Cómo fue el festejo del cumpleaños de la Reina británica en Buenos Aires
El evento contó con la presencia de 1000 invitados, entre ellos altos funcionarios de los gobiernos nacional y provinciales, legisladores de diversos partidos, empresarios y miembros de la sociedad civil.
Reina Isabel II.Foto AP
En una fiesta por el cumpleaños de la reina Isabel II como hace años no ocurría en Buenos Aires, el embajador del Reino Unido, Mark Kent, sintetizó en un brindis final con una copa de malbec por "el presidente y el pueblo argentino" y con un "auténtico scotch" por la monarca.
Pero además, en lo que representa la fusión de estos nuevos tiempos de deshielo ente los dos países, de un Mauricio Macri que busca el diálogo y una Gran Bretaña que busca aliados, Kent pronunció palabras de homenaje a los caídos en Malvinas y a sus familias en el año del 35 aniversario de la guerra.
El embajador Mark Kent, en el cumpleaños 91 de la Reina Isabel II
Pero en sus palabras no descuidó las posibilidades económicas que se abrieron. Una de ellas es el vuelo low cost de Norwegian Air Shuttle que a partir de noviembre, según supo Clarin, unirá Buenos Aires y Londres por un precio que variará arriba y abajo de los U$S 400.
"No hay en toda Latinoamérica otro país que pueda exhibir, a lo largo de su historia, una relación tan intensa con el Reino Unido, como ocurre con la Argentina", dijo Kent en uno de los Salones del Palacio Madero Unzué, donde no cabían los invitados, más de 1000, que se repartían con sus cucuruchos de fish & chips por los interiores y el enorme jardín ubicado en el corazón de Recoleta.
La banda que dijo presente en la embajada de Reino Unido por los 91 años de la Reina Isabel II.
Entre ellos, los ministros Nicolás Dujovne (Hacienda) y Jorge Lemus (Salud), además de Hernán Lacunza, ministro de Economía bonaerense. Entre los famosos estuvieron Mirtha Legrand y Jorge Gurruchaga. Y de la política y los medios se lo vio al Enrique "Coti" Nosiglia, al empresario José Luis Manzano, al intendente de Pilar Nicolas Ducoté, al titular de la Cámara Argentino Británica Julian Rooney y a otros empresarios ligados a la institución, además de Jaime Campos.
Hubo en la noche dos momentos emotivos. Cuando sonaron los dos himnos nacionales de estos países, 35 años después de su guerra, y cuando el embajador presentó al angloargentino Ronnie Scott, quien fue voluntario del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial pero que su corazón estuvo con Argentina en 1982.
El ministro de Hacienda, Nicolas Dujovne, con el embajador Mark Kent, en el cumpleaños 91 de la Reina Isabel II.
Mientas un grupo de gaiteros tocaba sus acordes, la Comisión de Familiares de Malvinas le entregó a uno de los funcionaríos de la embajada una identificación de la armada del Reino Unido que argentinos se llevaron del cementerio británico de San Carlos, en la clandestinidad. Fue una restitución.
Sobre la tierra de la Reina
Isabel no hay discusión
Javier
Cornejo
Artículo publicado en el diario El Tribuno el 12-01-15
Artículo publicado en el diario El Tribuno el 12-01-15
Margaret
Thatcher en el bronce ya está eternizada en Malvinas. Como inmortalizada en
letra, desde el 1 de enero de 2009,está la Constitución Jurídica de las
Falkland Islands. Precisamente en 2009, el 2 de abril marcó el inicio de esta
columna con el artículo: "La Soberanía Argentina sobre la Plataforma
Submarina". A partir del mismo la problemática de la geografía y
geopolítica Sudamericana, con vértice en el continente antártico, constituyó
uno de los ejes primordiales de estudio.
La usurpación de nuestra soberanía fue detalladamente analizada en innumerables artículos. Especial atención merecieron los Acuerdos y Tratados, que fueran profundizados por el Dr. Julio González en su obra: "Los Tratados de Paz por la Guerra de las Malvinas -Desocupación y hambre para los argentinos- Acuerdo de Madrid del 15 de febrero de 1990 y Tratado de Londres del 11 de diciembre de 1990".
Desde la usurpación inglesa tuvieron lugar diversos intentos de actos
soberanos, destacándose en forma exponencial la cruenta y atroz guerra de 1982,
a partir de la cual se consolida la ocupación imperial. Hubo otros actos con el
objetivo de invalidar la titularidad inglesa.
Tal fue el caso de Miguel Fitzgerald quien en 1964 a bordo de una avioneta
Cessna, aterrizó en una pista de cuadreras en Puerto Argentino, enarboló
nuestra Bandera Nacional, y dejó una proclama.
El "Operativo Cóndor" de 1966 liderado por Dardo Cabo y Ricardo Ahe,
(con quienes me unió un profunda amistad desde esos años). Este
"operativo" consistió en el desvío del avión de Aerolíneas Argentinas
que cubría el trayecto Buenos Aires-Río Gallegos y fuera obligado a descender
en Malvinas. Se enarboló nuestra Bandera Nacional y como era de esperar con
posterioridad todos terminaron presos, algunos hasta más de tres años.
En 1974 existió el intento del Gobierno argentino (a través de privados Jorge
Antonio, Cao Saravia y otros) de compra de las acciones de la Compañía que
operaba en las Islas, virtualmente, como exclusivos ocupantes: La Cía. Falkland
Islands. Esta operación fue abortada por el canciller Alberto Vignes por la
demora de acuerdo en un problema laboral de los empleados que estaban en las
islas.
Con la muerte del general Perón el 1 de julio se frustró totalmente el
operativo.
Actualidad
El actual gobierno se caracteriza por una contradicción manifiesta entre sus
"dichos" y los "hechos".
La locuacidad es inversamente proporcional a los actos de real y concreta entrega, todo conducente a una finalidad de "diálogo" que necesariamente tendrá como resultado el establecimiento de una "complementariedad" operativa con apoyo continental, quedando nuestro reclamo soberano bajo lo que se dio en llamar "el paraguas de la soberanía", es decir este tema no se trata.
La locuacidad es inversamente proporcional a los actos de real y concreta entrega, todo conducente a una finalidad de "diálogo" que necesariamente tendrá como resultado el establecimiento de una "complementariedad" operativa con apoyo continental, quedando nuestro reclamo soberano bajo lo que se dio en llamar "el paraguas de la soberanía", es decir este tema no se trata.
En función de tal premisa, el reconocimiento que ciudadanos argentinos efectúan
de la concreta soberanía británica en el archipiélago se ve reflejada en la
aceptación expresa del sellado de los pasaportes personales en el momento de
ingreso a las islas. Ese estampado significa, sin lugar a dudas, la aceptación
totalmente voluntaria de reconocimiento de ingreso o salida de territorio
"extranjero". Por ello, todo acto de queja soberana que acepte esta
premisa está totalmente viciado de nulidad e ingresa en la suma de banalidades
absolutamente funcionales al Imperio y por ellos mismos fomentadas, que luego
en su "flema" acostumbrada utilizan para ironizar los actos de
quienes fueron serviles a los intereses imperiales en una exposición mediática
que quita el verdadero sentido de patriotismo emergido del dolor de nuestro
muertos por recuperar nuestro territorio, o de los que sobrevivieron con las
secuelas físicas y psicológicas.
La gesta de Malvinas inmersa en una concepción geopolítica en el que nuestro norte es el Sur debe ser conceptualizada como tal, en un mundo en el que los imperios "mueven sus fichas" mostrándonos un posicionamiento inequívoco: Rusia en el centro Antártico (lago Vostok), Gran Bretaña en la "Tierra de la Reina Isabel" y Patagonia Argentina Chilena, China en Neuquén.
Este sendero conduce a que los argentinos prontamente seamos extranjeros en nuestro territorio.
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