Redacción Mundo Gavin Short
SÁBADO 20/04/13
A mediados de marzo, la población de las islas Malvinas o Falkland
como se dice en inglés, realizaron un referéndum en el cual se preguntaba
si quieren seguir siendo un territorio británico de ultramar o no. La idea
central de la consulta no era confirmar lo que ya se sabía, es decir que la mayoría
quiere seguir siendo parte del territorio británico de ultramar, sino enviar un
mensaje al mundo y a los organismos internacionales para legitimar esa
posición. De la elección participó un 92% de los electores y el Sí fue
abrumador. Hace unos días estuvo en Quito Gavin Short, miembro del Gobierno
de las islas que organizó la consulta.
¿Qué ha cambiado en las islas luego del referéndum?
La gente tiene una renovada confianza sobre quiénes somos y qué
queremos. Es la sensación de que por una vez se tiene la oportunidad de contar
al
mundo lo que somos y lo que queremos.
¿Cuál es el plan ahora?
Ahora viajamos por el mundo diciendo que queremos que ustedes
reconozcan nuestros derechos humanos a la autodeterminación, a tener relaciones
con los gobiernos que queremos. Este referéndum nos ha dado la confianza de
decirle al mundo que existimos y negar lo que dice el Gobierno argentino de que
no existimos como pueblo. El Gobierno argentino dice que el referéndum no es
legítimo porque ellos fueron sacados a la fuerza en 1833 y porque esta es una
votación hecha por una población implantada. No hubo población autóctona en las
islas. A la población civil se le invitó a que se quedase.
¿Hay gente implantada?
Como falklanders hemos estado más tiempo en las islas que lo que
muchos argentinos dicen que están en Argentina. Mi familia está 160 años en las
islas. No somos recién llegados. Los argentinos dicen muchas cosas, como que
estamos presos y que no nos dejan salir o que nos pagan por permanecer pero eso
es falso. Es nuestro país, es nuestro hogar, no tenemos a dónde más ir y no
queremos ir a otra parte.
¿El deseo de 3 000 personas puede estar por encima los
derechos que dan la soberanía sobre las islas?
No creo que sea así. Creo que los derechos humanos superan a todos
los demás, especialmente cuando la aseveración histórica de reclamo no tiene bases
legales. Esa aseveración tiene sus fallas. Los embajadores argentinos no
quieren hablar con nosotros, porque tenemos a la señora Kirchner haciendo
declaraciones públicas diciendo que Gran Bretaña no quiere hablar con ellos. Si
ella quiere hablar tiene que hacerlo con el gobierno legítimo de las islas que
somos nosotros.
¿Hablarían con el Gobierno argentino?
Claro. Estamos dispuestos a hablar sobre cualquier cosa excepto
sobre la soberanía de nuestro país. No queremos ser argentinos así como no queremos
ser franceses o chinos.
¿Ahora qué viene?
El que estemos en el Ecuador es parte del proceso. Hemos tenido
una consulta que ha sido observado internacionalmente y ahora podemos decir a
la gente que el pueblo se ha pronunciado. Es el primer paso y vamos a continuar
con visitas en América del Sur y en el mundo para contrarrestar la propaganda
argentina.
Cambiar la opinión de los gobiernos sudamericanos sobre la
soberanía de las Malvinas es imposible.
Sí. Estoy seguro que David pensó eso cuando comenzó su pelea con
Goliat.
Hoja de vida
Su trayectoria. Político
de las islas Falkland o Malvinas. Miembro de la Asamblea Legislativa que es el
órgano que gobierna las islas.
Su
punto de vista. El
reclamo argentino de soberanía de las Malvinas es ilegal.
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