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miércoles, 29 de mayo de 2024

Emitir 35 billones de pesos

deuda en letras del tesoro

El banco central desaparece y se convierte en el banco argentino de la deuda 

Después de la corrida cambiaria, Caputo sube tasas para colocar bonos cortos por más de $ 3,5 billones

  • El salto del dólar encendió una alarma en Economía
  • Y pusieron un piso superior a lo que ofrece el mercado
  • Buscan absorber los fondos de los bancos en pases

El ministro de Economía Luis Caputo en el 41 congreso anual IAEF. Fotos: Emmanuel Fernández.

Juan Manuel Barca 29/05/2024

El Gobierno tomó nota de la corrida cambiaria de la semana pasada y adoptó varias medidas en las últimas horas. La primera fue la suba de tasas en los títulos cortos del Tesoro y la segunda la ampliación de la emisión de letras en $ 35 billones con vencimiento en 2024. Con esas herramientas, el Ministerio de Economía intentará colocar este miércoles al menos $ 3,5 billones de deuda en pesos y captar fondos del desarme de los pases del Banco Central.

La secretaría de Finanzas ofrecerá $ 1,5 billones de la Lecap con vencimiento en junio con una tasa mínima del 4,2%, $ 1 billón hasta julio y el mismo monto hasta agosto. "Esta tasa se ubica por encima de las TEM (tasa efectiva mensual) de la curva del cierre ayer (terminaron en el rango de 3,5%/3,9%) por lo que sería lógico que este instrumento vuelva a captar la atención de los bancos", señaló un informe de PPI.

El equipo de Luis Caputo se vio sorprendido la semana pasada por la disparada de los dólares paralelos, que llevaron las cotizaciones en torno a los $ 1.270 y la brecha cambiaria al 40%. El salto, que en los días siguientes se moderó con la aparente ayuda de "manos amigas", se produjo después de que el Banco Central se "pasara de rosca" con la baja de tasas en los pases que ofrece a los bancos, en medio de un menor ingreso de dólares de la cosecha.

"Claramente, no quieren bajar la tasas del Banco Central, sino que la baje el mercado. Ahí, encontraron un límite a la baja de tasas, se les despertó de nuevo el CCL y el MEP, entonces el Central no va a bajar más las tasas. Están más prudentes prudentes después de la semana pasada, si bien dijeron que no les preocupaba, salen a pagar una tasa en la curva corta bastante más alta que en el mercado secundario", explicó Gabriel Caamaño, director de Outlier.

Ese cambio de escenario plantea desafíos a la estrategia oficial de traspasar deuda del Banco Central (pases) a deuda del Tesoro mediante el ofrecimiento de mayores rendimientos en títulos con plazos de entre 15 y 75 días por parte de Economía. Ya el exministro Martín Guzmán intentó algo similar hasta que el rescate masivo de bonos CER terminó con su renuncia y dio origen a la creación de los puts, una suerte de seguros de liquidez para los bancos.

Ahora, la intención de Caputo es que el BCRA deje de emitir puts y bids, instrumentos en la mira de Javier Milei después del uso irregular que le dieron algunos bancos. Y, a la vez, el Tesoro busca absorber los pesos en pasivos remunerados del BCRA. El Gobierno redujo esa cuenta de $ 44 billones a $ 26 billones. La contracara fue un mayor endeudamiento del fisco, lo que deberá ser cubierto con mayores impuestos o menores gastos, pese al ajuste en curso.

A pesar de que los bancos privados habían comenzado a reducir su stock de pases, recuperaron en estos días casi $ 3,5 billones para totalizar un stock cercano a los $8,5 billones. "Esto nos daría a entender que existirá un volumen suficiente para hacer frente a la demanda de $3,5 billones de la licitación de mañana tan solo considerando el potencial desarme de pases", estimó Aurum, la consultora que dirige Pablo Repetto.

El resto de los pases, el 67% del stock, quedó en manos de bancos públicos tras la última subasta del Tesoro. "Es relevante aclarar que la deuda no desaparece (mirando el sector público consolidado), sino cambia de manos del BCRA al Tesoro", advirtió PPI en un informe donde se estima que la deuda del Tesoro en pesos alcanza el 44,7% del PBI, de los cuales 17,9 puntos porcentuales estarían en manos del sector privado.

https://www.clarin.com/economia/despues-corrida-cambiaria-caputo-sube-tasas-colocar-bonos-cortos-35-billones_0_quaZlWtht8.html

Decreto 459/2024

DNU-2024-459-APN-PTE - Disposiciones.

Ciudad de Buenos Aires, 24/05/2024

VISTO el Expediente N° EX-2024-51238784-APN-DGDA#MEC, la Ley N° 27.701 de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio 2023, vigente conforme el artículo 27 de la Ley de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional N° 24.156 y sus modificatorias, en los términos del Decreto N° 88 del 26 de diciembre de 2023, y el Decreto N° 280 del 26 de marzo de 2024, y

CONSIDERANDO:

Que por el artículo 38 de la Ley N° 27.701, vigente conforme el artículo 27 de la Ley de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional N° 24.156 y sus modificatorias, en los términos del Decreto N° 88/23, con la ampliación dispuesta por el artículo 8º del Decreto N° 280/24, se autorizó al Órgano Responsable de la Coordinación de los Sistemas de Administración Financiera a emitir Letras del Tesoro, hasta el monto allí determinado, para dar cumplimiento a las operaciones previstas en el programa financiero, las que deben ser reembolsadas en el mismo ejercicio financiero en que se emitan.

Que en el marco de una estrategia de reducción de emisión monetaria vía rotación de Pases a Letras del Tesoro, resulta necesario realizar una adecuación del monto determinado en la normativa citada en el considerando precedente.

Que la naturaleza excepcional de la situación planteada hace imposible seguir los trámites ordinarios previstos en la CONSTITUCIÓN NACIONAL para la sanción de las leyes.

Que la Ley N° 26.122 regula el trámite y los alcances de la intervención del H. CONGRESO DE LA NACIÓN respecto de los Decretos de Necesidad y Urgencia dictados por el PODER EJECUTIVO NACIONAL, en virtud de lo dispuesto en el artículo 99, inciso 3 de la CONSTITUCIÓN NACIONAL.

Que la citada ley determina que la COMISIÓN BICAMERAL PERMANENTE debe expedirse acerca de la validez o invalidez de los Decretos de Necesidad y Urgencia y elevar los respectivos dictámenes al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento, en el plazo de DIEZ (10) días hábiles.

Que el artículo 22 de la Ley N° 26.122 dispone que las Cámaras se pronuncien mediante sendas resoluciones y que el rechazo o aprobación de los decretos deberá ser expreso conforme lo establecido en el artículo 82 de la CONSTITUCIÓN NACIONAL.

Que ha tomado intervención el servicio jurídico competente.

Que la presente medida se dicta en uso de las atribuciones conferidas por el artículo 99, incisos 1 y 3 de la CONSTITUCIÓN NACIONAL.

Por ello,

EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN ARGENTINA EN ACUERDO GENERAL DE MINISTROS

DECRETA:

ARTÍCULO 1°.- Amplíase en la suma de VALOR NOMINAL PESOS TREINTA Y CINCO BILLONES (V.N. $35.000.000.000.000), o su equivalente en otras monedas, la autorización para emitir Letras del Tesoro reembolsables durante el Ejercicio 2024, prevista en el artículo 38 de la Ley N° 27.701 de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio 2023, vigente conforme el artículo 27 de la Ley de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional N° 24.156 y sus modificatorias, en los términos del Decreto N° 88/23, con la ampliación dispuesta por el artículo 8º del Decreto N° 280/24.

ARTÍCULO 2°.- Autorízase al Órgano Responsable de la Coordinación de los Sistemas de Administración Financiera a emitir Instrumentos de Deuda Pública hasta alcanzar un importe máximo en circulación de VALOR NOMINAL PESOS TREINTA BILLONES (V.N. $30.000.000.000.000), para afrontar las emisiones por renovación de vencimientos que se produzcan durante el final del Ejercicio 2024 y cuyo vencimiento supere el ejercicio fiscal corriente y sea menor a los NOVENTA (90) días, de acuerdo con las condiciones financieras que el citado Órgano determine.

ARTÍCULO 3°.- La presente medida entrará en vigencia a partir del día de su publicación en el BOLETÍN OFICIAL.

ARTÍCULO 4°.- Dese cuenta a la COMISIÓN BICAMERAL PERMANENTE del H. CONGRESO DE LA NACIÓN.

ARTÍCULO 5°.- Comuníquese, publíquese, dese a la DIRECCIÓN NACIONAL DEL REGISTRO OFICIAL y archívese.

MILEI - Nicolás Posse - Guillermo Francos - Diana Mondino - Luis Petri - Luis Andres Caputo - Mariano Cúneo Libarona - Patricia Bullrich - Mario Antonio Russo - Sandra Pettovello

e. 27/05/2024 N° 32900/24 v. 27/05/2024

Fecha de publicación 27/05/2024

https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/308175/20240527

 

Que es la usura.-

Ciclo de charlas informales con el Licenciado en Finanzas publicas Héctor Giuliano.
Episodio 12.-
La usura. Criticas y condena de la iglesia

martes, 28 de mayo de 2024

Liniers fusilado por defender la soberanía

 

Fusilamiento de Liniers

Cisneros había llegado a Buenos Aires con instrucciones de invitar, muy diplomáticamente, para que Liniers regresase a España. Los buhoneros manilargos del puerto se habían dado cuenta que nada se podría hacer, de lo que después se hizo (más de 40 firmas inglesas operando en Buenos Aires y con casas matrices en Londres), con un Liniers en la ciudad. Entonces presionaron sobre los de Cádiz, lupanar de la masonería, para que éstos, a su vez, lo hiciesen sobre la Junta (que les debía plata a todos), designando como Virrey a un hombre “educado y culto” (como querría después Rivadavia) que, a su vez, tendría la misión de sacarse de encima a Liniers, dejándole el campo orégano al hatajo. Es la versión remozada y rioplatense del cuento de Alí Babá y los cuarenta ladrones (aunque aquí eran mucho más de cuarenta por el proceso inflacionario).

Con la misma ternura diplomática con que le pidieron que se vaya, don Santiago, que ya había cumplido sus 57 años, les pidió para quedarse. Una contrariedad en los planes de la gavilla. Entonces Cisneros le hace jurar a Liniers la promesa de no inmiscuirse en los asuntos públicos, y lo obliga a retirarse a un lugar distante del epicentro de los negocios: Buenos Aires. Digamos que una cosa por otra: en lugar de desterrarlo lo internaron, como se decía en aquellas épocas. Pero con el mismo efecto: mantenerlo alejado “del progreso”. Aunque con un poco de suerte, se podría morir en el olvido.

Este juramento del Héroe de la Defensa y Reconquista, con treinta años de nobles servicios a España sin interrupciones, es de donde se han prendido los historiadores del Régimen Perverso con sus ataques de moralina, para decir que Liniers recibió lo que se merecía por quebrantar un juramento. Y, ¿qué validez tiene un juramento hecho ante esta versión remozada de Pilatos? La misma validez que tiene la palabra devaluada del canalla que lo pide.

Liniers se trasladó a Córdoba donde compró una finca cercana a la localidad de Alta Gracia. Los sucesos ocurridos en Buenos Aires el viernes 25 de mayo (fruto de la tenida del 24 a la noche), llegaron a Córdoba el lunes 4 de junio. Entonces el Gobernador Intendente, Capitán de Navío Gutiérrez de la Concha, quien fuera jefe de le escuadrilla que transportó desde Colonia hasta el Arroyo Las Conchas al ejército de Liniers para la Reconquista, se declara opositor al pronunciamiento de Buenos Aires y arrastró tras de sí al Cabildo de Córdoba, creándose el 6 de junio, ante la emergencia, una Junta Consultiva.

Para constituir esta Junta, Gutiérrez de la Concha le pide a Liniers que se sume, como ciudadano respetable y persona de honda raigambre popular, junto con el Obispo Orellana, el oidor Victoriano Rodríguez, el deán de la Catedral, Gregorio Funes y el tesorero de la hacienda pública, señor Moreno.

Hasta aquí, aunque a los tumbos, estoy conteste con los historiadores vernáculos, tanto del Régimen como no pocos militantes del revisionismo histórico. Porque a partir de esta situación cada uno de éstos va dando su versión: que Liniers fue un traidor; otros que un líder desertor; que cometió muchos errores; que no escuchó las súplicas que le hicieran por carta Saavedra y Belgrano, e incluso su suegro Martín de Sarratea; que quiso reivindicarse ante la opinión pública de aquel incidente con el enviado de Napoleón, el Marqués de Sassenay (10 de agosto de 1808); que era un agente napoleónico en Buenos Aires y, otros muchos, que Liniers fue una mezcla de todo esto.

Confieso humildemente al lector que yo también me tragué estos sapos. Algunos crudos y otros vuelta y vuelta en la sartén con ajo y cebollas. Porque si esto escriben nuestros historiadores, cuya mayoría escribe para facturar, seguramente no es cierto o por lo menos es motivo de revisión o de crítica histórica, si prefiere el lector.

Liniers no fue un traidor, porque nunca comulgó con otra ideología que no sea su lealtad a la Corona Española por la que terminó dando la vida; consecuentemente tampoco fue desertor porque nunca estuvo adscrito a los complotados que había producido el 25 de mayo; el único error cometido por Liniers fue el de dormir con el enemigo: creerse que Cisneros era un virrey y no el cabecilla de un grupo de quincalleros asociado a los ingleses; de las súplicas que le hiciera Belgrano mejor no hablar: don Manuel (¡Oh, cuántas tiene en el debe el bueno de don Manuel!), ya había hecho los borradores extremistas que servirían de base para que el terrorista Mariano Moreno hiciese el Plano de Operaciones (dado como secreto el 30 de agosto, según la copia en mi poder); las actitudes de Liniers, respecto al Marqués de Sassenay, fueron suficientemente claras, y la prisión que sufrió el enviado de Napoleón a manos de Elío fue injusta, prueba de ello es que al ser remitido a Cádiz fue puesto de inmediato en libertad en aquella ciudad y a Liniers jamás se lo molestó para preguntarle nada; etc.

Ahora bien: ¿por qué Liniers –se preguntará el lector-, se opone a la Junta de Buenos Aires, acompañado de insignes patriotas y leales servidores públicos, cuando le hubiese sido más fácil aceptar el hecho consumado? Simplemente porque Liniers, como antiguo vecino de la ciudad, aparte de haber sido su Virrey, conocía perfectamente a cada uno de los integrantes de aquella Junta, lo que ellos representaban y quiénes movían los hilos de estas marionetas. Aquellos no representaban, precisamente, los intereses del pueblo, del rey ni de su virreinato. Y si no me creen vean lo que sigue:

Miguel Azcuénaga, militar, masón recalcitrante de los tiempos de Cabello y Meza, relacionado con las familias más ricas de Buenos Aires en los inicios del siglo, terrateniente y comerciante, fue el garante ante la burguesía porteña y los intereses de la Incalaperra, de las finanzas de la Junta de Gobierno.

Manuel Alberti, sacerdote, masón, con rico patrimonio personal, parte heredado de sus padres y parte de lo que él había hecho con sus negocios clandestinos; intervino en las reuniones conspirativas en la casa de Nicolás Rodríguez Peña (espía, masón, asalariado de Su Majestad Británica hasta su muerte); ingresó a la Junta como representante del clero criollo y como defensor de los bienes eclesiásticos (y de los suyos desde luego).

Domingo Matheu, comerciante catalán afincado en Buenos Aires, con conexiones internacionales en Europa y, particularmente en Cádiz, sostenedor de las ideas del libre comercio (recargando con un 300% las bagatelas inglesas), fue como tal el representante de los comerciantes de Buenos Aires (los que, mayoritariamente, eran ladrones y contrabandistas). Fue el garante ante la Junta de los comerciantes de la plaza de Cádiz (uno de los vértices del triángulo).

Juan Larrea, catalán como el anterior, comerciante de los llamados frutos del país y también armador, estaba seriamente comprometido con los grupos ingleses a los que siempre fue obediente. Es considerado como el banquero de la Junta de Mayo.

Juan José Paso, abogado, amigo íntimo de Moreno, vinculado a los intereses ingleses en el Río de la Plata. Este personaje es todo un misterio: ¡permaneció en el gobierno desde mayo de 1810 hasta la llegada de Rosas que lo echó! Poco o nada se sabe de su vida porque todos sus papeles públicos y privados han desaparecido cuidadosamente. Pero en verdad: no se sabe por qué fue incluido en la Junta, quedando solamente en pie sus vinculaciones con los comerciantes británicos.

Mariano Moreno, abogado (el ausente durante las invasiones inglesas y el mudo del Cabildo del 22 de Mayo), representó a los intereses ingleses, con la habilidad de presentarlos como españoles. Carlos Roberts lo llama excelente abogado del comercio inglés y abogado de última hora. El acercamiento ideológico con Castelli (primo de Belgrano), proviene de que ambos eran abogados de los ingleses en el Río de la Plata. Moreno se destacó en la ignominia que se llamó Representación de los Hacendados (en 1809, con patrocinio del Virrey Cisneros donde hizo el papel de chancho rengo), y Castelli en varias defensas de comerciantes ingleses sorprendidos en el delito de contrabando o en el quebrantamiento de leyes consagradas. Cuando Moreno envía a Castelli al norte como comisario político, se quedó con el partido de él en Buenos Aires, y lo superó en los planteos de libre comercio a favor de los buques de bandera inglesa.

Manuel Belgrano, abogado y economista aficionado, con amplias y fuertes vinculaciones con comerciantes del Paraguay y ganaderos del Uruguay. Esta es la causa de la aparición, de la noche a la mañana, del Belgrano militar en la campaña al Paraguay y su posterior traslado a la Banda Oriental, cuando en realidad se había destacado como abogado y economista. Se sabe que Belgrano redactó la introducción y confeccionó el boceto del Plano de Operaciones citado más arriba. Moreno al componerlo, respetó la introducción belgraniana y, en línea generales, su proyecto, aderezándolo luego con sus crueldades propias de Caracalla. Pero don Manuel conoció el documento: a esto no hay quien lo niegue, como se sabe que no abrió la boca para oponerse ante semejantes barbaridades. El documento, encontrado por casualidad en Sevilla por don Eduardo Madero a fines del Siglo XIX, está redactado en tono canallesco, subversivo y terrorista: después me vienen a hablar del Proceso de Reorganización Nacional que es un bebé de pecho al lado de don Mariano y de don Manuel, ¡que son próceres indiscutidos!

Dios Santísimo: ¿para qué me haces conocer estas cosas? ¿Acaso yo no sería más feliz de otra forma? Pero: hágase Tu Voluntad y no la mía. Prosigo entonces.

Llegado a esta altura, le pregunto al lector: ¿y usted que hubiese hecho? ¿Tal vez adherirse a esta Junta, o haría lo que hizo Liniers, después Artigas y finalmente Alzaga? Diga usted. Porque después de todo lo que hizo el Cabildo de Buenos Aires fue tomar la decisión de crear una Junta municipal de gobierno. Le correspondía luego invitar a las demás provincias hermanas a un congreso revolucionario para lo cual, cada una de ellas, debía dar, como requisito previo, un golpe político como el de Buenos Aires. De esta manera la Primera Junta hubiese sido nada más que una promotora de la revolución nacional. Esta actitud de Buenos Aires de arrasar con las autonomías provinciales y municipales se repetiría constantemente, se reflejaría en la Constitución Nacional y se puede ver hoy en día, donde los Gobernadores, pero fundamentalmente los Intendentes Municipales (donde reside la auténtica soberanía popular), son felpudos del gobierno central.

Desbandada la tropa de Liniers y Gutiérrez de la Concha al primer amague, siguieron los dos fugitivos con sus amigos, sin una escolta que les brinde protección, y se refugian en Villa del Chañar, a unas 50 leguas de Córdoba. Allí los alcanza y detiene el Capitán José María Urien, que los venía rastreando, quien comete la arbitrariedad de tratarlos con todas las brutalidades que uno se puede imaginar, incluidos los azotes. La Pasión de don Santiago de Liniers había comenzado en manos de los esbirros del Robespierre porteño, Mariano Moreno: el que en la noche del 25 de Mayo lloraba sentado en las escaleras del Cabildo por las represalias que habría de tomar el rey contra ellos a su regreso “por majaderos”. Esta es la verdadera causa de su misterioso viaje a Inglaterra que dijeron lo hacía en misión diplomática: le aterrorizaba la idea del regreso del rey. En verdad fue un exilio disfrazado con misterios, como su muerte que resultó de un fecaloma: hacía una semana que no iba de vientre y el capitán inglés le suministró un purgante fenomenal. Una hora después estaba con una peritonitis y se fue por la avenida ancha sin semáforos. Pero volvió reencarnado en los periodistas que tenemos que lo han tomado por apóstol.

Detenidos los cabecillas del desacato, debería corresponderse con el final de este triste capítulo de nuestra historia. Pero no fue así, porque es realmente aquí donde comenzó. Porque, ¿qué hacer con Liniers, el Gobernador Gutiérrez y el manojo de amigos encadenados? A Córdoba no los podían regresar, porque muchos de los soldados patricios que formaban los regimientos a las órdenes del Coronel José Antonio González Balcarce admiraban y amaban a Liniers y a Gutiérrez por haber luchado codo a codo con ellos en las jornadas de 1806 y 1807. Algo parecido ocurriría con la población civil, memoriosa del trato paternal y deferente de Liniers durante su virreinato.

Entonces, ¿qué tenemos por aquí? Tenemos un problema insoluble a nivel de dirigentes. El mismo problema que se les repetiría con Artigas, Alzaga, Dorrego, don Juan Manuel y, si el lector quiere, el de Perón: su inmensa popularidad. ¿Qué hacer con un tipo que supuestamente hace lo que no debe hacer y sin embargo goza de abrumadora popularidad? La respuesta no está en los manuales liberales, ni en las películas de Hollywood de yanquilandia, donde el derrocado es un tiranuelo de cuarta. ¿Qué hay que hacer con un tipo en cuya contra se han ensayado todas las argucias y todas ellas, de a una, han ido fallado? A este tipo hay que matarlo, porque la popularidad para los liberales es un bien peligrosísimo. A Liniers y Dorrego, El Coronel Arrabalero, les costó la vida. El Restaurador se les escapó con un hilo de la pata. Y Perón se salvó de milagro, si se tienen en cuenta desde bombardeos hasta una docena de atentados, comenzando por el de Villa Rica en Paraguay.

En verdad la Junta municipal de Buenos Aires, vulgo llamada Primera Junta, ha pensado en el destierro, medida que se le aplicó al compinche Cisneros con todo éxito, pero que con don Santiago sería un fracaso. Alguien ha madurado en hacerlo desaparecer, pero es imposible porque ya todo el mundo sabe que está en manos de sus captores. Reverdece entonces la idea de asesinarlo, pero cómo. Envenenarlo sería muy evidente. A un iluminado de la caterva se le ocurre simular un malón de indios que atacarían la caravana y lo asesinarían sin misericordia. En los alrededores de Buenos Aires hay muchos indígenas que por una damajuana de aguardiente serían capaces de despellejar a su madre. Pero ocurre que a ¡don Santiago de Liniers también lo quieren los indios porque ha sido muy compasivo con ellos! Entonces, si una salida “culta y educada”, resuelven matarlo ellos mismos. Fusilando de esta manera se cargarían de poder coercitivo, desalentando resistencias latentes: digamos que a lo Valle, Cogorno e Ibazeta el 9 de junio de 1956.

Llega a Córdoba el decreto para la ejecución. La población recibe la noticia con claras muestras de disgusto. El Coronel Balcarce y el gobernador interino nombrado por la Junta, que fue Juan Martín de Pueyrredón, se enteran que el Regimiento de Patricios, alojado en la casa de Ejercicios Espirituales, se está por sublevar para rescatar a Liniers. Les cierran todas las puertas y les colocan tres regimientos a su alrededor para que nadie salga ni entre. Unas 100 religiosas y religiosos que allí prestan servicios padecen la cuarentena, aunque son completamente inocentes: es la primera herejía de las muchas que luego harían en el Alto Perú contra la Santa Religión. Ortiz de Ocampo hace como Pilatos: se lava las manos y decide remitir al prisionero a Buenos Aires. En realidad le tiene miedo a la pueblada y algunos regimientos que no le han querido rendir honores.

La Junta se entera de esto y resuelve que Liniers no debe entrar en Buenos Aires. Para ello acuerdan que Castelli y French, con algunos efectivos del Regimiento Estrella, salgan al encuentro de la columna y fusilen a Liniers donde lo encuentren. Sin embargo aparecen otros problemas, aparte del cáncer de lengua que lo tiene mal a Castelli, los soldados del Estrella ponen las cosas en claro: ellos acompañan pero no fusilarán a Liniers. Los comisionados alcanzan la columna que viene de Córdoba en Cabeza de Tigre, una posta a la altura de Cruz Alta. Allí los espera otro frentazo: los soldados de la escolta que traía a Liniers, también se niegan a fusilarlo. ¡Estos negros de mierda, siempre creando problemas! No, si es como decía Sarmiento: es una raza maldita. Porque no habían nacido debajo de una higuera como él.

Pero alguien había sido más previsor que todos estos complotados para asesinar. En Córdoba vivían desde hacía unos dos o tres años un número considerable de soldados ingleses que fueron internados después del escabroso asunto de Luján. Algunos tenían chacra, familia y otros se habían afincado definitivamente. Alguien los habló y ellos aceptaron fusilar gustosamente a Liniers, el autor de su derrota, su prisión, su internación y su vergüenza. Y previendo que pasaría lo que pasó los llevaban a la cola de la columna.

Y así fue como en la mañana del 26 de agosto, el mes de la Gloriosa Reconquista, de 1810, una docena de soldados de su Graciosa Majestad Británica fusilaron a don Santiago de Liniers, cubierto de sangre por los castigos y cinco de sus compañeros todos malheridos. El tiro de gracia se lo dio French, el cartero de Buenos Aires, devenido ahora en Teniente Coronel de la noche a la mañana, el que fuera enlace entre las logias masónicas montadas por Rodríguez Peña y el cura Agüero. En las ropas de Liniers se encontró su despacho como Virrey firmado por el rey, que Castelli ordenó quemar: estaba el papel tinto en sangre.

A esto último lo descubrió el historiador Julio Lafont al que por poco lo matan. Pero jamás pudieron desmentirlo, hasta el día de hoy porque está muy bien documentado. Al resto, que no es de Lafont, los invito a los historiadores a que me desmientan. Pero, ¡cuidado!, porque a lo mejor no me callo de cosas que aquí he callado.

AUTOR:

Dr. Julio C. González fue profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires desde 1965 hasta el 24 de Marzo de 1976, es profesor de Estructura Económica Argentina en al Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora desde 1989. Durante el gobierno constitucional del 25 de Mayo de 1973 al 24 de Marzo de 1976 fue, entre otros cargos, director de Asuntos Jurídicos de la presidencia de la Nación y luego secretario técnico.

 

http://unidosxperon.blogspot.com.ar/2013/05/25-de-mayo-de-1810-dia-de-la-fundacion.html


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