Artículo publicado en el diario El Tribuno el 11-11-13
(La redacción del diario le cambio el título a: "Sin futuro solo quedan la cárcel o el cementerio")
Por Javier Cornejo
(La redacción del diario le cambio el título a: "Sin futuro solo quedan la cárcel o el cementerio")
Por Javier Cornejo
De tal manera se expresó Jorge García Cuerva, miembro de
la Comisión de Pastoral Carcelaria de la Conferencia Episcopal Argentina,
en referencia a que el futuro de
muchos de nuestros jóvenes desemboca en la adicción y/o en el narcotráfico:
“Quienes estamos cerca de esta realidad, y estamos en
los barrios más pobres, de las consecuencias dramáticas por la venta y consumo de drogas,
estamos alertando con muchos
jóvenes que su futuro comienza con la letra ‘C’: cárcel o
cementerio”.
Palabras que denotan con total crudeza una realidad expandida adrede en
todo el territorio y el arco social argentino.
CÓMPLICES
Más allá de leyes de “despenalización” y otros engendros
jurídicos que nos imponen los propulsores y quienes dirigen las políticas de
drogadicción mundial,(presididos por George Soros como paladín de la reducción
poblacional, en la que la drogadicción es una esencial herramienta junto a las
políticas abortivas, eutanásicas, codex alimentario, etc.) , es preciso la
decisión del poder político cómplice, de atacar las causas, las condiciones
existentes apropiadas para la expansión de este macabro flagelo.
Al decir de García Cuerva: “los chicos caen en la droga
porque no tienen futuro”.
Se entiende no?. No tienen futuro.
En estos 10 años, el futuro de toda una generación fue
pulverizado en las redes de este negocio extremadamente grande, en el que
funcionarios cómplices se ufanan de instruír en el cultivo de la muerte en los
propios balcones y patios de las viviendas argentinas.
“Sin futuro la vida se torna muy dura y cuando esto
ocurre, uno comienza a pensar que
la vida no vale nada, y si esa vida no vale nada, la del otro tampoco y así
somos testigos de hechos brutales que llegan a los chicos que
consumen”.
“Es
preciso actuar contra la demanda; hay una cantidad de pibes que por no tener
un futuro y por una angustia
profunda existencial, terminan en el consumo de drogas”.
Esto está ligado a una respuesta existencial que no hay.
A la falta de educación, a la falta de trabajo, vocación que fuera extirpada por
el accionar de los planes clientelistas que punteros otorgan a mansalva según
sus voluntades, aniquilando familias que
terminan en esto porque no saben hacer otra cosa, es lo más inmediato, ya
hasta aceptado como válido para la supervivencia.
LA PINZA NARCÓTICA
Con la reciente legislación Uruguaya, el territorio y
pueblo argentino será atacado desde el sur con una avalancha de cannabis que
hará florecer las exportaciones agrícolas de la Banda Oriental. Y por el norte,
el avance de la cocaína rematará el trabajo desde el otro extremo del
país.
“No podemos decir que en estos 10 años no pasó nada:
pasó y pasó mucho, por eso el
futuro de nuestra juventud es cárcel o
cementerio”.
Los 13 puntos del “Drama del Narcotráfico y la Droga”
dado a conocer por la Conferencia
Episcopal Argentina el pasado 8 de noviembre, alertan
acabadamente sobre esta situación, ya de “difícil retorno” como el documento la
define.
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