Me gusta

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Cristina no se repondrá



de la derrota electoral de octubre



A medida que se aproximan las fechas, los problemas del gobierno se multiplican y Cristina pierde autoridad y capacidad de manejo en un escenario complejo y virtualmente sin salida. Hace unas horas, los gobernadores, después de muchos intercambios de ideas -algunas de ellas mantenidas en riguroso secreto- resolvieron solicitarle a la Presidente la renuncia de su jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, convertido en un drogadicto que evidencia los efectos de la droga mientras ejerce (o intenta ejercer) sus funciones. Para trasmitir el mensaje eligieron al gobernador de San Juan, Gioja, uno de los más cercanos a la Casa Rosada. El hecho configura una verdadera rebelión o al menos los primeros pasos de un comportamiento futuro, cuando llegue el momento de reponer fuerzas luego de la derrota electoral que ocurrirá en octubre próximo. Como están las cosas, existen señales que conocen los lectores de esta Hoja, indicativas de que incluso habrá corte de boleta y que en varios casos surgirá una independencia -expresa- de lo que suceda en el orden nacional. No es para menos. Según las últimas encuestas, esos cómputos arrojarán una diferencia sideral respecto de lo que puede sindicarse como el peronismo opositor, liderado por Sergio Massa, intendente del Tigre. Según los cálculos más serios, el Frente para la Victoria podrá caer derrotado por un porcentaje inferior al 20 por ciento, y si esto es así, cabe la pregunta de fondo: ¿Cristina podrá gobernar con ese escaso o casi nulo respaldo, con una oposición activa y enojada? Lo cierto es que al país le aguardan momentos muy serios y que la respuesta más sensata es que Cristina deberá revisar muy seriamente su situación y aceptar que la demorada opinión de los gobernadores deberá ser escuchada. Para ser más precisos, ya podemos reiterar que el alejamiento de la Presidente es algo inevitable y que, como lo dijimos hace poco, hasta puede pensarse en una renuncia anticipada que modificaría totalmente el escenario. Más aún, la idea está instalada en la sociedad y cuando esto sucede, el final está próximo cualquiera sea el porcentaje electoral obtenido. Como Cristina es porfiada y necesita cubrirse para sortear los embates de la justicia, se aferrará al poder con uñas, dientes y manos, actitud que promete producir serias movidas y consejos para que ejerza un comportamiento de grandeza aunque se duda, y con razón, que eso suceda.

El gobierno, a pocas semanas de las elecciones, hace agua por los cuatro costados. Los precios de la producción agropecuaria ya no alcanzan para afrontar los costos, lo que acelera el mal humor que se extiende en el sector junto con otras reacciones como, por ejemplo, la que no se oculta en los ámbitos urbanos donde repercute esta situación agravada por el incremento fiscal como sucede en Buenos Aires con el inmobiliario. El peso negativo lo sufrirá Scioli en las urnas. Mientras tanto, crece el malestar con Guillermo Moreno abiertamente enfrentado con distintos grupos del poder kirchnerista y otros representativos del empresariado que ya no soporta el cepo cambiario, la prepotencia o la necesidad de despedir a operarios ante el freno impuesto a la importación de determinados productos indispensables para la industria que, en consecuencia, debe suspender actividades, que deriva en desocupación. Sorda a los reclamos y con una visión distorsionada del conjunto de los problemas del país, Cristina sigue atada a su curiosa ideología contenida en un modelo que nunca se entendió. Como complemento de este deterioro, el lanzamiento de la idea de Insaurralde de bajar la edad para la imputabilidad a menores que cometen delitos provocó en los bloques legislativos del oficialismo críticas severas contra su propio candidato bonaerense. Claramente, esto nos habla de un debilitamiento de la campaña, de las contradicciones que afloran y de la ineptitud para construir una propuesta seria al grave problema de la inseguridad. Posiblemente, este asunto es uno de los más representativos del deterioro del cristinismo y el nacimiento de profundas tensiones internas que, en este caso, expresan los preparativos de la izquierda que siempre alimentó al kirchnerismo, para construir un proyecto diferenciador que aproveche la crisis social que se incuba gracias al propio gobierno.

Al respecto y sumado al delito que crece, apareció un problema paralelo y que se refiere al intercambio de misiones que se desea introducir entre las Fuerzas Armadas y las de Seguridad. La expresiva fotografía de decenas y decenas de gendarmes traídos de lejanas zonas fronterizas para que patrullen el conurbano cuyas características, peligros y ubicaciones geográficas desconocen, pone en evidencia que no existe una planificación seria en esta materia que la inquietud ciudadana puso como un tema esencial de las propuestas electorales. Sin comida y sin techo para instalarse, también hay un serio malestar en esta fuerza militarizada. El resultado de las primeras experiencias iniciadas meses atrás generó roces entre policías y gendarmes por la disparidad de estilos y, sobre todo, por el conocimiento de los primeros sobre los segundos, del comportamiento del delincuente y del tramado de las organizaciones delictuales que sólo puede encararse en base a la información previa y una sostenida inteligencia alimentada con años de trabajo. Hasta ahora, las diferencias pudieron zanjarse gracias a la buena voluntad de los jefes de unos y otros, aunque lo más grave es que las autoridades políticas no se percatan de las intimidades de esta situación.

Mientras tanto, el delito crece sin parar y se aproxima a una verdadera crisis de contralor social o, si se prefiere, de la capacidad del Estado para defender a los ciudadanos. La conducción política cree que mediante la saturación de gendarmes en las zonas más conflictivas, se amedrentará a los delincuentes y permitirá disfrazar la realidad pero lo más destacable es que se considera que sólo por presencia se lograrán resultados… especialmente electorales. La improvisación fue el signo de esta movida, que tiene como contrapartida el envío de fuerzas militares a las fronteras. La sola mención de la idea provocó rispideces y podríamos decir que hasta resistencias y aprecio que no se exagerará si hacemos una referencia a una división ente los altos mandos y los subalternos. En primer lugar, estos últimos sostienen que deberán actuar en lugares que desconocen -al igual que los gendarmes en las ciudades- y que la operación generará riesgos que llegarán a poner en tela de juicio su capacidad profesional. Lo más importante de esta resistencia o indisimulable malestar es que los militares no ignoran que la ley no los ampara pues, expresamente, la legislación les prohíbe que actúen en el ámbito interno. Así lo hicieron saber cuando se ordenó instalar la 3° Brigada del Ejército en la ciudad de Resistencia, desde donde se dirigirían las operaciones en fronteras porosas por las que van y vienen narcotraficantes armados. Las críticas alcanzan al mismo jefe del Ejército, general Milani, quien en los hechos tiene restringida su capacidad de mando, sobre todo si se concreta estos días su procesamiento por las razones que son conocidas. ¿Que sucedería -se interrogan los disconformes- si una patrulla se enfrenta con contrabandistas o narcotraficantes y se producen bajas? Nuestra situación, se contestan, es de ilegalidad y lógicamente podrán producir consecuencias a quienes actuaron bajo órdenes que deben cumplir. Las reflexiones en torno de este asunto tan importante se amplían con la exigencia de un Código de Justicia Militar acorde con la o las misiones a cumplir y una Central de Inteligencia que requiere de muchos componentes para montarse. Lo más curioso es que en medio de estos dimes y diretes, improvisaciones que multiplican las contradicciones y suspicacias, hay un rumor en todas las Fuerzas de que la provisión de municiones será restringida…


PSR - El poder mundial le solto la mano a Cristina

Adrián salbuchi y Enrique Romero fundadores del PSR, Proyecto Segunda República, hablan sobre la actualidad nacional e internacional. El Council of Americas convocó a los políticos argentinos y latinoamericanos a una reunión en Buenos Aires. Se viene el recambio pero con mas de lo mismo, eso lo analizan en el programa.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario


Advertencia sobre comentarios

Advertencia sobre comentarios
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...