EL IOR ES
UN PROBLEMA
Desde
hace varios días que circula la versión de que el papa Francisco podría estar
profundizando la idea de cerrar el banco vaticano, entidad financiera de la
Iglesia Católica involucrada en varios escándalos durante los recientes 30
años, incluido supuesto lavado de dinero. Coincidiría con la idea de
transparencia y austeridad del Papa, que tercerizaría las necesidades
financieras del Estado Vaticano y de sus instituciones.
26/03/2013| 04:37
Sede del
Istituto per le Opere di Religione, en el Vaticano.
CIUDAD DE
BUENOS AIRES (Urgente24). El arzobispo Claudio Maria Celli, presidente del
Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, indicó al semanario
británico The Sunday Times, el 24/03, que el papa Francisco considera las
peticiones que varios cardenales le formularon la víspera del cónclave sobre la
posibilidad de desmantelar el banco vaticano, formalmente conocido como
Instituto para las Obras de Religión (IOR).
“El Papa
considerará algunas sugerencias, porque durante las congregaciones generales
[reuniones que preceden a un cónclave] algunos cardenales intervinieron sobre
el problema del IOR”, comentó el arzobispo, quien conoce al actual pontífice
desde 1979 y es considerado como uno de los candidatos más probables para el
cargo de secretario de Estado vaticano.
Celli
sostuvo que el Papa estaría guiado por un deseo de "transparencia y
fidelidad a las leyes o normas internacionales en este campo", incluidas
las de lavado de dinero.
El IOR
fue fundado en 1942 para administrar los recursos financieros que pertenecen a
la Iglesia Católica. Es conocido popularmente como Banco Vaticano y ha sido
objeto de críticas por verse supuestamente involucrado en varios escándalos de
gestión de sus fondos.
El
sociólogo Giorgio Campanini había comentado antes del cónclave, en
declaraciones a la publicación católica Il Fatto Quotidiano, de Italia, que es
imprescindible “eliminar el IOR” para favorecer la transparencia y “liberar el
pontificado de la relación, y aún más de cualquier compromiso con las
finanzas”.
El
Instituto para las Obras de Religión o IOR (Istituto per le Opere di
Religione), es gerenciado por un director ejecutivo que a su vez depende de un
comité de cardenales, y en última instancia del Papa (o del cardenal camarlengo
durante una sede vacante).
Es la
única institución financiera papal no supervisada por la Prefectura para los
Asuntos Económicos de la Santa Sede.
El
15/02/2013 fue nombrado titular del IOR el alemán Erns von Freyberg,
perteneciente a la Orden de Malta.
El 1er.
escándalo por lavado de dinero explotó en el IOR en 1968, a causa de un cambio
en las regulaciones financieras italianas que exigía más transparencia en la
información financiera. Supuestamente el banco vaticano utilizaba todas sus
utilidades en obras de caridad pero en verdad había conservado la mayor parte
de sus beneficios y había ampliado sus operaciones.
El papa
Pablo VI contrató a Michele Sindona como consejero papal de las finanzas con el
fin de vender activos y mover el dinero en ultramar, para ocultar la abundancia
del Vaticano.
Pero
Sindona quedó vinculado a una intensa tarea para "lavar y planchar"
los beneficios provenientes del negocio de la heroína de la familia mafiosa
Gambino, utilizando para ello una corporación fantasma denominada
“Mabusi”.
Para ello
contó con la ayuda de otro banquero corrupto, Roberto Calvi, quien tenía a
cargo el manejo del Banco Ambrosiano, del que era accionista el IOR.
Tanto
Calvi como Sindona eran miembros de la Logia P2, que lideraba Liccio Gelli, de
importantes contactos vaticanos.
El
escándalo del Banco Ambrosiano se instaló en la opinión pública al descubrirse
el agujero fiscal de US$ 1.400 millones, en 1981.
El IOR
era el principal accionista del Ambrosiano, y con su quiebra numerosos
acreedores exigieron al Vaticano que les devolviera el dinero perdido.
La
justicia italiana intentó juzgar al titular del IOR, Paul Marcinkus como autor
de la bancarrota del Ambrosiano, pero el Vaticano reclamó inmunidad
diplomática, y le protegió de las investigaciones, eludiendo de este modo a la
justicia italiana.
Cuando el
papa Juan Pablo I tuvo conocimiento de que había algo malo en el IOR, envió a
Jean-Marie Villot (a cargo de la Secretaría de Estado Vaticano y jefe de la
Curia Romana) para investigar la fondo. Pero 1 mes más adelante, después de que
Villot informara sobre el escándalo, Juan Pablo I murió.
Juan
Pablo II intentó enderezar el IOR, con discreción y para ello realizó acuerdos
con el Opus Dei, orden semilaica a la que convirtió en su Prelatura personal..
No
obstante, en contra de la opinión de Marcinkus y de la mayoría de la Curia
vaticana, el entonces secretario de Estado vaticano, el cardenal Agostino
Casaroli, decidió pagar US$ 406 millones a los bancos acreedores del Ambrosiano
en concepto de "contribución voluntaria", al considerar que la Santa
Sede tenía ante ellos una responsabilidad moral.
Varios
libros que aparecieron durante los años '90 investigaron desde las relaciones
del IOR con el gobierno pro nazi de Croacia, durante la 2da. Guerra Mundial,
hasta las operaciones de desestabilización de los gobiernos comunistas en el
Este europeo, con Karol Wojtyla al frente de la Iglesia Católica Apostólica
Romana.
Según
investigaciones del diario inglés London Telegraph y del Inside Fraud Bulletin,
hacia febrero de 2002 el IOR era responsable del blanqueo de millonarios
recursos de organizaciones no legales.
Sin
embargo, tales alegaciones nunca pudieron ser verificadas.
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