MUNDO NUEVO NO ES MUNDO MEJOR
por Javier Cornejo
Artículo publicado en el diario El Tribuno el 24 de mayo de 2010
Con una aceleración cada vez mayor, observamos el accionar de
las primeras figuras del mundo (políticas, económicas y religiosas) para alinearse
velozmente en la transformación de la organización de los países como hasta
ahora los conocemos.
Observamos que el «control» se concentra en quienes detentan
el poder financiero global. Tal proceso comenzó en los años ’60 con los acontecimientos
que orientaron el rumbo del mundo hacia los sucesos actuales y los que vendrán,
que marcaron el inicio del camino a la conclusión del mundo bipolar,
capitalismo vs. socialismo, URSS vs. EEUU; y el comienzo de la globalización y
destrucción de los Estados nacionales, comenzando por los EEUU, en los que se
produjo una aniquilación de las instituciones, siendo el primer blanco la
familia. Para ello se instaló la tecnología adecuada (internet, chips,
celulares, laptos, etc.) sistemas de control masificados con un
acostumbramiento a que son imprescindibles para sobrevivir al miedo al
terrorismo y el belicismo global que se posiciona en el subconsciente colectivo
como algo que desconocemos, pero que siempre estará presente en nuestras vidas
y nos provocará un estado persecutorio.
Esta sensación es necesaria para introducir los cambios en
la organización supranacional a la que estamos asistiendo.
El papa Benedicto XVI aboga sin paliativos por la
construcción de un «nuevo orden mundial» de una súper iglesia, con las más
poderosas fuerzas religiosas de la Tierra para un nuevo «religare global» (El
Tribuno 21/08/09).
Como soporte del nuevo escenario, se reordena la fuerza
policíaca mundial que para poder ejecutarse debe desarticular las fuerzas
armadas de los Estados nacionales.
Asistimos a los eventos globales que aceleran el disparador:
-Colapso financiero global: colapso del dinero y no de las
economías físicas reales. Aparición de un «nuevo dólar».
-Colapso social: convulsiones, caos social, desempleo,
pérdida de hogares y angustia global.
-Inseguridad mundial creciente: eventos necesarios para
justificar la «policía global».
-Acelerada reducción poblacional, pandemias, abortos,
aniquilación familiar, drogadicción mundial generalizada (¿chips de control a
través de vacunas obligatorias para crear futuros clobots?).
-Catástrofes ecológicas artificiales, accidente nuclear para
justificar una esclavizante política ambiental con total control sobre los recursos
del planeta, incluidos los alimenticios.
-Mega atentado terrorista.
-Medio Oriente, disparador de una gran guerra inminente.
-Algún asesinato político religioso de gran impacto, como el
de Kennedy.
-Ataque a Estados que no se amolden al sistema propuesto,
estilo la guerra contra Irak.
-Reality show mediático, creado electrónicamente en forma
mundial para hacernos creer la llegada de algún mesías orientado a la religión
del «New age».
-Reality show mediático creado electrónicamente tipo «avatar
alienígeno» que justifique la unidad de representación mundial para el trato
con estos «teóricos» seres de otros planetas. Ya el 30 de octubre de 1938 Orson
Welles nos había demostrado con la «Guerra de los mundos» y la terrorífica
alarma general que causó, el desmesurado poder de los medios masivos de
comunicación, con la tecnología y holografías nos hacen creer lo que sea.
«Solve et coagule»: principio alquimista de destruir todo
para hacer algo nuevo. Por las muestras con las que ya contamos no será mejor.
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