Británicos sueltan los
"documentos de Panamá" para escalar con cambio de régimen globalmente
y provocar una guerra
El
colaborador nazi de vieja data y secuaz británico, George Soros, en medio de
otra operación que pretende “cambio de régimen”. (CC BY-SA 3.0)
6 de
abril de 2016 — La publicación de miles de documentos de una firma panameña
involucrada desde hace mucho tiempo en formar empresas de fachada para evadir
las élites de todo el mundo con el propósito de evadir el pago de impuestos,
los mentados "Documentos de Panamá", constituye de manera
transparente una operación forjada por los británicos y su títere Obama,
financiada por su favorito lavador de dinero del narcotráfico, George Soros,
con el propósito de extender sus operaciones de "cambio de régimen"
por todo el mundo. Hay varios aspectos de la operación que se deben destacar,
como los siguientes:
* La
empresa panameña la dirige el hijo de un ex oficial nazi de la Waffen SS que se
fue a trabajar para la CIA después de la guerra, y eventualmente fue enviado a
Sudamérica, como ocurrió con miles de nazis bajo los auspicios de la
"línea de ratas" de Allen Dulles, mediante la cual cooptaron a los
nazis que colaboraron con la CIA para "combatir el comunismo";
* El otro
socio fue el ex jefe del partido panameño a cargo de una de las primeras
operaciones de la CIA para "cambio de régimen", que fue el
derrocamiento de Manuel Noriega con la intervención de las fuerzas armadas de
EU. Ese partido además lo dirigía un miembro del movimiento nazi durante
décadas;
* La
publicación sumamente selecta de los documentos tiene el objetivo de orquestar
ataques infundados contra Vladimir Putin y Xi Jinping, como parte de la
escalada de Obama hacia una guerra termonuclear contra Rusia y China.
Lyndon
LaRouche identificó de inmediato la operación como una trampa británica de
Obama, pero advirtió que cualquier intento de lanzar una "revolución de
color" ya sea contra Rusia o China, es un juego de idiotas. La realidad es
que todo el sistema financiero occidental se está desintegrando, mientras que
la enorme mayoría de la población mundial se vuelve hacia China y Rusia,
quienes, entre los dos, ofrecen programas de desarrollo de la infraestructura a
gran escala y la seguridad contra los terroristas creados por Obama y los
británicos en el proceso de "cambio de régimen", con lo cual han
tornado naciones y más naciones en Estados destrozados.
En
Estados Unidos, la organización de LaRouche ha observado un cambio de fase
entre la población, generado en gran parte por la misma organización. La
combinación de la lucha para restaurar la cultura clásica, caracterizado por
los tres conciertos del Coro del Instituto Schiller el Domingo de Pascua, donde
interpretó El Mesías de Handel en la afinación clásica del Do=256 en una bella
iglesia de Brooklyn (ver https://www.youtube.com/watch?v=BycCymMdS54), junto
con la campaña nacional para restaurar a la NASA y el programa espacial,
encabezada por la líder de LaRouche PAC, Kesha Rogers, y la movilización de las
últimas semanas en torno a la conferencia internacional del Instituto Schiller
titulada "Construyendo un Puente Terrestre Mundial: Haciendo realidad la
verdadera humanidad del hombre", que se realizará en Manhattan el 7 de
abril, ha logrado captar a una desmoralizada población estadounidense con un
sentido de optimismo para el futuro, de lo que la gente creativa puede crear.
El tiempo
es breve. Si no se toma este momento de oportunidad para crear un nuevo
paradigma basado en las metas comunes de la humanidad, el resultado será una
nueva guerra global, que puede significar el fin de la civilización que
conocemos. El momento de actuar es ya.
abril 6,
2016
MATERIAL DE APOYO
6 de
abril de 2016 — Con la renuncia del primer ministro de Islandia, Sigmundur
David Gunnlaugsson, el gobierno de Islandia es el primero en caer, en medio de
la ola de histeria orquestada por los medios en torno a los mentados
"documentos de Panamá" que lanzaron sobre el mundo. El lanzamiento de
esos documentos fue muy apropiado: a solo seis semanas antes de la conferencia
internacional en Londres llamada "Cumbre contra la corrupción",
auspiciada por el gobierno británico para el 12 de mayo, con el propósito
declarado de crear una "arquitectura contra la corrupción"
supranacional fortalecida mediante la cual se puedan derrocar los gobiernos
indicados.
De hecho,
una campaña bastante desvergonzada para un imperio que ha funcionado por siglos
en base al principio veneciano de "vicios privados, virtudes
públicas".
El primer
ministro de su majestad, David Cameron, anunció la cumbre contra la corrupción
el 28 de julio de 2015, en un discurso que dio en la Escuela de Política
Pública Lee Kuan Yew de Singapur. Ahí declaró Cameron sin rodeos que la
corrupción de los demás gobiernos provoca la migración y el terrorismo;
que muchos refugiados escapan "desde los Estados africanos corruptos donde
no tienen perspectivas económicas porque todo lo controla una élite
corrupta", y los grupos de Boko Haram, EIIS, Al-Qaeda, y demás, demuestran
"en primer lugar, cómo puede un gobierno opresivo y corrupto echar a su
pueblo en manos de los extremistas".
Cameron
citó al infame colonialista británico de la Universidad de Oxford (y ex asesor
principal de la Comisión sobre África de Tony Blair), Paul Collier, para
proponer que su cumbre anti-corrupción de mayo próximo, genera "un cambio
fundamental en el modo en que la comunidad internacional combate la
pobreza" utilizando la "ayuda internacional" para imponer una
"mejor gobernanza".
Transparencia
Internacional —creada en 1993 bajo la instigación directa del príncipe Felipe—
ha estado dando cuerpo a la agenda de la cumbre de Cameron. El 27 de enero de
2016, la sucursal británica de Transparencia publicó su propuesta para la
cumbre, la cual conciben como una "coalición de los dispuestos".
Dicen ahí que las cumbres contra la corrupción son un fracaso porque se permite
la participación de gobiernos "corruptos en serie", y los dos países
que mencionan por nombre en su propuesta son el de China y el de Arabia Saudita
(como si fueran la misma cosa). Se debe excluir a los "inhibidores en
serie, es decir, los países que utilizan excusas espurias para detener
cualquier avance", y si el protocolo diplomático exige que se les invite,
"es vital que a los bloqueadores no se les permita dictar los terminus del
debate", agrega TI.
Esta
junta de malandros en Londres se supone que acuerde la adopción de medidas
tales como "un regimen de negación de visa de entrada a los sospechosos de
corrupción"; "un regimen de exclusión corporative entre países de
igual mentalidad con el poder de ejecución"; y "proporcionar respaldo
legal a los que viven en el extranjero para desafiar a la corrupción en sus
países".
Sin
embargo, insisten, la clave del éxtio es el empleo de la prensa y de la
"sociedad civil" para movilizar a las víctimas de ese culto a la
estupidez so-capa de "combatir la corrupción" para convertirlos en
turbas jacobinas que puedan tumbar gobiernos. En las palabras de TI: "La
sociedad civil y la prensa libre son dos de los (pocos) mecanismo que pueden
fomentar la transparencia y la responsabilidad, en particular en países que no
son democracias".
Es decir,
"los documentos de Panamá".
Muy acertado como siempre, gracias.
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