Andrés Suriani y Javier Cornejo analizan, desde el programa Alta politica, la marcha feminista hacia la catedral de Rosario en Santa Fe, Argentina, y exponen un pensamiento de Eva Perón, extraido de su libro "La razón de mi vida".
¿Por qué desde la ONU
buscan globalizar una revolución sexual?
Jueves,
30 Junio, 2016
Entrevista a la influyente socióloga alemana, escritora y conferencista Gabriele Kuby, que revela el rostro oculto de líderes políticos, feministas radicales que desde gobiernos, la ONU y otros organismos promueven la atea ideología de género.
Portaluz tuvo el privilegio de publicar a comienzos de este año una entrevista a esta influyente intelectual. Ahora gracias al periodista Benjamín Vail (ofs) accedemos a un nuevo diálogo -difundido en inglés por CWR- que ocurrió durante la visita de Gabriele Kuby a la República Checa.
Apoyándose en el nuevo libro de Kuby (ya traducido a varios idiomas) «La Revolución Sexual Global: La destrucción de la libertad en nombre de la libertad», Benjamín se adentra en pedirle que devele las intenciones finales de quienes buscan globalizar la ideología de género…
Para
poner al día a nuestros lectores, ¿Podría por favor resumir la tesis principal
de su nuevo libro?
Después
de mi conversión a la fe católica, dada mi experiencia en el estudio de la
sociología y el interés por los acontecimientos políticos y sociales, comencé a
darme cuenta que la sexualidad es el tema de nuestro tiempo. Vivimos en una
época en que las normas sexuales -como nunca antes en la historia de la
humanidad- están siendo transformadas poniéndolas completamente de revés.
Ninguna sociedad había hecho esto. Ninguna sociedad había dicho alguna vez:
«Vive tu impulso sexual como quieras». Pero nuestra sociedad lo hace. Creo que
este enfoque de la sexualidad es un ataque medular contra la dignidad del ser
humano y la sociedad en su conjunto, ya que si una sociedad abandona su moralidad
en general -especialmente en el área de la sexualidad-, cae en la anarquía, en
el caos y esto puede dar lugar a un nuevo régimen totalitario liderado por el
Estado.
Un tema
principal en su libro es la «transversalidad de género» (mainstreaming de
género) ¿Puede usted educar a nuestros lectores sobre este concepto y explicar
por qué lo califica de dañino?
«Gender»
era un término gramatical usado para diferenciar el género, antes de que fuera
utilizado en la agenda política. Las feministas radicales descubrieron esta
palabra y la usaron para crear una nueva ideología. Me maravilla la estratégica
visión de futuro... saber que usted necesita un término para promover una nueva
idea, y este término que eligieron es: «género». Género ahora significa que hay
un «sexo social», que puede diferir del sexo biológico. Por supuesto existen
diferencias culturales e históricas en las formas en que pueden vivirse la
masculinidad y feminidad. Pero la teoría feminista refiere que el sexo es una
construcción social que puede ser diferente del sexo biológico y que de hecho,
no tiene por qué ser idéntica al sexo biológico. Sucede que si renunciamos a
nuestra identidad como hombre o mujer, y decimos que no hay tal identidad,
entonces, como consecuencia, todo el orden sexual se derrumba y cualquiera
puede tener sexo con cualquiera. Porque este movimiento no reclama sólo que se
respete un planteamiento teórico, sino una práctica: No hay dos sexos, o dos
géneros -dicen-, sino muchos géneros… hombres y mujeres heterosexuales,
homosexuales, bisexuales, transexuales, transgénero, intersexuales y personas
queer («queer» es un término que usan para cualquier tipo de desviación sexual
de la heterosexualidad).
La teoría
de género dice en definitiva que nuestra orientación sexual es el principal
criterio para nuestra identidad. Y el valor principal por el cual se promueve
esa teoría, es la libertad. Nuestra sociedad hiper-individualizada reivindica
que somos libres para elegir nuestro sexo, ser hombre o mujer, pues esta sería
nuestra libertad para elegir la orientación sexual que deseemos. La teoría de
género nos dice que la sociedad no sólo debe tolerar, sino aceptar
positivamente cualquier tipo de orientación sexual. Pero, en realidad, la
heterosexualidad es la condición natural de la existencia humana, y más del 97
por ciento de la población de esta tierra es heterosexual y tiene un rechazo
instintivo a la homosexualidad. Por ello las personas que impulsan la agenda de
género en todo el mundo, buscan por supuesto empezar con los niños muy pequeños
y enseñarles que cualquier tipo de orientación sexual es igualmente válida.
Todo el
asunto está «vendido», por así decirlo, como siempre, en un discurso que habla
de más derechos para las mujeres. Si la gente no ha oído nada al respecto,
piensan que incorporar la perspectiva de género se trata de más derechos para
las mujeres. Pero si los hombres y las mujeres ya no son vistos como
diferentes, entonces ¿cuál es el punto de lucha por los derechos de las
mujeres? Es una contradicción interna.
Después
de 150 años de feminismo -que fue un movimiento social importante y necesario
porque las mujeres no tenían los mismos derechos- el movimiento se ha
radicalizado y hoy en la sociedad occidental estamos en una lucha de poder de
las mujeres sobre los hombres. Los hombres son discriminados y son los hombres
quienes están siendo desfavorecidos. Por ejemplo, en el sistema educativo
alemán, las mujeres y las niñas son las ganadoras, mientras que los niños cada
vez son más desestimados. Las mujeres son privilegiadas en la adquisición de
trabajo por cuotas y las mujeres son privilegiadas en pleitos de divorcio.
Detrás de todo esto está la queja constante por parte de las organizaciones
feministas diciendo que los hombres son básicamente los violadores agresivos y
las mujeres son las víctimas.
La
promoción de su libro la lleva a muchos países a cuyos idiomas ha sido
traducido, siendo así testigo de diferentes culturas en Europa. ¿Notas alguna
diferencia entre la situación de género en Europa Occidental y los países
post-comunistas?
Definitivamente
hay una diferencia. Los países de Europa del Este estaban, por así decirlo,
protegidos de la revolución cultural de 1968 en Occidente, por el totalitarismo
comunista. Ellos practicaban el aborto a una escala enorme y todavía lo hacen,
pero no tenían la revolución sexual. No había un ataque directo a la familia a
través de la revolución sexual y el feminismo radical. El comunismo fue un
ataque a la familia, pero no tan profundo como el que hoy plantea la revolución
sexual promovida por el concepto «mainstreaming de género» que ya hemos
analizado.
Cuando el
Muro de Berlín cayó en 1989 todos teníamos esa esperanza de la libertad... que
entraríamos en una era más allá de la ideología. Pero mientras nos deleitamos
con esa esperanza, fuerzas poderosas preparaban el siguiente paso: la
revolución sexual global. No me preguntes quienes son estas fuerzas, pero veo
que esta revolución está desarrollándose a escala mundial, con una clara
intención de destruir la base social, la familia. La destrucción de la familia
desarraiga a cada ser humano. Nos convertimos en seres humanos atomizados que
se pueden manipular para hacer cualquier cosa.
Un nuevo
totalitarismo se está desarrollando oculto bajo el manto de la libertad. Pero
ahora los países del este de Europa se están dando cuenta de esta tendencia y
mi libro parece estar ayudando a la gente a despertar. La destrucción no ha
llegado tan lejos aquí y la gente está motivada para resistirlo. Mi gran
esperanza es que estos países del este de Europa se convertirán en un bastión
de la resistencia en la Unión Europea. Hay señales de que esto ocurra.
¿Es
cierto que al menos en algunas partes de la Europa de hoy, un hombre puede ir a
su oficina de gobierno local para redefinir su género y salir con una nueva
tarjeta de identidad que indica que es una mujer?
En
Alemania la Izquierda y los Verdes están trabajando para ello. Ellos sugieren
que en su pasaporte no debería haber ninguna indicación sobre si se es hombre o
mujer. Están luchando por esto. Si ya tenemos un estado alemán donde esto está
sucediendo, no sé. Se están moviendo en esa dirección, sin duda. En mi país
hubo una iniciativa legislativa en el Parlamento para retirar la categoría de
sexo de la tarjeta de identidad.
¿Qué
significaría para la sociedad? ¿Cuáles serían las consecuencias?
La idea
que defienden detrás de estas iniciativas es que se trata de una expresión
máxima de la «libertad» el poder «elegir» si soy un hombre o una mujer. ¡Pero
esto es una locura! La verdad es que esta confusión hace que una persona
enferme. Si alguien no se identifica con su sexo como un hombre o una mujer
-una situación así se llama transexualidad- y esto es reconocido oficialmente
como un desorden psicológico. Desde un punto de vista criminológico, si se
puede cambiar entre ser hombre y mujer, será muy difícil identificar a las
personas.
La idea
de cambiar nuestro sexo altera la noción de lo que significa ser humano. Es la
rebelión más profunda contra las condiciones de nuestra existencia humana que
se pueda imaginar. Hace que la gente enferme, sin raíces, sin saber quiénes
son. Estamos perdiendo nuestras raíces en la fe, la nación, la familia; y ahora
incluso la propia identidad como hombre o mujer es atacada para crear una nueva
visión de la humanidad. ¿Qué hará esto en nosotros? Toda una masa de
consumidores sexualizados que se pueden manipular para hacer cualquier cosa. Al
mismo tiempo, la división entre ricos y pobres es cada vez mayor a nivel
mundial, por lo que tienes una concentración de la riqueza y el poder en una
minoría y masas de personas que no tienen raíces. Eso es a lo que la agenda de
integración de la perspectiva de género está aparentemente apuntando.
¿Así que
hay una élite y esta confusión de género es una de las herramientas que
utilizan para manipular a las masas?
Sólo
observo lo que puedo ver: una estrategia en las Naciones Unidas, en la Unión
Europea y los gobiernos de izquierda para promulgar una política de la
desregulación de las normas sexuales, destruyendo así la base de la familia.
Si usted
va más allá y se pregunta: «¿Quiénes son las personas que quieren esto?, ¿Quién
se beneficia de esto exactamente?» Entonces llegará por supuesto a considerar
las llamadas teorías de la conspiración. En realidad no entro en analizar eso
porque no nos ayuda a hacer lo que podemos en el lugar donde estamos. Pero si
puedo identificar, digamos, los cientos de familias que controlan la riqueza de
este planeta y ¿a quienes apoyan? No puedo hacer nada en contra de los
Rockefeller y Bill Gates y George Soros y Warren Buffet. Sabemos que están
financiando la agenda LGBT (Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual) y la industria
del aborto, pero no tenemos ninguna influencia sobre ese nivel.
Pero aún
no estamos derrotados. ¿Qué pueden ellos hacer si surge una rebelión en contra
de su agenda, si los padres dicen: «No queremos esta sexualización de nuestros
hijos en la escuela»? En Francia, los padres han ido a la huelga y no envían a
sus hijos a la escuela una vez al mes, ya que no quieren la educación de
género. ¿Qué pueden hacer las élites ante esta reacción?
Hay
muchas iniciativas y muchas personas despiertan, muchos y muy buenos cristianos
que tienen una percepción de los signos de los tiempos. Ellos escuchan el
sonido de la campana y trabajan contra el «mainstreaming de género». Hay
resistencia ahora creciente en muchos países. Así que, yo trabajo para eso.
¿Cuál es
su objetivo? ¿Qué es lo que quiere lograr, y cuál es su motivación?
Personalmente
la motivación más profunda en mi vida es la verdad. Esto alimentó mi búsqueda
durante mucho tiempo y finalmente me llevó a la fe católica en una etapa tardía
de mi vida. Tuve una fuerte experiencia de Dios en 1973. Luego hubo más de 20
años de búsqueda en el esoterismo, la psicología y mucho más. Todo esto llevó a
una crisis de mi vida en la que mi matrimonio se rompió. Cuando estaba sola con
mis tres hijos adolescentes un vecino vino a mi puerta y dijo: «¡Orad!» Lo hice
y de repente estaba claro que iba a entrar en la Iglesia Católica aunque a la
vez fue un tiempo en que me planteé muchas razones para rechazar a la Iglesia
Católica.
Hoy tuve
una reunión con el obispo de Brno y me dijo que puede usar mi material. Es una
alegría para mí. Porque mi intención no era, «¿Cómo puedo escribir algo que sea
útil para los obispos?» Sólo tengo que decir la verdad y aquí algo está pasando
con esto. Tuve la maravillosa oportunidad de visitar al Papa emérito Benedicto
y me dijo que la re-educación sexual no sólo está lavando el cerebro, también
es «el lavado de alma». Si los niños están sexualizados destruyen su sentido de
la vergüenza, su relación con sus padres, su relación en general a la autoridad
y destruyen su relación con Dios. Nos dicen que la «transversalidad de género»
(mainstreaming de género) se trata de «tolerancia», pero en realidad es acerca
de cambiarnos como seres humanos.
Las
fuerzas que usted describe, por ejemplo, el sistema de educación y también la
cultura del consumo y de la política, son muy poderosos y quiero preguntarle
cuál es su sentido del futuro. ¿Es usted optimista o pesimista sobre la lucha
contra estas fuerzas? ¿Cuál cree usted que es la dirección actual?
Yo no soy
ni optimista ni pesimista. Espero ser realista. Quiero ver la realidad tal como
es. Puedo ver que las fuerzas son muy poderosas, el dinero y el poder están en
el otro lado y tienen victorias cada día que me asombran. Por otro lado, hay
resistencia que se acumula en muchos países. En Croacia hubo un referéndum para
definir el matrimonio en la constitución como entre un hombre y una mujer. Esto
se logró en contra de la influencia de los medios de comunicación y el gobierno
socialista. En Hungría hay una constitución cristiana y el gobierno de Viktor
Orbán acaba de ser reelegido con una mayoría de dos tercios. Dondequiera que
ocurre esta resistencia, la Unión Europea se pone muy emocionada y amenaza:
«¡Vamos a utilizar nuestro poder para ir en contra de esto! ¡No es democrático
y va en contra de nuestros valores!» Sus valores son «matrimonio igualitario» y
educación sexual para los niños «sin tabúes».
Recientemente
en París y en Francia un gran movimiento ha surgido, llamado «Manif pou tous».
El año pasado, más de un millón de personas -entre ellos 20.000 alcaldes-
estaban en las calles protestando contra el «matrimonio homosexual». La ley que
legaliza el «matrimonio» homosexual se va imponiendo, pero mucha gente ha
despertado y no parece que el gobierno del presidente François Hollande esté
muy estable.
En
Alemania la resistencia está creciendo. Actualmente hay un movimiento en contra
de la llamada Bildungsplan -plan de educación- en el estado de
Baden-Württemberg, donde recientemente un gobierno Verde Rojo llegó al poder.
Este plan dice que lo LGBTTIQ (lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero,
intersexual, qeer) debe estar incorporado en los programas de educación en las
escuelas para los niños de todas las edades y en todas las materias. ¡Es
demencial!
Bajo ese
plan, todo el sistema educativo se permea por la agenda sexual. Pero un maestro
(que también es un padre) dijo: «Ok, vamos a empezar una petición en contra de
esto.» ¡Una persona! Y 200.000 personas se inscribieron, lo cual fue una gran
sorpresa para todo el mundo. Los que promueven la «transversalidad de género»
(mainstreaming de género) se alteraron.»¡Esto va en contra de la democracia!»,
dijeron. Pero una petición es un instrumento perfectamente democrático. Ahora
tenemos manifestaciones en Stuttgart y más organizaciones están participando,
así que ya veremos a dónde va esto.
También
hay resistencia en la Unión Europea. Al principio todos estos temas de «transversalidad
de género» (mainstreaming de género) fueron promulgados por la Unión Europea
con facilidad, sin resistencia alguna. Pero ahora tenemos resistencia.
El
movimiento «One of Us» es una iniciativa de este tipo. Es increíblemente
exitosa… 1,8 millones de personas en Europa se inscribieron, aunque sólo 1
millón era necesario, indicando que no quieren que se utilice el dinero de la
Unión Europea para la destrucción de la vida, ya sea por la investigación con
células madre embrionarias o aborto. La audiencia tuvo lugar el 10 de abril de
2014 y ahora la Comisión tiene que responder a eso.
Otro
ejemplo es el reciente rechazo del Informe Estrela. El miembro socialista del
Parlamento Europeo, Edite Estrela había propuesto una resolución al Parlamento
Europeo que exigía la educación sexual «sin tabúes» y la eliminación de la
libertad de conciencia para el personal médico, por lo que debían estar
dispuestos a participar en la provisión de abortos. Esta agenda fue rechazada
por sólo siete votos. Muchas personas se movilizaron por esa pelea y se nota
que la agenda de integración de la perspectiva de género está tambaleante.
El debate
público sobre la integración de la perspectiva de género se enmarca en términos
de derechos humanos, la libertad, la tolerancia y la discriminación. Una
etiqueta común utilizada contra personas como usted, en los medios y por los
activistas, es «homófobo» o «fundamentalista». ¿Cómo pueden los católicos
evitar ser etiquetados como fanáticos u homófobos?
Recibimos
todo tipo de etiquetas. Somos llamados «homófobos» e incluso «transfobos». Lo
peor en Alemania es ser calificado del «ala derecha» porque quedas
completamente expulsado de la discusión. Este es el estigma número uno en
Alemania.
Por el
contrario, todo se te permite si eres de «izquierda». Yo pegunto a las personas
¿Por qué «izquierda» es bueno? No es tan fácil de explicar, porque la verdad es
que cientos de millones de personas han muerto bajo la ideología de izquierda y
su terror. ¿Por qué estas víctimas no cuentan? ¿Por qué que si usted es de
«izquierda» estás bien considerado en lo público, pero si tiene el más mínimo
toque de «derecha» es expulsado?
El
término «homofobia» es interesante. Fue creado por un psicoanalista
norteamericano llamado Weinberg en la década de 1970. La teoría de Weinberg es
que cualquiera que está en contra de la homosexualidad rechaza sus propias
inclinaciones homosexuales inherentes, y esta es la razón de su homofobia. Es
un término para afirmar que cualquiera que se oponga a la homosexualidad tiene
un miedo neurótico. ¡Así que nosotros somos quienes necesitamos un psiquiatra!
Las cosas son al revés. El libro de Isaías dice: «¡Ay de los que llaman al mal
bien y al bien mal, que dan oscuridad por luz y luz por oscuridad». Vivimos en
una época en que esto está sucediendo.
No
podemos protegernos de estas acusaciones. Creo que hay sólo una manera de
tratar con esto: vivir de acuerdo con la propia conciencia. Como cristiana yo
no odio. Si un homosexual estuviere sentado aquí a mi lado, me gustaría hablar
con él, de la misma manera que yo hablo contigo. Pero yo no estaría tranquila
sin expresar lo que pienso. Yo diría: «Usted puede optar por vivir ese estilo
de vida, pero no voy a llamar a la relación que tiene con un hombre,
matrimonio. Yo me opondría si comienza a adoptar niños, ya que cada niño tiene
derecho a un padre y a su madre».
Jesús
dice, sed prudentes como serpientes y sencillos como palomas. Tenemos que ser
sabios y entrenarnos en pedir orientación a través del Espíritu Santo. ¿Es el
momento de hablar o un tiempo para el silencio? Cada uno de nosotros tenemos
que hacer esto de acuerdo con nuestra posición en la vida.
Parece
que hoy estamos viviendo en una época de grandes cambios y la fe es esencial.
Tenemos que luchar por lo que es correcto.
Eso es,
exactamente eso. Incluso si no tenemos éxito, debemos utilizar nuestra vida
para luchar por la causa justa. Como cristianos, nuestra esperanza básica no
puede ser destruida y esta es nuestra esperanza: Jesucristo. Creemos que Él
volverá y mientras estemos verdaderamente cimentados en esa esperanza tendremos
nuestras raíces en la verdad y en la eternidad, no seremos barridos. Podemos
morir, sí, pero sabemos que la victoria final es nuestra. Y a partir de esa
esperanza tenemos que trabajar.
Podemos
crecer en una relación viva con Jesucristo. Tal fe será la embarcación para
llevarnos a través de este tiempo y nos dará la energía para trabajar, para
aceptar los sacrificios, sean los que sean. Jesús no nos da ilusiones al
respecto. Sólo podemos rezar para que por la gracia de Dios seamos lo
suficientemente fuertes.
(2014) -
Infocatólica
romanos 13:4 Porque los gobernantes no son motivo de temor para los de buena conducta, sino para el que hace el mal. ¿Deseas, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás elogios de ella, 4pues es para ti un ministro de Dios para bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues ministro es de Dios, un vengador que castiga al que practica lo malo. 5Por tanto, es necesario someterse, no sólo por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia.…
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