Por Javier Cornejo
En este
mundo global en su vertiginoso tránsito hacia la mundialización, asistimos a
políticas que trascienden las fronteras de los Estados perforando sus
enclenques soberanías.
Los ejércitos transnacionales ven su "campo orégano" en los países que abdicaron de sus propias fuerzas armadas y se encuentran totalmente vulnerables a cualquier tipo de injerencia y sojuzgamiento, que se ejerce a través de variados instrumentos de dominación. La deuda externa fue privatizada y está en manos de los dueños del dinero de la banca privada internacional. Detrás de los "canjes" y "megacanjes", siempre hay coimas en beneficio de los "funcionarios" que los suscriben. Fondos denominados "buitres", que hoy vemos transformados en "palomas" que nos posibilitan acceder al mercado de capitales. El objetivo es endeudarnos más y más sin ninguna posibilidad de repago.
A ello se agregan las corporaciones privadas de verdaderos ejércitos de mercenarios que controlan el mercado de armas, defendiendo al mejor postor, o, en forma simultánea a distintos bandos contrapuestos, que en definitiva son armados y controlados por el mismo patrón.
De los EEUU surgió la guardia privada que se ramificó mundialmente como la conocida Blackwater o Academy, pero, en la actualidad muy pocos oyeron hablar de la empresa de seguridad más grande del mundo: la canadiense (anglo) GARDA: Garda World Integrity Trust Vigilance Respect.
Es "el ejército de mercenarios más grande del mundo". Su presidente ejecutivo, Stephan Cretier, sostiene: "naturalmente cuando hay disturbios en alguna parte como los que fueron en las elecciones egipcias o problemas en Quebec, o cuando se produce alguna huelga laboral violenta en alguna parte, por lo general es bueno para nuestro negocio".
Actualmente Garda se encuentra a la vanguardia tecnológica de los ejércitos de "clobots", utilizando la nanotecnología en sus componentes operativos de invencible fuerza de choque, asistidos por la última tecnología en drones de conexión satelital.
Creada en 1995 hoy cuenta con 85.000 empleados en todo el mundo.
Tal como lo explicita el jefe de Operaciones de Garda en Libia Andrew Zdunich: "El pequeño ejército de Garda, conformado por exmiembros de ejércitos y en especial de exmiembros de las fuerzas especiales británicas y otros soldados de élite, consiguieron toda una serie de contratos lucrativos en Libia, ofreciendo servicios de seguridad a un amplio número de empresas internacionales del petróleo y a sus proveedores de servicios". Fueron además los primeros mercenarios contratados formalmente por la OTAN.
Así también, de acuerdo a Intelligence On Line, funcionarios de la compañía Garda "pidieron prestado armas del ejército británico para garantizar la seguridad del personal de la UE y del embajador Dominic Asquith en Trípoli". Fluído trámite, ya que en el directorio de Garda figura, como descollante el secretario permanente del Reino Unido en Inteligencia y Seguridad Sir Richard Mottram.
Desde 1990 y producto de la firma de los ignominiosos acuerdos y tratados como consecuencia de la Guerra de Malvinas, firmados por Menem y Cavallo , estamos inmersos en un concluido proceso de destrucción de nuestras Fuerzas Armadas, La privatización de todo lo público fue el robo del control que fuera creado por el esfuerzo común de siglos, para entregárselo a los mismos que generaron nuestra crisis perpetua. Se busca que los argentinos, desengañados, se entreguen mansamente a manos de las grandes corporaciones.
¿Será este el camino de la ley antidisturbios y piquetes del actual gobierno macrista como respuesta a la imposibilidad de cicatrizar la cada día mayor profundización de la fractura social?
¿La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner es pieza funcional a nuestro próximo fraccionamiento geográfico atizando un caos programado?
La respuesta la tienen los "pocos que saben todo en desmedros de los muchos que no sabemos nada".
Las autoridades compran más
equipamiento antidisturbios por temor a levantamientos civiles. EE.UU.:
Publicado:
22 abr 2016
Se espera
que los sistemas de control de disturbios generen ingresos por más 3.500
millones de dólares para finales de 2020, según un informe.
Mario
Anzuoni Reuters
En todo
Estados Unidos los organismos de seguridad han incrementado su compra de
productos para el control de disturbios, ya que temen que levantamientos
civiles al estilo de lo ocurrido en Ferguson se repitan en otras zonas del
país, según revela un nuevo informe.
El
informe, publicado por Sandler Research, señala que la demanda de
aviones no tripulados de vigilancia está impulsando este crecimiento, junto con
un fuerte interés por nuevos sistemas que generan cañones de agua para
"manejar grandes multitudes y manifestaciones" y que están demostrando
ser muy populares, según 'Info
Wars'.
Se espera
que los sistemas de control de disturbios "generen ingresos por más 3.500
millones de dólares para finales de 2020", siendo Norteamérica una de las
principales áreas de crecimiento de este mercado debido a la
"militarización del departamento de Policía y otros organismos encargados
de hacer cumplir la ley" a raíz de los disturbios de 2014 en Ferguson,
Missouri, donde estalló una ola de disturbios tras un caso de brutalidad
policial.
La
adquisición de dispositivos acústicos de largo alcance, porras y vehículos
blindados que se utilizarán para "dispersar, controlar y detener a las
personas involucradas en los disturbios y protestas" también van en
aumento.
"Se
espera que la demanda de estos equipos aumente durante los próximos años",
señala el informe.
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