Lyndon H. LaRouche, Jr.: 1922-2019, un talento bien empleado
Lyndon H. LaRouche, Jr., filósofo, científico, poeta, economista y estadista, falleció el martes 12 de febrero a la edad de 96 años. Era el día del nacimiento de Lincoln, un Presidente estadounidense a quien Lyndon LaRouche amaba y celebraba en sus escritos.
Quienes conocieron y amaron a Lyndon LaRouche saben que la humanidad ha sufrido una gran pérdida, y hoy nos consagramos de nuevo a hacer realidad las grandes ideas por las que le honrará la historia. Para quienes no lo conocieron o que han llegado a sus ideas solo en tiempo reciente, no hay mejor guía a su personalidad única que el propio LaRouche.
Esta es la manera en que habló sobre la vida en la Tierra en un discurso en una conferencia de 1988, en medio de una persecución política similar, en modo sorprendente, a la que vemos ahora contra un Presidente estadounidense en Estados Unidos:
LYNDON LAROUCHE [video]:
No hay ninguna parte de la sociedad, ningún grupo de electores que no tenga los mismos intereses. No hay pueblo de ninguna nación que tenga intereses diferentes que los de cualquier otra nación en este respecto. Hablamos del futuro de cientos de miles de millones de almas que no han nacido, sin cuyo éxito nuestras vidas no significan nada. Ese es el interés común que nos une a todos y cada uno de nosotros, de tal modo que no hay distinción entre ninguno de nosotros en esta cuestión, en esta causa, en este interés.
Si luchamos así, si luchamos con amor a la humanidad, pensando en especial en esos cientos de miles de millones de almas que esperan a nacer, y pensando también en esos cuyo martirio y sacrificio nos dio lo que era nuestro potencial y nuestra deuda con ellos, con respecto a lo que pasamos al futuro. Y pensamos de nuestras vidas no como algo que se vive de momento a momento, sino como una muy pequeña experiencia, con un principio, y no mucho después, un final. Y pensamos de nuestras vidas no como cosas que se viven por placer en si mismo y por si mismo, sino como una oportunidad para cumplir con un propósito, un propósito que se refleja en lo que legamos a esas cientos de miles de millones de almas que esperan por nacer, en su situación. De tal modo que, si en algún momento se nos fuese a interrumpir nuestra vida mortal al emplearla de este modo, que asegure la causa de esos cientos de miles de millones de almas por nacer, podemos caminar hacia la muerte con alegría, porque hemos completado nuestra vida, la hemos realizado. Quizás se nos ha negado la oportunidad de realizarla un poquito más, pero no obstante, la hemos realizado. La alegría de la vida, la verdadera alegría de la vida que se relaciona con lo que el Nuevo Testamento llama ágape en el original en griego, o caritas en latín, y caridad en la versión del rey Jacobo, como se menciona en I Corintios 13, la cualidad de ágape, la cualidad de caridad, la cualidad del amor sagrado, que nos une como individuos con los cientos de miles de millones de almas por nacer, por cuyo amor podemos dar nuestras vidas, y podemos caminar sonriendo con alegría, sabiendo que en un sentido, ellos nos aman también, aun cuando no hayan nacido todavía.
Eso da un sentido de la verdadera importancia de nuestras vidas, la verdadera alegría de ser un ser humano vivo. Y debemos trabajar unos con otros en el sentido de esa actitud hacia la humanidad, la humanidad histórica, la humanidad que, como una gran familia, que se debe a sus generaciones pasadas, y la presente le debe a sus generaciones futuras. El amor que une esa familia es, en relación a las obras, la expresión práctica de la fe, a partir de cuya fe, se deriva la fuerza para luchar y ganar esta guerra.
Si podemos hacer eso, estoy seguro de que ganaremos. Estoy mejor situado que la mayoría para entender las leyes de la naturaleza y la ley natural en general, y para entender tales conceptos recónditos como el tiempo absoluto y cosas por el estilo. Y puedo entender quizás más fácilmente que la mayoría, cómo es que la fe que se expresa de este modo, de un modo práctico, tiene la seguridad de éxito. Somos pequeños cada uno, somos cada uno individuos. Pero si sabemos que estamos unidos, que estamos unidos para este efecto, entonces sabemos que lo que hagamos cada uno como individuo, unidos de este modo, será la causa para prosperar.
Así, en este momento terrible de la humanidad, cuando se nos amenaza con quitarnos la civilización que hemos conocido por cientos de años, en los próximos dos a diez años o más, corremos el riesgo de perder la civilización. Pero también tenemos la posibilidad de una solución heroica a esta crisis, de llegar a ser las generaciones que, en nuestro tiempo, frente a la copa de Getsemaní, la aceptaron, y de este modo perpetuaron, en la imitación de Cristo, la causa de la salvación de almas futuras.
Un año después, luego de ser enviado a prisión, en ocasión del aniversario del nacimiento de Martin Luther King el 17 de enero de 1990, escribió:
Quienes nos encontramos en Getsemaní —un Getsemaní en donde nos dicen que debemos asumir un papel de liderazgo con nuestros ojos puestos en Cristo en la cruz— a menudo tenemos la vivencia de algo que, desafortunadamente, la mayoría de la gente no la tiene. Nosotros propendemos a mirar las cosas desde un punto de vista diferente. Antes de intentar de ubicar el cómo veo el período reciente, y el período inmediato frente a nosotros, debo tratar de comunicar cuál es mi punto de vista, un punto de vista que yo sé lo comparten en algún grado de mucha aproximación quienes han ido a Getsemaní con la visión de la cruz en sus ojos, "Él lo hizo, ahora se me dice que yo debo, también, seguir su camino".
Lo que yo sugiero a menudo, al tratar de explicar esto a una persona que no lo ha experimentado, es decir: "Imagina un momento 50 años después de que hayas muerto. Imagina en ese momento, 50 años adelante, que puedes llegar a ser conciente y ver en retrospectiva la totalidad de tu vida mortal, desde el principio hasta el final. Y en vez de ver esa vida mortal como una sucesión de vivencias, la ves como una unidad. Imagina que enfrentas la cuestión con relación a esa vida mortal, preguntando: '¿Fue necesaria esa vida en el plan total del universo y de la existencia de la humanidad; fue necesario que yo haya nacido a fin de llevar esa vida, la suma total de esa cantidad de años entre el nacimiento y la muerte? ¿Hice yo algo, o representó mi vida algo, que fuese de provecho positivamente para las generaciones presentes, e implícitamente para las generaciones futuras después de mí?'. Si así fue, entonces debo haber caminado por esa vida con alegría, sabiendo que cada momento fue precioso para toda la humanidad, porque lo que yo hacía al vivir, fue algo que necesitaba toda la humanidad, algo provechoso para toda la humanidad".
Luego, al hablar sobre el genio singular de Martin Luther King en enero de 2004, LaRouche dijo:
Todos somos mortales. Y al despertar en nosotros las pasiones, mientras estamos vivos, que nos impulsan a hacer el bien, debemos de tener un sentido de que nuestra vida, y la consumación de nuestra vida, el empleo de nuestros talentos, va a significar algo para las generaciones venideras. La mejor gente busca cosas, como Moisés, que van a suceder cuando ya no estén aquí para disfrutarlas. Es esta sensación de inmortalidad. Es la razón por la cual los padres, en mejor medida, se sacrifican por sus hijos. Es la razón por la cual las comunidades se sacrifican por la educación de sus hijos, para darle oportunidades a sus hijos. Atraviesas los dolores del sufrimiento y de las carencias, pero tienes la sensación de que te diriges a un lugar, que tu vida va a significar algo. Que puedes morir con una sonrisa en tu cara: Has conquistado a la muerte. Has empleado tus talentos sabiamente, porque la vida significará algo mejor para las generaciones por venir.
Un sincero homenaje del equipo Argentina Vórtice Geopolítico
Javier Cornejo
Juan Carlos Quiroga
Ciencia y música: ¡Sin ambas, no conoces ni la una
ni la otra!
"Ahora
hace 18 meses que he visto el primer rayo de luz, hace tres meses que he visto
el alba, pero hace muy pocos días que el Sol de ese estudio, más radiante que
nunca, se mostró sin velos ante mis ojos; nada me detiene. Soy libre de mofarme
de los mortales, con la franca confesión de que he robado los vasos de oro de
los egipcios para erigir con ellos un tabernáculo a mi Dios, muy lejos de los
confines de Egipto. Si me perdonan, me regocijaré; si se enojan, lo soportaré.
La suerte está echada, y escribo mi libro; lo leerán mis contemporáneos o bien
la posteridad, pero eso no importa. Bien puede esperar cien años un lector,
puesto que Dios mismo ha esperado seis mil quién lo interprete.
Johannes
Kepler, Libro V, La armonía del mundo.
Ciencia y
música: ¡Sin ambas, no conoces ni la una ni la otra!
6 de
febrero de 2006
El Movimiento de Juventudes Larouchistas (o LYM) se complace en
anunciar la finalización de la segunda fase de su Proyecto Kepler.
En estos
tiempos en los que la propaganda del "choque de civilizaciones" y la
magia alcohólica del fraude energético del etanol intoxica a nuestra población
y a nuestros dirigentes, se ha efectuado una revolución en la historia de la
ciencia. Un pequeño equipo del Movimiento de Juventudes
Larouchistas acaba de
publicar en internet (en inglés) el fruto de su investigación reciente sobre la
mente de Johannes Kepler, vista a través de La armonía del mundo, en http://wlym.com/~animations/harmonies/index.php
Este hito
que se alcanzó sólo unos meses después de los avances previos logrados con el
estudio de la Nueva astronomía, también de Kepler es la plataforma de
lanzamiento con la que el mundo se verá de nuevo revigorizado con el método
griego clásico de la Esférica, que surgió de la obra de Platón, Pitágoras y los
antiguos egipcios.
Para
entender este método, se necesita la armonía, un concepto que se remonta a hace
miles de años y que en gran medida está hoy olvidado. La estúpida educación
moderna se ha lastimado ella misma, y a sus estudiantes, con la separación
entre arte y ciencia. Vivimos en un universo que se percibe con los sentidos de
muchas maneras. Sin una comprensión de la música y de la ciencia, ¡no
conoces ninguna de las dos!
Esta
estafeta que Kepler le pasa al LYM prepara el camino para el trabajo futuro que
ya se está realizando, al momento de escribir esto, sobre la mente de Carl
Friedrich Gauss, y su descubrimiento y determinación de las órbitas de los
asteroides Ceres y Palas.
Éstos no
son más que los primeros pasos hacia la comprensión suficiente de la dinámica
riemanniana, que ahora es decisiva para el progreso de la ciencia moderna.
Lyndon
LaRouche, el principal economista físico del mundo, comentó lo siguientes
acerca del nuevo sitio electrónico sobre Kepler:
"Lo
que el sitio electrónico representa es el redescubrimiento de los cimientos
sistémicos de cualquier forma competente de ciencia física moderna. Aunque esto
depende del paso preliminar del descubrimiento de Kepler del infinitesimal
eficiente en lo físico, como lo presenta la Nueva astronomía, el
principio general del que depende todo avance competente de la ciencia física
es el principio armónico musical por el cual Kepler se aproxima al principio
organizativo subyacente del sistema solar entero.
"Las
'animaciones' son una representación explícita de una serie de 'puntos'
mediante métodos de 'ajuste de curvas'. No participa ningún principio
científico como tal, sólo aquellas formas de la mera matemática que quedan
afuera del dominio de la ciencia física verdadera; por ejemplo, lo
ontológicamente infinitesimal. La utilidad de las 'animaciones' consiste en
cuestionar el dominio de la realidad ontológica experimental; la investigación
que el proyecto Kepler II ha puesto en el portal electrónico, es el conjunto de
paradojas que prueba la incompetencia de la mera matemática en la ciencia
física. Las características armónicas musicales de las materias expuestas
elevan la mente por encima y más allá de la bestialidad mecanicista de la mera matemática,
hacia el dominio ontológico de la verdadera ciencia física".
Ahora,
avancemos hacia el futuro.
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