En su momento (año 2014) lo anticipamos en dos articulos del diario El Tribuno, hoy las consecuencias.
Club de París: el acuerdo firmado por Kicillof en 2014 costaría al país USD 2.000 millones adicionales en caso de default
Axel Kicillof y Martín Guzmán
Un posible nuevo default con el Club de París tendría consecuencias millonarias para la Argentina. No sólo quedarían impagos USD 2.400 millones de la última cuota, que vence en breve, sino que además se sumarían intereses y resarcitorios por nada menos que USD 2.000 millones adicionales. Así surge de las condiciones que aceptó el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, cuando llegó a un acuerdo en 2014 para normalizar la deuda con un grupo de 19 países que integran la organización.
Semejante carga explica la preocupación del actual ministro de Economía, Martín Guzmán, que emprendió una gira en Europa para buscarle alguna salida a esta situación. Ayer se reunió en Berlín con el ministro de Asuntos de Economía y Energía de ese país, Peter Altmeier, y con Lars Hendrik Roller, asesor económico de la canciller Angela Merkel. Hoy se reunirá con el secretario de Finanzas, Wolfgang Schmidt, con el Club de París al tope de la agenda. Cabe recordar que Alemania es el principal acreedor, con más del 37% de la deuda que la Argentina mantiene con el Club de acreedores.
Con reservas menguadas, la intención de Guzmán es evitar la erogación de esos USD 2.400 millones y obtener alguna prórroga adicional, que hoy parece inviable. Pero en caso de no cumplir la deuda se volvería a multiplicar, obligando al país a pagos aún más onerosos en el futuro.
El ministro Martin Guzmán con su par alemán, Peter Altmaier (@Martin_M_Guzman)
El acuerdo con el Club de París era a cinco años de plazo por deuda que totalizaba los USD 9.700 millones sin quita, pero también incluía dos de gracia a una tasa mínima en caso de que la Argentina no estuviera en condiciones de cancelar todas las obligaciones en 2019. Ese plazo se cumple ahora y resta hacer frente a la última cuota.
Un informe del banco de inversión BTG Pactual detalló a sus clientes cuáles serían las consecuencias del incumplimiento. Si bien el pago debe efectuarse a fin de mayo, en realidad hay otros 60 días adicionales de plazo para ponerse al día sin que se considere un default. Es decir hay tiempo hasta el 31 de julio para pagar la última cuota sin caer en un incumplimiento.
Cumplido ese período se ponen en marcha distintas cláusulas, que la entidad detalla de la siguiente forma. El Club de París cobrará un interés básico más otro compensatorio de 3% más 4,5% anual. Pero además se cobrará otro concepto denominado “interés final” del 9% anual capitalizado, que se cobrará en forma retroactiva a mayo de 2014. Ambos conceptos sumarían cerca de USD 2.000 millones, lo que agregaría otro 83% sobre la deuda que eventualmente entre en default.
En caso de default a fin de julio con el Club de París, la Argentina quedaría obligada a pagar una tasa de 9% anual capitalizable desde 2014 hasta ahora (siete años) por el monto impago. Además, se aplican intereses y punitorios. La cláusula “leonina” fue firmada por Axel Kicillof como ministro de Economía
Se trata de condiciones “leoninas” que en su momento aceptó pagar el ahora gobernador de la provincia de Buenos Aires. En su momento, Kicillof fue criticado por no haber conseguido una quita de la deuda y por el corto plazo negociado para el repago. Sin embargo, casi nadie había reparado en los duros castigos que debía enfrentar la Argentina en caso de incumplir el acuerdo.
Los problemas para la Argentina no sobrevendrían sólo por un aumento de la deuda. Sucede que los países que integran el Club de París (la mayoría europeos, pero también otros como Japón) también cortarían líneas que agencias de crédito otorgan a exportadores argentinos, agravando aún más los problemas de competitividad del país.
Las negociaciones con el Club de París y con el FMI definirán hasta qué punto la Argentina está en condiciones de recuperar el acceso a los mercados financieros. “No hay forma que un país con bonos rindiendo 20% anual en dólares pueda lograr que la economía crezca”, explicó el financista Marcelo Blanco. “Un mal manejo del crédito externo –agregó- afecta directamente el bienestar de sus ciudadanos”.
Por Javier Cornejo
Publicado en el diario El Tribuno el 10-02-2014
Axel se fue a Europa.
Se fue a poner de rodillas al Club: A los 19 países que integran el Club de París.
Su retorno era esperado como la vuelta victoriosa del representante del gobierno nac & pop.
Regresó y el “relato” nos presentó a un glorioso espadachín económico que nos dijo, sin disimulo alguno, con absoluta desfachatez: “No vamos a aceptar condiciones del Club de París.” (Tribuno 22-1-14 pag. 4).
Como ya es una costumbre, la cruda realidad se encargó de mostrarnos la verdad, de mostramos la absurda mentira que siguen sosteniendo estos funcionarios, funcionales a quienes digitan la expoliación del pueblo argentino.
La propia secretaria del Club de París, Clotilde L’Angevin, pulverizó las incoherencias de la pedantería de nuestro ministro.
Publicitando que: "Existieron discusiones preliminares”. “Ellos (los acreedores) están abiertos a continuar el diálogo con Argentina para el pago de una deuda que hoy ronda los diez mil millones de dólares” (U$S 10.000.000.000).
Los propios voceros gubernamentales confirmaron lo expuesto por Clotilde.
El periodista K Alejandro Bercovich del diario BAE informa; “Reconocer el total de la deuda sin quitas sobre el valor presente” “Pagar todo en un plazo máximo de 5 años”. “Hacer un pago inicial de U$S 2.000 millones, que sería la única cuota a cubrir por Cristina”
Historia
Como es tradición argentina, será pagada varias veces.
En principios de 2011 Amado Boudou fue a negociar esta deuda con origen en la dictadura cívico-militar de 1976, de ilegalidad e ilegitimidad absolutamente manifiesta.
Alejandro Olmos Gaona denunció judicialmente esta circunstancia y analizó pormenorizadamente las sucesivas rondas de negociaciones:
Al 10 de diciembre de 1983: debíamos U$S 2.250 millones, más ' indefinidos intereses.
En 1986 en segunda ronda se sumaron montos no refinanciados que la llevaron a U$S 4.250 millones.
En 1987 se fijó en U$S 5.303 millones sumándosele una deuda de Cogasco de U$S 918 millones.
El 19-9-91 con Menem se consolidó en U$S 7.592 millones.
En 1992 en la quinta ronda se reestructura la deuda externa (Plan Brady) con participación del Banco Mundial, el FMI, y el BID, se la fija en U$S 8.900 millones con un programa de pagos que se cumplió totalmente entre 1992 y 2002.
En el año 2002, la deuda en función de los pagos efectuados, se redujo a la cifra de U$S 1.750. Produciéndose a partir de allí y hasta nuestros días una interrupción en los pagos.
En agosto de 2011 Amado Boudou anunció pomposamente un acuerdo de “capitalización de intereses” con el Club por U$S 8.470 millones de dólares.
Es decir que, en el 2011, por la prestidigitación del actual vicepresidente, no obstante, todos los pagos efectuados, volvíamos a tener la misma deuda que en 1995.
En dicha oportunidad, Amado presentó como un “gran triunfo argentino” el haber conseguido un descuento de U$S 100 millones.
Hoy el ministro de Economía Axel Kicillof y el jefe de la Unidad de Reestructuración de Deuda Hernán Lorenzino nos toman el pelo a todos los argentinos, diciendo: “ratifico la decisión de Argentina de cumplir con los compromisos asumidos por los gobiernos anteriores”.
¿En este caso el gobierno militar no conculcó ningún derecho humano?
La farsa no tiene fin: FMI ¡allí vamos!
¡Ohlalá París! Axel, el generoso
Publicado en el diario El Tribuno el 02-06-2014
Axel Kicillof, el ministro que, como ironizaba Arturo Jauretche sobre nuestros intelectuales, escribe con la izquierda y firma con la derecha, retornó eufórico de la Ciudad Luz. vociferando a diestra y siniestra: “Cumplimos nuestro objetivo”. No aclara si tales objetivos son los del pueblo argentino. Por lo pronto, no coinciden con los objetivos que él siempre formuló como propios.
La deuda con el Club de París era en 2002 de 1.750 millones de dólares. Axel acordó que los argentinos paguemos 9.700 millones de dólares.
Las alternativas de la deuda con el Club de París son el icono de la visión más antagónica del pensamiento y del sentimiento nacional. En él confluyen complicidades de funcionarios, políticos afines al Gobierno y de la mal llamada oposición, empresarios y la prensa encolumnada en lo que a nivel internacional debe ser “políticamente correcto”: la vuelta al mercado de capitales.
En criollo, es el sometimiento a una eterna y perpetua deuda.
Algunos detalles
El Club de París es un foro de acreedores y deudores que surgió en mayo de 1956, tras una reunión entre gobiernos con los que el Estado argentino había contraído deuda por unos 700 millones de pesos.
Parte de los compromisos financieros se originaron durante la dictadura militar. El Estado nacional logró renegociaciones en 1962, 1965, 1985, 1987, 1989, 1991 y 1992. En 2001 el saldo entró en default; eran, en ese momento, USS 1.750 millones, que se multiplicaron por los intereses y la revaluación de las monedas internacionales.
Este Gobierno “nac & pop” la toma como propia, perdiendo la ocasión de investigarla y declararla como “deuda odiosa”, es decir sin sustento de ninguna índole para atender su pago.
Además, es preciso referenciar que de un monto de USS 8.900 millones al año 1992, reconocido en lo que se dio en llamar la “quinta ronda de negociaciones”, producto de la reestructuración de deudas del Plan Brady, en los siete años subsiguientes se pagaron sus vencimientos, llegando a un saldo en el año 2002 de USS 1.750 millones.
En ese momento se interrumpen los pagos hasta el 2 de septiembre de 2008, en el que la presidenta Cristina decide pagarla en su totalidad con reservas del BCRA, para lo cual emite el decreto 1.394/08, que fue firmado por quien era el jefe de Gabinete de ministros: Sergio Massa.
En esa oportunidad el ministro de Economía, Amado Boudou, inicia negociaciones para su pago y llega a un acuerdo en mayo de 2011 para pagar USS 8.470 millones. El diario Página 12, en su edición del 15/5/2011, pone énfasis en el gran éxito alcanzado por el ministro.
Es decir, de USS 1,750 millones del año 2002, ahora en el 2011 se convierten en USS 8.470. En la columna de este diario del 8 de agosto de 2011, con el título “Un repaso de la deuda con el Club de París” explicitábamos detalladamente la composición de esta vergüenza.
Actual acuerdo
Las negociaciones para llegar al actual acuerdo fueron siempre secretas” los pasivos incluidos también lo son. “No se conoce el detalle de los créditos reclamados ni el nombre de las empresas privadas involucradas, cuyas deudas asumiera el Estado nacional, sostiene Alejandro Olmos Gaona.
En requerimientos judiciales al Banco Central y al Ministerio de Economía en los que se pedían datos sobre la deuda externa pública y privada, se informó en forma reiterada que no se tenía documentación alguna. Es decir, se llegó a un acuerdo en base solamente a documentación en poder de los acreedores. Un verdadero despropósito.
La conclusión, hoy Kicillof nos informa de su gran “triunfo”: reconoce una deuda de USS 9.700 millones de dólares. Se nos dice que ahora lloverán las inversiones. No se nos dice ni cómo, ni con qué, ni quiénes pagaremos este acuerdo.
No se nos dice que se legalizó un delito.
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