SENSACIÓN DE NAVIDAD Y CONCRETO CONSUMISMO
GLOBAL
Por
Javier Cornejo
Artículo publicado en el diario El Tribuno el 14 de diciembre de 2009
Artículo publicado en el diario El Tribuno el 14 de diciembre de 2009
El
accionar en pos de reducir al ser humano a un elemento de consumo es
permanente. Año a año se acelera e intensifica.
El
objetivo es lograr un organismo visceral. Un conjunto de órganos, tripas,
carne, tendones y huesos absorbentes de todo tipo de sustancias y artículos
innecesarios. Así, se consigue la potencia suficiente para degradar en una
absoluta involución a la capacidad energética creadora, noosfera, que distingue
a la raza humana del resto de todas las especies animales.
Junto a
este accionar se despliega intensamente la aniquilación de toda raíz o fuente
que sustente a las personas, comunidades y pueblos en un futuro de progreso en
paz y armonía.
Asistimos
impávidos a la destrucción sistemática de nuestras creencias, convirtiéndolas
en motivo sólo de consumo.
Todas
las fechas son válidas: día del padre, de la madre, del niño, de los
enamorados, ...de la cucaracha etc. Llegando al mes de diciembre en que debe
explotar el consumismo en función de todo el grupo familiar.
Esta
vorágine de «compras» de fin de año viene de la mano de un «gordo de barba
blanca», que anda en trineos voladores tirado por raros ciervos, súper abrigado
con ropajes rojizos de su creadora marca de gaseosas que llegó a santificarlo
como un tal «Santa», que nada tiene que ver con nuestra cultura
latinoamericana, argentina, salteña.
Nos
aniquilan la Navidad
El
objetivo es destruir el verdadero significado del 25 de diciembre.
Se debe
desterrar el pesebre, anular el nacimiento ocurrido en Belén. Se lo intenta
reemplazar exitosamente y con la complicidad de todos, por un arbusto de
plástico, con algodones imitadores de copos de una nieve inexistente en nuestra
geografía, contradictorio con nuestros quebrachos, ceibos, tipas. El tiempo de
meditación, recogimiento, balance, reencuentro con nuestros familiares y semejantes
es reemplazado por la urgencia efímera de un consumismo global de colgar
productos en el árbol de nuestro suicidio espiritual.
El
tiempo de reflexión se transforma en una fecha de obligaciones pantagruélicas,
en competencias gastronómicas de felices «fiestas».
No es
casualidad que las conmemoraciones más trascendentes del cristianismo sean
objeto de un feroz ataque distorsivo.
Tal el
caso del 1 y 2 de noviembre, fechas de interrelación con nuestros hermanos que
nos precedieron en este mundo y con quienes nos uniremos cuando partamos. En un
momento de profundo significado cual es la «común unión» de los Santos y Fieles
Difuntos. Es decir, el fortalecimiento del esencial lazo de unión con quienes
nos precedieron re-fundando la intrínseca conexión de vida plena, en obras y
legados de quienes ya no están físicamente, pero que permanecen ingresando al
concepto de Eternidad de los seres» creados a imagen y semejanza de Dios» a
través de los hechos realizados en su vidas, que se transmiten de generación en
generación posibilitando la creación de los escalones de progreso en el devenir
de la vida de todos los humanos, con quienes nos conectamos en función de
nuestra posteridad.
Esta
importante fecha es objeto del ataque de brujas, viciosas y asesinas que en lo
llamado la «noche de Halloween» pretenden instalarse en todos nuestros hogares
ingresando el «truco o trato» del satánico Jack O’Lanter derivado de la
festividad británica del Calan Gaeaf.
Convertidos
en cual Herodes del siglo XXI, tales brujas, y el «gordo sudoroso» pretenden
reemplazar al niño Jesús, el sagrado concepto de «familia», (ya inexistente). Y
Junto con su bolsa consumista al profundo significado de las ofrendas de
Melchor, Gaspar y Baltasar.
Es de
esperar que los que se auto titulan los representantes de la Iglesia Católica
ejerzan una contundente actitud en defensa de lo poco que ya queda de la raíz
más importante de la cristiandad: el comienzo del Cristo caminante. El Verbo
vivo. El nacimiento de Jesús.
Jalonando
el mismo, la Cristiandad estableció la llamada «misa del gallo» que fuera
celebrada en su tradicional momento, hasta con sus últimas fuerzas por el papa
Juan Pablo II en la Navidad de 2004. Lamentablemente, la actitud del actual
Papa Benedicto XVI de adelantar tal celebración, para «aliviar una fatiga que
tendrá en esa oportunidad» (La Nación, 8-12-09, pág. 9) ocasiona que hasta en
este trascendente acontecimiento, todo se relativice en el funcional concepto
de «sensación» que impera en estos tiempos acorde al luciferino www. nwo new
age de www. Lord Maitreya.
HALLOWEEN
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Una de las principales fiestas satánicas
Según el testimonio de algunas personas
que practicaron el satanismo y luego se convirtieron al cristianismo, Halloween
es la más importante fiesta para los cultos demoníacos, porque se inicia el
nuevo año satánico y es como una especie de “cumpleaños del diablo”. Es en esta
fecha que los grupos satánicos sacrifican a jóvenes y especialmente a niños
porque son los preferidos de Dios.
Además, se esconde todo un comercio detrás de la escena de trasfondo… Un gran negocio…
Hollywood ha contribuido con la expansión celebrativa del Halloween a través de sus numerosas películas en las que la violencia gráfica y asesinatos crean en el espectador un estado morboso de ansiedad y angustia, provocando muchas veces una idea errónea de la realidad.
También observamos que los días previos a la “fiesta”, hasta en los canales de dibujos animados para niños y adolescentes, se puede encontrar los capítulos referidos a esta temática. Asimismo, las máscaras, disfraces, dulces, maquillaje y demás artículos son motivo para que algunos empresarios fomenten el “consumo del terror” y saquen su provecho económico de esta “moda” americana.
En las cadenas de supermercados, papelerías, casa de fiestas infantiles, negocios de indumentaria, todo se encuentra plagado de esta satánica celebración, cada vez más aceptada en las diferentes culturas.
Además, se esconde todo un comercio detrás de la escena de trasfondo… Un gran negocio…
Hollywood ha contribuido con la expansión celebrativa del Halloween a través de sus numerosas películas en las que la violencia gráfica y asesinatos crean en el espectador un estado morboso de ansiedad y angustia, provocando muchas veces una idea errónea de la realidad.
También observamos que los días previos a la “fiesta”, hasta en los canales de dibujos animados para niños y adolescentes, se puede encontrar los capítulos referidos a esta temática. Asimismo, las máscaras, disfraces, dulces, maquillaje y demás artículos son motivo para que algunos empresarios fomenten el “consumo del terror” y saquen su provecho económico de esta “moda” americana.
En las cadenas de supermercados, papelerías, casa de fiestas infantiles, negocios de indumentaria, todo se encuentra plagado de esta satánica celebración, cada vez más aceptada en las diferentes culturas.
Origen verdadero de la Fiesta de
Halloween
Aproximadamente trescientos años antes
del nacimiento de Cristo, los celtas vivieron en las Islas Británicas,
Escandinavia y Europa Occidental. Eran una sociedad cuyos usos y costumbres
fueron controlados por sacerdotes paganos llamados druidas. Ellos adoraban y
servían a Samhain, dios de la muerte.
Cada año, el 31 de octubre, los druidas celebraban la víspera del año nuevo céltico en honor de su dios Samhain.
Las raíces paganas de la celebración se atribuyen a la celebración celta de «Samhain» del culto a los muertos. Se trata de una tradición anterior a la invasión de los romanos (46 a.c.) en las Islas Británicas, enmarcada en la religión de los druidas en Inglaterra, Francia, Alemania y en los países célticos.
Si bien se sabe poco de estas celebraciones, parece que las festividades del Samhain se celebraban muy posiblemente entre el 5 y el 7 de noviembre (a la mitad del equinoccio de verano y el solsticio de invierno) con una serie de festividades que duraban una semana, finalizando con la fiesta de «los muertos», que daban inicio al año nuevo celta.
En esta fiesta, los druidas, a manera de médiums, se comunicaban con sus antepasados esperando ser guiados en esta vida hacia la inmortalidad. Los druidas creían que en esa noche en particular los espíritus de los muertos regresaban a sus antiguos hogares para visitar a los vivos. Y si los vivos no proveían comida a estos espíritus malignos, toda clase de cosas terribles podrían ocurrirles. Si los espíritus malignos no recibían un festín (treat), entonces ellos harían travesuras malas a los vivos (trick).
Cada año, el 31 de octubre, los druidas celebraban la víspera del año nuevo céltico en honor de su dios Samhain.
Las raíces paganas de la celebración se atribuyen a la celebración celta de «Samhain» del culto a los muertos. Se trata de una tradición anterior a la invasión de los romanos (46 a.c.) en las Islas Británicas, enmarcada en la religión de los druidas en Inglaterra, Francia, Alemania y en los países célticos.
Si bien se sabe poco de estas celebraciones, parece que las festividades del Samhain se celebraban muy posiblemente entre el 5 y el 7 de noviembre (a la mitad del equinoccio de verano y el solsticio de invierno) con una serie de festividades que duraban una semana, finalizando con la fiesta de «los muertos», que daban inicio al año nuevo celta.
En esta fiesta, los druidas, a manera de médiums, se comunicaban con sus antepasados esperando ser guiados en esta vida hacia la inmortalidad. Los druidas creían que en esa noche en particular los espíritus de los muertos regresaban a sus antiguos hogares para visitar a los vivos. Y si los vivos no proveían comida a estos espíritus malignos, toda clase de cosas terribles podrían ocurrirles. Si los espíritus malignos no recibían un festín (treat), entonces ellos harían travesuras malas a los vivos (trick).
Trick-or-treat, treta o
trato (origen del “dulce o travesura”)
Los sacerdotes druidas iban de casa en
casa exigiendo alimentos y en algunos casos niños y vírgenes para ofrendar en
sacrificio a su dios Samhain en el festival de la muerte.
Si se los daban, se hacía un trato (treat) y se iban en paz. Si la gente de la aldea no daba a los druidas el alimento o persona que exigían, se lanzaba una maldición sobre la casa entera y, según ella, alguien de esa familia moriría ese año. Esa era la trampa o treta (trick).
Si se los daban, se hacía un trato (treat) y se iban en paz. Si la gente de la aldea no daba a los druidas el alimento o persona que exigían, se lanzaba una maldición sobre la casa entera y, según ella, alguien de esa familia moriría ese año. Esa era la trampa o treta (trick).
Jack-O-Lantern (la calabaza que simboliza
halloween)
Los druidas llevaban con ellos un nabo
grande, el cual habían ahuecado en el interior, con una cara tallada en el
frente, para representar el espíritu demoníaco del que recibían su poder y
conocimiento, el mismo que se encargaría de ejecutar toda maldición e iluminar
su camino. Este espíritu se llama “espíritu familiar”. El nabo, iluminado por
una vela dentro, era una linterna para los druidas por la noche. Ellos llamaron
“Jock” al espíritu de la linterna.
Cuando estas prácticas llegaron a Norteamérica en los siglos XVIII y XIX, los colonizadores hallaron que los nabos no eran tan grandes, así que los substituyeron por calabazas. Desde entonces, a esta figura tan representativa del Halloween se le llamó “Jock, el que vive en la linterna” y después vino a ser “Jack-O-Lantern” o Linterna de Jack.
Cuando estas prácticas llegaron a Norteamérica en los siglos XVIII y XIX, los colonizadores hallaron que los nabos no eran tan grandes, así que los substituyeron por calabazas. Desde entonces, a esta figura tan representativa del Halloween se le llamó “Jock, el que vive en la linterna” y después vino a ser “Jack-O-Lantern” o Linterna de Jack.
¿Cómo entraron estas fiestas en el
cristianismo?
Una vez convertido Constantino, el
Imperio adoptó más tarde al cristianismo, y alrededor del año 609 se transformó
el Panteón de templo pagano, dedicado a todos los dioses, en iglesia cristiana,
dedicada a la Virgen y a los mártires.
La tradición celta entró con mayor fuerza en el siglo VIII, cuando la Iglesia Romana estableció el 1º de noviembre como el Día de Todos los Santos, en inglés “All Hallows Day”.
La fiesta de Todos los Santos, como fiesta mayor tuvo su Vigilia solemne (el 31 de octubre). Esta vigilia fue llamada por los ingleses “All Hallows Even”. Aquí encuentra su origen el término Halloween.
Por otro lado, desde el año 998, San Odilón, Abad del monasterio de Cluny (en el sur de Francia) había añadido la celebración del 2 de noviembre, como un día para orar por las Almas de los Fieles Difuntos.
La celebración de Halloween fue introducida en Estados Unidos por los primeros inmigrantes irlandeses (pueblo de origen celta). En ese país se popularizó, y se extendió rápidamente al resto del mundo, convertido además en un lucrativo negocio.
La tradición celta entró con mayor fuerza en el siglo VIII, cuando la Iglesia Romana estableció el 1º de noviembre como el Día de Todos los Santos, en inglés “All Hallows Day”.
La fiesta de Todos los Santos, como fiesta mayor tuvo su Vigilia solemne (el 31 de octubre). Esta vigilia fue llamada por los ingleses “All Hallows Even”. Aquí encuentra su origen el término Halloween.
Por otro lado, desde el año 998, San Odilón, Abad del monasterio de Cluny (en el sur de Francia) había añadido la celebración del 2 de noviembre, como un día para orar por las Almas de los Fieles Difuntos.
La celebración de Halloween fue introducida en Estados Unidos por los primeros inmigrantes irlandeses (pueblo de origen celta). En ese país se popularizó, y se extendió rápidamente al resto del mundo, convertido además en un lucrativo negocio.
Significado oculto
La fiesta de Halloween, es decir “el
festival de Samhain”, todavía es hoy celebrada oficialmente por los satanistas,
ocultistas, y adoradores del diablo como la víspera del año nuevo de la
brujería.
Según la página web oficial de la iglesia de satán, cada satanista debe de vestir ropas de halloween el día de su cumpleaños y para ciertas ceremonias.
Cada vez que se visten ropas de halloween se está participando en prácticas ocultas dedicadas a Satanás.
Así es que hemos de tener cuidado de no caer en las redes del demonio que, como siempre, astuto, se esconde detrás de una apariencia inocente, en esta nefasta celebración, para irse adentrando cada vez más en nuestros hogares y en las almas de los más inocentes. Recordemos que en la oscuridad, en la fealdad, está escondido el pecado, y por tanto el tentador que, como lobo feroz, está agazapado para atacar…
Preparémonos con fervor para celebrar la verdadera fiesta del católico, la Fiesta de Todos los Santos, que con su virtud, humildad, valentía, fe y amor hacia Nuestro Señor, su Santa Madre, a la Verdadera Iglesia, se han ganado el premio tan anhelado del Cielo.
Que ellos intercedan por estas almas que todavía seguimos luchando, para llegar algún día a unirnos con ellos eternamente.
Según la página web oficial de la iglesia de satán, cada satanista debe de vestir ropas de halloween el día de su cumpleaños y para ciertas ceremonias.
Cada vez que se visten ropas de halloween se está participando en prácticas ocultas dedicadas a Satanás.
Así es que hemos de tener cuidado de no caer en las redes del demonio que, como siempre, astuto, se esconde detrás de una apariencia inocente, en esta nefasta celebración, para irse adentrando cada vez más en nuestros hogares y en las almas de los más inocentes. Recordemos que en la oscuridad, en la fealdad, está escondido el pecado, y por tanto el tentador que, como lobo feroz, está agazapado para atacar…
Preparémonos con fervor para celebrar la verdadera fiesta del católico, la Fiesta de Todos los Santos, que con su virtud, humildad, valentía, fe y amor hacia Nuestro Señor, su Santa Madre, a la Verdadera Iglesia, se han ganado el premio tan anhelado del Cielo.
Que ellos intercedan por estas almas que todavía seguimos luchando, para llegar algún día a unirnos con ellos eternamente.
Halloween: la fiesta del
anti-santo
Germán Mazuelo-Leytón 27
octubre, 2015
Sin duda alguna, una mayoría del público identifica
la celebración del Halloween, con la noche del 31 de octubre -cuando los niños
principalmente en los Estados Unidos- salen a las calles disfrazados de
vampiros, brujas, muertos, demonios, de Harry Potter, de superhéroes etc.,
portando calabazas, sapos, búhos, murciélagos y otros.
Los sacerdotes expertos en el tema, hacen notar
cómo en los disfraces se advierte una insistencia del mercado en hacer
ver a las mujeres vestidas como prostitutas. Disfraces horripilantes
porque el demonio es la fealdad, y como en el pecado de origen, quieren
ocultarse de Dios. La cultura de la distorsión moral que explota todas las
celebraciones, incluyendo la Navidad, que explota el impudor de una moral
social decadente, y que se va permeando.
Pero una mayoría del público también dirá con toda
seguridad, que todo eso es algo divertido e inofensivo sin ningún efecto
negativo para quienes se hacen parte de dicha celebración, es como decían los
romanos: Al pueblo pan y circo.
Halloween que se verifica en un contexto deformado,
un contexto neopagano, ya que en su etimología Halloween de acuerdo a la
Enciclopedia Británica significa: 1) en tiempos medievales, All Hallows
Eve, la fiesta sagrada o santa que se observaba el 31 de
octubre, víspera del Día de Todos los Santos, y, 2) en tiempos modernos: la
ocasión para hacer maldades y para que los niños pidan golosinas a cambio de no
hacer destrozos contra sus vecinos.
Una Víspera de Todos los Santos deformada,
corrompida, ya que con el correr del tiempo, las costumbres paganas la
influenciaron, y gradualmente ésta transitó de celebración católica a fiesta
secular. Como parte del resurgimiento de las ciencias ocultas, se observa la
tendencia en muchos a retornar al paganismo. Hoy vivimos una invasión pagana
que responde a una peligrosa fascinación por lo oculto.
Las siempre presentes prácticas ocultistas son
ahora revitalizadas y propagadas por el New Age, pues sirven a su fin, ya que
éstas –falsamente espirituales- no conducen al Reino de Dios, sino al reino del
mal.
Así como en los países hispanoamericanos observamos
un resurgimiento de los ritos y costumbres ancestrales indígenas, como parte de
una ofensiva de resurgimiento autóctono, que tiene como objetivo socavar los
cimientos de la Iglesia en estos países, partiendo de un concepto indigenista
muy bien calculado,[1] junto al mismo, una influencia neopagana
viene también arremetiendo proveniente del New Age o Era de Acuario.
Cuando estuve en Bogotá en octubre 2012, me
sorprendió que en las calles de un país otrora tan prestigiosamente católico,
cientos de jóvenes se desplazaban disfrazados ad hoc para celebrar Halloween en
el contexto deformado como se conoce a esta fiesta hoy en día, y, me alegró que
en una parroquia cercana a la Universidad Central de Bogotá, organizaban una
fiesta de Todos los Santos para los niños, que son los primeros a quienes
quieren atrapar las fuerzas anticristianas para meterlos al embudo de
Halloween. Cuando le dije a un párroco que era maravilloso que contrarrestaran
la perniciosa celebración del Halloween, éste me respondió: no es para
combatir el Halloween. ¿Entones para qué?
Pero, para quien trata de vivir las exigencias del
Evangelio, es decir para un cristiano, es triste ver que esta corriente abyecta
se haya mimetizado incluso en parroquias y escuelas católicas, y es motivo de
confusión y dolor, que haya incluso sacerdotes que la justifiquen, y hasta la
defiendan.
La penetración nuevaerista es tan evidente, que
hasta librerías y editoriales católicas imprimen y difunden libros para los
alumnos de sus colegios, como la editorial marista Edelvives, que editó una
línea de libros de primaria denominada SuperPixePolis con la que impregna todos
o casi todos sus libros en clave de fantasía infantil, con temas de brujería,
magia, Halloween, etc. Es ciertamente grave que se presente a los niños, aunque
sea en clave positiva, el mundo de las ciencias ocultas. Y no solamente son los
maristas, sino que también múltiples editoriales católicas. Basta utilizar el
buscador para encontrar catálogos similares de publicaciones de otras
editoriales católicas de España.
Sin embargo, Halloween es una fiesta que intenta
burlarse del nacimiento de Cristo, porque es el nacimiento de Satanás, los
brujos lo celebran así. Para la noche de Halloween se roban hostias -miren cómo
el demonio sabe que Cristo está ahí, y nosotros ni creemos- el demonio sabe que
está Cristo en la Eucaristía, hace robar hostias, a sus brujos, a la gente que
le habla en la cabeza, a los posesos, y otras, le hace robar y a gente que
colabora con eso porque le dan dinero. ¿Que hacen con la hostia robada el 31 en
la noche, en la noche de Halloween?, la orinan, hacen sus excrementos arriba,
van pasando uno al lado del otro, hacen sus necesidades, las mujeres echan
menstruación, se cortan y echan sangre, y con todo eso hacen un líquido, con
ese líquido invocando a Satanás esparcen sobre todos los presentes como si
fuera agua bendita, burlándose de la Eucaristía, es lo más asqueroso, pero es
así.
Todo aquel que participa directa o indirectamente
de una fiesta de Halloween porque se viste como tal, porque lo festeja, sepan
que están participando de la fiesta satánica más grande que jamás tuvo él en su
historia, y es la oposición del nacimiento de Jesús en Belén, es lo opuesto, y
lo hacen justo ese día porque al otro día es día de Todos los Santos, y él
se presenta como el anti-santo de todo, es la burla de los santos.
Entonces tengan cuidado con decir: es una cosa
inocente. Es inocente pero estamos adhiriendo directa o indirectamente a su
festejo. Cada uno verá qué va a responder de su fe, no puede ser que la fe de
un católico llegue hasta festejar la fiesta de Satanás.[2]
Germán Mazuelo-Leytón
UNA REGIÓN RUSA PROHIBE EL
HALLOWEEN POR CONSIDERARLO “PERJUDICIAL PARA LOS NIÑOS”
Las
autoridades del oblast de Arcángel, en Rusia, han prohibido que se celebre el
halloween en las escuelas locales, de acuerdo con el Moscow Times.
La
declaración del ministerio dijo que el Halloween no es “coherente con los
valores tradicionales básicos y causa una influencia negativa en las mentes
frágiles (de los niños)”
A
principios de este mes, la Iglesia Ortodoxa Rusa en la región siberiana de
Krasnoyarsk también pidió a las autoridades locales que prohibieran el
Halloween por razones similares.
El
sacerdote Maxim Zolotukhin, declaró que los niños pueden deprimirse después de
Halloween, ya que no entienden la diferencia entre la fantasía y la realidad, y
eso lleva a que el mal entre en sus almas.
Hace dos
años, los legisladores regionales en la región siberiana de Omsk prohibieron
también las celebraciones de Halloween en todas las escuelas, diciendo que los
niños rusos tenían que ser protegidos de la “influencia cultural
estadounidense peligrosa y moralmente corrupta”
Las
autoridades también han pedido la prohibición de los disfraces de zombies y
monstruos en las tiendas de juguetes, porque son “perjudiciales para los
niños.”