Me gusta

lunes, 11 de marzo de 2024

Un país balcanizado


Silenciosamente, mientras nos desgastamos en cuestiones frívolas (Lali, el pibe desmayado, los perros, el recital de Luis Miguel), en provocaciones 𝑜𝑓𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙𝑒𝑠 orquestadas por mentes adolescentes (si fueron 30.000, la eliminación del Salón Mujeres Argentinas, los 𝑙𝑖𝑘𝑒𝑠 presidenciales a fotos alusivas a abuso sexual o síndrome de Down), en una violencia mediatizada inútil (ser o no ser 𝑡𝑟𝑜𝑙𝑙... 𝑡ℎ𝑎𝑡'𝑠 𝑡ℎ𝑒 𝑞𝑢𝑒𝑠𝑡𝑖𝑜𝑛) que extrapola ad-infinitum la estupidez....


.... Argentina da pasos serios y lastimosos hacia una balcanización de su territorio, en una de las evidentes consecuencias de la desaparición del Estado-nación promovida desde las altas esferas nacionales, y por qué no decirlo, también internacionales.

Y ello bajo la indiferencia social, alguna que otra indignación sobre temas absolutamente menores, la instalación acelerada de un pobrismo que no deja actuar ni pensar, y el aplauso ensordecedor de los anti-Estado, que ven allí el origen de todos los males.

Algunos podrán decir que el ejemplo inserto es pueril, pero funciona como Ventana de Overton, como un anticipo de lo que posiblemente vendrá.


Comenzó en 2017 con el «polémico» hundimiento - por adjetivarlo de alguna manera - del submarino ARA San Juan, en situaciones harto sospechosas, todo lo cual expuse en su debido momento. Ese hecho conmocionante dejaba a la Argentina sin la 𝑢́𝑛𝑖𝑐𝑎 plataforma naval capaz de detectar (como mínimo) los movimientos navales en las apetecibles aguas del Atlántico Sur, esas que hoy expanden los británicos sin ninguna consecuencia fáctica.


Y lo peor de todo ello es que sucedió en el marco de un escandaloso silencio, y hasta de un posible colaboracionismo, del gobierno entonces vigente... ese que hoy, a pesar de salir en tercer lugar, también gobierna.

Hablé de este caso-bisagra en cantidad de exposiciones, pero lo resumí finalmente aquí:

https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=pfbid02LmUieHc2NmSJQtoEYDV3XNzhzjZYTFdvFi1qNbTSnDoAVTy9P1a2nd372aMF5cSAl&id=100010670267123


Un año después, por supuesto, la cuestión se coronó con la «deuda inducida» con fines de fuga; el fabuloso plan del retorno del FMI, y con él, la excusa para absorber toda la capacidad argentina de proyectarse como un país de peso en el Sur del continente, succionando sus recursos económicos y condenándola a una gangrena continua de decadencia, incluso, cultural.


La esperanza de retrotraer la situación a partir de 2020 quedó rápidamente desperdiciada al asumir un gobierno de distinto tono, al menos en lo ideológicamente banal, pero que solamente se dedicó a respetar la estructura de poder del escarnio económico y a administrar la miseria (pero con perspectiva de género).


Ahora, sobreviene la fase final: la destrucción lisa y llana del Estado-nación post-westfaliano, y la rapiña sobre los recursos, los más críticos sólo «nominalmente» argentinos, o directamente, sin ningún pudor ni temor, la usurpación y la secesión en dislates «fácilmente infiltrables» y gobernables.

El ejemplo de la usurpación sucedió este 4 de marzo, cuando Reino Unido, envalentonado por una Argentina en disolución, decidió de forma unilateral extender su control sobre zonas marítimas de las Islas Malvinas, de 166 mil km² a unos flamantes 283 mil km², hecho que, como provocación aumentada, se dio apenas después de la visita del Secretario de Estado para Relaciones Exteriores David Cameron a nuestras islas Malvinas.


Sí, Cameron, ese que se sacó una foto con Milei en Davos, y al que el mandatario argentino recalcó, contradiciendo toda una jurisprudencia diplomática argentina desde 1833, que «hay que contemplar los intereses de los que viven en las Islas».

La reacción de la Cancillería, si es que habrá alguna, aún está por verse, aunque debió ser más que inmediata.


Mucho menos hubo algún reclamo castrense que haya salido a la luz (aunque sabemos que los militares argentinos están usualmente más entretenidos en su «rivalidad interior» contra el «zurdaje» y su admiración hacia los Estados Unidos, que en cuestiones estratégicas de índole nacional... y si por fortuna quedaba algo.... ¡fueron descabezados en la primera semana por el Comandante-en-Jefe!).

https://elpais.com/.../milei-barre-a-22-generales-del...


El 1° de marzo, el presidente, en su alocución ante el Congreso y en definitiva el Pueblo Argentino, no hizo ninguna (repito, ¡𝐧𝐢𝐧𝐠𝐮𝐧𝐚!) alusión a la política exterior del gobierno, como si Argentina careciera totalmente de una visión internacional y no fuera - justamente - un Estado-nación con incidencia en los asuntos globales, sino meramente, un territorio de disputa ideológica interna, en simultáneo con el saqueo invisibilizado por las reyertas.

Estamos hablando de uno de los 20 miembros del G20, el mayor foro de diseño y discusión de la estructura de poder mundial.

En cuanto a una secesión o balcanización, justamente me llena de suspicacias algunas cuestiones no menores sobre la supuesta rebelión de la Patagonia argentina contra el gobierno central, con eje en Chubut.

En primer lugar, conforman la misma alianza política y comparten un hilo conductor de ideas comunes. En segundo término, todo se desató (aparentemente) por una cuestión puramente económico-financiera con el ministro de Economía puesto a dedo por Mauricio Macri, el mismo que facilitó el mega-endeudamiento del país en 2018, quien retuvo ciertos fondos de coparticipación en garantía del impago de una deuda.


Las disputas sobre los fondos federales no son algo nuevo y han ocurrido en todos los gobiernos, sean del sesgo que sean.

Lo que llama poderosamente la atención es la respuesta consensuada de las provincias patagónicas, ahora redenominadas «Provincias Unidas del Sur» (lo que remite a la evolución de las Provincias Unidas del Río de la Plata hacia la actual República Argentina), y declaraciones como las del gobernador de Río Negro, Alberto Wereltineck, manifestando que «La Nación tiene que entender que no hay Argentina sin Patagonia. Queremos discutir un nuevo federalismo fiscal y recuperar lo que nos pertenece».

Lo no dicho pero sobreentendido es que sí hay Patagonia sin Argentina.

Este 7 de marzo, el 'rebelde' cambiemita Ignacio Torres fue nombrado como 𝒑𝒓𝒆𝒔𝒊𝒅𝒆𝒏𝒕𝒆 de las Provincias Unidas del Sur, con el fin de agruparse y resolver las asimetrías.

https://www.elchubut.com.ar/.../2024-3-7-17-23-0-torres...


Estas provincias unificadas, que tenían un logo naranja, bastante regional (montañas, mar, estepa, sol) con letras celestes en fondo blanco y el subtítulo 𝐴𝑟𝑔𝑒𝑛𝑡𝑖𝑛𝑎, han venido cambiando muy rápidamente su conformación hacia uno que extirpó la palabra de la nación y finalmente mutó hacia una estrella multicolor, que se asemeja enormemente - por una cuestión de inclinación - a la estrella de David de la Organización DAIA.

https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Logo_daia_grande.png


Genera muchas suspicacias los viajes a Israel de los gobernadores de Chubut y Neuquén a fines de agosto de 2023 a buscar inversiones:

https://twitter.com/fmjai/status/1695124466060181766


No es que no puedan acudir a ese país para atraer inversiones directas. Lo extraño es que siempre el tema ronde en el asunto del agua, como si Argentina no pudiera realizar inversiones nacionales en ese aspecto. ¿Podemos construir gasoductos pero no acueductos?

https://twitter.com/RadioDelSu.../status/1695086200648761548


Estas cosas de 𝑁𝑎𝑐𝑖𝑡𝑜 no son nuevas: ya había querido que buques estadounidenses patrullaran el Mar Argentino para «proteger» la riqueza ictícola, como si Argentina no tuviera Prefectura Naval ni Armada.

https://www.escenariomundial.com/.../chubut-explora-un.../


El 9 de febrero permitió que un guardacostas estadounidense amarrara en puerto chubutense: https://canal12web.com/guardacostas-estadounidense-uscgc.../


En febrero de 2023, el ex ministro de Interior y presidenciable (según Cristina Kirchner) Wado de Pedro también hizo un acuerdo con la empresa nacional de aguas israelí, Mekorot, involucrando a 5 provincias (Catamarca, Formosa, La Rioja, Río Negro y Santa Cruz), dos de ellas, patagónicas. Luego, expandió el acuerdo a otras 5 provincias más (Mendoza, San Juan, Santa Fe, Santiago del Estero y.... ¡Chubut!).

https://www.argentina.gob.ar/.../wado-de-pedro-encabezo...


Melkorot no es cualquier empresa: es una empresa estratégica israelí, que toma especial preponderancia en la política de sojuzgamiento de Gaza y las zonas (todavía en manos) palestinas de Cisjordania oriental a través de la dosificación de la provisión, y obviamente, en la ocupación ilegal de los Altos del Golán, de soberanía siria, desde cuyos afluentes obtiene buena parte del precioso líquido.

Advertido de esta situación, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kiciloff, dijo en una exposición pública el 26 de febrero:

«Estamos en presencia de una situación más grave... pareciera (el presidente) estar buscando una suerte 𝐝𝐞 𝐝𝐢𝐬𝐠𝐫𝐞𝐠𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧, 𝐝𝐞 𝐝𝐢𝐬𝐨𝐥𝐮𝐜𝐢𝐨́𝐧, donde cada uno de nosotros (los gobernadores) tome medidas unilaterales para dar respuesta a situaciones absolutamente injustas y absolutamente ilegales. Es decir, 𝐞𝐬𝐭𝐚́ 𝐞𝐧 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞́𝐧 𝐥𝐚 𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥, y 𝐞𝐬𝐭𝐚́ 𝐞𝐧 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞́𝐧 𝐥𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐭𝐢𝐭𝐮𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐚𝐫𝐠𝐞𝐧𝐭𝐢𝐧𝐚...»


En la foto, la última reunión de los popes de las Provincias Unidas del Sur, el gobernador de La Pampa, el justicialista Sergio Ziliotto; de Neuquén, el cambiemita Rolando Figueroa; de Río Negro, el provincialista Alberto Weretilneck; de Santa Cruz, el provincialista Claudio Vidal; de Chubut, el cambiemita Ignacio Torres y de Tierra del Fuego, el forjista Gustavo Melella. Nótese el logo símil DAIA multicolor y la ausencia de cualquier alusión a la Argentina. Fue muy difícil encontrar una foto que no recorte el logo.


La otra foto muestra la evolución vertiginosa del 'logo patagónico', extirpando la palabra 'Argentina' y eliminando cualquier color que remita a la bandera nacional.

 

https://web.facebook.com/story.php?story_fbid=7977408465621246&id=100000565148992&mibextid=qi2Omg

No hay comentarios.:

Publicar un comentario


Advertencia sobre comentarios

Advertencia sobre comentarios
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...