Este es D-Wave 2x, el nuevo
ordenador cuántico de la NASA y Google
Por Santiago Campillo el 29 de
septiembre de 2015
El D-Wave
2x es la nueva computadora cuántica que empleará Google junto con la NASA para
investigar los límites de la disciplina que podría revolucionar toda nuestra
tecnología para siempre.
Cuando en
2013 Google abrió las puertas de su nuevo laboratorio de computación cuántica
seguramente no pensaban que las cosas fueran a ir tan rápido. Es decir, seguro
que lo deseaban, pero desde luego no se lo esperarían. Recientemente anunciaban
una nueva adquisición: el D-Wave 2x. Este nuevo
modelo es capaz de doblar el número de qubits con el que opera, convirtiéndolo
en el ordenador cuántico más potente que existe en el mercado. Su desarrollo ha
sido posible solo con la ayuda de la NASA y la Asociación Universitaria de
Investigación Espacial. Y es que el D-Wave 2x pretende cumplir con muchos
objetivos científicos. ¿Su finalidad? Convertir la computación cuántica en una
realidad asequible, viable y práctica. Eso sí, la inevitable pregunta que surge
después es: ¿en cuanto tiempo?
Las entrañas de la realidad
Imaginad
una temperatura que se acerca al 0 Kelvin o absoluto. Lo más cerca de la falta
total de energía que puede existir en el universo. Tanto, que es inalcanzable.
Pues el D-Wave 2x, para funcionar necesita hacerlo a una temperatura de
milikelvins. Es decir, unas 1000 veces por debajo de un grado Kelvin. Unas
temperaturas tan frías que solo pueden alcanzar los aspectos más intrincados y
retorcidos de la existencia. Esto es necesario para que puedan funcionar las
aleaciones y súperconductores que forman su hueso duro. Solo a Para funcionar
necesita temperaturas de milésima de kelvin, rozando el cero absolutoestas
temperaturas los materiales se comportan de una manera especial, tal y
como lo hacen las entrañas mismas de la realidad. Así podemos usar estas
propiedades en nuestro beneficio.
Y es que,
un ordenador cuántico como el D-Wave 2x funciona usando, como decíamos, qubits
en vez de bits. Estos "ladrillos" básicos de información permiten
realizar operaciones mucho más complejas que los ordenadores clásicos. Esto se
debe a que estamos llegando a los límites atómicos que nos permiten
construir transistores y puertas lógicas, la base de toda computación. Excepto
si seguimos los inescrutables caminos de la física cuántica, allí donde nada de
lo que vemos tiene sentido. Gracias a propiedades tan complejas e íntimas como
el entrelazamiento cuántico o las características del espín atómico, los
ordenadores cuánticos son capaces de hacer lo que nunca imaginaríamos que se
pudiera hacer.
El día que la humanidad
descubrió un planeta habitable alrededor de la estrella más cercana. ¡Hola,
Próxima b!
Daniel Marín 24 ago 16
¿Te
imaginas que alrededor de la estrella más cercana al sistema solar haya un
planeta potencialmente habitable? “Poco probable”, podrías pensar. La Galaxia
está repleta de estrellas y sería mucha casualidad que justo al lado tuviésemos
un exoplaneta de tamaño terrestre en el que pueda existir agua líquida, ¿no?
Pues, afortunadamente, no, no es demasiada casualidad, porque el 24 de agosto
de 2016 pasará a la historia como el día en el que la humanidad supo
oficialmente que existía un mundo rocoso situado en la zona habitable de
nuestra estrella más cercana. Hoy le damos la bienvenida a Próxima b.
Próxima b ya está aquí
(molasaber.org).
El descubrimiento
El
exoplaneta más cercano ha sido descubierto por un equipo de astrónomos liderado
por el español Guillem Anglada Escudé dentro del marco del proyecto Pale Red
Dot del Observatorio Europeo Austral (ESO). Este proyecto tenía precisamente
como objetivo la búsqueda de planetas alrededor de Próxima Centauri, una estrella
enana roja con un 12% de la masa del Sol y una luminosidad de tan solo el 15%
de la solar. Próxima Centauri b —o Próxima b para abreviar— ha sido confirmado
mediante el método de la velocidad radial —también conocido como método de
espectrometría Doppler— por el que se puede detectar la presencia de planetas
alrededor de una estrella midiendo el desplazamiento de las líneas espectrales.
Este movimiento es proporcional a la velocidad de la estrella alrededor del
centro de masas del sistema, o sea, un bamboleo provocado precisamente por la
presencia de planetas a su alrededor.
Recreación artística de Próxima b. Próxima aparece
enorme en el cielo, mientras que el sistema binario Alfa Centauri A y B sería
una pareja de estrellas relativamente brillante en el cielo (ESO/M.
Kornmesser).
Para
descubrir Próxima Centauri b se ha usado el espectrógrafo HARPS (High
Accuracy Radial velocity Planet Searcher) del telescopio de 3,6 metros de
La Silla y el espectrógrafo UVES (Ultraviolet and Visual Echelle
Spectrograph) del telescopio VLT, ambos en Chile. Una parte de los datos
fue recabada entre los años 2000 y 2014, mientras que la otra fue obtenida
durante una campaña específica que transcurrió entre el 19 de enero y el 31 de
marzo de este año dentro del programa Pale Red Dot. La gran pregunta que surge
cuando se detecta un exoplaneta tan fascinante como este es si se trata de un
mundo real o, por contra, es una señal fantasma. No en vano, esto es justamente
lo que pasó con el supuesto planeta vecino Alfa Centauri Bb, un exoplaneta que
acaparó titulares cuando se descubrió en 2012 solo para desaparecer poco
después al analizar los datos con más cuidado. Desgraciadamente, el método de
la velocidad radial tiene este inconveniente y tenemos que vivir con él. Es
casi imposible afirmar con total seguridad que un exoplaneta descubierto por
esta técnica es real y solo podemos estimar las probabilidades de que no sea un
espejismo (obviamente, la solución pasa por confirmarlo mediante otro método).
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