El gobierno anterior, el gran pagador serial, nos mantuvo a
la clase media y pobre pagando las deudas sin chistar, con un sistema de
subsidios y supuestas creaciones de empleo continuo, con planes trabajar y jefe
de familia, inyectaba dinero, recaudado de impuestos, en caudillos punteros
para distribuir mediante la fórmula: soberbia administrativa + desconocimiento
económico = corrupción, un placebo que nos obligaba a seguir pagando la ilusión
de independencia económica inalcanzable.
Este gobierno, continua en lo mismo,
solamente que trasladó la inyección de dinero a las grandes cadenas, para
cubrir con paños fríos una clase media quejosa y atontada; hábilmente cubren
sus estrategias con discursos de contención a los más necesitados, y es al que
más explotan. Porque nadie presta atención a retroalimentación negativa de
subsidiar con los impuestos sobre los que trabajan, la falta de trabajo, el
sostenimiento en el tiempo de esta política implica una sustentabilidad nula o
inversa, entonces la inflación la siguen pagando los trabajadores.
Antes eran los precios cuidados y la negación del INDEC,
ahora es la baja de impuestos a los pobres, y la liberación del dólar, más
seguimos subyugados por el mismo amo.
muchos de aquellos acueductos se construyeron tan, pero tan bien, que aún hoy siguen en pie |
La panacea se traslada de acuerdo al grito del esclavo, está
en los amos saber escuchar, como pasó hace ya dos mil años y aún seguimos
cometiendo el mismo error, los técnicos romanos no pudieron salvar el ocaso del
imperio, ¿cómo es posible? Que los romanos inventores de los acueductos que,
desarrollados cerca del 312 a.C., fueron un verdadero baluarte para el
surgimiento de grandes ciudades del imperio, no hayan acudido a esa inventiva
para prever el instinto de la masa crítica y sobrepasar su desaparición.
Hoy los grandes empresarios se solidarizan con el gobierno no
aumentando los precios, y sin embargo aumentan los impuestos internos de sus
dependientes pymes, no así a los mayoristas, para trasladar el pago de una deflación
un escalón más arriba en las clases, sin que sea percibido, ahora vendrá un
periodo de sumisión y silencio, porque el jubilado podrá gastar más y eso
pondrá un poco de anestesia a los reclamos, al ingresar dinero para consumo al
mercado, pero no nos engañemos, sabemos crear acueductos, no habrá ocaso de
imperio, y seguiremos inconscientemente pagando.
Tenemos que aprender a construir el futuro desde el
conocimiento del pasado: Prognosis, analizar todo los que nos proponen y
desenmascarar las necedades de muchos ignorantes que nos representaron por
nuestra propia elección, sus expresiones los delatan, como, por ejemplo: “Estamos
ante un verdadero Caballo de Troya. Pero adentro no vienen ni Aquiles ni
Ulises.” CFK 09/06/2016 (Aquiles ya estaba muerto cuando construyeron el
caballo)
un pequeño detalle que implica desconocimiento de la historia junto a una total
falta de concepto, y una soberbia desprejuiciada, que se lo puede tomar como
una manipulación social de un agente del imperio, o una soltura despojada de vergüenza
por la ignorancia, en cualquiera de los casos partiendo desde este punto,
cualquier análisis que haga, esta persona, es carente de sustento propio.
Por
lo tanto, debemos conformar nuestras ideas, de acuerdos sociales, (políticas)
con la base de conocimientos universitarios, institucionales y técnicos que hoy
se encuentran desconectados, esforcémonos en la humildad de reconocer la
separación de disciplinas para unirlas o estaremos preguntando: ¿la azul o la
roja?
Cristina y la ley
jubilatoria: “Es la destrucción del Sistema Previsional”
La ex
presidenta publicó un escrito en su Facebook donde califica la medida como
"un verdadero Caballo de Troya".
La ex presidenta Cristina
Fernández de Kirchner publicó en su cuenta de Facebook una carta en la
que se refiere al proyecto de ley denominado “Programa nacional de
reparación histórica para jubilados y pensionados”. La ex jefa de Estado
calificó la medida como un “verdadero Caballo de Troya” que derivará
en la “destrucción del Sistema Previsional Argentino (SIPA)”.
Bajo el
título “Para que nunca más digas que no sabías. Y que tampoco nadie te lo
diga a vos“, la ex mandataria hizo público un escrito en el que le
responde a una carta del ex director de YPF y ex viceministro de Economía,
Emmanuel Álvarez Agis, que adjuntó a su publicación.
La carta
completa:
“Hace
unos días recibí correo de Emmanuel Álvarez Agis, alertándome acerca de las
implicancias y sobre todo de las consecuencias del proyecto de ley
auto-denominado “Programa nacional de reparación histórica para jubilados y
pensionados” que el PEN enviara al Parlamento.
El mail
no hizo más que confirmar mis peores temores. Estamos ante un verdadero Caballo
de Troya. Pero adentro no vienen ni Aquiles ni Ulises. Por el contrario, este
auténtico presente griego trae: el “huevo de la serpiente” para la destrucción
del Sistema Previsional Argentino (SIPA), la inequidad tributaria al eliminar
impuestos progresivos (bienes personales y renta financiera) para los que más
tienen, la ilegalidad al excluir del blanqueo a los familiares de los
funcionarios políticos (que son Personas Expuestas Políticamente-PEP de acuerdo
a la legislación Nacional y Global, la opacidad de excluir también a los otros
poderes del Estado, (Jueces y Legisladores) tanto a nivel Nacional como
Provincial y Municipal, la inconstitucionalidad de la mordaza impuesta a
terceros o periodistas, que piensen en desatar los nudos de los Panamá Papers.
Y por si
todo lo anterior fuera poco, la burla de establecer una quita de entre el 30 %
y el 60 % para los jubilados que tienen juicio contra la ANSES.
Emmanuel
en su correo lo compara: “es algo así como la quita que nosotros le hicimos a
los buitres, pero en este caso, increíblemente, Cambiemos se lo aplica a los
jubilados” (sic). Cambiemos, claro, es el actual Gobierno. Eso lo digo yo.
Debo confesar que, como ex legisladora, y ante una rápida lectura del proyecto, lo que más llamó mi atención fue la mezcolanza de temas: blanqueo, jubilados, juicios, cambios de índices de actualización y edades del SIPA, venta de acciones del FGS, derogación de impuestos progresivos, acuerdos fiscales con las provincias, etc.
Debo confesar que, como ex legisladora, y ante una rápida lectura del proyecto, lo que más llamó mi atención fue la mezcolanza de temas: blanqueo, jubilados, juicios, cambios de índices de actualización y edades del SIPA, venta de acciones del FGS, derogación de impuestos progresivos, acuerdos fiscales con las provincias, etc.
Un
auténtico bodrio legislativo. Por método y por contenido. Poco común. Tal vez
solo comparable, en mi experiencia como legisladora (1989-2007), con el famoso
proyecto de “super-poderes” para Cavallo, que nos enviara el Gobierno de la
Alianza durante el año 2000. Cualquier coincidencia con la actualidad no es
mera casualidad, sino absoluta causalidad.
A poco de
empezar a leer el correo de Emmanuel, dos imágenes surgieron ante mi con mucha
nitidez:
· Una,
entre política y personal, anida en un pasado no tan lejano: el proyecto de
privatización de YPF enviado al Parlamento con la excusa de pagarle a los
jubilados, y el recuerdo de María, mi suegra, feliz cuando cobró la
actualización de la pensión de Néstor, su esposo fallecido. Y también la de mi
mamá cuando cobro la pensión de mi papá. La alegría les duró muy poco.
Después de eso, ningún Gobierno les aumentó nada. Es más, cuando llegó el Gobierno de la Alianza, que también venía a cambiar todo (aunque no eran tan alegres) les descontó el 13 % a todos los jubilados y pensionados. Muchos de los funcionarios del actual Gobierno formaban parte de aquel elenco.
Después de eso, ningún Gobierno les aumentó nada. Es más, cuando llegó el Gobierno de la Alianza, que también venía a cambiar todo (aunque no eran tan alegres) les descontó el 13 % a todos los jubilados y pensionados. Muchos de los funcionarios del actual Gobierno formaban parte de aquel elenco.
El
descuento del 13 % fue devuelto (una reparación verdadera) por nuestro
Gobierno, no solo a los jubilados sino a todos los empleados públicos.
· La otra
imagen es la mía y la del empresario ítalo-argentino Paolo Rocca, titular del
Grupo Techint, reunidos en Olivos, durante mi segunda Presidencia. El señor
Rocca, como en otras oportunidades, había solicitado verme. Y como en tantas
otras lo recibí, en esa oportunidad en la Quinta Presidencial. El motivo de su
visita, uno solo: quería recomprar el 26 % de las acciones de SIDERAR, una de
las empresas del Grupo, que son propiedad del FGS de la ANSES. La suma que
ofrecía era de 600 millones de dólares.
Estábamos
él y yo solos en Jefatura de Gabinete, lo recuerdo muy bien. Una digresión, si
se me permite: es muy curioso que reuniones que tuvieron lugar en Olivos con
gente que sí conozco, nunca merecieran una sola letra de molde. En cambio, se
difunden decenas de publicaciones orales, escritas y televisivas sobre
reuniones que nunca tuve con gente que ni siquiera conozco. Delicias del
“periodismo de investigación” vernáculo.
¿Que cuál
fue el resultado de la reunión? A los hechos me remito: las acciones de SIDERAR
siguen formando parte del FGS.
Siempre he sostenido, en privado y en público, que mientras fuera Presidenta no se iba a vender una sola acción que formara parte del FGS. No sólo por considerarlo vital para la sustentabilidad del sistema jubilatorio, sino también para la actividad macroeconómica del país.
Siempre he sostenido, en privado y en público, que mientras fuera Presidenta no se iba a vender una sola acción que formara parte del FGS. No sólo por considerarlo vital para la sustentabilidad del sistema jubilatorio, sino también para la actividad macroeconómica del país.
Los
resultados de los balances de las empresas privadas que integran el FGS
demuestran que tenia razón. Pero no quiero apartarme de la cuestión central: el
excelente informe de Emmanuel Álvarez Agis.
De
imperdible, y casi obligatoria lectura, para todos: trabajadores, jubilados,
profesionales, estudiantes, amas de casa, comerciantes, empresarios,
científicos y por qué no dirigentes políticos. Les permitirá comprender la
magnitud de lo que se está discutiendo en el Congreso y sus consecuencias, no
solo en el ya y ahora, sino también en el devenir inmediato.
No es una
actitud autoritaria, es simplemente para evitar “futuros” sorprendidos,
engañados, decepcionados o enojados, que con los del presente ya sobran.
Finalmente,
Emmanuel sostiene, con convicción, que nuestro proyecto no puede contribuir a
la quiebra del sistema previsional, eliminar impuestos a los que más tienen y
mucho menos ser cómplice de la impunidad de los Panamá Papers o las 4.040
cuentas del HSBC. Tiene razón Emmanuel. Pero quiero decirle, como les dije en
el mes de abril de este año a los legisladores y legisladoras nacionales (que
llegaron a sus bancas en las boletas del Frente para la Victoria), que no voy a
decirle a ninguno de ellos, ni tampoco de ellas, cómo tienen que votar. Son
todos mayores de edad. Y algunos y algunas, legisladores desde los años 90,
cuando quien suscribe votaba en soledad casi absoluta en los entonces bloques
oficialistas.
Sé que
para algunos las presiones de todo tipo, aún las de dudosa legalidad, les
resultan insoportables. Creen, sinceramente, que su futuro político se juega en
el resultado de una votación. O en el recinto del Parlamento. O ante las
cámaras de televisión. O en las páginas de los diarios. O que depende de algún
juez de turno.
Podría
contarles que las cosas no son siempre así. Que podés votar sola y hasta ser
expulsada de tu bloque (como me pasó en 1997 cuando era Senadora nacional,
algún legislador actual se debe acordar) y ser, no sólo la primera mujer
Presidenta de la Nación, sino además ser reelecta por la mayor cantidad de
votos de la historia, a excepción, por supuesto, (y como corresponde) de Juan
Domingo Perón.
Para
otros que votaron cualquier cosa durante los años 90 o los del Gobierno de la
Alianza y después formaron parte de nuestros Gobiernos, y siguen creyendo que
se puede volver a votar cualquier cosa ahora también, deberían comprender que
lo que venga después nunca va ser igual.
La
interpelación que, desde la convicción y la razón, formula Emmanuel Álvarez
Agis, 35 años, Vice-Ministro de Economía durante mi segunda Presidencia, la
llevarán adelante muchos más de los que pueden entrar en el recinto de un
Parlamento, y que además nunca se sentaron ni se sentarán jamás en una de sus
bancas.
P.D.: el
hecho de que Emmanuel se dirija a mí como Presidenta es costumbre. Toda mi vida
me dirigí al Dr. Alfonsín como Presidente, aún cuando ambos éramos senadores.
La presente aclaración tiene por objeto ahorrar comentarios mediocres en épocas
donde abundan. Gracias”.
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