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martes, 26 de marzo de 2013

Prospera la idea de que el Papa liquidaría el banco del Vaticano



EL IOR ES UN PROBLEMA

Desde hace varios días que circula la versión de que el papa Francisco podría estar profundizando la idea de cerrar el banco vaticano, entidad financiera de la Iglesia Católica involucrada en varios escándalos durante los recientes 30 años, incluido supuesto lavado de dinero. Coincidiría con la idea de transparencia y austeridad del Papa, que tercerizaría las necesidades financieras del Estado Vaticano y de sus instituciones.
26/03/2013| 04:37

Sede del Istituto per le Opere di Religione, en el Vaticano.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El arzobispo Claudio Maria Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, indicó al semanario británico The Sunday Times, el 24/03, que el papa Francisco considera las peticiones que varios cardenales le formularon la víspera del cónclave sobre la posibilidad de desmantelar el banco vaticano, formalmente conocido como Instituto para las Obras de Religión (IOR). 

“El Papa considerará algunas sugerencias, porque durante las congregaciones generales [reuniones que preceden a un cónclave] algunos cardenales intervinieron sobre el problema del IOR”, comentó el arzobispo, quien conoce al actual pontífice desde 1979 y es considerado como uno de los candidatos más probables para el cargo de secretario de Estado vaticano.  

Celli sostuvo que el Papa estaría guiado por un deseo de "transparencia y fidelidad a las leyes o normas internacionales en este campo", incluidas las de lavado de dinero.  

El IOR fue fundado en 1942 para administrar los recursos financieros que pertenecen a la Iglesia Católica. Es conocido popularmente como Banco Vaticano y ha sido objeto de críticas por verse supuestamente involucrado en varios escándalos de gestión de sus fondos.

El sociólogo Giorgio Campanini había comentado antes del cónclave, en declaraciones a la publicación católica Il Fatto Quotidiano, de Italia, que es imprescindible “eliminar el IOR” para favorecer la transparencia y “liberar el pontificado de la relación, y aún más de cualquier compromiso con las finanzas”.

El Instituto para las Obras de Religión o IOR (Istituto per le Opere di Religione), es gerenciado por un director ejecutivo que a su vez depende de un comité de cardenales, y en última instancia del Papa (o del cardenal camarlengo durante una sede vacante). 

Es la única institución financiera papal no supervisada por la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede.

El 15/02/2013 fue nombrado titular del IOR el alemán Erns von Freyberg, perteneciente a la Orden de Malta.

El 1er. escándalo por lavado de dinero explotó en el IOR en 1968, a causa de un cambio en las regulaciones financieras italianas que exigía más transparencia en la información financiera. Supuestamente el banco vaticano utilizaba todas sus utilidades en obras de caridad pero en verdad había conservado la mayor parte de sus beneficios y había ampliado sus operaciones. 

El papa Pablo VI contrató a Michele Sindona como consejero papal de las finanzas con el fin de vender activos y mover el dinero en ultramar, para ocultar la abundancia del Vaticano. 

Pero Sindona quedó vinculado a una intensa tarea para "lavar y planchar" los beneficios provenientes del negocio de la heroína de la familia mafiosa Gambino, utilizando para ello una corporación fantasma denominada “Mabusi”. 
Para ello contó con la ayuda de otro banquero corrupto, Roberto Calvi, quien tenía a cargo el manejo del Banco Ambrosiano, del que era accionista el IOR. 

Tanto Calvi como Sindona eran miembros de la Logia P2, que lideraba Liccio Gelli, de importantes contactos vaticanos.

El escándalo del Banco Ambrosiano se instaló en la opinión pública al descubrirse el agujero fiscal de US$ 1.400 millones, en 1981.

El IOR era el principal accionista del Ambrosiano, y con su quiebra numerosos acreedores exigieron al Vaticano que les devolviera el dinero perdido. 

La justicia italiana intentó juzgar al titular del IOR, Paul Marcinkus como autor de la bancarrota del Ambrosiano, pero el Vaticano reclamó inmunidad diplomática, y le protegió de las investigaciones, eludiendo de este modo a la justicia italiana.

Cuando el papa Juan Pablo I tuvo conocimiento de que había algo malo en el IOR, envió a Jean-Marie Villot (a cargo de la Secretaría de Estado Vaticano y jefe de la Curia Romana) para investigar la fondo. Pero 1 mes más adelante, después de que Villot informara sobre el escándalo, Juan Pablo I murió. 

Juan Pablo II intentó enderezar el IOR, con discreción y para ello realizó acuerdos con el Opus Dei, orden semilaica a la que convirtió en su Prelatura personal..

No obstante, en contra de la opinión de Marcinkus y de la mayoría de la Curia vaticana, el entonces secretario de Estado vaticano, el cardenal Agostino Casaroli, decidió pagar US$ 406 millones a los bancos acreedores del Ambrosiano en concepto de "contribución voluntaria", al considerar que la Santa Sede tenía ante ellos una responsabilidad moral.

Varios libros que aparecieron durante los años '90 investigaron desde las relaciones del IOR con el gobierno pro nazi de Croacia, durante la 2da. Guerra Mundial, hasta las operaciones de desestabilización de los gobiernos comunistas en el Este europeo, con Karol Wojtyla al frente de la Iglesia Católica Apostólica Romana.

Según investigaciones del diario inglés London Telegraph y del Inside Fraud Bulletin, hacia febrero de 2002 el IOR era responsable del blanqueo de millonarios recursos de organizaciones no legales.

Sin embargo, tales alegaciones nunca pudieron ser verificadas.

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