Tamberos alertan que:
"Está desapareciendo un tambo por día"
Desde el
sector denuncian el grave momento que atraviesan. "Hace un año cobraba
$3,80 y ahora pagan $2,20 el litro" .
Aseguran
que se está cerrando un tambo por día en Argentina.
El
vicepresidente de la Unión General de Tamberos de la República Argentina, Guillermo
Draletti, asegura que el sector atraviesa un difícil momento. "Las
ganancias bajaron en un 30 por ciento".
"Hace
un año cobraba $3,80 y ahora pagan $2,20 el litro", comparó Draletti,
dando cuenta de la crisis del sector, al tiempor que denunció "falta de
transparencia en el mercado".
"Está
desapareciendo un tambo por día y somos cada vez menos exportadores de
lácteos", dejó
saber, en tanto que indicó que quienes se quedan hoy con esa diferencia son
"el supermercadismo, la cadena de comercializacióon y se la queda la
induistrua".
"Evidentemente
no funciona la transmisión de oferta y demanda", opinó el vicepresidente
de la Unión General de Tamberos de la República Argentina, que además precisó
que si bien hubo un "auxilio de 10 meses" por parte del Gobierno,
"eso no es lo que sirve". "Cambiar una situación de mercado cuesta
mucho", consideró en ese sentido.
minutouno.com
¿Vamos hacia un mundo sin
leche?
Por Javier Cornejo
Artículo publicado en el diario El Tribuno el 25 de
Julio de 2009
La crisis
a la que ingresamos parece arrasar con lo más elemental. El haber elegido como
“botón de muestra” esta industria se encuentra motivado porque la misma es el
alimento base del ser humano a partir de su nacimiento. El haberla llevado a la
extrema situación en que se encuentra está acorde con los programas
malthusianos de reducción poblacional a los que nada se encuentra ajeno. Al
decir de Josué de Castro en su obra “Geopolítica del hambre”, ya en 1972 “las
carencias nutricionales cualitativas y no sólo cuantitativas... serán causantes
del desquicio físico generacional...”.
En
Estados Unidos, al ritmo actual de desintegración económica, para fines de este
año habrá desaparecido alrededor de un 20% del ganado lechero. Esto es lo que
proyectan dirigentes lecheros basados en el hecho de que les “pagan los
productos a precios de 1973 y pagan costos de 2009”. “Todo el mundo está en
rojo”, sostiene Mike Van Amburg, profesor de Ciencia Animal en la Universidad
Cornell en Nueva York, uno de los tradicionales estados lecheros de EEUU.
La crisis
es mundial y afecta la principal fuente de proteína animal en la dieta diaria
de millones de personas. Debido a esto, se puede decir que la política
económica actual del gobierno de Obama, que está contribuyendo al desastre,
forma parte de su política de atención médica orientada a la reducción
poblacional acorde con los programas en tal sentido aplicados a mansalva en
gran cantidad de naciones. De las que grotescamente Argentina también forma
parte, adecuando la política agropecuaria a tales dictados. El tema es mucho
más profundo y va más allá de una simple resolución 125.
Los
consumidores enfrentan precios inalcanzablemente altos que fijan los
megaprocesadores (Nestlé, Kraft, Suiza/Dean, Unilever, etc.) a los productos
lácteos, en tanto que los granjeros, casi sin ninguna excepción, reciben pagos
por debajo de sus costos de producción.
En EEUU,
en los últimos 18 meses, el precio que reciben los productores por “100 libras
de leche” cayó de US$ 20,50 a entre US$ 11,50 y US$ 12,50 en junio. Esto está
US$ 3 por debajo del costo de producción, así como también de US$ 6 a US$ 8 por
debajo de lo que recibían en el 2007 y principios del 2008. Un lechero típico
que ordeña 375 vacas pierde US$ 26.000 al mes.
Los
lecheros de California marcharon a Washington en busca de soluciones. El
senador Bob Casey, de Pennsylvania, presentó un proyecto de ley en tal sentido.
No obstante, el secretario de Agricultura de Obama, sigue aplicando medidas
obstruccionistas.
En Nueva
Zelanda, la compañía exportadora de leche más grande del mundo, Fronterra
Cooperative Group Ltd., les estaba pagando, para mayo de 2009, a los
productores 12% menos por su leche que el año anterior.
En la
Unión Europea, se espera que para fines de julio se anuncien algunas medidas y
recientemente extendió a seis meses, su programa para comprar y almacenar
superávits de mantequilla y leche en polvo que significa un pequeño aliciente a
los productores. Ello, luego de que productores, al mejor estilo “piquetero”,
bloquearon las carreteras a Bruselas el pasado 13 de junio.
Con el
fin de apuntalar un “alza en los precios” se sacrifican permanentemente vacas
de ordeñe. En EEUU se eliminaron 1.600 millones de libras de capacidad de
producción de leche.
En
nuestro país, como es de público conocimiento, a fines de 2009 ya tendremos que
estar importando leche, habiendo sido uno de los países productores más
importantes del mundo. En el 2006, teníamos alrededor de 55,4 millones de
cabezas. Para el 2010 se estima estar por debajo de los 47 millones de cabezas.
El tránsito a la faena de las vacas lecheras es una constante. El cierre y
quiebra de los establecimientos parece imparable.
La
industria láctea es el primer escalón en la escalera nutricional del ser
humano. Su continuación, el resto de la industria alimentaria, sigue por igual
o peor camino. El designio inexorable de aniquilación humana es de aplicación
global.
Con o sin
INDEC, la franja de la pobreza se amplía velozmente y con ella la
vulnerabilidad sanitaria y de otros factores a los que la población no tiene
posibilidades de enfrentar.
Todas las
posibilidades están dadas para revertir totalmente el escenario. Sólo falta la
voluntad política de nuestros gobernantes, más preocupados en el parloteo
mediático, intrascendente, de alianzas, instaurado como panacea. Totalmente
alejado de la concreción de los hechos, medidas y decisiones que el país, sin
más dilaciones, ya necesita.
¡Los
usureros no dialogan! ¡Los usureros no negocian!
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