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martes, 19 de noviembre de 2019

A seguir pagando


“PAGADORES SERIALES”
Por Javier Cornejo
Publicado en el diario El Tribuno septiembre 2013
Usando un léxico con un significado propio del derecho penal para calificaciones delictuales agravadas, la Señora Presidente de nuestra Nación, se refirió concretamente al sumiso papel que le cabe ante la banca usuraria internacional que estrangula cruentamente al pueblo argentino.
La rigurosa conducta de cumplimiento a rajatabla de los dictados usurarios por parte del Gobierno Nacional, bien puede resumirse en la frase del ex -presidente Néstor Krichner: “Es necesario que nos dejen crecer porque los muertos no pueden pagar”.
A tal punto llega la distorsión conceptual de nuestros valores, del conocimiento del “bien y del mal”, que la Señora Presidente se ufana de que ella y Néstor fueron los  presidentes que más pagaron la deuda, o al decir con sus palabras “honraron la deuda”.
Se ufana que “deberíamos figurar en el libro Guines como el país que más hemos pagado”.   
NÚMEROS
De acuerdo a sus dichos, el drenaje producido al cuerpo social argentino por parte de ella y Néstor  llega actualmente a la friolera de US$ 173.723.000.000 (Ciento setenta y tres mil setecientos veintitrés millones de dólares).
 No obstante lo pagado, la deuda en estos días importa la suma de U$S 209.000.000.000 importe al que se le debe adicionar las deudas de las provincias, de los municipios y las con sentencia firme, con lo que llegaríamos a los U$S 300.000.000.000.
Frente a ello, las reservas de Banco Central ya “perforaron” el piso de los U$S 37.000.000.000 en que se encontraban el mes de junio. El Banco Nación tiene comprometido el 62% de su capacidad y la Anses el 65%.
Es decir que la capacidad crediticia interna está absolutamente comprometida.  La posibilidad de cobro de nuestros jubilados se desvanece en una delictual licuación de sus ahorros. El  Banco Hipotecario desde su re-estructuración virtualmente no existe cómo herramienta de financiamiento de nada.
DEUDA Y RECAUDACIÓN IMPOSITIVA
Comprendiendo cabalmente que la necesidad de pago de la deuda externa es el compromiso que desde 1976 todos nuestros presidentes veneran cualquiera sea su color político, podremos entender el ¿por qué?  de la bestial presión impositiva recaudatoria a la que somos salvajemente sometidos, todos y cada uno de los argentinos y hasta el último rincón de nuestro país.
Presión bestial que merece el calificativo presidencial de “pagamos con recursos genuinos”. Le falta agregar que se paga con la sangre y sudor de todo el pueblo que genera riqueza para ser dilapidada al exterior en pagar una deuda calificada como ilegal, ilegítima e inmoral.
¿POR QUÉ NO SE INVESTIGA?
Ecuador investigó su deuda.
 El presidente Correa pagó sólo lo legal y legítimo.
 Tenemos importantes antecedentes internacionales. Incluso de  declaración de “deuda odiosa”.
En nuestro país Alejandro Olmos inició una concienzuda investigación que mereció una Sentencia Judicial del Juez Jorge Ballesteros ordenando su investigación por parte del Congreso Nacional.
Si la Señora Presidente reconoce explícitamente que el origen de la deuda es totalmente espúreo  (deuda con el Club de París del gobierno militar, etc.), debe proceder en consecuencia y abstenerse  de cualquier erogación.
De todos modos la continuidad en los pagos está asegurada, sean Daniel, Sergio o cualquiera que sucedan a Cristina.

El FMI quiere conocer el plan económico del gobierno de Alberto Fernández y evaluar la "viabilidad fiscal” de sus propuestas
En una entrevista con medios estadounidenses, Georgieva aseguró que cualquier plan que pongan en marcha tiene que tener en cuenta el impacto en la población más vulnerable
19 de noviembre de 2019

Kristalina Georgieva, directora del FMI
Kristalina Georgieva, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), aseguró que el organismo internacional espera ver los planes económicos de Alberto Fernández y que está abierto para discutir con el nuevo Gobierno sobre la “viabilidad fiscal” de sus propuestas y cómo lograr en forma sustentable una vuelta a los mercados.
La titular del organismo habló sobre la relación con el Gobierno entrante en una entrevista con la agencia de noticias Bloomberg, donde se remarcó que la Argentina es uno de los principales temas en la agenda del FMI. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, le dijo Alberto Fernández que le pidió al FMI que trabajara con el Gobierno entrante sobre la línea de crédito stand-by de $56.000 millones.
Reconocemos que la pobreza creció en la Argentina; entonces cualquier plan que pongan en marcha tiene que tener en cuenta el impacto en la población más vulnerable
“Queremos ver que es lo que está pensando el nuevo Gobierno. Reconocemos que la pobreza creció en la Argentina; entonces cualquier plan que pongan en marcha tiene que tener en cuenta el impacto en la población más vulnerable. Esperamos ver más atención en protección social y ya estamos hablando con nuestros colegas del Banco Mundial y del BID para que apoyen esta clase de planes”, señaló Georgieva durante la entrevista.
“Por supuesto que eso tiene que ser en un nivel sostenible. Entonces, podrían volver a los mercados. Espero que puedan discutir con el FMI sobre cómo hacerlo. El Gobierno tiene que encontrar la forma de mantener las restricciones presupuestarias que existen y para eso necesitan continuar trabajando y ver dónde el gasto público no está dando resultados valiosos para el país. Obviamente, cada país debe hacer eso por su cuenta y ver atentamente qué políticas permiten destrabar inversiones y generar crecimiento”, continuó la directora del FMI.

Alberto Fernández junto a Alejandro Werner, director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI y Trevor Alleyne
Durante su charla, Georgieva reiteró que el organismo está “muy abierto” para tener una discusión sobre estos parámetros con el nuevo Gobierno. Pero también advirtió que debe haber una “responsabilidad social” del nuevo Gobierno de tener en cuenta la “viabilidad fiscal” de cumplir con las promesas que fueron realizadas. Y también la sostenibilidad para poder volver potencialmente al mercado.
El presidente electo aseguró este domingo que su equipo económico está avanzando en las conversaciones con acreedores de la deuda pública con el objetivo de flexibilizar los plazos de pago. “Estamos avanzando mucho más rápido de lo que piensan los medios”, dijo Fernández en declaraciones radiales.
Durante la campaña electoral, Fernández había dicho que buscaría negociar plazos de pago más flexibles tanto con acreedores privados como con el FMI, sin quitas sobre el capital ni lo intereses. Sin embargo, muchos analistas consideran que será necesaria alguna rebaja para que la Argentina pueda afrontar sus compromisos, algo sobre lo que ningún miembro del equipo económico de Fernández se manifestó todavía.
“Tampoco hay que salir corriendo, porque finalmente esto es una negociación. Cuando se negocia, se hace una estrategia para buscar las mejores oportunidades y el mejor momento para hacer las cosas”, dijo Fernández a Radio 10.


El calendario de vencimientos no le dará ningún respiro a Alberto
11 noviembre 2019 - Por Jorge Herrera

No hay duda de que será complicado el inicio del próximo gobierno dada la situación socioeconómica y financiera que heredará. Pero antes de fin de año vencen $120.000 millones y u$s2.500 millones.

Foto: Pixabay

Los economistas aún debaten si la agenda del próximo gobierno debe arrancar o no con la reestructuración de la deuda o priorizar la reactivación. Donde hay casi pleno consenso es sobre la necesidad de evitar el default. Lo cierto es que la próxima administración no tendrá ninguna tregua en este aspecto. Hasta fin de año, el Tesoro debe enfrentar vencimientos en pesos en torno a los $60.000 millones mensuales y en dólares por u$s1.200 millones por mes. El presidente electo, Alberto Fernández, no dispondrá de mucho tiempo para acomodarse porque tras el cierre de 2019 se le viene un verano, y sobre todo, un otoño álgido. Desde febrero los vencimientos en pesos pegan un fuerte salto, pasando de $50.000 millones a más de $160.000 millones y en marzo más de $215.000 millones y otro tanto en abril y mayo. Mientras que los vencimientos en dólares saltan en abril y mayo a más de u$s8.000 millones. Con relación a esto último cabe señalar que en mayo vence la última cuota del Club de París por casi u$s2.000 millones. Por eso urge reestructurar la deuda y no hay mucho tiempo.
Huelga decir en este contexto lo clave que es el stock de reservas disponibles del BCRA que Cambiemos le deje a Alberto F. Según estimaciones privadas, gracias al súper cepo, podrían rondar los u$s10.000 millones. Sin duda un número nada despreciable para atravesar el desierto de la renegociación de la deuda y no caer en default. Pero que tampoco le brinda mucha holgura ni respiro.
El gobierno de Cristina le heredó a Macri un anémico stock de reservas disponibles en el BCRA. A cambio le traspasó un bajo nivel de endeudamiento, lo que fue plenamente aprovechado por la gestión de Cambiemos que no paró de colocar deuda hasta que sobrevino el “sudden stop” en 2018 (los mercados dejaron de financiar al Gobierno). De modo que “la vuelta a los mercados de capitales”, que para el kirchnerismo fue algo casi de ciencia ficción, para Cambiemos fue casi una obsesión o la meca (por lo visto entre 2016 y 2017 se explica claramente el porqué).
De ahí que gran parte del establishment económico debata hoy si se debe arrancar rápidamente con la negociación de la deuda o no. Quienes recomiendan hacerlo se basan en que no hay plata suficiente (escasas reservas y sin financiamiento) para atender los vencimientos de deuda en dólares de los primeros cinco meses de 2020. Pero todos tienen claro que sin negociación habrá default y como la experiencia histórica indica si eso se produce antes de reestructurar la deuda las consecuencias económicas suelen ser mucho más severas que en el caso de una reestructuración preventiva. Además no puede soslayarse que la masa de vencimientos de deuda, de corto plazo, no solo condicionan la política monetaria sino también la reestructuración de la deuda. Y esto a su vez, condiciona la política fiscal, monetaria y cambiaria. Y por ende, a cualquier diseño de programa económico.
Más allá de cuánto sea la deuda en términos del PBI, ya que hay varias metodologías, para el Estudio Broda si el próximo gobierno no tiene acceso a ninguna fuente de financiamiento, el país tendrá no sólo un problema de liquidez, sino también uno de solvencia. “No hay plata para mantener el pago de la deuda por mucho tiempo”, advierte la consultora de Miguel Broda.
Cabe tener en cuenta que con relación a los desembolsos remanentes del FMI, Alberto F. deberá negociar si los u$s6.400 millones que no ingresan este año y los otros casi u$s6.000 millones que estaban previstos para el próximo bienio, y eventualmente algo más, pueden ser parte de un apoyo financiero a la Argentina o si por el contrario no habrá financiamiento porque será imposible acordar un programa económico común. Por ello desde MacroView consideran que es “muy importante” que Alberto F. no se enemiste con el FMI.
Si bien, aún no se conocen ni los planes ni las estrategias ni los equipos que finalmente comandarán la administración de próximo gobierno y sobre todo la renegociación de la deuda, surgen algunas opciones como para ganar algo de aire. Como por ejemplo, dado el stock estimado de reservas disponibles que quedará el 10 de diciembre en el BCRA, y suponiendo que sigue el supercepo, se podría en un principio permitir utilizar la deuda reperfilada para pagar impuestos. Algunos también especulan con que vendrá algo unilateral, y rápido, bajo un DNU, que volvería a reperfilar las Letras de corto plazo.
Sobre la base de que se evitará un default unilateral (mientras haya caja o voluntad de seguir pagando), el próximo gobierno sabe que no tendrá mucho tiempo como para sentarse y hacer arqueo. Quedará para después. Primero deberá empezar la renegociación de la deuda.
COMPLICADA HOJA DE RUTA
  • Los vencimientos en pesos en lo que resta del año suman 60.000 millones mensuales, mientras que los nominados en dólares ascienden a 1.200 millones.
  • Los vencimientos en dólares entre noviembre y diciembre de 2019 suman más de 2.500 millones (casi mitad y mitad entre bonos y Letras).
  • En 2020 los vencimientos en pesos arrancan con fuerza desde febrero (160.000 M) y hasta mayo suman 600.000 millones. En cambio, los vencimientos en dólares se elevan con furia entre abril y mayo superando los 8.000 millones (entre enero y mayo suman más de 12.000 millones).

 


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