Programa Alta Política del 13 de septiembre, Andrés Suriani y Javier Cornejo presentan un video del español JL, donde hace un análisis de los proyectos aeroespaciales chinos, y el espectacular avance chino en la tecnología espacial.
UNA BASE MILITAR CHINA EN
ARGENTINA CONTINENTAL
Fuente: EstudiosNacionales
Sumado
este hecho a la base militar colonial inglesa en nuestras Malvinas, se
incrementa el peligro de que Argentina sea terreno militar de disputa entre las
potencias. Por Horacio Micucci
Como es
de público dominio se está construyendo una base china, “supuestamente” para investigación
espacial, en Neuquén.
Como
siempre, en estos emprendimientos de potencias extranjeras, los funcionarios de
las mismas los defienden con los mismos argumentos. El embajador chino
en Argentina, Yan Wanming, ha dicho que:
“Es un
proyecto de cooperación intergubernamental con fines pacíficos. Favorecerá la
exploración de la Luna, que en el caso de China comenzó a hace cinco años.
En 2017 queremos llegar a la Luna y hacer la caminata. No entiendo por qué
tantos malos comentarios. Generaremos 1.500 puestos de mano de obra argentinos.
Los técnicos sí son chinos.”
Pero a
pesar de que el argumento de quienes defienden el establecimiento es que se
trata de un proyecto vinculado a estudios científicos, hay elementos que
demuestran que, en realidad, es una cobertura de actividades militares de una
potencia extranjera, en este caso China.
Veamos
algunos de esos elementos.
Para el
establecimiento de dicha base el Gobierno promovió el dictado de una ley
específica. La ley Nº 27.123, promulgada recientemente.
Esta ley,
establece el su artículo 1 lo siguiente:
ARTÍCULO
1° —
Apruébase el Acuerdo de Cooperación entre el Gobierno de la República Argentina
y el Gobierno de la República Popular China sobre la construcción, el
establecimiento y la operación de una estación de espacio lejano de China en la
provincia del Neuquén, Argentina, en el marco del Programa Chino de Exploración
de La Luna, celebrado en la ciudad de Buenos Aires, el 23 de abril de 2014, que
consta de ocho (8) artículos, cuya copia autenticada, en idioma español e
inglés, forma parte de la presente ley.
En ese
Acuerdo de Cooperación se establece, en su Artículo 2. DESGRAVACIONES
IMPOSITIVAS, que:
Artículo
2. DESGRAVACIONES IMPOSITIVAS- Todas las operaciones de comercio exterior para el
establecimiento construcción y operaciones de la estación del espacio lejano en
la provincia de Neuquén, así como también la compra y contratación de bienes,
obras, locaciones o prestaciones de servicios realizadas en Argentina estarán
exentas de todo impuesto y/o decreto aduanero, los impuestos internos así como
también de los impuestos nacionales al consumo incluido el IVA.”
El
acuerdo libera, entonces, de tasas arancelarias a China.
El
artículo 5 dice que:
“Artículo
5. REGIMEN LABORAL. Las relaciones laborales necesarias para la ejecución
del objeto del presente Acuerdo se regirán por la ley del lugar de ejecución
del contrato, sin perjuicio de las reglas establecidas en la presente”
Pero,
aunque más adelante se afirma que Argentina conserva el poder de policía
laboral, hay protestas del personal, como se ha visto en televisión, sobre las
pésimas condiciones de trabajo a las que son sometidos los obreros argentinos.
El mismo
artículo 5 diferencia al personal de origen chino, cuando dice:
“Las
remuneraciones y otros ingresos abonados por el Gobierno de China a los
empleados de nacionalidad china que trabajen en el proyecto se regirán por la
legislación del país de origen, siempre y cuando se respeten los derechos
laborales consagrados en el presente.”
En el
Artículo 4 del Acuerdo que aprueba la ley y que figura como Anexo, dice:
“Artículo
4. CUESTIONES MIGRATORIAS. El gobierno argentino facilitará la tramitación
de los permisos de ingreso y/o la emisión de visas en las categorías
correspondientes, de acuerdo a la normativa vigente.”
El
acuerdo no especifica si el personal que empleará China será militar o no. Pero
en caso de ser militares, el ingreso al país debería estar sujeto al régimen
especial de la ley 25.880 de ingreso de tropas.
Se dice
que ya se hallan en el país, supervisando el proyecto, cincuenta militares,
quince de ellos de altísimo rango, del Ejército Chino. El resto son
especialistas en lanzamientos de misiles y exploración aeroespacial. Una vez
terminada la construcción se dice que residirán en el país 10 científicos
chinos todo el año y 25 que rotarán, y un número no especificado de guardias de
seguridad y empleados generales de la firma.
El Artículo
6. INDEMNIDAD, del Acuerdo, que figura en ANEXOS de la Ley, dice:
“El
Gobierno de la Argentina no se responsabiliza, nacional e internacionalmente,
en razón de las actividades del Gobierno de China en su territorio vinculado al proyecto (se
refiere al territorio de la base, es decir le da derecho de dominio
territorial. NA), sea por acción u omisión de ésta, o de sus
representantes. El Gobierno de China mantendrá indemne a Argentina de toda
obligación que surgiere de reclamos de cualquier naturaleza, a pedido o a
instancia de terceros, como consecuencia de tales actos u omisiones.”
Es decir,
disfrazado de no reconocimiento de responsabilidades, deja en manos de China
las actividades y sus consecuencias. Es como si alguien que alquila una casa dejara
librado al albedrío del inquilino los fines para los que alquila, sin
interesarse por las consecuencias de lo que haga que, incluso, puedan dañar la
propia casa.
Esto deja
claro que el objetivo de la base queda en manos de China, con sólo hacerse
cargo de las consecuencias ante terceros.
Es de
destacar que el Acuerdo fija una vigencia de cincuenta años.
La
estación será gestionada por la empresa estatal Satelite Launch and Tracking
Control General, cuyas siglas en inglés son CLTC, que depende del
Departamento Militar del Ejército de la República Popular de China.
En
efecto, puede encontrarse en INTERNET que los nombres deCLTC son:
- China Launch and Tracking Control;
- 中国卫星发射测控系统部;
- China Satellite Launch and TT&C General (TT&C: Tracking, Telemetry, and Control);
- China Satellite Launch and Telemetry,
- Tracking and Control General Company;
- National Space & Missile Tracking Command Center.
CLTC se
dedica a la telemetría, seguimiento y comando de misiones espaciales de China.
Específicamente brinda servicios de control de lanzamientos de satélites, así
como de cohetes y seguimiento de naves espaciales. Desarrolla y fabrica componentes
de control satelital, monitoreo de equipos y estructuras de lanzamiento. La
organización directamente controla y supervisa todas las misiones espaciales de
China, centros de lanzamiento espacial y telemetría.
Además,
el CLTC proporciona servicios para muchas naciones diferentes y funciona como
uno de los canales primarios de China para llegar al mercado internacional. Fue
fundada en 1986 e, inicialmente, fue establecido como un centro de comando y
control para las operaciones, relacionadas con el espacio, del Ejército Chino.
La
organización tiene su sede en Beijing. El director de la CLTC es también el
Jefe de la Dirección General de Armamentos del Ejército Chino. Es evidente que
trabaja directamente con las fuerzas armadas chinas proporcionando advertencias
y notificaciones sobre cohetes y naves espaciales.
La ley Nº
27.123 tiene incorporados algunos anexos, cuya lectura minuciosa es de interés.
Pero, además, tanto en la letra chica del Acuerdo de la Comisión Nacional de
Actividades Espaciales de nuestro país con CLTC, como el pacto del gobierno de
Neuquén con China, figuran anexos reservados que no se hicieron públicos en el
Congreso Nacional.
Legisladores
de la oposición y, en reserva, oficiales de las Fuerzas Armadas se mostraron
preocupados por una cuestión sensible: la posibilidad de que la estación
espacial china, instalada en un predio de 200 hectáreas, en el futuro inmediato
sea usada por Pekín con fines militares. Informaciones emanadas de diversas
fuentes señalan que la estación espacial china sería también un centro de
operaciones militar que se dedicará a rastrear misiles de largo alcance.
Ocurre
que la tecnología utilizada es sensible y de uso dual, civil/militar, ya que
China tiene integrados estos programas y se utiliza también para el seguimiento
de la actividad aeroespacial y misilística. Además, como se ve más arriba,
están comprobados los lazos de CLTC con los organismos militares chinos, con el
Centro Nacional de Control y Seguimiento Misilístico del Espacio y, lo más
destacado, el CLTC depende específicamente del Departamento General de
Armamento y de la Comisión Central Militar del Ejército Popular de Liberación
de China. Por añadidura, el Director de la CLTC es, a la vez, jefe militar del
Departamento de Armamento General del Ejército Chino.
En suma;
la Agencia Nacional China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de
Satélites está administrada por el Departamento Militar del Ejército de China,
es decir, se trata de un emprendimiento que sería conducido por mandos
militares extranjeros.
La
estación, con antenas que permitirían una cobertura y visibilidad casi completa
de la Tierra, será a la vez un centro potencial de escaneo de comunicaciones,
rastreo y detección de satélites, control de lanzamientos a escala global
incluso, en caso de necesidad, de misiles, drones y otras actividades militares
semejantes.
Así, a la
mayor base militar extranjera en Latinoamérica, como es la base de la ocupación
colonial inglesa en nuestras Malvinas, se agrega ahora una base militar china
en territorio continental argentino.
De esta
manera, los Gobiernos gerentes de la dependencia argentina, como el actual,
mantienen vigentes los acuerdos de Londres y Madrid, bases de nuestra
indefensión en Defensa Nacional, permiten la rapiña china (que llega ahora a
tener una base militar en territorio continental) y acuerdan con los rusos con
los que tejen negocios y les permite su ingreso a la Antártida y, por ende, el
accionar en la zona de confluencia Atlántico-Pacifica y el Pasaje de Drake.
Este Pasaje es vital ante la obsolescencia del Canal de Panamá, ya que es su
única alternativa. En efecto, aún con las próximas modificaciones que ampliarán
su ancho, el Canal de Panamá no permite el pasaje de superpetroleros,
supercargueros y naves militares de alto porte. Además, por sus características,
es muy frágil a un ataque militar, aún a los de baja intensidad. En esa
circunstancia sólo el Pasaje de Drake permitiría la comunicación
Atlántico-Pacifico.
EE.UU e
Inglaterra, controlando las Islas de Ascensión, Malvinas y Diego García (en el
Indico), se aseguran la vinculación Atlántico-Pacífico-Índico. Por consiguiente
China y Rusia se proponen ingresar en la región.
El Cono
Sur fue y es clave para el control de la confluencia Atlántico-Pacífico, lo que
lo hace una zona estratégica de disputa entre las potencias del mundo.
Irresponsablemente,
el gobierno kirchnerista, al tener como aliado estratégico integral a China,
como aliado estratégico a Rusia manteniendo a la vez la indefensión nacional al
ajustarse a los acuerdos de Londres y Madrid, acentúa el peligro de que
Argentina sea desgarrada, balcanizada, por la voracidad de las potencias, que
pueden ocuparla ayudadas por sus aliados internos.
Como
expresión de esa disputa, a comienzos del mes de marzo, el gobierno
inglés informó que reforzará su presencia militar en las
islas Malvinas, actualizando su defensa antiaérea y aumentando su
contingente militar. En diálogo con la BBC, el ministro de Defensa
británico, Michael Fallon, aseguró que “cualquier posible amenaza futura a
las islas” fue tomada en cuenta por las autoridades a la hora de modernizar
las defensas militares del archipiélago.
¿A que se
debe que Gran Bretaña haya tomado esta decisión?
Para
tratar de entender la inquietud inglesa debemos recordar los dos importantes
encuentros políticos sostenidos por la mandataria argentina, Cristina
Fernández, durante el año pasado, con los líderes de China y de Rusia y
fijarnos en sendos acuerdos suscritos, los que cuentan con sus respectivas
cláusulas secretas.
El punto
central es que China necesita para su capacidad misilística global una red de
centros de comando y control que les permita triangular y controlar
lanzamientos. Se comenta que hasta ahora cuenta con tres; el cuarto sería el de
Neuquén y actualmente está en negociaciones para instalar un quinto en África.
Hace poco
el Mayor General Zhu Cheng, Decano de la Universidad de Defensa Nacional de
China (e íntimamente ligado al proyecto de la firma que construye en Neuquén),
ha declarado que “a China no le quedaría más que utilizar armas atómicas si
EE.UU. atacara con armas convencionales el territorio chino”; “EEUU debe estar
preparado para que cien, o doscientas, o más ciudades sean destruidas por los
chinos”, y para lograr efectividad China necesitaría triangulación global.
Zhu es
uno de los más reconocidos analistas políticos de China. Él, junto a Zhang
Zhaozhong, Peng Guangqian y Luo Yuan, es considerado la eminencia gris detrás
de los grandes avances estratégicos de China y es el llamado a brindar su
opinión sobre distintos conflictos armados.
Como se
puede ver, la construcción de este centro militar chino en Neuquén es un
eslabón más dentro del contexto estratégico mundial y pone a la Argentina en el
centro del gran juego geopolítico internacional, como una simple pieza en
disputa.
La base
inglesa en Malvinas es una pistola o un portaviones que apunta al corazón de un
proyecto de Argentina Independiente y preparado para partir a Argentina
continental en dos. Esta nueva base militar china en el continente es un cáncer
que corroerá nuestra integridad nacional y confluirá con lo anterior, en
futuras disputas inter imperiales, a expensas de nosotros.
Nuestro
país es rapiñado por chinos, yanquis, ingleses, rusos, etc.
Más que
nunca es necesario reafirmar lo establecido en el Acta del 9 de julio de 1816: “INDEPENDIENTES
DE TODA DOMINACIÓN EXTRANJERA”.
Eso
implica un Proyecto Nacional e Internacional independiente y una Defensa
Nacional Popular Integral e Integrada que asegure una Argentina Soberana.
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