La tierra responde a variaciones
del sistema solar y de la galaxia, un cambio en el sol puede alterar pequeñas
variaciones en el eje terrestre, en su atmósfera y biósfera, en ese orden.
Indicios de glaciación
1º.-Cambios continuos en la capa de ozono unidos a
la generación de H2SO4, como consecuencia de la Ionización por los rayos
cósmicos: (Tormentas solares + Radiación Cósmica de Eventos estelares).
2º.-Modificación de la ratio influencia de la
incidencia Solar/Incidencia cósmica. Es decir una mayor excentricidad de la
órbita de la Tierra que implica un giro ligeramente más alejado del Sol en
invierno y ligeramente más próximo al Sol en verano, algo que explicaría
también las ligeras variaciones detectadas en la Órbita de la Luna y Otros Planetas del Sistema Solar.
3º.-Desplazamientos Sutiles en el Eje magnético de
la Tierra, acompañados de un incremento en la actividad sísmica y volcánica,
como consecuencia del punto 1º y 2º, en un proceso que evidencia un cambio
cósmico de naturaleza cíclica.
4º.-Cambios abruptos de temperatura, frío – calor,
en periodos cortos y sucesivos.
Todo ello, justificaría la producción de hielo en
lugares nuevos, y el deshielo de lugares que antes estaban cubiertos de hielo,
así como el incremento del nivel de los Océanos y fenómenos de inversión
térmica de carácter súbito.
5º.-Un evento externo que acelere los
acontecimientos.
lunes, 12 de agosto de 2013
A lo largo de su historia la Tierra ha sufrido periódicos descensos de temperatura que han cubierto buena parte de su superficie con una gruesa capa de hielo
A lo largo de las cinco eras en las que se divide su existencia la Tierra ha sufrido numerosas glaciaciones, un fenómeno desconocido para el ser humano actual pero que durante cientos de miles de años cubrió con una gruesa capa de hielo buena parte del globo.
Se han formulado numerosas teorías para intentar comprender estos súbitos cambios climáticos que en los casos más extremos produjeron un descenso de 15 grados en la temperatura media del planeta. Entre las posibles causas se ha recurrido a los cambios de la órbita del planeta alrededor del Sol o la disminución periódica de la actividad de este, que provocaría que irradie menos calor hacia la Tierra. El movimiento de los continentes es otra de las explicaciones que se barajan debido al bloqueo que las masas de tierra habrían ejercido sobre la circulación de las corrientes de agua caliente que viajan desde el Ecuador a los polos y los calientan. También se ha formulado la hipótesis de que una intensa actividad volcánica cubriera con una densa nube de cenizas la atmósfera, lo que habría impedido que los rayos solares penetrasen hasta la superficie terrestre. Incluso se ha barajado que alguna glaciación se haya debido al impacto de un meteorito.
Sean cuales sean las causas de estos cambios climáticos (tanto el enfriamiento como el sucesivo calentamiento) lo que sí está demostrado es el impacto que tuvieron sobre la vida en la Tierra. Aparecieron nuevas especies, las que fueron capaces evolucionaron para adaptarse a las nuevas condiciones o emigraron, y muchas, simplemente, desaparecieron.
A lo largo del Cuaternario, cuyo inicio se data hace 2,5 millones de años, se produjeron cuatro grandes glaciaciones, todas ellas durante la primera de sus dos etapas, conocida como Pleistoceno. A ellas tuvieron que sobrevivir primero los homínidos y, después, los Homo Sapiens. La última se denomina Würm y fue la más dura al prolongarse casi 100.000 años. No llegó a su fin hasta hace aproximadamente 12.000 años, momento en el que se inicia la etapa presente del Cuaternario, conocida como Holoceno. Würm modeló el paisaje actual de la tierra así como la mayor parte de su fauna y flora. Diversos estudios le achacan, por ejemplo, la desaparición de los neandertales. A sus últimos ‘coletazos’ se asocia también la aparición de la agricultura ya que, se argumenta, la dureza del clima obligó a las poblaciones hasta entonces nómadas a buscar nuevas fuentes de subsistencia, entre ellas el cultivo del cereal.
La Pequeña Edad de Hielo
El hombre moderno vivió su propia ‘miniglaciación’ entre el siglo XVI y XIX. Según ha podido comprobarse la temperatura media del hemisferio norte sufrió un descenso de un grado. Nada comparado a lo ocurrido en el Pleistoceno. Pero ¿puede ocurrir una nueva glaciación? La respuesta de los expertos, ateniéndose a los procesos cíclicos acontecidos a lo largo de la vida de la Tierra, es afirmativa. La cuestión es saber cuándo sucederá.
Científicos de la Academia de Ciencias de Rusia aseguran que el fenómeno de enfriamiento ya ha se ha iniciado y se sentirá con toda su intensidad en 2055. La temperatura, afirman, comenzará a bajar bruscamente a partir de 2014. Esta teoría no ha sido respaldada por el resto de la comunidad científica, que en su mayoría apuesta porque la Tierra no experimentará una nueva glaciación hasta dentro de 10.000 o 15.000 años. Y para entonces el ser humano ya debería conocer la fórmula para contrarrestar sus efectos, apuntan los expertos.
FUENTE: ABC
Deshielo súbito casi
absoluto en Groenandia. Incremento del nivel del mar y modificación
geomagnética:Camino de la Glaciación.
¿Deshielo
en Groenlandia y camino de la Glaciación ? Suena raro, pero ciertamente no o es
tanto si atendemos a los estudios que tenemos sobre las glaciaciones anteriores
la Riss y la Würm.
Y tal y
como apuntábamos hace apenas 6 meses, ratificamos lo allí expuesto:
Pero,
atendamos primero al evento extraordinario: El deshielo en Groenlandia se ha
verificado en un tiempo record: Tan solo 4 días. Leen bien, no es un error de
transcripción: ¿4 días? Así es.
El
artículo original pueden leerlo en la web de la NASA :Satellites See Unprecedented Greenland Ice Sheet Surface
Melt
Como
verán, la cuestión fue tan controvertida que inicialmente llegó a pensarse que
se trataba de un error en la medición. Hasta la fecha jamás se había reportado
algo igual. “Evidentemente la interpretación facilona no se ha hecho esperar:
El CO2 y el efecto invernadero es la causa.”
Sin
embargo, en esta ocasión la cosa no es tan evidente, sino que más bien apunta a
otro tipo de indicios que van más al cambio cíclico que al CO2 “como causa de
todos los males”.
Pues
parece que no. Y en este caso las evidencias acompañan a los acontecimientos.
Sigamos
exponiendo los hechos: Para ello nada mejor que una recopilación de argumentos
ya expuestos en artículos anteriores como aquél que fue publicado en STV29022012
En medio
de una fuerte e intensa campaña mediática sobre el CO2 y los planteamientos del
calentamiento global, tras el famoso escándalo del “climategate” y los
controvertidos informes climáticos, los nuevos datos, apuntan justo a lo
contrario: Vamos hacia una glaciación. Los ciclos cósmicos han estado siempre
ahí, mientras que las actividades humanas son muy recientes.
Pero
apoyar esta hipótesis requiere evidencias sólidas, y por fin pueden ponerse
encima de la mesa, tal y como sostiene Victor Bokov, director del Instituto Polar Abdusamatov, de
la Academia de Ciencias Rusas.
Pero
Bokov, tan sólo encabeza una lista mucho más extensa de científicos que
sostienen esta hipótesis, que de confirmarse encajaría con la lógica cíclica de
las nuevas investigaciones paleoclimáticas.
Las
claves se encuentran en el análisis de las últimas glaciaciones y los períodos
denominados “interglaciares”. Si buceamos en la historia tendríamos que
remontarnos a la época del final del Pleistoceno y en concreto a las
glaciaciones de Würm y de Riss. La de Würm tuvo diversos ciclos de
aumento/remisión, y fue responsable de la migración y dispersión del “homo
sapiens” por los diversos continentes , es decir hace 120.000 años, y
remitiendo completamente hace 20.000. La de Riss comenzó hace
-200.000 años, siendo la de Würm una especie de subglaciación con ciclos más
cortos.
Los datos
obtenidos del análisis en las capas de hielo de la Antártida, así como las
muestras de análisis incremental de hielo en el Océano y pérdida de hielo en el
continente, muestran una curiosa paradoja que remite a una hipotética situación
ya acaecida en el Pleistoceno: El incremento del nivel de los mares, es el
preludio de una glaciación, según las series históricas.
Ahora
veamos las fotos obtenidas en Julio de 2012 de Groenlandia:
¿En 4
días?. Increíble pero cierto. El CO2 no hace eso, su efecto es más progresivo.
Mucho más lento. Luego volveremos de nuevo al análisis del evento, pero sigamos
sobre la línea de argumentación:
Hay
muchos más indicios previos a las glaciaciones:
1º.-Cambios
continuos en la capa de ozono unidos a la generación de H2SO4, como
consecuencia de la Ionización por los rayos cósmicos: (Tormentas solares +
Radiación Cósmica de Eventos estelares). Seguidamente ofrecemos el diagrama de
conclusiones del proyecto CLOUD06/CERN (2009).
2º.-Modificación
de la ratio influencia de la incidencia Solar/Incidencia cósmica. Es decir una
mayor excentricidad de la órbita de la Tierra que implica un giro ligeramente
más alejado del Sol en invierno y ligeramente más próximo al Sol en verano,
algo que explicaría también las ligeras variaciones detectadas en la Órbita de la
Luna y Otros
Planetas del Sistema Solar.
3º.-Desplazamientos
Sutiles en el Eje magnético de la Tierra, acompañados de un incremento en la
actividad sísmica y volcánica, como consecuencia del punto 1º y 2º, en un
proceso que evidencia un cambio cósmico de naturaleza cíclica.
Todo
ello, justificaría la producción de hielo en lugares nuevos, y el deshielo de
lugares que antes estaban cubiertos de hielo, así como el incremento del nivel
de los Océanos y fenómenos de inversión térmica de carácter súbito.
En el pasado ya
tratamos algunos de estos temas de manera detallada y aparentemente inconexa,
pero el transcurso del tiempo, pone todas las piezas de este intrincado rompecabezas en su
sitio.
Veamos
sguidamente un análisis de los diferentes periodos de Glaciación en el
Pleistoceno en un cuadro comparativo entre excentricidad, inclinación del eje
terrestre, duración y contraste de las estaciones, en series de antigüedad que
llegan hasta los 500.000 años.
Un
análisis detallado muestra cómo nos encontramos en un ciclo de incremento de la
excentricidad, o el final de una etapa “interglacial”. A medida que la
excentricidad vaya incrementándose, habrá un mayor contraste térmico entre las
estaciones.
En la
gráfica superior, podemos ver marcados los puntos máximos correspondientes a
la glaciación Würm (-119.000 a -127.000, Máximo de Würm) y si
observan los Parámetros máximos de la Glaciación Riss divididos por una breve
etapa interglacial. El diagrama muestra diversos máximos y mínimos de
glaciación-Calentamiento, siendo el de Riss (-200.000 a -150.000) el período de
mayor excentricidad de la órbita terrestre. (Que ha oscilado entre 0,01
actualidad hasta 0,04 Würm y 0,06 Riss). el desplazamiento en el eje
terrestre de 22,5º a los 24,5º de la Glaciación Riss, explica también los
periodos sísmicos y volcánicos como eventos previos a las glaciaciones.
De los
datos extraídos por series históricas, se aprecian “subciclos” tanto de
excentricidad, como de cambios en inclinación del eje terrestre de unos 25.000
años de duración, lo que evidencia un proceso cósmico cíclico.
En los
periodos de mayor excentricidad, también aparecen restos de Iridio y SO4, lo
que evidencia mayor intensidad de la radiación cósmica. A mayor excentricidad,
mayor radiación procedente de otras fuentes que no son el Sol.
Este
fenómeno, pone de manifiesto igualmente que la acción gravitacional del Sol no
es constante, sino que fluctúa de forma logarítmica y cíclica en función de los
eventos cósmicos de la Galaxia.
Respecto
a los períodos interglaciales, podemos observar lo siguiente:
Las
marcas interglaciales, nos muestran tramos en los que se invierte la tendencia
de los ciclos, lo que supone un período de menores contrastes térmicos tras la
glaciación, que se origina por un giro en el eje de la tierra a los 22,5º desde
los 24,5º en el caso de la glaciación Würm, lo que propicia una mayor isolación
estival.
Ahora
analicemos el contraste del incremento del nivel de los Océanos en relación con
los períodos interglaciares y las glaciaciones.
Existe
una conexión lógica entre el incremento del nivel del mar y el comienzo de una
etapa glacial. Puede verse como ya sucedió así en el pasado como
preámbulo de la glaciación Würm. Los movimientos cíclicos en el nivel del mar
se corresponden con el movimiento del eje de la Tierra. Una vez más, otro
indicio de ciclo cósmico.
Y bien,
llegados a este punto, volquemos los datos:
Literalmente
de la fuente NEEM tenemos:
From NEEM
(a station with lower elevation than the Summit station)”
“A core
from the CO2 firn-air sampling site at NEEM was retrieved in July 2009, and the
physical properties of the firn have been analyzed. In the 81m of analyzed firn
core, two regions containing ice layers were identified at depths of 29m and
46m. Isotopic analysis provides a depth-age scale that dates these layers to be
from 1935 and 1879, respectively. These years were in the two warmest
decades of the instrumental temperature record for Greenland.”
El
supuesto precedente no supuso apenas un 30% del deshielo apuntado aquí, por lo
que algunos críticos se preguntan si el CO2 tuvo algo que ver en la etapa reseñada.
¿En 1879 y 1935 el CO2 era una amenaza para a humanidad en términos de clima? .
Obviamente la respuesta es “No”. El peso de las actividades humanas en 1879 no
revestía amenaza alguna en el ecosistema.
Sin
embargo, se produjo un evento “similar” aunque de menor magnitud al reportado.
Lo que sí
conocemos es que periódicamente la Tierra experimenta ligeras reversiones
geomagnéticas, en este sentido volvamos al análisis estructurado de Martín-Chivelet,
J. 2003. Cambio Global durante el Holoceno: La evolución reciente del
Sistema Tierra. En: Nieto, L. y Castro, J.M. (eds.), IV Jornadas de
Geología Ambiental: Cambios recientes en el Sistema Tierra, Universidad
de Jaén.
Tal vez
tengan razón los de Jaen, en la medida en que están poniendo de relieve cambios
que se evidencian y que concuerdan con los datos más recientes.
Y
evidentemente, nada como revisar los datos de temperaturas para comprobar si
los eventos son cíclicos u obedecen a una producción o génesis humana (CO2).
Tomemos
el diagrama de temperaturas correspondiente al mes de julio en la zona:
Lo cierto
es que si seguimos el “iter” de las investigaciones nos encontramos con estas
declaraciones:
Son
Nghiem of NASA’s Jet Propulsion Laboratory in Pasadena, Calif., was analyzing
radar data from the Indian Space Research Organisation’s (ISRO) Oceansat-2
satellite last week when he noticed that most of Greenland appeared to have
undergone surface melting on July 12. Nghiem said, “This was so extraordinary
that at first I questioned the result: was this real or was it due to a data
error?”
Nghiem
consulted with Dorothy Hall at NASA’s Goddard Space Flight Center in Greenbelt,
Md. Hall studies the surface temperature of Greenland using the
Moderate-resolution Imaging Spectroradiometer (MODIS) on NASA’s Terra and Aqua
satellites. She confirmed that MODIS showed unusually high temperatures and
that melt was extensive over the ice sheet surface.
Thomas
Mote, a climatologist at the University of Georgia, Athens, Ga; and Marco
Tedesco of City University of New York also confirmed the melt seen by
Oceansat-2 and MODIS with passive-microwave satellite data from the Special
Sensor Microwave Imager/Sounder on a U.S. Air Force meteorological satellite.
The
melting spread quickly. Melt maps derived from the three satellites showed that
on July 8, about 40 percent of the ice sheet’s surface had melted. By July 12,
97 percent had melted.
¿Entre el
8 y el 12 de Julio el 975 del hielo de Groenlandia se había derretido?
Ello
supone un incremento del nivel de las aguas en un 7%, algo que concuerda con
datos que nos resultan familiares. Nos referimos a los datos que concuerdan
con el contraste del incremento del nivel de los Océanos en relación con
los períodos interglaciares y las glaciaciones.
Existe
una conexión lógica entre el incremento “previo” como consecuencia de las
reversiones geomagnéticas y la fluctuación en los ciclos de actividad solar.
Pues
bien, en Disturbance dynamo, prompt penetration electric field and
overshielding in the Earth’s ionosphere during geomagnetic storm ya
se exponen datos correspondientes a recientes reversiones geomagnéticas
ocurridas como consecuencia de la actividad solar. No olvidemos que el equipo
científico de V. Klimenko ya han argumentado en varias ocasiones, que las
perturbaciones geomagnéticas y las tormentas solares están relacionadas. En
concreto pueden verse los procesos de relación en base a la tormenta solar de
14 a 15 de Diciembre de 2006, que ha servido de estudio y precedente a
otros estudios posteriores sobre la materia. Reproducimos aquí su abstract y el
enlace para aquellos que deseen adquirir el estudio completo:
Pero
estos eventos ya se conocen por series históricas. en el mismo sentido de lo
aquí expuesto encontramos dos interesantes estudios recientes de la Universidad
de Colorado y de la Universidad de Huston cuya lectura también
recomendamos:
1.
|
Volcanoes and Igneous Activity Earth – Chapter 4 [PPT-6MB]
Jul 2011 …North America © 2011 Pearson Education, Inc. © 2011 Pearson Education…Revolution Begins During the 1950s and…early 1960s. ©2011 Pearson Education…Revolution Begins Geomagnetic reversals Earth’s…Begins Geomagnetic reversal Paleomagnetism… |
|
[http://learning.hccs.edu/faculty/ravindra.tipnis/geol7...]
|
2.
|
The Solar Wind [PPT-16MB]
Jul 2011 …CO June 16, 2011 2 Parker showed…later by a large geomagnetic storm – suggested…ejected from Sun during flares. Observations…Cycle Effects During the decline of…all latitudes. Reversal of field polarity during second orbit near solar… |
|
[http://lasp.colorado.edu/reu/docs/2011/solar_wind_gosl...]
|
En la misma línea, tenemos una clara sucesión de
datos en Parker’s
dynamo and geomagnetic reversals de M.
Reshetnyak, D.
Sokoloff (Por citar un ejemplo).
Ambos en su
publicación de Septiembre de 2011 (hace apenas un año) exponen la dinámica
de fluidos en relación con las fuerzas gravitacionales y la
interacción del eje de la Tierra demostrando la existencia de una sustancial
asimetría en la generacion de los campos electromagnéticos terrestres. (http://arxiv.org/abs/1109.6889).
Tal y como han venido argumentando, demuestran que existe
una relación causal entre la generación de los campos electromagnéticos y las
tormentas solares, en base a la ecuación de Parker.
En el cálculo, computan datos de más de 6 años de
mediciones y observación de la magnetosfera y la ionosfera, llegando a las
mismas conclusiones que el equipo de Klimenko, (ya mencionado arriba).
En el mismo sentido, destacar la bibliografía
adicional disponible sobre la materia, cuya lectura recomendamos:
1.
|
Geomagnetic Reversals From
Impacts On The Earth [9K]
Sep 2010 …Plasma Universe Thunderbolts Geomagnetic Reversals From Impacts On The Earth…review the evidence tying geomagnetic reversalsto the impacts of large bodies…a physical mechanism for geomagnetic reversals: “The impact of a large… |
||
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2. |
Access : Earth
science: Geomagnetic reversals : Nature [33K]
Jan 2011 …science jobs Post a job for free Earth science: Geomagnetic reversals David Gubbins 1 Top of page Abstract Earth’s magnetic…behaviour remains a mystery, but a combination of geomagnetic observations with theoretical studies has been providing… |
|
|
||
|
3. |
UCL Discovery – A
non-extensive statistical physics approach to the polarity reversals of
the geomagnetic field [21K]
Aug 2011 …intervals between two consecutive geomagnetic reversals, called inter-reversal…times and using the CK95 geomagnetic reversals and we estimate a thermodynamic…process which generates the geomagnetic reversals. (C) 2011 Elsevier B… |
|
|
||
|
4. |
MadSci FAQ: Geomagnetic Reversals [5K]
Aug 2010 MadSci FAQ: Geomagnetic Reversals Did you know that the earth’s…archives with queries such as geomagnetic reversal or reverse polarity…The earth’s magnetic field (geomagnetic reversals). Answer Nonaligned Question… |
|
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|
5. |
David Gubbins (Univ.
of Leeds & KITP), Friedrich Busse (University of Bayreuth & KITP),
Graeme Sarson (Newcastle University & KITP),Geomagnetic Reversals [5K]
Sep 2010 Schedule May 30, 2008 Geomagnetic Reversals David Gubbins (Univ. of Leeds & KITP), Friedrich Busse (University of Bayreuth & KITP), Graeme Sarson (Newcastle University… |
|
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|
6. |
Parker’s dynamo
and geomagnetic reversals
Reshetnyak, M. / Sokoloff, D., article, Sep 2011 Fluctuations of the alpha-effect which break equatorial symmetry of the flow in the kinematic Parker’s dynamo are considered. We show, that even small (a few percents) fluctuation can leed to the substantial assymmetry of the magnetic field in the … |
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|
Full text article available from E-Print ArXiv
|
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7. |
A coupled low order
dynamo/turbulent shell model for geomagnetic field
variations and reversals
Ryan, David A. / Sarson, Graeme R., Physics of the Earth and Planetary Interiors, 188 (3-4), p.214-234, Oct 2011 doi:10.1016/j.pepi.2011.09.003 …No fit 1 Introduction The geomagnetic field reverses irregularly…occur. The frequency of these reversals is highly variable, however…and other periods exhibiting reversals as frequently as 0.1…generally accepted that individual reversals arise spontaneously… |
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Published journal article available from
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8. |
Clustering of
Polarity Reversals of the Geomagnetic Field
Carbone, V. / Sorriso-Valvo, L. / Vecchio, A. / Lepreti, F. / Veltri, P. / Harabaglia, P. / Guerra, I., Physical Review Letters, 96 (12), Mar 2006 doi:10.1103/PhysRevLett.96.128501 |
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Published journal article available from
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9. |
No asymmetry
in geomagnetic reversals recorded by
1.1-billion-year-old Keweenawan basalts
Swanson-Hysell, Nicholas L. / Maloof, Adam C. / Weiss, Benjamin P. / Evans, David A. D., Nature Geoscience, Sep 2009 doi:10.1038/ngeo622 |
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Published journal article available from
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10. |
No asymmetry
in geomagnetic reversals recorded by
1.1-billion-year-old Keweenawan basalts
Swanson-Hysell, Nicholas L. / Maloof, Adam C. / Weiss, Benjamin P. / Evans, David A. D., Nature Geoscience, 3 (5), p.369-369, May 2010 doi:10.1038/ngeo850 |
StarViewerTeam
International 2012.
Verano récord: casi 3.000 sismos en Italia
Al menos 2.874 terremotos han afectado a Italia durante el verano, más
de 100 por día. Un verdadero récord, según el Instituto Nacional de Geofísica y
Vulcanología.
7
secuencias sísmicas desde Las Marche a la Sicilia. Estas cifras no deben
engañar, sin embargo: aunque Italia es un país de alto riesgo sísmico elevado
número de sismos se relaciona con la sensibilidad y la concentración de
instrumentos de detección, en lugar de a una intensificación real de los fenómenos.
“Fueron 3
sismos en Ancona, Forlì y en Lunigiana para hacer cientos de terremotos”, dice
el INGV. Aquí, pues, es que más de 2.600 de los 2.874 sismos han tenido
magnitudes entre 0 y 2, 311 sismos superior a 2, 30 por encima de magnitud 3,
sólo 2 superiores a 4.
Perú: 83.000 personas afectadas por las fuertes
nevadas en el sur del país
Más de 83.000 peruanos han sido afectados por las nevadas que cayeron
durante varios días, dejando como saldo un muerto y más de cinco mil personas
damnificadas.
Además,
739 viviendas rústicas quedaron inhabitables, más de 26 mil ovinos y camélidos
han muertos, y 60 mil hectáreas de cultivo fueron afectadas.
Las
autoridades del Instituto Nacional de Defensa Civil informaron que los
departamentos más afectados son Ayacucho, Huancavelica, Junín, Moquegua, Tacna,
Cusco, Apurímac y Puno.
La región
que ha sufrido mayores daños es Puno, donde más de 20 mil animales han muerto y
cerca de medio millón de ovinos y alpacas han contraído varias enfermedades
debido al frío y el mal tiempo.
El
presidente del Perú, Ollanta Humala, viajó este lunes a la región Cusco para
entregar ropa abrigadora, alimentos y medicinas a las poblaciones afectadas por
las intensas nevadas.
En la
región Arequipa se declarará en emergencia las zonas altoandinas de las
provincias de Castilla, Condesuyos, Arequipa, La Unión y Caylloma. El
presidente de la región, Juan Manuel Guillén, anunció que se entregará un
millón de soles, aproximadamente 350 mil dólares, para atender la emergencia.
Con los
recursos se comprarán pacas de heno y antibióticos para los animales, que están
muriendo porque no tienen que comer, ya que la nevada ha cubiertos los pastos
Agencia Púlsar / Correo
del Orinoco
Las Glaciaciones, Causas y
Consecuencias
GLACIACIONES DEL PLANETA TIERRA: UN PLANETA
CAMBIANTE
Gran parte de la historia humana transcurrió
durante los bruscos cambios climáticos de la última glaciación, o Era de Hielo,
iniciada hace 1,5 millones de años. La capacidad de adaptación a estos cambios
ha sido crucial en el desarrollo de la civilización, pero el ser humano también
puede ser la causa de un futuro calentamiento. Durante millones de años, la
Tierra ha experimentado una diversidad de temperaturas y condiciones climáticas
que influyeron en la extinción o supervivencia de grupos enteros de especies y
han cambiado la faz del planeta.
Existen
indicios del comienzo de otra gran transformación (antes por deriva de los
continentes y enormes levantamientos volcánicos) que experimentó el clima hace
unos tres millones de años, preludio de la fase en la que aún vivimos, y
casi todas las etapas de la evolución humana de las que han quedado vestigios
se desarrollaron en las condiciones que surgieron entonces.
Gracias a
este cambio aparecieron los entornos que permitieron la supervivencia de la
especie humana y de sus antepasados inmediatos. Hace un siglo empezó a
denominarse a este período climático Pleistoceno (derivado de términos
griegos que significan «lo más reciente»). Se distingue de la etapa anterior
por las variaciones del clima, mucho más radicales y frecuentes.
Aunque hay
que tener en cuenta que nos referimos a miles de años y que estos cambios no podrían
notarse en el corto espacio de vida de un hombre, en el Pleistoceno se
produjeron más altibajos que en ninguna otra época de duración similar. Los
cambios más destacados se denominan «glaciaciones», cuatro en total.
No sabemos
por qué se desencadenaron, pero se cree que el planeta Marte atravesó etapas
semejantes, y es probable que se debieran a un cambio que afectó a todo el
sistema solar. Las consecuencias resultan mucho más claras: durante siglos
enteros, ciertas zonas muy extensas —gran parte de Europa y Norteamérica, por
ejemplo— quedaron cubiertas de grandes capas de hielo, en algunos casos de
varios kilómetros de espesor. En ciertos puntos, el hielo hundió el suelo a
varios cientos de metros. Estas capas empezaron a formarse porque cada primavera
la nieve del invierno se derretía un poco más tarde, hasta que un año no se
derritió.
Al cabo de
miles de años se produjo un retroceso del hielo, también muy lento, y tanto el
avance como el retroceso resultaron catastróficos para el entorno, pues al sobrevenir
el deshielo, arrasó la vida animal y vegetal y se desencadenaron enormes
inundaciones. A consecuencia de una elevación del nivel del mar tras un
deshielo volvió a aparecer el canal de la Mancha, que separó definitivamente
las islas Británicas de la Europa continental. Pero estas inundaciones
ofrecieron nuevas oportunidades de desarrollo a las especies mejor dotadas.
Tras cada
glaciación, dichas especies se trasladaban a las zonas que habían quedado
libres de hielo; y no fueron sólo las zonas directamente afectadas las que
experimentaron cambios: como el hielo dejó «encerradas» enormes cantidades de
agua, se transformaron miles de kilómetros de costas de las regiones heladas.
Cada
glaciación tuvo una duración de entre cincuenta y setenta y cinco mil años.
En la actualidad vivimos en el período cálido posterior a la última, y algunos
científicos han predicho que se producirá otra dentro de unos cincuenta mil
años. No es una perspectiva tan terrible como la del «encogimiento» del
universo, pero de todos modos queda tan lejos que no debe preocuparnos
demasiado. Las glaciaciones constituyen una ayuda muy valiosa para los
estudiosos de la Prehistoria.
En primer
lugar, sabemos muy bien cuándo se produjeron y podemos fechar muchos objetos
prehistóricos basándonos en ellas. Otro factor importante radica en que podemos
especular con un margen de error razonable sobre las consecuencias que tuvieron
en el medio ambiente de los primeros seres humanos y prehumanos.
Al estudiar
estos cambios físicos y biológicos, no debemos olvidar la extraordinaria
lentitud con que se produjeron. Cuando pensamos en las grandes fallas que se
abrieron en la tierra, en las costas que surgieron de los océanos, o en los
mares que aparecieron al derretirse la gigantesca capa de hielo, hemos de
recordar que todo esto sucedió en el transcurso de varios siglos, y en algunos
casos, de millones de años. Los seres que vivieron en este proceso, si hubieran
sido capaces de reflexionar sobre él, no habrían podido notarlo en el breve
espacio de sus vidas, al igual que una mariposa actual, con una existencia de
dos o tres semanas, tampoco apreciaría los cambios que ha experimentado el
paisaje en el último siglo. Y las transformaciones biológicas que se operan a
causa de la selección natural son aún menos visibles, pues incluso la más
pequeña tarda miles de generaciones en completarse.
Las cuatro «glaciaciones» se sucedieron en el último millón de años y reciben el nombre de los ríos alemanes en cuyos lugares se hallaron los primeros vestigios. Es imposible dar fechas exactas; sólo aproximadas. Los períodos interglaciares fueron muy semejantes a los actuales. Contrariamente a la idea popular, una glaciación no es una época de congelamiento constante, sino un período de continuas fluctuaciones climáticas cuyo punto máximo consistió en etapas de frío intenso.
Los primeros milenios de la última glaciación —período crítico en el que nuestros remotos antepasados ocuparon gran parte de África— son poco conocidos. La información obtenida de perforaciones del fondo marino y de muestras de hielo ofrece una imagen más nítida del clima posterior a la brusca inversión del campo magnético terrestre producida hace unos 780.000 años. Las muestras del fondo del Pacífico revelan al menos cuatro grandes períodos fríos, o glaciales, a lo largo de esos 780.000 años: el último finalizó hace entre 10.000 y 15.000 años con un súbito e irregular calentamiento global.
Las muestras
marinas tan sólo ofrecen una impresión general sobre el cambio climático
durante la glaciación, pero como regla general, el enfriamiento se produce con relativa
lentitud y el calentamiento es rápido, como sucedió al final del último
período glacial. Los períodos glaciales fueron más largos que los
interglaciales (breves intervalos de condiciones climáticas más cálidas durante
la glaciación, cuando el clima era tan cálido o más que hoy). Estos aumentos de
temperatura fueron causados por cambios en el movimiento de la Tierra alrededor
del Sol y sobre su propio eje, a los que se añadía un aumento natural de los
gases de efecto invernadero. En la actualidad estamos experimentando un
período interglacial, provocado por la suma de todos estos fenómenos naturales,
que comenzó hace unos 10.000 años.
90 metros bajó el nivel del mar al principio de la
ultima glaciación, a medida que el agua se congelaba para formar
los casquetes polares de la Antártida y el Ártico actual.
los casquetes polares de la Antártida y el Ártico actual.
Cambio
medioambiental La glaciación fue testigo de drásticos cambios en el clima
global y el medio natural. Durante los períodos glaciales, inmensas capas de
hielo cubrieron Escandinavia, gran parte de Canadá y zonas de Estados Unidos
hasta Seattle y los Grandes Lagos al sur. En los Alpes se formaron grandes
glaciares y hubo casquetes glaciares en los Pirineos, los Andes y las montañas
y altiplanos de Asia central. Al sur de los casquetes escandinavos, inmensos
espacios de terreno inhabitado se extendían desde el Atlántico hasta Siberia.
Estos
entornos sufrían nueve meses de invierno y eran inhabitables para los ancestros
de Horno sapiens, que carecían de la tecnología e indumentaria adecuadas para
adaptarse a las temperaturas extremas. No es una coincidencia que H. erectus,
con su simple Metros bajó el nivel del mar al principio de la última
glaciación, a medida que el agua se congelaba para formar los casquetes polares
de la Antártida y el Ártico actuales. tecnología y sus limitadas habilidades
cognitivas, se estableciera en entornos más templados y tropicales.
El frío
causó un drástico descenso del nivel del mar a medida que el agua se convertía
en hielo, y quedaron expuestas enormes extensiones de lo que actualmente son
plataformas continentales (suelo bajo aguas costeras poco profundas), enlazando
masas de tierra: Siberia era parte de Alaska, y Gran Bretaña estaba unida al
continente europeo. El Sudeste Asiático estaba separado de Australia y Nueva
Guinea por cortos trechos de mar abierto.
Durante los
períodos interglaciales, el nivel del mar subió, los casquetes glaciares se
redujeron y los bosques avanzaron al norte ganando terreno a la tundra. Los
humanos se trasladaron hacia el norte siguiendo a los animales que cazaban y
las plantas que recolectaban, y se adaptaron a una gran variedad de entomos de
bosque y pradera, y a terrenos áridos y semiáridos.
El
hombre y los elementos: El clima de la Era de Hielo era
inestable: los hábitats cambiaban constantemente, lo que implicaba que
el oportunismo y la capacidad de adaptación de los humanos sufrían un desafío
continuo entre un milenio y el siguiente. Estos desafíos pudieron ser incluso
un factor en la evolución humana, ya que nuestros antepasados más antiguos eran
básicamente animales tropicales.
Durante
largos períodos glaciales, el Sahara fue algo más húmedo que hoy; podría
considerarse como una bomba que atraía a humanos y animales en los períodos
húmedos y los expulsaba hacia los márgenes cuando el clima se volvía más seco.
Este efecto ecológico permitió que Homo erectus y los animales que cazaba
cruzaran el desierto y se extendieran a entornos más templados hace 1,8 m.a.
Un largo
período interglacial elevó las temperaturas hace unos 400.000 años. Para esa
época, Homo erectus prosperaba en el norte de Europa, pero no se pudo adaptar a
la glaciación de hace 350.000 años. Es probable que los pocos grupos de
cazadores que vivían allí se desplazaran al sur, hacia regiones más templadas.
Existen evidencias de asentamientos en Europa y partes de Asia oriental de hace
unos 250.000 años. El último período interglacial tuvo su apogeo hace unos
128.000 años, cuando los neanderthales prosperaban
en Europa. Hace unos 50.000 años, los humanos modernos habían dominado todos
los entornos y vivían incluso en las zonas más frías.
El cambio climático podría
borrar Río de Janeiro y Buenos Aires de la faz de la Tierra
Publicado:
6 jun 2013
El
volumen de hielo en la Antártida es un 4,6% más grande de lo que se pensaba
previamente. El calentamiento global y el respectivo deshielo en el continente
borraría toda Holanda, Río de Janeiro, Montevideo y Buenos Aires de la faz de
la Tierra.
Son solo algunas de las
conclusiones que los especialistas extraen a partir del análisis de un nuevo
mapa de la Antártida presentado por la Prospección Antártica Británica (British
Antarctic Survey, el operador nacional antártico del Reino Unido), el más
detallado jamás visto. El proyecto bautizado como 'Bedmap 2' supone "una
mejora significativa" respecto a los datos anteriormente recolectados de
la Antártida por su antecesor, el Bedmap, que fue elaborado hace más de 10
años, según la Nasa.
NASA
NASA
De acuerdo con 'Bedmap 2', la profundidad media del lecho del continente antártico es de 95 metros, 60 metros más de lo que se estimaba. El volumen general de hielo es un 4,6% más grande de lo que se pensaba previamente, mientras que el volumen de hielo lindante con la tierra, pero situado bajo el nivel del mar, es un 23% mayor de lo que se creía. Cabe destacar que este último tipo de hielo es muy vulnerable ante las corrientes marinas, con lo cual es el más susceptible de ser fundido por el calentamiento global.
Según calculan los científicos, al derretirse el hielo de la Antártida el nivel del mar en el planeta podría llegar a subir, potencialmente, entre 58 y 60 metros. Si esto ocurriera, prácticamente desaparecería la totalidad de los Países Bajos. Gran parte de la costa de Alemania también sería borrada de la faz de la Tierra y ciudades germanas del interior como Hannover y Berlín también resultarían afectadas. Las localidades costeras del Reino Unido desaparecerían en su gran mayoría, mientras que Londres resultaría sacudido por un Támesis anegado.
En España, una subida así inundaría Sevilla y toda la desembocadura del Guadalquivir. El Mar Menor (Murcia) se uniría con el Mediterráneo. La huerta de Valencia, gran parte de Barcelona, Santander y Gijón, entre otras, serían solo un recuerdo.
En América del Sur, el mar se adentraría en el corazón del continente. El río de la Plata sufriría las consecuencias y Buenos Aires desaparecería del mapa. Lo mismo ocurriría con Montevideo y las ciudades costeras de Brasil, como Río de Janeiro, Porto Alegre y Santos.
El panorama es desolador y eso que solo contempla la Antártida, sin tener en cuenta las aguas procedentes del deshielo de otras partes del mundo.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/96612-calentamiento-global-borrar-rio-buenos-aires
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