ESPIONAJE MENTAL: LA
TECNOLOGÍA PARA ROBAR SECRETOS DE TU CEREBRO YA ESTÁ EN MARCHA
Como venimos denunciando desde hace
tiempo, una de las actuales obsesiones en el mundo científico en la que se
están invirtiendo grandes cantidades de recursos, es comprender cómo funciona
el cerebro humano y desarrollar todo tipo de técnicas para la lectura (y
vigilancia) de los pensamientos de las personas.
A continuación reproducimos un
inquietante artículo publicado en hojaderouter.com, un espacio dentro de eldiario.es,
que nos muestra las increíbles técnicas que se están desarrollando para robar
los secretos que ocultamos en nuestro cerebro mediante técnicas de “espionaje
mental” basadas en electroencefalografía.
La electroencelografía (EEG), es la
técnica que nos permite registrar los impulsos eléctricos provocados por las
ondas cerebrales y la tecnología que actualmente hace posible su lectura
mediante una interfaz cerebro-ordenador o BCI, es barata y poco aparatosa:
algunas de las diademas que permiten leer la información del cerebro son tan
asequibles como cualquier pulsera de actividad para medir las pulsaciones del
corazón (y disponen de sus propias aplicaciones para iPhone)
Las más populares, como NeuroSky
MindWave o Emotiv Epoc, vienen a costar entre 70 y 370 euros, aunque hay
incluso alternativas de código abierto ( OpenEEG, OpenBCI) que uno puede montar
por sí mismo en casa si dispone de los conocimientos adecuados.
Estos dispositivos, aun con sus
limitaciones, permiten que hasta un niño pueda utilizar su mente para, por
ejemplo, controlar un videojuego o mover una mano biónica.
Pero lo más terrorífico es que esta
lectura de la mente humana también puede tener aplicaciones futuristas como el
‘hacking’ (hasta el punto de robar información de tu memoria sin que te
percates) o la criptografía (sustituir las contraseñas por patrones
cerebrales), tal como ha explicado durante el congreso Rooted CON el experto en
seguridad de la firma IOActive, Alfonso Muñoz.
Muñoz hace un repaso de las amenazas
y oportunidades que presenta la electroencefalografía para la seguridad
informática, basándose en estudios realizados por su colega Alejandro
Hernández.
En primer lugar, las interfaces
cerebro-ordenador están expuestas al mismo repertorio de ataques hacker
convencionales que cualquier otro dispositivo, que se pueden realizar cuando el
casco o la diadema ha traducido los impulsos eléctricos a información binaria,
es decir, ceros y unos que se almacenan, procesan y transmiten de forma
convencional (mediante wifi o Bluetooth).
Alfonso Muñoz
Según Muñoz: “puedes hacer todo
tipo de ataques porque, realmente, ahí ya no estás copiando ondas, estás
copiando bits”.
De todas formas, también se pueden
espiar las propias ondas cerebrales, mediante técnicas novedosas y
controvertidas como la ‘mental surveillance’ (algo así como “vigilancia
mental”) o el ‘brain spyware’ (programas para espiar el cerebro).
“Te pueden sacar información del
cerebro sin tú saberlo”,
afirma Alfonso. “Por ejemplo, saber si conoces a ciertas personas, saber tu
número de una tarjeta de crédito…”
Algo que ya demostró con ejemplos
prácticos un grupo de investigadores de las universidades de Oxford, Berkeley y
Ginebra en 2012.
En casi todos los experimentos que se
han llevado a cabo hasta la fecha, el proceso viene a ser el mismo: se presenta
un estímulo a la víctima, abierta o encubiertamente, y se registran los
impulsos eléctricos a la espera de un pico en la amplitud de la señal que se
conoce como P300 (porque se produce unos 300 milisegundos después).
Por ejemplo, se le muestran fotos de
personas para determinar a cuáles conoce por la forma en que reacciona su
cerebro (como si fuera una rueda de reconocimiento) o los números del 0 al 9
para averiguar el PIN de su tarjeta.
“Tú no tienes que contestar, ya
contesta tú cerebro sin tú darte cuenta”. Sobre todo cuando el estímulo es subliminal, esto
es lo más impresionante de la técnica. “No son ataques perfectos, tienen
limitaciones”, admite Muñoz, “pero solo la idea de que eso se pueda
hacer de manera relativamente sencilla, la verdad es que asusta”.
LA CLAVE ESTÁ EN TU CEREBRO
Más allá de estas formas de extraer
datos de tu mente, la tecnología BCI se ha postulado como alternativa de futuro
para reemplazar a las tradicionales contraseñas.
La idea es que un determinado
pensamiento se convierta en la forma de identificarte, de comprobar que eres
quien dices ser. “Puedes cantar una canción en tu cerebro, puedes imaginarte
moviendo un dedo, puedes concentrarte en tu respiración… Esas tareas producen
señales en tu cerebro, y esas señales son las que se miden”, detalla el
investigador español.
La ventaja es que la forma de pensar
en algo es realmente personal e intransferible. Si tu clave es tararear
mentalmente el estribillo de ‘Somewhere over the rainbow’, por mucho que otro
intente hacer lo mismo, los registros no coincidirán.
De todas formas, según indican los
expertos, aún queda campo por recorrer en este campo, básicamente porque las
señales del cerebro evolucionan, y todavía no se han realizado experimentos
suficientemente largos como para asegurar que la efectividad de estos métodos
es duradera.
MEMORIZAR LA CONTRASEÑA SIN SABERLO
Si espiar el cerebro o reemplazar las
contraseñas por ondas cerebrales ya resulta inquietante, las aplicaciones de lo
que se conoce como “aprendizaje implícito” son si cabe más
perturbadoras. Algunos investigadores ya están buscando la manera de hacer que
memorices una información (una clave, por ejemplo) sin darte cuenta.
“Tu cerebro se autentica con el
sistema, pero tú no sabes cómo”,
describe Alfonso. “Tú no sabes la clave”. Alguien la ha grabado en tu
cerebro, probablemente a base de repeticiones, y ahí se encuentra sin que
puedas acceder a ella. Como consecuencia, “no te pueden forzar a nada, ni
siquiera a revelar la clave porque tú no la conoces”.
Solo quien haya decido utilizarte
como llave sabrá recuperar la información, tal vez exponiéndote al mismo
estímulo que utilizó para meterla en tu cabeza y leyendo tus ondas cerebrales.
Todo un mundo de posibilidades que producen tanto miedo como asombro. Sin duda,
la alianza entre tecnología y neurociencia aún tiene muchos trucos para
sorprendernos.
CREAN UNA TECNOLOGÍA
ESCALOFRIANTE PARA SUPLANTAR A CUALQUIER PERSONA…¡EN VIVO!
Un grupo de investigadores ha
desarrollado una nueva tecnología de vídeo que permite a una persona transferir
sus expresiones faciales a otra persona en video en tiempo real, permitiendo
con ello la manipulación en directo de un clip de video y abriendo con ello las
puertas a un nuevo tipo de manipulación mediática realmente escalofriante.
El desarrollo de esta tecnología
tiene un enorme potencial para generar el caos y la desinformación.
La tecnología es el resultado de una
colaboración entre los investigadores de la Universidad alemana de Erlangen-Nuremberg,
el Instituto Max-Planck de Informática, y la Universidad de Stanford en
California.
De acuerdo con el abstract del
proyecto, el estudio, ‘Face2Face: Captura de la cara en tiempo real y
Recreación de Videos RGB’…
“Presentamos
un enfoque novedoso que permite la reconstrucción facial de una secuencia de
vídeo en tiempo real (por ejemplo, de un vídeo de Youtube).
La
secuencia de origen es un flujo de vídeo monocular (como la secuencia objetivo,
la que será modificada), capturada en directo con una cámara web doméstica.
Nuestro objetivo es animar las expresiones faciales del personaje del vídeo de
destino, mediante un actor y reconfigurar el vídeo de salida manipulado de
forma fotorrealista y en vivo”
El equipo de investigación han
mostrado la tecnología en un video en el que son capaces de manipular en tiempo
real las declaraciones de personajes políticos durante una entrevista en
televisión: Como “modelos del experimento” usaron a famosos políticos, entre
ellos George Bush, Vladímir Putin, Donald Trump y Barack Obama.
La idea del sistema es la siguiente:
a través de un sensor de profundidad de la imagen, el sistema construye una
máscara para cada participante de la transmisión. La máscara está vinculada con
zonas especiales de mímicas de la cara. Analizando los gestos de la fuente, el
sistema crea en tiempo real una versión animada y realista de la cara receptora
que reproduce las expresiones originales del usuario.
La versión del programa, usada
durante las primeras fases de las investigaciones, está disponible para todos.
En el sistema mostrado en el vídeo, los expertos usaron una cámara Asus Xtion
PRO, un ordenador con un procesador Intel Core i7 y una tarjeta de vídeo Nvidia
GTX980. El rendimiento de este ordenador es suficiente para trabajar con un
vídeo de 1280×1024 pixels de resolución.
Gracias a la tecnología de captura de
movimientos, el sistema puede transmitir las emociones aun cuando la fuente y
el receptor cambian la posición del rostro, cuando en la toma aparece un objeto
que altera el enfoque, o cuando el rostro se aleja del ángulo de visión de la
cámara. El sistema también cambia la luz y la tonalidad, lo que da la
oportunidad de usarlo como un espejo virtual.
Aunque la tecnología aún está lejos
de ser perfecta, el resultado es altamente inquietante, incluso en esos clips
de video con una baja resolución relativa, pues nos habla de lo que podremos
ver en un futuro, o incluso de lo que podría estar siendo desarrollado ya y no
conocemos.
La tecnología realiza un seguimiento
de las expresiones faciales de origen y del video de destino y se centra en
detalles tales como los dientes en el interior de la boca, para reconfigurar la
imagen original y adaptarla al video de destino de la forma más realista y
adecuada.
La recreación se consigue mediante
una “transferencia de deformación rápida y eficiente” entre el origen y
el destino y el proceso se completa cuando el rostro objetivo sintetizado se
re-representa por encima de las secuencias de vídeo correspondiente.
Como vemos, la sensación que ofrece
el posible desarrollo de esta tecnología, es espeluznante.
Sobretodo si nos empezamos a
preguntar cuánto tiempo hará que este tipo de tecnologías, mucho más avanzadas
que la que ofrecemos aquí, se están desarrollando sin nuestro conocimiento por
parte de organismos con grandes fuentes de financiación, como por ejemplo, el
complejo industrial-militar, y específicamente, DARPA (Agencia de Proyectos de
Investigación Avanzados de Defensa del Pentágono)
Esto abre la puerta a todo tipo de
manipulaciones que ponen los pelos de punta: desde crear personajes virtuales
que no existen en el mundo real y que pueden articular discursos determinados
en vivo, hasta suplantar a cualquier persona y poner en su boca palabras o
declaraciones que jamás ha realizado, con una facilidad pasmosa, incluso con la
posibilidad de manipular sus declaraciones en vivo en los medios sin que ella
se percate de ello.
De esta manera, la imagen de
cualquier persona “opositora” al gobierno o no conveniente a los intereses de
los más poderosos, puede ser destruida con extrema facilidad.
Además, esta tecnología básica y que
solo está centrada en la manipulación de la imagen en un clip de video, puede
ser combinada con la tecnología ya existente de manipulación de la voz, con el
objetivo de recrear virtualmente a cualquier persona por completo.
Existen softwares que pueden tomar 10
minutos de conversación de una persona y capturar todos sus patrones de voz
para crear una voz sintética que la imite casi a la perfección.
Así pues, pronto un “actor” podrá
suplantar por completo a cualquier persona, reconstruyendo su cara, sus
expresiones y su voz y lo que es más grave: realizar esta posible manipulación
en vivo, sin necesidad de realizar el trabajo de edición de un video.
Dentro de poco, la pregunta que nos
tendremos que hacer cada vez que veamos un video cualquiera, sean declaraciones
de un personaje o una noticia, será: ¿podemos fiarnos realmente de lo que
estamos viendo y escuchando, por más realista que nos parezca?
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