicada en Gobernador Virasoro, Corrientes. La planta estaba en la mira del grupo misionero Da Rosa, que negociaba su adquisición en conjunto con el Gobierno provincial. Ahora, con el nuevo control accionario, esa alternativa quedaría descartada, aunque aún no fue confirmada la decisión final de Nofal sobre esa planta.
Concurso de acreedores y futuro incierto
Celulosa Argentina permanece en concurso de acreedores por su situación económica. El comunicado subrayó que esta compra representa un “voto de confianza en el potencial de la empresa, en su gente y en su rol estratégico en la industria nacional”.
Además, el actual CEO de Celulosa, Harnán Bagliero, señaló: “Celulosa Argentina es un emblema de la industria nacional. Con visión de futuro, responsabilidad social y el compromiso de nuestros colaboradores, estamos convencidos de que mantendrá su liderazgo y se proyectará hacia un futuro de crecimiento”.
Finalmente, la compañía expresó: “Con más de 95 años de historia, Celulosa Argentina inicia hoy un capítulo que conjuga su larga historia con una mirada innovadora hacia el futuro. Producción sostenible, empleo de calidad y desarrollo de nuevos mercados, serán los ejes de esta nueva etapa”.
https://infonews.com/compro-celulosa-argentina-por-1-dolar-y-tomo-el-control-total.html
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