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lunes, 31 de agosto de 2015

La era del vacío y la comunidad desorganizada



Por Javier Cornejo
Artículo publicado en el diario El tribuno el 28-08-2015

Con la denominación de "La Comunidad Organizada" el peronismo estructuró la sociedad argentina en función de los preceptos de la Constitución de 1949.
 
Fue una transformación material y jurídica. La comunidad formativa del Estado argentino se plasma en la reforma constitucional de 1949, donde se establece que el principio de la acción debe estar dado por una verdad sólida que sea definitoria de la conducta de toda una vida. Solamente armándose de una verdad sólida el hombre o las instituciones están preparados para desafiar cualquier contingencia, por más riesgosa que sea.
 
Por ello pudo lograrse la transformación económica que tuvo lugar en nuestro país, entre 1943 y 1955, consecuencia del profundo cambio operado en el plano filosófico, religioso y jurídico-político.
Esa transformación económica fue una redimensión del valor absoluto del hombre sobre la relatividad de las cosas.
 
El 29 de noviembre de 1951, Juan Domingo Perón publicó en el diario Democracia el texto "Una Comunidad Organizada". La obra remonta al discurso del entonces Presidente en oportunidad de la clausura del Primer Congreso Nacional de Filosofía, en 1947, en Mendoza.
 
Perón fue líder en una época en la que un presidente no necesitaba jactarse de "hablar sin papel" pero podía leer un discurso de alto nivel, sin mohines, y era capaz de presentarse dignamente ante los filósofos del mundo.
 
La pieza contiene una verdadera doctrina y aborda temas esenciales como la idea de democracia, de justicia social y el principio de función social de la propiedad que consagró la Constitución de 1949. Perón no presumía de filósofo; solo trataba de esbozar una idea con base filosófica respecto a lo que representaba la "tercera posición".
 
"No tendría jamás la pretensión de hacer filosofía pura, frente a los maestros del mundo en tal disciplina científica. Pero, cuanto he de afirmar, se encuentra en la República en plena realización. La dificultad del hombre de Estado responsable, consiste casualmente en que está obligado a realizar cuanto afirma", había dicho Perón en Mendoza.
 


El relativismo



El relativismo es la sustitución de la verdad por la opinión. Esto es, la desaparición de conceptos absolutos, desplazados por juicios relativos.
 
Es una forma de escepticismo acerca de la posibilidad de conocer la verdad, en consecuencia, de sostener un sentido de la existencia, de asumir valores morales y de pensar el futuro de la humanidad como un compromiso existencial.
 
El filósofo francés Gilles Lipovetsky nos habla de "la era del vacío" y la describe por "nuevos procedimientos que contienen nuevos fines, valores y legitimidades: valores hedonistas, respeto por las diferencias, culto a la liberación personal, al relajamiento, al humor y la sinceridad al psicologismo; es decir, un nuevo significado de autonomía".
 
También refiere a "la lógica individualista con el derecho a la libertad se instala en las costumbres y en lo cotidiano En la sociedad estamos regidos por el vacío, un vacío que no comporta, ni tragedia ni apocalipsis. Aparece el valor narcisista como consecuencia y manifestación del proceso de personalización, se pasa de un individualismo limitado al individualismo total, todo se desliza en una indiferencia relajada"
 
El relativismo, que erosiona el valor de la idea y el respeto por la lógica, prescinde del futuro. Es un modelo cultural donde desaparece la inteligencia creadora aplicada a la transformación del medio y del ambiente en escala planetaria. Es decir que, el hombre en lugar de procurar la perfectibilidad de su existencia en el cosmos, busca la satisfacción de sus deseos instantáneos aunque ellos conduzcan a la destrucción de su propia vida. Podemos arriesgar que el carácter atomizador y destructor del relativismo se traduce en el creciente e imparable uso de los alucinógenos y las drogas.
 

La caída



Hoy nos encontramos con una involución de lo que una vez fuera una Comunidad Organizada, inmersos en una decadencia social y moral en la que además de factores económicos y demográficos se manifiesta en signos de declinación moral, suicidio cultural y desintegración política, en un aumento de conductas antisociales y un incremento de la ilegalidad y la anomia. Las leyes existen pero no se cumplen y se muestra descomunal tolerancia hacia determinados actos penados por la ley.
 
"Es la anomia de hecho que se genera por la abulia de quienes deben hacer cumplir la ley. De allí se desbarranca un estado de anarquía caracterizada por la manifestación en el ámbito humano de la descomposición del orden natural". En este período anárquico, que nos embarga en la actualidad, el orden natural o bien desaparece por completo, o bien se mantiene por medios artificiales con lo cual lo que se obtiene es tan sólo un "orden formal"; es decir, "la apariencia de cierto orden que encubre con mayor o menor éxito, la anarquía subyacente".
 
Le sigue, si este rumbo se mantiene, la irreversible decadencia final, un colapso, que culmina en el caos de la descomposición final de "un todos contra todos"; sin que sus protagonistas lleguen a tener un conocimiento valedero de las razones por las que se llegó a tal estado.
 
Nada es demasiado nuevo, ya Jim Nelson Black en su obra When Nations Die, receptado por Denes Martos en "Cuando las Naciones Mueren", analizaron y expusieron los síntomas de la descomposición con absoluta precisión.
 
Tal es la actual Argentina moribunda inmersa en la relatividad tinellizante producto del fingido principismo del relato K.


William Gibson: Neuromante

Idioma original: ingles
Título original: Neuromancer
Año de publicación: 1984
Valoración: recomendable

Neuromancer de William Gibson tiene un lugar asegurado en la historia de la ciencia-ficción al menos por tres motivos: por haber sido el primer autor en ganar en el mismo año los tres grandes premios literarios del género (el Premio Nebula, el Premio Philip K. Dick y el Premio Hugo); por haber popularizado el término ciberespacio, que ahora no se nos cae de la boca; y por haber "inventado" (o llevado a su madurez) el género conocido como "ciberpunk", una distopía ultratecnológica llena de hackers, cyborgs, drogas y mafias.

El protagonista, Henry Case, es un vaquero/hacker reclutado para realizar una compleja misión: infiltrarse en una forma de inteligencia artificial llamada Neorumante. Otros personajes, que Gibson reutiliza en otros relatos o novelas, incluyen a Molly, una especie de "Lobezno" cibernético; Riviera, un matón con la capacidad de proyectar holográficamente su mente; o el misterioso Armitage, cuyo pasado se relaciona oscuramente con un episodio de la Tercera Guerra Mundial. La trama en sí se desarrolla como una historia de aventuras, buenos contra malos (o mejor dicho, malos contra peores), a saltos entre dos mundos, el real y el ciberespacio, y transcurre, al menos parcialmente, en lo que se conoce como "The sprawl" (una megalópolis situada en la costa este estadounidense, que se extiende desde Boston hasta Atlanta, protegida por cúpulas geodésicas, y en algunas de cuyas regiones siempre es de noche).


Pero que nadie se confunda: Neuromante no es una novela fácil de acción para leer en una tarde tonta. De hecho, resulta una lectura bastante ardua, por varios motivos. Uno de ellos es que Gibson inventa un futuro extremadamente complejo, tanto en lo tecnológico como en lo socio-político, pero no lo explica detalladamente al lector, sino que lo da por supuesto, y además lo puebla de una terminología específica a la que tenemos que habituarnos rápidamente si no queremos perdernos la mitad de la gracia. También la técnica narrativa de Gibson, con frecuentes saltos y elipsis de una escena a otra, o con descripciones que alternan lo minuciosamente detallado con lo sinuosamente poético, hace que a veces cueste seguir la acción.

Tengo que decir, además (y Paula me dirá que solo me acuerdo de los traductores para criticarlos), que no me han gustado demasiado algunos aspectos de la traducción de José Arconada Rodríguez y Javier Ferreira Ramos para la edición de Minotauro, poque son a veces demasiado literales con determinadas frases coloquiales del inglés. "Estás lleno de mierda", por ejemplo, es una traducción palabra por palabra de "You are full of shit", que más bien quiere decir "Estás mintiendo" o "No tienes ni idea"; "Tú eres el hombre" es un calco de "You are the man", que en el contexto en que aparece quedaría mejor como "Eres el mejor". Y así.

Pero bueno, dejando detalles aparte, está claro que Neuromancer tiene ya un lugar en la historia literaria, y no solo literaria, sino cultural, de finales del siglo XX y principios del XXI. Para valorar su importancia hay que tener en cuenta que se escribió en 1984, cuando internet todavía estaba en pañales; y que a ella se debe no solo el término (y el concepto) de ciberespacio, sino toda una estética, un género y un mundo ficticio que después ha sido productivamente reaprovechado en muchos otros libros y películas. Sin ir más lejos, en la saga Matrix.



Qué hay debajo de las Malvinas?



Ricardo Alonso


Unos 66 millones de años atrás un asteroide de unos 10 km de diámetro (más grande que el Everest) ingresó a nuestro planeta con una altísima velocidad e impactó de lleno en lo que hoy es la Península de Yucatán en México.

Se calcula que la fuerza del impacto fue equivalente a la de un terremoto de grado 11 en la escala de Richter, una energía imposible de igualar por el más potente de los sismos terrestres.

Las rocas en el lugar del impacto quedaron machacadas en cientos de kilómetros a la redonda, rotas y fracturadas, e incluso aquellas de naturaleza calcárea o yesífera (calizas, yesos) fueron evaporadas a la atmósfera liberando millones de toneladas de anhídrido carbónico y ácido sulfúrico.

Este infierno cósmico produjo un efecto invernadero global y lluvias ácidas que desestabilizaron todos los ecosistemas.

La marca del evento quedó registrada en la mayoría de las cuencas sedimentarias que entonces se encontraban activas en el planeta, especialmente en los depósitos de origen marino.
Fue en esos depósitos, en Italia, donde el premio nobel de física Luis Álvarez y su hijo el geólogo Walter Álvarez encontraron una anomalía geoquímica del elemento iridio cuya concentración es rica en el cosmos y pobre en la corteza de nuestro planeta.

La sorpresa es que esa anomalía en iridio coincidía con el límite entre los tiempos Cretácico y Cenozoico, justo en el momento de la extinción global de los dinosaurios y muchas otras formas de vida que convivieron con ellos.

Claro que primero se encontró la anomalía de iridio, luego la coincidencia con la extinción masiva de vida en ese límite del tiempo geológico llamado antes K/T y actualmente K/P, y luego de una intensa búsqueda forense el punto donde pudo ocurrir la catástrofe, o sea el cráter de México.

Lo interesante de la historia es que el cráter ya era conocido por los petroleros mexicanos de Pemex.
Pero se habían guardado la información sin publicarla por una sencilla razón: el cráter estaba lleno de petróleo. Las rocas rotas abajo y los sedimentos más jóvenes que lo cubrían actuaron como trampas para el almacenamiento de los hidrocarburos.

Hoy el cráter es popular y hasta los niños interesados en dinosaurios saben su nombre. Se conoce internacionalmente como el cráter de Chicxulub y desde su exposición pública se han dado a conocer cientos de artículos sobre su origen y el evento catastrófico que desató aquella caída del asteroide.
Fue tal la magnitud del impacto que el registro geoquímico tiene su firma alrededor del mundo.

Precisamente en Salta dicha marca fue identificada por científicos brasileños liderados por el Dr. Alcides Sial en las rocas que bordean el dique Cabra Corral y que se corresponden precisamente con el momento de la extinción de los dinosaurios a escala planetaria. Maximiliano C. L. Rocca es un investigador argentino afiliado a la Sociedad Planetaria (The Planetary Society).

Su interés radica en el estudio de cráteres de impacto y en la catalogación de meteoritos. Hace unos diez años comenzó a interesarse en una estructura circular gigante al lado de la isla Gran Malvina.
Estructura que había sido reconocida anteriormente por el geólogo norteamericano Michael R. Rampino en 1992.

Rampino es un especialista en la extinción más grande de la vida durante el Eón Fanerozoico, esto es la que ocurrió en el límite Pérmico/Triásico y que divide las eras paleozoica y mesozoica.

Rampino publicó un par de artículos breves en la revista EOS de la Unión Geofísica Americana, dando a conocer por un lado la presencia de una gran estructura de impacto en la plataforma de las Falkland y por otro asignando dicha estructura a un cráter de impacto meteorítico de edad Pérmico tardío.

Los ingredientes perfectos en tamaño y edad como para explicar la extinción de vida unos 252 millones de años atrás.

Desde entonces nadie volvió a prestarle atención al tema. Max Rocca trató de obtener información de los geólogos ingleses pero estos, además de renuentes, niegan que exista allí una estructura de impacto meteorítico. Atribuyen la estructura submarina a una simple cuenca sedimentaria.

Ellos son los dueños de la información en una zona donde hay importante prospección petrolera.
La cuestión es saber si se está ante una situación similar a la de los petroleros de México con el cráter de Chicxulub o sencillamente no hay allí ningún cráter de impacto.

Rocca no se quedó con el no como respuesta y comenzó a recopilar información abundante de tipo geofísica, especialmente mapas gravimétricos y magnéticos.

Para ello contó con el auxilio del geólogo paraguayo Jaime L. Báez Presser, de Asunción, que tenía información geofísica de interés, especialmente mapas magnéticos.

Ambos prepararon y enviaron a la prensa especializada un primer trabajo sobre el tema donde califican como un posible impacto meteorítico a la gran estructura circular que se localiza al noroeste de la Isla Gran Malvina.

Dicha estructura es submarina y está completamente cubierta por sedimentos más jóvenes. Con lo cual solo es identificable cuando se realizan mapas especiales de levantamientos gravimétricos o magnéticos, y en donde la anomalía aparece claramente delimitada.

Según estos autores la estructura tiene 250 a 300 kilómetros de diámetro y su edad sería de al menos 300 millones de años.

Ellos aseguran que de confirmarse la sospecha, el cráter de Malvinas sería una de las cuatro estructuras de impacto más grandes del planeta Tierra. Consultado sobre el tema, Max Rocca respondió: "En verdad el caso es extraordinariamente parecido al de México.

Chicxulub fue descubierto a partir de anomalías circulares en mapas gravimétricos que tenía la petrolera Pemex. Y comparando todo lo que ya tenemos de Malvinas se parece mucho a Chicxulub, con una diferencia: Malvinas es incluso más grande". Y luego apunta "Cuando solo tenía los mapas gravimétricos me quedaban dudas del caso.

Pero cuando Jaime Presser, desde Asunción, me pasó los mapas magnéticos me salí de las dudas.
Los mapas geofísicos de que disponemos ahora (tanto gravimétricos como los magnéticos) son espectaculares. Las anomalías circulares se ven 'a la legua". Los ingleses están por lo que veo muy interesados en explotar el petróleo que hay por otros sectores bajo el agua cerca de Malvinas". Finalmente se lamenta de que: "Es una pena que sea muy difícil tener permiso hoy para ir a buscar muestras a Malvinas para hacer estudios, o al menos así parece". Si se confirma la sospecha de estar ante una nueva estructura meteorítica gigante, la cuestión va a ser lograr obtener una edad confiable del momento del impacto.

Probablemente sea más viejo de lo que supuso Rampino, pero un evento de esa magnitud debió producir una hecatombe mundial para la época con extinciones masivas de vida. De verdad un tema apasionante para resolver.



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