Si les cobráramos a las almejas, del mar argentino, pagaríamos nuestra deuda.
Macri quiere un impuesto a las emisiones de dióxido de carbono
13 de noviembre de 2017
MUNDO. Inglaterra, Francia, Portugal, Sudáfrica, Chile, Colombia y México tienen un impuesto al carbono como el que se plantea en Argentina. (AP)
Por Redacción LAVOZ
Entre la reforma impositiva planteada por la Nación figura un nuevo gravamen para frenar la contaminación del principal gas responsable del cambio climático. El objetivo es desalentar su utilización para fomentar el desarrollo de energía más limpias.
La reforma tributaria planteada por el presidente Mauricio Macri incluye un impuesto a los combustibles fósiles.
Según adelantó Juan Carlos Villalonga, diputado de Cambiemos, estará vinculado con la emisión de dióxido de carbono. "De aprobarse, el impuesto, que será un monto fijo, se aplicará inicialmente a los combustibles líquidos para luego, en 2020, extenderse al gas, GLP y carbón.
El dióxido de carbono (CO2) es el principal gas de efecto invernadero. Un aumento en su concentración atmosférica durante el último siglo es el que ha provocado un calentamiento del planeta que está trayendo y traerá consecuencias muy graves para la civilización.
El impuesto viene a acompañar el impulso que la gestión de Macri le está dando a las fuentes limpias de producción de energía, como la solar y la eólica. Los programas RenovAr para la instalación de este tipo de generadores han sido un éxito.
"Para que el avance de las energías limpias se acelere y profundice, y para que la transición energética se produzca a la velocidad que la respuesta al cambio climático requiere, hace falta introducir en la economía algunas señales muy claras", indicó Villalonga en el diario Infobae.
Y agregó: "La aplicación de instrumentos que penalicen y pongan un valor económico a las emisiones de carbono es uno de los caminos para ello".
Cómo será
El impuesto establece un precio del carbono mediante la definición de una tasa impositiva sobre las emisiones, o más comúnmente sobre el contenido de carbono de los combustibles fósiles.
Según explicó el diputado, la aplicación de este tipo de impuesto busca enmendar una distorsión: la de las externalidades negativas que caracterizan a este tipo de combustibles, no internalizadas en la ecuación económica de los hidrocarburos.
Villalonga también señaló como un problema los subsidios que reciben los combustibles. En 2014 Argentina eran uno de los países de América latina con más distorsiones.
Inglaterra, Francia, Portugal, Sudáfrica, Chile, Colombia y México tienen un impuesto al carbono como el que se plantea en Argentina.
Según Villalonga, con esta modificación, los impuestos vinculados a la protección ambiental alcanzarán el 1,1 por ciento del PBI.
Ostras, mejillones y almejas producen
masiva cantidad de gases invernadero
masiva cantidad de gases invernadero
Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
Octubre 17, 2017
Presidente de FAEC
Octubre 17, 2017
Bueno, usted puede ayudar a salvar al planeta comiendo más ostras, mejillones y almejas ya que se ha descubierto que ellas producen 8 veces más gases de calentamiento global que las ventosidades de las vacas, lo que hizo que la Unión Europea quisiera regular a las emisiones de las vacas.Ahora un nuevo estudio culpa a los mariscos de emitir esos gases de manera mucho más significativa, dado el escaso tamaño que tienen. Pero su cantidad es descomunal.
El nuevo estudio que viene desde Suecia informa que esas criaturas producen niveles "ridículos" de gases que calientan a la atmósfera. Obviamente –a nadie puede quedarle duda– la solución para salvar al planeta, antes de que la semana próxima alcancemos el punto de no-retorno, es matar a todas las vacas del planeta –y de paso facilitar la aparición de terribles hambrunas como en el pasado, donde millones de personas morirán de desnutrición y hambre- lo que claramente contribuiría al éxito del plan en la Agenda 21 de las Naciones Unidas de despoblar a la Tierra.
Una vez extinguidas las vacas la población del mundo podrá beber leche almendras o de soja, dejar el trabajo y vivir de la caridad del estado –como quiere el gobierno de Canadá. También coma muchas más ostras, mejillones y almejas y, si inevitablemente tiene la necesidad de tener sexo use preservativos para reducir la tasa de nacimientos y a la población en los países industrializado, al menos. Para acudir en ayuda de nuestras nobles intenciones, el gobierno debería de hacer su contribución promulgando un nuevo permiso para emitir permisos especiales y turnos para el acto sexual… y por supuesto, un impuesto sobre el mismo.
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