IGUALAR PARA
ABAJO
Por Javier Cornejo
Artículo publicado en el diario El
Tribuno el 27/5/2014
La vertiginosidad de los acontecimientos en
nuestro ajetreado planeta, cuya influencia no debe pasarse por alto, ocasiona
una absorción brutal del tiempo que podamos disponer para un concienzudo
análisis, para evaluar correctamente las consecuencias de tales sucesos.
Con cada vez mayor insistencia asistimos a un
denominador común que pareciera se nos quisiera imponer a toda la humanidad,
del que no escapamos los habitantes de nuestro país y nuestra provincia.
Me refiero al “enaltecimiento” de la pobreza.
Muy sutilmente viene calando en un sofisticado
estudio mediático de su imposición como “producto”.
Desde el rotundo y acelerado giro tomado por el
Vaticano en su perspectiva: “Una Iglesia pobre para los pobres”, hasta los más
trillados noticieros como “esta es mi villa”, se observa una instalación del
“concepto” en búsqueda de una aceptación normal y natural.
En la Argentina que crecía a “tasas chinas”, en
la Argentina de la “década de la inclusión” en la que se nos relata que
“ganamos todos”, se hace añicos este
cuento ante la frialdad de las últimas mediciones que ubican al 30% de nuestra
población como pobres.
Dramáticamente observamos que el objetivo
gubernamental no es superar esta cruda realidad, el objetivo es que la
aceptemos y estemos cómodos con ella, resultando éste el verdadero significado
del tan usado término: inclusión.
NUEVO PARADIGMA
Nos están acostumbrando a un nuevo paradigma
socio-económico en el cual la mayoría de
la población vivirá en una situación de pobreza e indigencia; mucho más
precaria de la vivida hasta ahora, y para mantener el sistema en pie durante
esta transición será necesario que los ciudadanos lo acepten, en forma dócil y
controlada, o en su defecto impuesto por la fuerza que se aplicará a quienes se atrevan o intenten alteraciones sociales.
En este aspecto, en Argentina, ya está en
aplicación la identificación biométrica del sistema SIBIOS.
DEMONIZAR LA RIQUEZA
Es parte del programa, pero, paradójicamente se
demoniza a los que logran un avance en función del talento, el trabajo, el
esfuerzo que fuera motivo de orgullo, de quienes que lograron una
transformación en nuestro país en beneficio de las actuales generaciones; los
inmigrantes en conjunción con los existentes.
A ellos se los demoniza, pero no se demoniza al
“dinero” que se convierte en el apetecible e inalcanzable objetivo del pobre, que lo anhela con vehemencia para
mantener el consumismo mediáticamente impuesto.
MENOS PERSONAS
De esta
manera se avanza en un práctico plan de disminución poblacional en un mundo que
la técnica permite cada vez más: el reemplazo de los hombres y mujeres por
robots en casi todas las áreas y aspectos del trabajo hasta hace poco “humano”.
GIRO EN LOS VALORES
Con este cambio de objetivos en el modelo del
futuro, de pobreza, seremos percibidos entre todos con los mismos valores
adecuados a tal situación, en la que la escasez ocuparía el lugar de valores y
actitudes que implican un tipo de prestigio social.
Lo que no nos damos cuenta es que todo es sutilmente pre-fabricado; en el que se nos
provoca un giro de valores, insertándonos como objetivo loable esta impuesta
condición social de “pobreza general”, viendo a los pobres y marginados como
los nuevos héroes a seguir, incluyendo
como normalidad, conductas que consideramos como fuente de exclusión social:
conflictos, drogadicción, delincuencia, corrupción general, sufrimiento.
El lema será: no malgastes tu tiempo luchando
por cambiar las cosas, por luchar contra las injusticias rampantes, inviértelo
en solidaridad y convivencia y serás feliz.
Será
el “modelo marihuanero José Mujica” de mansas y “tranquilizadas”
ovejas en camino al holocausto en vida.
A continuación Agustín Laje expone un ejemplo de vacuidad mental.
¿CONOCIMIENTO O INFORMACIÓN FRACCIONADA?
Por Javier Cornejo
Artículo publicado en el diario El Tribuno el 28/7/2014
A
lo largo de la historia, en las variadas regiones del planeta, los pueblos
establecían las relaciones entre sus integrantes, formando sus acervos
costumbristas que concluían en civilizaciones específicas.
Ese
bagaje cultural se encontraba sostenido por los conocimientos de las personas
que formaban las naciones con sus particularidades distintivas y distintas.
LA
TECNOLOGÍA DEL SIGLO XXI
Hoy,
la transversalidad de la comunicación arrasó con las idiosincrasias, conectando
a todos en una misma línea, consumiendo una única información mundial. De tal
manera, nos empujaron a ingresar a un nuevo modelo de sapiencia de datos
hiper-vinculados, absolutamente contrario al verdadero conocimiento camino de
la sabiduría.
Llegamos
al paroxismo de un uso de internet de compartir artículos convertidos en
flashes que ni visitamos y mucho menos leemos. Comentamos sin siquiera leer el
objeto de nuestro comentario. Ingresamos velozmente a un modelo de lo efímero e
insustancial antes que la información se convierta en “vieja”, sin saber nada
de ella.
Queremos
que “otro” desglose para nosotros los “contenidos” y sólo leer lo supuestamente
esencial, pero, para nada atravesar ese proceso con el autor. Convirtiendo a
nuestro cerebro en un repetidor de slogans.
CONTROL
SOCIAL
Estas
son la bases de la “ingeniería social” que con una repartija de información
fragmentada y estratificada posibilita, cada día con mayor facilidad, el
control poblacional de una masa de seres repitentes en función de los objetivos
que tienen los que SÍ detentan información privilegiada con los necesarios
conocimientos que les permiten de antemano planificar los movimientos que las
poblaciones vehicularán, provocando y conduciendo las ansiedades en función de
un “ descontrol” controlado, manteniendo siempre su posición de privilegio en
una gestión efectiva y eficiente de la mentira necesaria para que las miradas
no vayan jamás más allá del propio
sistema impuesto, manipulando y canalizando adecuadamente las propensiones
“convertidas en naturales” en función de los fines programados.
PARA
SABER ES PRECISO RECORDAR
De
allí que es inevitable conocer la Verdad de nuestro pasado, no el “relato”
impuesto.
Verdad como única plataforma válida que
posibilite una acertada prognosis de nuestro futuro, que, en los tiempos
actuales, debe perfilarse como el esencial objetivo educacional de nuestra
tambaleante enseñanza de las actuales y futuras generaciones, inmersas en un
fraccionamiento informático impuesto en forma esclavizante como nueva actual
forma de guerra mundial de este siglo XXI.
Argentina, entre los países
más ignorantes del mundo
Según un
estudio internacional realizado en base a información de 40 países, la mayoría
de las personas tiene una percepción equivocada de la realidad. En qué puesto
está nuestro país
12 de
enero de 2017
Argentina
se ubica en el puesto número 20 de los países más ignorantes del mundo (iStock)
Argentina
se ubica en el puesto número 20 de los países más ignorantes del mundo en un ránking elaborado por Ipsos MORI, una de las mayores
organizaciones de investigación de mercado. Llegaron a esta conclusión luego de
analizar información de 40 naciones y advertir lo equivocadas que están sus
varias poblaciones sobre asuntos y políticas globales de suma importancia.
En un
informe llamado "Los peligros de la percepción", los
investigadores dieron a conocer datos alarmantes sobre el conocimiento del
mundo sobre varios temas de extrema relevancia. La mayoría cree, por ejemplo,
que la población musulmana en su país está en crecimiento cuando no lo está, o
que la riqueza se distribuye de una manera más pareja de lo que en realidad
ocurre.
Entre los
primeros diez países más ignorantes se encuentran la India, China, Taiwán,
Sudáfrica, Estados Unidos, Brasil, Tailandia, Singapur, Turquía e Indonesia. Argentina
aparece recién en la mitad, en el puesto número 20, menos ignorante que
Dinamarca, pero más que Francia. El país mejor catalogado en la lista es
Holanda.
El líder
de esta investigación, Bobby Duffy, explicó que "en los 40 países del
estudio, cada población se equivoca en muchas cosas. En general cometemos
errores en temas que se discuten mucho en los medios de comunicación, como la
proporción de musulmanes en la población o la distribución de la riqueza.
Sabemos gracias a estudios previos que esto ocurre en parte porque
sobreestimamos nuestras preocupaciones".
"Resulta
claro de nuestros 'Índices de Ignorancia' que los países que tienden a tener
peores resultados poseen una penetración relativamente baja en internet:
dado que se trata de una encuesta online, esto refleja el hecho de que esta
clase, más que nada media, y la población, más conectada, creen que el resto de
sus países son más parecidos a ellos de lo que realmente son", agregó.
A
continuación, la lista entera del "Índice de Ignorancia", basado en 27.250
entrevistas realizadas entre el 22 de septiembre y el 6 de noviembre del 2016:
(Ipsos
MORI)
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