Prometieron flexibilización laboral, EE.UU podrá juzgar a Argentina y Reino Unido podrá ser el Tribunal
En una entrevista para este diario, Jorge Cholvis, prestigioso abogado y presidente del Instituto Sampay, explicó la importancia del decreto 29, firmado el 12 de enero de este año, donde se acuerda que nuestro país se incorpore a la Bolsa de Comercio Norteamericana a cambio de ceder soberanía y prometer flexibilización laboral.
09/04/2017
Con la firma de este decreto se faculta al Ministerio de Finanzas a emitir bonos de deuda que cotizarán en la Bolsa de Comercio de Estados Unidos. Lo interesante del DNU es que cede soberanía judicial, ya que, el Ejecutivo nacional le devuelve a los juzgados de Nueva York la potestad de incorporar medidas judiciales frente a algún incumplimiento.
Además, se rubricó la potestad de brindarle al Reino Unido ser tribunal para juzgar a la argentina. Por otro lado, nuestro país no opondrá defensa de inmunidad soberana, es decir que renuncia a su derecho frente a estos tribunales ingleses de defenderse en un "hipotético juicio". En síntesis, se desecharon los bienes patrimoniales de los argentinos, que tienen que ver con la inmunidad relacionada con la soberanía.
- ¿Podemos decir que el Decreto 29 es una continuidad de las políticas neoliberales que impulsan la flexibilización laboral entre otras cosas?
- Por supuesto, el decreto 29 es una continuidad de lo que se vino haciendo durante la dictadura militar y las diferentes actitudes neoliberales de la década del noventa. Lo puntual del decreto no es sólo que se permite registrar los títulos públicos en la bolsa de comercio norteamericana, sino que para la emisión de esos títulos los bancos (que son los que compran y venden esos títulos) exigieron que Argentina se comprometa a una serie de medidas, una de ellas es el tema de la flexibilización laboral, el aumento de tarifas de electricidad, el ajuste fiscal y que no salir del Fondo Monetario Internacional, además de renunciar a la inmunidad soberana.
- ¿Por qué no tuvo repercusión esta medida?
- En principio porque no conviene que se conozca y es así que reprodujeron la forma en que se llevaron adelante las políticas neoliberales Menemistas, por ejemplo, el decreto 29 está acompañado por la resolución cinco del Ministerio de Finanzas y consta de seis anexos de 400 páginas que no aparecen en infoleg. Es el mismo sistema que usaron con el Fondo Monetario Internacional y los distintos organismos de crédito a los efectos de ir condicionando las políticas económicas del país.
- Este DNU promete flexibilización laboral ¿Qué opinión le merece el paro nacional del 6 de abril?
- Es importante que los líderes sindicales que defienden los derechos de los trabajadores conozcan cómo se justifica la flexibilización laboral y el ajuste laboral están puntualizados en leyes como ésta. Además, parecería que se busca naturalizar el ajuste o la devaluación como si no hubiera otra opción, cuando en realidad se debe conocer cómo se utilizan los recursos del país, quienes se hacen cargo de la distribución del excedente, es decir si es a favor de unos pocos o a favor del pueblo.
A un año y medio de la gestión de la Alianza Cambiemos ha habido cientos de miles de despidos, se le prometió flexibilización a los empresarios y la soberanía argentina pende de un hilo una vez más en medio de un reclamo salarial impulsado por los trabajadores de todos los gremios, Mientras, las medidas de fuerza se siguen desarrollando, en medio de represión ordenada por el Gobierno.
Complementariedad
Por Javier
Cornejo
Artículo
publicado en el diario El Tribuno el 02.11.2012
Iniciamos
el 2012, en el que se cumplen 30 años de la cruenta Guerra de Malvinas, herida
abierta que parece encaminarse a un resultado, profundizando la misma.
La ficción del entramado discursivo que el gobierno del Imperio Británico pone en escena, al que le hacen eco los funcionarios argentinos, en la intención de presentar al mundo unas aparentes e irreconciliables posiciones antagónicas, tiene por solo objeto el desvío de atención del único paso válido que debe realizar el gobierno argentino, si es que existe una intención cierta de reclamo soberano sobre nuestras islas Malvinas, esto es: la denuncia de los tratado de Madrid, del 15 de febrero, y de Londres, del 11 de diciembre de 1990.
Tal como lo realizó el general Perón con el convenio Miranda - Eddy, de 1946, por el que nos obligábamos a la exportación de carne a Gran Bretaña. En 1947, al declarar Inglaterra la inconvertibilidad de la libra esterlina, el General denunció el tratado, lo dejó sin efecto y suspendió el envío de carnes. (Galán Beatriz: Derecho Agrario. Ed. Abeledo Perrot. Bs.As. 1967. Pág. 105)
Apoyos internacionales
El
novedoso apoyo chino, cuya flota depreda de hace años nuestro litoral marítimo,
y ahora sus “empresas” (petróleo, minería, soja, supermercadismo etc.) se
aprestan a la depredación continental (El Tribuno Argentina China I - II- III
marzo 2011), resulta un ingrediente más, demostrando que la disputa de nuestro
sur continental, insular y antártico, se debate entre las verdaderas grandes
potencias mundiales con total independencia de la voluntad argentina. No
contamos. Irak, Egipto, Libia, Siria (ahora Irán), bien pueden servirnos de
ejemplo.
Todo es una cháchara encaminada a colmar nuestra posibilidad soberana con “sentarse a una mesa de negociaciones”, presentando tal cuestión como el gran triunfo de la retórica diplomática argentina y coerción de la unión latinoamericana, que doblega a la potencia insular.
Pero, ¡si eso mismo es lo que pretende el Imperio!, ¡maestros en el arte de la negociación desde la noche de los tiempos!
El Foreing Office ya lo tiene previsto, dejando fuera toda discusión de “soberanía”, la que quedará bajo el denominado “ paragua de intocabilidad” encaminado a lograr la declaración de Estado Ribereño de la nueva inmensa provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Previamente tendremos un sinnúmero de escaramuzas, prohibición de abastecimientos a los buques con bandera de las islas, comunicados que van y vienen, submarinos nucleares que refuerzan el poderío bélico inglés, declaraciones de los isleños, visitas reales, etc.
El concreto resultado será un nuevo tratado que posiblemente se titule: “Acuerdo anglo-argentino de cooperación mutua para el desarrollo austral”. Iniciado con una teórica zona de protección ambiental alrededor de las islas Georgias, para el aplauso ecologista.
A ello se sumará el apoyo continental para las empresas británicas, argentinas o de capitales mixtos de cualquier país, las que, en una complementariedad, culminarán el proceso iniciado en el gobierno de Néstor Kirchner, con Enrique Eskenazi -en la parte operativa petrolera-, y los asesores de Barclays -en la faz financiera de la deuda externa-, tema que será decisorio en la instrumentación del futuro reordenamiento geopolítico del sur patagónico, que posiblemente adquiera una inédita división geográfica que quizá ya no asombre a los anestesiados habitantes de este suelo.
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