MACRI Y EL NUMERO 11
Por Javier Cornejo
Mes 12 del año 2015= 1+2+2+1+5= 11
El próximo viernes 11 será el
primer día de labor en el que las riendas del país empezarán a ser accionadas
por el nuevo “ungido” Presidente. Pronto sabremos si el destino difiere del falso “modelo” del
“relato” kirchnerista o será la otra cara de la misma moneda, es decir el inicio de un nuevo previsto espacio que recorrerá la política pendular
argentina.
Número 11 que irrumpe en escena con
particular estridencia y parece acompañará a Mauricio en los próximos tiempos.
Actualizando un artículo que publicara
en esta columna en febrero de 2013, traigo a reflexión:
Este número es el
resultado de sumar el primer y el último número de la lista de los 10 primeros:
1+10=11/ 2+9=11/ 3+8=11/ 4+7=11/ 5+6=11/ 6+5=11/ 7+4=11/ 8+3=11/ 9+2=11.
El número 11 y sus secuencias numéricas
(11.11–12.12-2.22-4.44 etc.) está presente en las cábalas numéricas de las
religiones. Salvo en las simbologías
cristianas. ¿Será porque luego de la traición de Judas los apóstoles quedaron
reducidos a 11?
Según San Malaquías Benedicto es el Papa N: 111
El Ultimo Papa en renunciar, previo a Benedicto: Gregorio
XII en 1415 (1+4+1+5=11)
El 11-02-13 El Papa anuncia su abdicación, día del inicio del nuevo año chino de la serpiente, 11-02-13. Es el 155
(1+5+5=11) aniversario de Nuestra Señora de Lourdes (Tribuno 17-5-10 “Los
Mensajes de Fátima”).
El 4 de julio (4+7=11) Declaración de la Independencia de
EEUU firmada por 56 (5+6=11) Congresales.
Referenciando el emblemático día del colapso de la Torres
Gemelas: 11-9 es el día n: 254 del año
(2+5+4= 11) y restan 111 días para su finalización.
Las dos torres son un
11 de hormigón.
Las Torres tenían 110 pisos cada una.
New York
City tiene 11 letras.
George W
Bush tiene 11 letras.
Vuelo que impacta en primer lugar American Airlines N: 11.
El vuelo N: 11 llevaba 92 (9+2=11) pasajeros.
El vuelo que impacta en el Pentágono AAN: 77 llevaba 65
(6+5=11) pasajeros.
Número total de víctimas 254 (2+5+4=11).
Número de emergencia 911 (9+1+1=11).
11-11-18 Fin de la Primer Guerra Mundial.
El 11-03-2004 (1+1+3+2+4= 11) Atentado de Madrid. El día 911
(9+1+1=11) luego del atentado a las
torres gemelas.
El 11-03-2011 Tsunami Japón.
Primer Nave que llega a la
Luna Apolo 11.
El número 11 tiene profundo significado en la religión
islámica. En el año 632 (6+3+2=11) muere Mahoma y se funda la Religión.
Gran Bretaña= 11 letras
Reina Isabel = 11 letras
14-06 (1+4+6=11)
Rendición Argentina en Malvinas
ante: Jeremy Moore= 11 letras.
El 1-01-09 (1+1+9= 11) Se convierte en Ley y a partir de esa fecha entra en vigencia la
Constitución Inglesa de las Falkland Islands.
El 11-03-2013 (1+1+3+2+1+3=11) se efectúa el Plebiscito Inglés en Malvinas.
Últimos atentados en París en la Jurisdicción 11.
Recientemente se dispuso dentro de los BRICS introducir la
Asociación Next Elever N11, considerada como los próximos países en
incorporarse al Grupo. Argentina no se encuentra entre ellos.
La lista de “onces”
excede con creces el espacio de esta columna, el lector con esta muy
preliminar guía fácilmente podrá
encontrar 11 en múltiples situaciones.
Sólo para cerrar, Mauricio nació de: Franco Macri = 11 letras.
El sillon vacío -5- y ellos caminan |
CRISTINA POST BALOTAJE
Por Javier
Cornejo
Desde los más
diversos ámbitos, políticos, económicos, sociales, médicos; se especula con la conducta de la
Señora Presidente Fernández.
Se incursiona en
variadas conjeturas de alteraciones que mezclan realidad con ficción, conductas
de polaridades complejas, en fin, un sin número de “entendidas recetas” para
interpretar los actos y dichos de la Primer Mandataria Argentina que repercuten
ostensiblemente en todos los ámbitos nacionales, y en muchos casos trascienden
nuestras fronteras incursionando en el peligroso mundo en el que estamos
inmersos, del que inexcusablemente
formamos parte.
No debemos
confundirnos, la Presidente no está enferma.
La Señora
Fernández de Kirchner no es ninguna
“alterada”.
Es la mejor farsanta que desempeña a la
perfección la escenificación del mensaje impuesto por las mentes emergidas de
los centros de altos estudios de Oxford, Cambridge, que le fueran sintetizados
y comunicados por la propia Reina Isabel II el 2 de abril de 2009, oportunidad
de la reunión de ambas mujeres en el Palacio de Buckingham. Libreto que fuera
monitoreado en forma permanente, hasta estos días por los estudiosos de esta
“colonia olvidada”.
El gatopardismo
puesto en escena está dirigido a cumplir
acabadamente con la construcción de las
bases sobre las que se acelerará nuestro fraccionamiento geográfico y
desintegración nacional, llevadas a la práctica
con minuciosa precisión: desmantelación institucional y de toda
infraestructura, drogadicción generalizada, delincuencia atroz, destrucción
familiar, indigencia y pobreza en progresión geométrica, conflictividad de
sexos con la introducción de una alteración conceptual de “género” en el que
todo masculino debe ser eliminado, abortos indiscriminados, una tasa de
nacimientos contractiva, aniquilamiento demográfico, irascibilidad creciente,
abulia que imposibilita toda mentalidad laboral, abdicación soberana
territorial y monetaria que desemboca en un endeudamiento perpetuo que se
materializará en el inminente “canje de deuda por territorio”.
El despliegue de Cristina
Fernández de actos que potenciaron y orientaron la posibilidad de acceder a la
Presidencia de Mauricio Macri no es producto de la casualidad. Es el “cambio” necesario del accionar del que
“todo cambie para que todo siga igual”. Es lo que “ella” necesita para ubicarse
como la abanderada de la oposición, la Emperatriz del caos en una abyecta copia
de su modelo: Nefertitis. (Ya el 23 de
febrero pasado en esta columna me refería a esta reina egipcia que la
Presidente tiene por modelo, en un artículo titulado: Vocación de arquitecta en
un país en caída libre).
Es preciso que la
Señora Fernández investigue un poco más sobre su modelo egipcio, consulte las
fuentes sobre el asesinado Faraón Akenaton y los motivos por los que Nefertitis
fuera borrada de la historia del Nilo.
Tal estudio le
permitirá evaluar sus actos destinados a unificar en pos de sí la violencia que
intenta desatar con posterioridad a la asunción de Macri como nuevo presidente
de nuestro país. Sería el cumplimiento de la 2da. Parte del libreto británico
que debe llevar a cabo de forma magistral, tal como desarrolló la primera parte
del mismo en sus períodos de gobierno.
Las agrupaciones
Tupac Amaru, La Cámpora, Vatayón Militante, Dragones, Kolina, Piqueteros de
todo el país, usurpadores, cárteles, mapuches originarios for export, etc. todo
lo que signifique violencia e intransigencia, tendrá su voz y accionar
virulento con el desempeño post electoral que le cabrá a la actual mandataria,
en complacencia y participación (consciente o no) del nuevo presidente.
Pronto lo
veremos.
AUTODEFINIDA
ARQUITECTA
Por Javier
Cornejo
Iniciamos el 2015.
El último
año de la Presidente Cristina Fernández en un trono que seguramente considera vitalicio, quizá emulando a su
heroína y modelo la Egipcia Reina Nefertitis.
La curiosidad me lleva a traer al presente a
don Benjamín Solari Parravicini quien en su variedad psicográfica dedica una
serie de ellas a circunstancias que, bien puede sostenerse, tienen una clara
referencia a momentos actuales.
Para el caso
tomaré la psicografía denominada: “Egiptóloga en argento” del 2 de julio de
1940:
Si bien en la misma existen un sin número de mensajes
simbólicos, destaco sólo los referidos al tema de la presente: nótese el perfil
femenino de la imagen central con su destacado “turbante”, la hoz al frente, el
“ojo que todo lo ve” enmarcado triangularmente, la base del “plata río”, (un análisis pormenorizado excede esta
columna).
Es conocida y
publicitada la devoción de la Presidente Argentina hacia determinados faraones egipcios.
En el escritorio
presidencial, en las fotos que oportunamente se publicaron, observamos
claramente un busto de Nefertitis, incluso se efectuaron fotografías artísticas
de la Presidente con la escultura (busto) de la reina egipcia en sus visitas al
museo del Cairo.
En múltiples
oportunidades estableció singulares paralelismos, especialmente en agosto de
2012 cuando presentó el Polo Tecnológico en la isla Demarchi, ocasión en que se autoproclamó como la
“re-encarnación de una gran arquitecta egipcia”. O en diciembre de 2011 en el
acto de cierre de Argentina Exporta Audiovisuales: “con esta vocación de
arquitecta egipcia que tengo, yo digo que en otra vida debo haber sido una gran
arquitecta egipcia”.
¿Esta vocación
presidencial será una mera casualidad?
¿La presidente
conoce y es parte de estos temas?
De todos modos
son muy sugestivas sus palabras del 9-01-13 en Mar del Plata al regreso de la fragata
Libertad:
“…es necesario entender que esta lucha que
estamos llevando a cabo los argentinos no sólo es algo que importe a nuestro
país, depende también en gran medida la suerte de un Nuevo Orden que debe darse
en el mundo”.
¿A qué nuevo
Orden Mundial se refiere?
¿Será al que considera como destino “sur” de
la humanidad una realidad geográfica con principio en la Antártida apetecible por todos? ?
¿Estarán por
ocurrir cosas que no vislumbramos?
Los tiempos
venideros prontamente nos lo dirán.
Resistir, una decisión
premeditada
Joaquín Morales
SoláLA NACION
Miércoles
09 de diciembre de 2015
Cristina
Kirchner no le entregará a Mauricio Macri los símbolos del poder presidencial:
el bastón y la banda. Pero quería ir al Congreso, sobre todo para despedirse de
los militantes de La Cámpora que se congregarán en la plaza que está frente al
palacio parlamentario.
El nuevo
gobierno no tenía formas para impedirle el acceso al edificio, porque no se
hace eso con un ex presidente. El problema se agravó porque Cristina quería
acceder al recinto, donde jurará Macri, aunque no le entregará aquellos
símbolos. Si el próximo gobierno se hubiera negado a ese deseo, el riesgo que
corría era que las cosas llegaran al forcejeo personal. Esta posibilidad venía
siendo calculada desde hacía varios días por dirigentes del macrismo.
"Cristina en algún momento piensa en la historia. No se llegará a
eso", los conformó otro macrista. Oscar Parrilli pareció darle la razón en
la tarde de ayer a aquel pronosticador cuando anunció que no estaban dadas las
condiciones para que Cristina fuera al Congreso. Sin embargo, no hay que dar
nada por seguro. La Presidenta es la persona más imprevisible de la política.
Una
primera conclusión indica que la próxima ex presidenta tomó mucho antes la
decisión de no transferirle el poder simbólico a Macri. Fue el domingo, cuando
escribió en Facebook una larga carta (nunca son cortos sus párrafos, ni cuando
habla ni cuando escribe) en la que denuncia que el presidente electo le gritó a
una "mujer sola". Es imposible imaginar ese Macri para cualquiera que
lo conoce. Macri cultiva su autoridad, como cualquier jefe político, pero
cuando se enoja con algún colaborador sólo cambia el gesto y da una orden con
una frase corta. Nunca se lo vio ir más allá de ese límite. ¿Por qué lo haría
con quien que es todavía la presidenta en funciones?
Sin
embargo, es probable que Cristina confunda a veces los matices de la realidad.
Hace muchos años que a ella no le habla nadie. El consejo que deslizan sus
asistentes a cualquiera que la ve es: "A la Presidenta no se le habla; se
la escucha". Si nadie le habla, ¿quién podría decirle que no? Nadie. Lo
que sucedió con Macri es que éste le habló con tono firme y que, encima, le
dijo que no. Suficiente para que ella considerara que ofendieron la investidura
presidencial y que la maltrataron como mujer.
Cristina
Kirchner y su marido fueron los presidentes que más maltrataron públicamente a
cualquier disidente de sus creencias. Eso formaba parte de "la
política", como lo justificaron siempre en la intimidad. La mera sensación
de un maltrato a ella que no existió Cristina la convirtió, en cambio, en una
catástrofe institucional y personal. Mero pretexto para no cumplir mañana con
su obligación histórica y para, de paso, excitar con el rencor a la militancia
camporista que la esperará en el Congreso. Definitivamente, Cristina se está
convirtiendo en un protagonista tóxico de la política argentina.
La segunda
conclusión de la lectura de aquella carta rupturista es que todo se reduce a
que ella quiere estar en Santa Cruz en el acto de asunción como gobernadora de
su cuñada Alicia Kirchner. Y decidió irse en un vuelo regular de Aerolíneas
Argentinas. No tiene tiempo, por lo tanto, para esperar a Macri en la Casa de
Gobierno, que es donde se debe hacer la transmisión simbólica del poder. La
condición que le ponía Macri (esperarlo en el lugar donde reside el Poder
Ejecutivo) le impedía hacer lo que ella quiere, que es lo está haciendo desde
hace demasiado tiempo. A un monarca absoluto no se le fija hora ni se lo cita
en un lugar determinado.
Santa
Cruz es otro tema. El amplio imperio de los Kirchner se redujo, al fin y al
cabo, al viejo feudo provincial. La derrota cambió hasta los códigos
familiares. Por primera vez, la cuñada Alicia tendrá más poder que Cristina.
Ésta decidió monitorear personalmente esa novedad política y familiar. Tal vez
Macri cometió el error de no ofrecerle un avión de la flota presidencial (no el
Tango 01) para llevarla por última vez al lugar que ella quisiera. Le hubiera
sacado un pretexto, pero seguramente Cristina hubiera encontrado otro. Lo que
no quiere, en última instancia, es la foto que la registrará entregándole el
poder a Macri.
Es
probable que la Justicia termine dictaminando que el mandato de Cristina
concluirá esta noche, a las cero horas de mañana. Es la opinión coincidente de
varios constitucionalistas, pero es el resultado también del sentido de
responsabilidad de la Justicia. ¿Hasta dónde se llegará con un sainete
convertido en crisis institucional? ¿Cuándo alguien le pondrá fin? ¿Acaso no
hubo en la historia transmisiones del mando presidencial mucho más complicadas
(la de Lanusse y Cámpora o la de Bignone y Alfonsín, por ejemplo) y se pudieron
hacer normalmente en el Congreso y en la Casa de Gobierno? Como suele suceder
en la Argentina de los Kirchner, los conflictos de la política terminan
resolviéndolos los jueces. Será así, otra vez. Si en la medianoche de hoy
concluirá el mandato de Cristina, ella no tendrá mañana ningún poder
institucional para imponer nada.
Cristina
ya ha logrado algunas cosas para arruinarle la fiesta a Macri, que es lo que se
propuso desde la noche del ballottage perdidoso. La convocatoria a los militantes
de La Cámpora en la plaza Congreso (y la actitud combativa de su jefa) podría
limitar la asistencia de argentinos contentos a las calles por donde pasará el
flamante presidente de los argentinos después de jurar ante la Asamblea
Legislativa. Muchos países importantes del mundo, que habían dispuesto enviar
delegaciones significativas a la asunción de Macri, están retrocediendo ante el
grado de incertidumbre de la ceremonia argentina. Cristina pagará su precio. Se
quedará sólo con La Cámpora en el país, y en el extranjero profundizará el mal
concepto que hay de ella. Su persona y sus formas son la práctica de la teoría
del caos, vaya donde vaya.
Esos
rasgos tan propios de la presidenta argentina se profundizaron en los últimos
días. La derrota de noviembre ha transformado la épica en nada. La revolución
que les prometió a los jóvenes kirchneristas fue tumbada por un propuesta
moderada, consensual y homologada por el mundo. El "vamos por todo"
de 2011 terminó en una entrega de todo, que todavía ni siquiera empezó.
Para
peor, el mundo en el que ella creía también se viene abajo. El chavismo
venezolano (que Cristina defendió como la ilusión de un socialismo nuevo en
América latina) sufrió una derrota aplastante y definitiva. El PT brasileño
(que ella prefería a cualquier otra alternativa en el país vecino) está a las
puertas de entregar el gobierno luego de una increíble saga de investigaciones
de corrupción y de una monumental crisis económica. En Cuba, los hermanos
Castro están más entusiasmados en negociar con Washington que en alentar a sus
viejos aliados del eje bolivariano. Su amigo Rafael Correa tambalea en Ecuador,
y Evo Morales se está pasando silenciosamente al bando de los líderes
racionales de la región.
El
populismo tiene algunas características inconfundibles, como, por ejemplo, la
confrontación de la sociedad con las instituciones de la democracia. Pero
requiere una condición: necesita mucho dinero, aunque se trate de recursos que
pertenecen a varias generaciones. Es lo que gastaron el kirchnerismo argentino,
el chavismo venezolano y, de algún modo más light, el PT brasileño, hasta que
los vientos cambiaron y el petróleo y la soja dejaron de valer lo que valían.
El populismo sin chequera no tiene destino.
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