Mapuches tomaron otro terreno en Bariloche
La comunidad Lafken Winkul Mapu difundió un comunicado donde admitió haber realizado la acción en Villa Mascardi.
Una comunidad mapuche asentada en Villa Mascardi, a 35 kilómetros de Bariloche, celebró el avance de la ocupación a un terreno lindero que pertenece a un grupo religioso de Buenos Aires.
El propietario del lugar había denunciado a los integrantes de la comunidad por hostigamientos y ataques constantes, e incluso el incendio del edificio que estaba instalado en el lugar.
La comunidad Lafken Winkul Mapu emitió un comunicado de prensa en el que celebró el avance e instó a seguir recuperando territorio.
Los integrantes del grupo ocuparon en 2017 un predio que pertenece a Parques Nacionales, momento en el que se inició una batalla judicial que nunca prosperó, como así tampoco las constantes mesas de diálogo que intentaron poner fin al conflicto.
En ese territorio se produjo el homicidio de Rafael Nahuel, integrante de esa comunidad, en el marco de un enfrentamiento con prefectos del Grupo Albatros.
El predio tomado ahora, lindante a las tierras de Parques Nacionales, pertenece al Obispado Católico de San Isidro y se lo conoce como Hueche Ruka.
Desde su asentamiento en el lugar, fueron constantes los cortes de ruta y los constantes ataques a vehículos y turistas, como así también se produjeron numerosos enfrentamientos con la fuerza policial rionegrina.
De esta forma la comunidad avance en la posesión ilegal de tierras ya que también ocuparon un camping diurno que está frente al primero de los terrenos tomados, sobre la costa del lago Mascardi.
“Continuamos así el legado de nuestros futakecheyem, manteniendo nuestra conciencia clara en el marco de resistencia y control territorial hasta expulsar al winka intruso de nuestro territorio”, publicó la comunidad en un comunicado que publicaron en las redes sociales.
En el texto instaron a continuar la ocupación territorial, afirmando que “la única opción es la autodefensa y el control territorial”.
La nueva ocupación fue denunciada por sus propietarios en el Juzgado Federal, desde donde se tomaron testimoniales a través de medios virtuales.
https://www.lmneuquen.com/mapuches-tomaron-otro-terreno-bariloche-n722737
Tierras tomadas por Mapuches en la Patagonia cuestan hasta USD 100 mil la hectárea
agosto 4, 2020
Son zonas muy demandadas turísticamente en Río Negro; y otra área de conflicto en Neuquén es de alto valor productivo como ocurre cerca de Vaca Muerta.
Ocupación de tierras por parte de los mapuches, huelgas de hambre, incendios de viviendas, intimidaciones a turistas, ataques armados contra las fuerzas de seguridad y desalojos de estas comunidades fueron los ingredientes del cóctel que generó una escalada de violencia en el sur del país (la cual también recrudeció en Chile), que tiene como protagonistas a los integrantes de pueblos originarios, los gobiernos de Río Negro y Neuquén y el Estado nacional.
El principal foco de conflicto está latente en Villa Mascardi, donde la lof Lafken Winkul Mapu tiene ocupadas desde 2017 unas 30 hectáreas al costado del lago (a unos 35 kilómetros de Bariloche) y la situación recrudeció en noviembre de ese año con la muerte de Rafael Nahuel.
En tanto, el 10 de septiembre de 2019 la comunidad Buenuleo anunció oficialmente el proceso de recuperación de lo que ellos consideran su territorio ancestral. Son 40 hectáreas ubicadas en la zona del Cerro Ventana, las cuales fueron “arrebatadas de manera fraudulenta en el año 2014”, sostienen.
Referentes de esa comunidad indicaron que el conflicto se originó en agosto de 2014 tras la muerte de su ancestro Antonio Buenuleo y ante la aparición de un hombre que adujo haberle comprado las tierras. Según la comunidad, el supuesto propietario cuenta con un boleto de compra venta que ellos consideran ilegal.
En Neuquén, son varias las comunidades que resisten el desarrollo de la industria petrolera pero Campo Maripe, que es una de las más activas en el reclamo por la posesión ancestral de tierras, se encuentra en la zona de Añelo muy cerca de Vaca Muerta. El centro de la capital neuquina, en tanto, también tiene focos activos. Allí, las familias que integran las lof Newen Mapu y Puel Pvjv mantienen ocupadas unas 50 hectáreas.
Seis de los integrantes de Campo Maripe fueron juzgados en 2019 por usurpación y luego resultaron absueltos, pero el Tribunal de Impugnación anuló el fallo y ordenó un nuevo juicio. El principal argumento de la defensa es que estos conflictos no deberían judicializarse ya que aún está pendiente el relevamiento territorial, después del cual se definiría el mecanismo de titularización de las tierras.
Por su parte, los mapuches de Newen Mapu y Puel Pvjv exigen que se respete la concesión de tierra que les hizo en 2011 el ex intendente radical Martín Farizano pero que nunca llegó a ser votada en el Concejo Deliberante de la ciudad.
Las históricas tensiones en la Patagonia están en el radar del Poder Ejecutivo, que puso en marcha efectiva en Río Negro el protocolo para la resolución “pacífica” de conflictos territoriales con los pueblos originarios y fue presentado en febrero pasado en el Consejo Federal de Seguridad Interior ante las provincias.
A ese mecanismo suscribieron el Ministerio de Ambiente, de Juan Cabandié, y su par de Justicia, de Marcela Losardo, de quienes dependen las áreas de Parques Nacionales y el Instituto de Asuntos Indígenas (INAI). Las carteras tienen la llave con las tres claves de una problemática estructural: el reclamo de tierras ancestrales, la cuestión ambiental y la seguridad.
“Desde el primer día de gestión decidimos que el tema mapuche y de los pueblos originarios iba ser radicalmente distinto al enfoque del anterior gobierno, que militarizó la Patagonia y fracasó con sus teorías insurrecionalistas. Por esa intervención hubo muertes y situaciones de tensión social que todavía estamos sufriendo”, indicó a Infobae el secretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad, Gabriel Fuks.
La gestión de la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, está alineada con el reclamos de los vecinos y propietarios de la zona, quienes denuncian recurrentes hechos de vandalismo, agresiones y robos en la región. Este domingo, un nuevo hecho de violencia extrema contra la propiedad privada generó un enérgico repudio de la mandataria provincial. Ocurrió en el predio “La Cristalina”, donde grupos anónimos y encapuchados intentaron prender fuegos varios inmuebles.
En el Ministerio de Seguridad reconocen la preocupación por las denuncias y que el problema de vandalismo “existe”, donde también están siendo afectados los guardaparques. De hecho, no descartan que alguna acción haya sido encabezada por mapuches.
Mientras tanto, las denuncias no logran demasiados avances en los tribunales: fiscales, jueces y denunciantes pocas veces logran identificar a los autores materiales. Solo en Bariloche, con la última denuncia que hizo el encargado de La Cristalina por los daños perpetrados en esa emblemática cabaña, son 17 las causas penales que se acumulan en el Ministerio Público Fiscal.
Las ocupaciones mapuches se producen en zonas muy demandadas turísticamente, como ocurre en Río Negro, y en sectores de alto valor productivo, como ocurre en Vaca Muerta. El valor aproximado de estas hectáreas es de 100 mil dólares pero los pueblos originarios insisten en que no se pueden vender y que son intransferibles.
Con el cambio de Gobierno, también también se produjo un cambio en el abordaje de la situación. “No queremos que pase como en otras épocas, que la respuesta de los jueces sea la movilización de fuerzas federales con un resultado claramente negativo. Por eso estamos los funcionarios respondiendo ante este problema”, señaló Fuks.
En sus cuatro años de gestión, la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich resistió las críticas de los organismos de derechos humanos y de la entonces oposición por priorizar el uso de la fuerza en los desalojos.
El conflicto mapuche recrudeció en Chile la última semana
En Chile, la situación recrudeció la semana pasada en la región de La Araucanía, a unos 600 kilómetros al sur de Santiago, por la reivindicación indígena de ese territorio. Con el telón de fondo de las huelgas de hambre de más de 90 días de los presos mapuche, varias comunidades decidieron ocupar las municipalidades de Ercilla, Curacautín, Victoria, Angol, Collipulli y Galvarino para protestar contra las autoridades. Por los disturbios, hubo 48 detenidos.
Los mapuches exigen la liberación de sus presos, entre ellos el machi (chamán) Celestino Córdova, condenado por el asesinato de una pareja de adultos mayores en 2013.
El conflicto mapuche ya provocó la muerte violenta de varios comuneros -el último, el del joven Camilo Catrillanca-, policías y agricultores, además de incendios de propiedades y maquinarias, con decenas de mapuches condenados bajo la ley antiterrorista.
Bajo la frase "pérdida del Estado de Derecho" se oculta lo indesmentible: la insurrección mapuche contra el Estado chileno. Un alzamiento que está teniendo éxito. En esta columna, un análisis de la situación.
EL INDIGENISMO DE GRAN BRETAÑA
Por Javier Cornejo
Artículo publicado en el diario El Tribuno el 14 de junio de 2010
El 2009 estuvo marcado por el posicionamiento insular del Imperio Británico en Malvinas. Desde el 1 de enero de 2009, cuando empezaron la vigencia de la Constitución de las Falklands y el eficiente artillado del sector, hasta el arribo de la plataforma Ocean Guardian, se sucedieron ininterrumpidamente los actos concretos de dominio.
En este 2010, de agudización de la crisis monetaria europea, y ante el inminente colapso financiero de Gran Bretaña, el Imperio apura los pasos para consolidar su dominio en el sur americano. Por ello, acelera el proceso de fragmentación de la geografía argentina.
Con vocación de reivindicaciones territoriales, volcada a costumbres ancestrales, salvaguarda de idiomas mapuche, guaraní, quichua, los habitantes de donde se hablan dichas lenguas (SUR, NEA y NOA) autodenominados «pueblos originarios», apuntalados por la Iglesia Anglicana (que ya forma parte del Vaticano), transitan el camino hacia el intento de la creación de nuevas naciones dentro de la República Argentina.
Se amparan en el articulado de la ONU referido a la «libre determinación de los pueblos». Tal es lo ocurrido con Malvinas.
Mapuches «made in England»
El proceso se encuentra particularmente acelerado en el sur argentino.
El 23/3/2000 por el Tratado Minero Argentino Chileno se creó un virtual
Estado en la región andina, que se denomina Área de Operaciones, con financiamiento y legislación (a través de reglamentaciones) dependientes de las empresas transnacionales de la Corona Británica.
En tal proceso de succión de nuestros recursos naturales y control de las cuencas de agua potable, participan en la creación de la Nación Mapuche de un Estado Inglés. Como inglesas son sus autoridades.
Su página en la red es: www.mapuche-nation.org; El domicilio 6, Lodge Street, Bristol, Inglaterra; y El teléfono +44-117-9279391.
Su bandera es celeste, verde y roja e incluye un sol, con cuatro divisiones con cruces pampas.
Sus autoridades son: secretario general, Reinaldo Maniqueo; asistente, Nina Dean; secretario, Gerald Confer; tesorero, Colette Linehan; y administradora, Madeline Stanley. Su equipo legal está integrado por James Watson, Gillian Melville y Tanya Roberts Davis; mientras que el de Derechos Humanos lo encabeza Rachel Dixon-Warren.
En San Luis
El Gobierno de la Provincia de San Luis no es ajeno a la situación. Lo demuestra en su lema, «San Luis, otro país», y en sus actos. Ya crearon un municipio denominado Nación Pueblo Ranquel (término no permitido por nuestra Constitución, ya que Nación es sólo la Argentina). La provincia se encuentra en una acelerada transformación de su administración, educación, tecnología digital de punta, etcétera, y es asistida por el poderoso auxilio financiero del Grupo Petersen, liderado por el financista «K» Enrique Eskenazi.
La sombra de Calfucurá
Es preciso destacar que los que se auto titulan «mapuches» no tienen origen argentino. Son los que en 1830, encabezados por el carnicero cacique Juan Calfucurá, emborracharon y asesinaron a los verdaderos caciques y con los fusiles Remington proporcionados por los ingleses exterminaron a los verdaderos pueblos originarios: puelches, tehuelches, ranqueles, pampas y guenekes. Hoy reclaman territorios que nunca les pertenecieron y pretenden instalar «otra nación» con una justicia y legislación comunitaria que subvierta nuestro orden constitucional y organización nacional. En las regiones NOA y NEA ya comenzaron a dar pasos en igual sentido. En Bolivia los ayllus, por aplicación de la «justicia indígena», ya torturaron y lincharon a más de 30 personas desde 2009 (El Tribuno 11/06).
Tenemos el raro privilegio de ser el campo de acción y aplicación de tecnologías de ingeniería social de sofisticadas inteligencias imperiales, para resguardar la geografía sur americana y antártica en su propio beneficio.
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