Programa Alta Política, Andrés Suriani y Javier Cornejo analizan el conflicto armado en Siria, desde los intereses en disputa por territorio y riquezas, mostrando una realidad vista desde adentro en la voz de la Hermana Ma Guadalupe Rodrigo que vivió en su propia congregación en Siria, los problemas sociales de aquel país.
La sospechosa guerra de Siria
Ignacio Fontes 08/04/2017
Hace
exactamente dos semanas, los EE. UU. bombardearon el oeste de Mosul causando
230 víctimas, “la mayoría de las víctimas son mujeres y niños” (‘El Mundo’,
230317), del que nadie acusó la autoría y que los EE. UU. terminaron por
reconocer. ¿Alguien ha visto fotos y vídeos de esta masacre? Yo no. Y
agradecería los enlaces que se me pudieran proporcionar.
Amnistía Internacional ha documentado bajas civiles en los bombardeos de la
Coalición liderada por EE. UU. en Siria
Dos semanas
después de esos bombardeos, se produjo otro ataque con bombas químicas a Jan
Shijún, nido de terroristas del ISIS y de los que la prensa occidental llama,
con intolerable oxímoron, “terroristas moderados”, los opositores a Bashar al
Assad. Éste, por el contrario, en el que las víctimas se evaluaron en un
centenar de personas y de ellas, doce niños, ha generado una avalancha de vídeos
y fotos comparable a la promoción de una superproducción hollywoodiense. En una
fase de la guerra donde no hay periodistas que puedan proporcionar testimonios
fiables.
Al mismo
tiempo que los desgarradores testimonios gráficos, nos llegó la noticia de la
autoría indubitada del ejército sirio. La fuente principal era la muy
sospechosa organización Syrian Observatory for Human Rights, famosa por sus
montajes desinformativos –como los mentirosos Cascos Blancos– y por su curiosa
estructura: está radicada en… ¡el Reino Unido! Y constituida…, ¡por una sola persona! Y aunque tanto el gobierno sirio como
sus aliados rusos han rechazado la autoría y a pesar que las NN. UU. han
evitado pronunciarse y que los expertos que monitorizaron la destrucción del
arsenal químico sirio han asegurado que la dictadura de Al Assad no tiene
capacidad para fabricar armas como las empleadas, los gobiernos y los medios
occidentales –en una proporción aún más densa que cuando las ‘armas de
destrucción masiva’ que conducían a la guerra de Irak– no han dudado en achacar
al dictador sirio el bombardeo y transmitírselo así a una opinión pública
emocionalmente engrasada por el crudo material propagandístico generosamente
servido 24 horas al día.
Sin solución
de continuidad, como siguiendo fielmente la escaleta teatral predeterminada,
Trump ordenó el bombardeo de la base aérea siria de Shayrat, la segunda más
importante de la fuerza aérea de Al Assad, desde la que, dice la explicación
estadounidense, partió el ataque de los bombarderos químicos… Curiosamente,
tanto a los analistas como a la miríada de periodistas especialistas en Siria,
se les ‘escapa’ que la operación de castigo a la aviación siria es, más bien,
una operación de apoyo a los terroristas, ‘moderados’ y extremistas, pues el
arma aérea sirio-rusa es la que está conduciéndoles a la derrota final.
No es
extraño este desliz. Por lo que he visto y oído, el citado bombardeo
norteamericano de Mosul de finales de marzo es como si no hubiera existido.
Tampoco ha tenido eco la explicación sirio-rusa de que quizá los bombardeos
sobre Jan Shijún alcanzaran algún depósito de armas químicas de unos u otros
terroristas. ¿Qué cómo unos terroristas pueden tener unas armas que un estado,
el sirio, no tiene capacidad de fabricar? Convendría no olvidar que en la
Primera Guerra del Golfo, Sadam Husein destruyó poblaciones chiíes y kurdas,
civiles e inocentes, en la guerra contra Irán con armas químicas
norteamericanas para las que la empresa española Gamesa había proporcionado las
carcasas de las bombas, como descubrió el gran reportero de ‘Interviú’ Rafael
Gómez Parra.
La propaganda
ha sustituido definitivamente a la información en la guerra de Siria, desde
hace años. Las víctimas son, en primer lugar, esos niños utilizados para la
propaganda y el interminable éxodo civil que son rechazados por los culpables
de su expatriación. Pero también nosotros, ciudadanos de este Occidente que
reparte culpas al dictado de consignas, mentiras y burdas cintas de vídeo…
RUSIA NO DEFENDERÁ A SIRIA DE
LOS ATAQUES DE MISILES DE EEUU
Según afirma
el vicepresidente primero del Comité Internacional del Senado ruso, Vladímir
Yabárov, Rusia no tiene la intención de emplear sus Fuerzas Aéreas contra los
misiles de EEUU si Washington emprende nuevos ataques de misiles contra Siria.
El 10 de
abril el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, no descartó nuevas acciones
militares contra las fuerzas del Gobierno sirio en el caso de que se repitan
ataques químicos contra los civiles.
Cuando
Yabárov fue preguntado por si las Fuerzas Aeroespaciales rusas prestarán apoyo
a las fuerzas sirias para evitar que misiles estadounidenses alcancen el
territorio del país árabe, respondió que,
“No, no lo vamos a hacer. Rusia no debe dejar que la enreden en una confrontación armada, pues ello entraña una guerra a gran escala”.
“No, no lo vamos a hacer. Rusia no debe dejar que la enreden en una confrontación armada, pues ello entraña una guerra a gran escala”.
Por su parte, el subjefe del Comité parlamentario de Defensa, Yuri Shvitkin,
sostiene que Rusia sí responderá de inmediato si resultan atacadas las unidades
rusas en territorio sirio.
“Si existe
una amenaza a nuestras unidades, entonces el presidente de EEUU, Donald Trump y
sus semejantes, deben estar conscientes de cuáles pueden ser las consecuencias,
en este caso no habrán palabras sino acciones reales”.
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