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jueves, 30 de enero de 2020

Esclavitud cartográfica (1)


Mucho más que un mapa
Editorial Argentina Vórtice Geopolítico

Prólogo:

La imagen por la que se tradicionalmente representa al globo terráqueo y/o los planisferios, con el norte “arriba” y el sur “abajo”, es una ubicación meramente artificial.
No un principio físico.
No obstante, tal ubicación no es casualidad.

Tal ubicación es uno más de los innumerables elementos psicológicos representativos por el cual, los países desarrollados –dominantes- que están ubicados en el norte, imponen una sumisión esquemática a los países en vías de desarrollo -dominados- que están ubicados en el sur.

Los del sur, de “abajo”, para ver a los del norte, debemos mirar para “arriba”.

Pongamos el sur arriba y el norte abajo: ingresamos a una concepción desconocida.

Constatamos que nuestro proceso de ubicación geográfica sufre una profunda alteración, pero en que la comprensión de la estructura de nuestro planeta adquiere mayor coherencia al visualizar fácilmente el disloque de los continentes teniendo por “Techo” del mundo a la Antártida –continente de tierra firme y no hielo como el Ártico- donde los argentinos y chilenos devenimos en los privilegiados habitantes de una geografía apetecida por el resto de los seres humanos que no escatimarán ningún esfuerzo en apropiársela.

Este prólogo, que vinimos pregonando siempre, en todas nuestras publicaciones, como una cosmogonía intrínseca de situación humana en el mundo, queda corroborada en los inicios de la historia cartográfica, inicios del renacimiento, cuando Venecia comenzaba a ser el centro de mercadeo del mundo, y se estaba iniciando las primeras entidades bancarias, que dominarían los pueblos, un mapa de un monje veneciano, Fra. Mauro, ubica el sur arriba, a mediados del siglo XIV, casi cien años antes del descubrimiento de américa, un mapa que fue borrado de la historia de la cartografía, porque iba en contra del principio MERCATOR, que deforma los continentes y pone el sur abajo.

Mapa siglo XIV de Fra. Mauro

La tierra tiene, fundamentalmente, los movimientos de rotación y de traslación. Ambos provocan una conmoción de ambivalencia.
La dicotomía Norte arriba, Sur abajo no existía en el pensamiento que concebía a la Tierra como plana. En el espacio cósmico no hay ubicaciones inalterables.
Norte: del francés “nord” y este del inglés antiguo “ norp”. Punto cardinal del horizonte en dirección opuesta a las direcciones del sol a mediodía.
Sur: del francés “sud” y este del inglés antiguo “sup”. Punto cardinal del horizonte en dirección al polo sur que coincide con la posición del sol al mediodía.
Tales las acepciones del Diccionario de la Real Academia Española (vigésima segunda edición 2011).
La ubicación en la cartografía de un punto o lugar prístino y superior del mundo en que vivimos ha sido siempre un criterio subjetivo y discrecional.
De allí las distintas cartografías:
En el planisferio de ISTAKHRI, construido antes del año 340 de la Hégira Islámica (Siglo X DC) el Oriente se ubica arriba, el Oeste abajo, el Norte a la izquierda y el Sur a la derecha porque al primero de los rumbos mencionados se le adjudica mayor jerarquía. El océano rodea la tierra y los mapas se confeccionan para las vinculaciones a través de los mares.
Otro mapamundi islámico que se atribuye al geógrafo IBN AL ARABI muerto en 1240, con mayor información para mercaderes y viajeros sigue el esquema anterior: el este arriba y el oeste abajo.
El más conocido de los mapas islámicos es el de Piri Rei de gran precisión sobre todo en el Sur americano y antártico.
En el Renacimiento nórdico, en Flandes tenemos la obra de Van Eyck, el Altar de Gante, en donde sitúa a la “Nueva Jerusalén en el fin del mundo”. Tal como fue descripto en la Biblia.

Pero, es en el mapa de Fra. Mauro hecho en Venecia en 1450 donde se nos presenta magníficamente el globo terráqueo con el Sur Arriba. Ubicando el sur en dimensión cósmica de un auténtico paraíso.
Se infiere que el techo del mundo, Antártida, en las épocas que no estaba cubierta por los hielos aparece en los mapas descriptos y a la luz de los actuales descubrimientos se abunda en informaciones en tal sentido.  También se infiere, incluso que el origen del ser humano en el planeta tierra, bien pudo haber partido de tal lugar, y bien puede ser el punto de partida al espacio.  Tan es así que se impone recordar y resaltar que en año 1974 el Gral. Perón dispuso que el Congreso y Poder Ejecutivo Nacional y miembros de la Corte Suprema, esto es el gobierno en pleno se constituya por un día en el sector Argentino de la Antártida siendo el primer estado del planeta que estableció e instaló su ámbito de jurisdicción y poder en el “Techo del Mundo”.


Proyecto de puente ferroviario mundial
por LaRouche e Instituto Schiller








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