Doug L. Hoffman The Resilient Earth
Agosto, 6, 2014
Agosto, 6, 2014
Uno de los tristes efectos colaterales
del fraude del calentamiento global es que la gente normalmente inteligente ha
sido inducida a creer las cosas más estúpidas. Un ejemplo viene a cuenta: en un
mundo donde millones mueren todos los años a causa de la desnutrición, el
Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, les informó a los
líderes africanos que asistían a una reunión en Washington que crear más
granjas en África causa demasiada contaminación de dióxido de carbono. ¿Pueden
imaginar la respuesta de cualquier líder nacional, que se le dice que tiene que
dejar que pueblo sufra hambre porque una banda de naciones ricas, payasos de la
torre de marfil, tienen esta salvaje y no probada idea de que el CO2 podría
hacer que el mundo se caliente uno o dos grados dentro de 200 años? Este el
tipo de imbecilidad que viene de seguir a una perniciosa mentira hasta la
madriguera de conejo de falsas suposiciones. Sin embargo, alrededor del mundo
la gente parece estar indefensa contra la infecciosa ignorancia que es el
alarmismo climático.
De acuerdo con informes, el Secretario de Estado John Kerry
le dijo a la audiencia que “8.000 niños mueren todos los días” y que en el
África sub-Sahariana, una de cada cuatro personas sufre de hambruna crónica.
Luego, pocos minutos después, hizo énfasis en que la creación de nuevas granjas
causaría demasiada contaminación de carbono de modo que los líderes africanos
tienen que desalentar la creación de más tierras de cultivos. ¿Qué abyecto
tara-do puede en verdad creer que la erradicación del hambre en África se puede
conseguir combatiendo un calentamiento global no probado para un futuro lejano?
Al mismo tiempo Kerry reveló que la prioridad tope de la administración para
Rusia es: reducción de los gases invernadero y no a las 8.000 tropas rusas
adicionales en la frontera con Ucrania. Por lo menos, es un tonto consistente.
Otro ejemplo, no por coincidencia de la administración Obama, fue la
publicación de un video de YouTube relacionando a los incendios en California
con el cambio climático. De acuerdo con el Washington Post: “La administración publicó el
martes dos videos que apuntan a clarificar el nexo entre el cambio climático y
uno de los productos más tangibles del cambio climático: incendios de bosques.
“Los incendios de bosques y praderas han sido un
creciente tópico de conversación en Capitol Hill, gracias a los años de
incendios récord que hemos tenido esta década y a una escasez de fondos para
combatirlos.”
El artículo sigue luego explicando la
situación en un gráfico mostrando que la situación no es como la describe el
gobierno. Tanto en cantidad de fuegos como el total de acres quemados el año
2014 está muy lejos de ser un año récord para incendios. Los gráficos de abajo
son de WaPo basados en estadísticas del gobierno.
Otra gran pieza de alarmismo climático
engañoso es la declaración que 2014 ha dado al mundo sus meses de mayo y junio
más calientes registrados. Mientras que California tuvo la primera mitad de año
más caliente en su historia reciente, en realidad Norteamérica ha sido más fría
de lo normal, y Canberra, Australia, experimentó su período más frío en 43 años con cuatro mañanas
consecutivas por debajo de los -6º C. Por cierto, una revisión de satélites de
NASA reveló que la Tierra estableció un nuevo récord
de temperaturas frías registradas. Sucedió en la Antártida en Agosto 2010
cuando alcanzó -93.2ºC (-135.8ºF). Luego, en Julio 31, 2013, volvió a estar muy
cerca con -92,9º C. Eso es tan frío que los investigadores en la Antártida
informaron que dolía al respirar. El frío récord continuó este año en el Polo
Sur. Un informe de Meteo France afirma que junio de este año fue el más frío
jamás registrado en la estación francesa de Dumont D'Urville. De acuerdo con el parte de prensa, durante junio 2014m la
temperatura media fue de -22.4º C, 6.6º C más baja que la normal. Este es el
junio más frío jamás registrado en la estación, y casi es el promedio mensual
más bajo registrado –sólo septiembre de 1953 fue más frío, con una temperatura
media récord de -23.5º C. No hace mucho tiempo los alarmistas decían que la
Antártida estaba perdiendo su capa de hielo, inundando a los océanos del mundo.
Esto fue acompañado por una anomalía récord para el hielo marino del Hemisferio
Sur. El hielo que rodea al continente austral es de 2,074 millones de
kilómetros cuadrados como lo informa la Universidad de Illinois en
Urbana-Champaign's The Cryosphere Today. Esto se muestra en el
gráfico de abajo.
Pero ¿Qué hay de esas afirmaciones de
que 2014 tuvo al junio más caliente registrado? La respuesta está en dónde y
cómo uno mire a las temperaturas –lecturas de temperatura de superficie,
lecturas atmosféricas de globos sonda, infrarrojos de satélites des diferentes
capas atmosféricas que dan todas diferentes lecturas y tendencias. Un con-junto
consistente de temperaturas de alta precisión es la colección Global Lower
Atmosphere mantenida en la Universidad de Alabama en Huntsville. El
reciente gráfico aportado por el Dr. Roy Spencer, mostrado abajo, muestra que
2014 está muy lejos de ser el verano más caliente registrado en el Hemisferio
Norte.
A pesar de todo, informes siguen llegando de las predecibles
organizaciones climáticas alarmistas –NASA, NOAA, IPCC, etc.– que afirman que
el mundo todavía sigue calentándose. Interesante, hasta el NOAA de EEUU y el
Hadley Center del Met Office británico han publicado información que documentan
la “pausa” de 17+ años que ha enojado tanto a los verdaderos creyentes del
calentamiento. Aquí está el registro histórico de temperaturas globales como se
pública en dos fuentes oficiales del EEUU y Gran Bretaña.
Como se puede ver con toda claridad los
registros están en un acuerdo histórico general. Ambos muestran un alto y hasta
una disminución en la tendencia del calentamiento. Entonces, ¿por qué ciertos
grupos informan otra cosa? Es un asunto de fe, el triunfo de la religión del
calentamiento global sobre la ciencia verdadera. Cualquier causa para cualquier
evento del tiempo calamitoso se ha convertido en “cambio climático”. Esto puede
verse todos los días en todos los medios de información –TV, impresos, en la
internet. Por ejemplo, la cantidad de eventos de mal tiempo informado por los
servicios del tiempo ha aumentado tremendamente durante el último siglo,
supuestamente debido al cambio climático. Pero, ¿esto es cierto? Rotundamente
no! Consideremos a los tornados en los Estados Unidos. Si uno escucha a loe
informe en el Weather Channel o cualquier otro servicio de noticias, los
Estados Unidos están sufriendo una plaga de tornados y twisters, masticando al
Medio Oeste. Es cierto que la cantidad de tornados ha crecido como lo hizo el
daño que ellos causan. El porqué ha ocurrido este aumento en los eventos
reportados lo hace claro la NOAA.
Una de las principales dificultades con los
registros de tornados que un tornado, o evidencia de un tornado tiene que ser
observado. A diferencia de lal lluvias o la temperatura, que pueden ser medidas
por un instrumento fijo, los tornados son de muy corta vida y muy
impredecibles. Si un tornado ocurre en un lugar con poca o ninguna población,
es muy probable que no sea documentado. Muchos tornado significativos pueden no
entrar al registro histórico ya que el Callejón de los Tornados estuvo muy
levemente poblado durante el Siglo 20.
Más breve, más gente informa de más
tornados, simplemente porque están allí. Actualmente no hay una tendencia en la
actividad de los tornados en los pasados 80 años. no han aumentado ni su
cantidad ni su intensidad. La información real de NOAA se muestra abajo.
El daño causado por las tormentas
aumentó en términos absolutos por razones similares. No sólo hay allí más gente
presente para observar a los tornados, sino que hay ahora más propiedades para
ser dañada o destruida por estos violentos eventos del tiempo. Como se puede
ver en el gráfico de abajo, si los montos son normalizados, el afirmado
aumento en el daño por tornados desaparece.
Lo mismo es cierto para todas las demás
catástrofes inducidas por el clima predichas por los alarmistas. Los Estados
Unidos está en una sequía de huracanes que ha durado más de 8
años sin que alguna gran tormenta haya tocado tierra en el país. Una racha que
no tiene precedentes desde 1900. El intervalo previo más largo es 2 años y
medio más corto. Según se informa, más de los EE.UU. está en sequía o sequía
severa que antes en la historia registrada, pero el registro utilizado es sólo
12 años de edad. Si se usan los registros históricos la sequía actual no es
desusada o siquiera notable. Los residentes de California pueden estar
quejándose pero ellos eligieron vivir en un estado que experimenta sequías con
mucha frecuencia (y fuegos salvajes, terremotos, y deslizamientos de tierra.)
También está ampliamente informada la afirmación que las islas en los rincones
más remotos de los océanos del mundo están en peligro inminente de deslizarse
de forma permanente debajo de las olas como un grupo de modernas Atlántidas.
Tal como lo informa Science:
Paul Kench, un geomorfólogo que ahora lidera a la
Escuela del Ambiente de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, fue el
primero en cuestionar las nefastas predicciones para Kiribati e islas naciones
similares. En 1999, el Banco Mundial le pidió evaluar los costos económicos del
aumento del nivel del mar y el cambio climático para las islas naciones del
Pacífico. Kench, que había estado estudiando la manera en evolucionan los
atolones de coral, dice que él había asumido que un nivel del mar en aumento
engulliría a las islas, que consisten de arena montada sobre arrecifes. “Eso es
lo que todo el mundo pensaba, y nadie lo cuestionaba,” dice Kench. Pero cuando
él revisó la literatura, no pudo hallar ningún estudio que apoyara ese
escenario.
Y la lista de afirmaciones falsas y
desenmascaradas sigue y sigue. Parte de la culpa por todas estas catástrofes
falsas descansa directamente en los medios de prensa. Operando bajo el viejo
adagio: “Si sangra, rinde frutos,” los buitres sin cerebro de las agencias de
noticias del mundo se agrupan para informar de cualquier calamidad, más que
felices de atribuir cada evento al cambio climático. En vez de registrar armas
los gobiernos debieran registrar cámaras y micrófonos –ellos son armas
realmente peligrosas en manos de los asombrosamente ignorantes miembros del
cuarto poder. Por supuesto no hay una escasez de expertos que alegremente
respaldan esas afirmaciones de catástrofes inducidas por el clima –algunos con
gravedad académica, otros con estridencia fanática. Nunca pida las evidencias
que apoyan a sus afirmaciones, estos imbéciles embajadores de la corrupción de
la ciencia climática propagan la ignorancia con total irresponsabilidad. Los
entrevistadores de noticieros se prenden sin aliento de cada una de sus
palabras, mientras que se burlan de los escépticos etiquetándolos de
“negacionistas” y “criminales del clima”. Los escépticos son rápidamente
interrumpidos si se atreven a ofrecer datos aburridos que desenmascaran a los
alarmistas del clima. Y así la cosa prosigue, este equivalente intelectual de
una enfermedad venérea, la ignorancia del alarmismo climático continúa infectando
a los no educados y a aquellos demasiado perezosos para pensar de manera
crítica. Cuídese, goce del interglacial y manténgase escéptico.
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