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viernes, 13 de marzo de 2015

Invertir en empresas chinas que cotizan en Estados Unidos es cada vez más riesgoso


China obliga a las empresas estadounidenses que operan en su territorio a cumplir con sus reglas, mientras restringe a las empresas chinas que cotizan en Estados Unidos de seguir las leyes estadounidenses
Por Fan Yu - La Gran Época
Mar, 10 Mar 2015


Billetes de cien dólares se intercambian en un banco local en Beijing el 6 de mayo de 2006. (STR / AFP / Getty Images)
Hace cinco años Sino-Forest Corp. era una de las empresas forestales comerciales más grandes de China y una de las favoritas del mercado de valores, atrayendo capital de inversores de fondos de cobertura legendarios como John Paulson.
Sino-Forest es dueña de plantaciones de árboles en toda China, y fabrica y vende productos de madera para clientes subsidiarios. Cuando la compañía emitió acciones en la Bolsa de Valores de Toronto sus acciones se dispararon ya que los inversores se apresuraron a participar en una economía china supuestamente en auge. En un momento, la capitalización bursátil de Sino-Forest eclipsó en seis mil millones de dólares.
Y el declive comenzó
En junio de 2011, Muddy Waters Research, en ese entonces una pequeña agencia de Nueva York poco conocida, dedicada a  la identificación de empresas fraudulentas, publicó un informe muy crítico alegando fraude en Sino-Forest. Muddy Waters llamó a la compañía un "multimillonario" esquema Ponzi y encontró que Sino-Forest fabricaba transacciones de ventas para inflar sus ingresos, mientras que exageraba enormemente sus activos (inversiones en árboles y otras explotaciones).
En cuestión de días, Sino-Forest perdió casi el 80 por ciento de su valor de mercado. Nueve meses más tarde se declaró en quiebra y procedió a liquidar la compañía. En enero de 2015 un juez de Ontario aprobó una demanda colectiva para ir a juicio por nueve mil millones de dólares, emplazado por los inversionistas que perdieron sus inversiones.
Falta de confianza
Durante la última década, las empresas chinas se apresuraron a colocar sus acciones en los mercados de América del Norte para acceder a nuevas fuentes de capital. Los analistas emitieron hace tiempo advertencias a quienes buscan invertir en empresas estatales chinas. Pero el riesgo de invertir en empresas chinas del sector privado como Sino-Forest, puede decirse que es aún mayor.
Es enormemente difícil constituir una empresa privada exitosa en una economía dominada por el Estado chino sin tener que recurrir a la mentira, el engaño y la corrupción. Las empresas de propiedad privada también están constantemente bajo riesgo de nacionalizaciones y acaparamiento de activos de parte de políticos locales y provinciales.
Fraude rampante
Sino-Forest tenía su sede en América del Norte, haciéndolo un objetivo relativamente accesible cuando el fraude se puso al descubierto.
Una gran mayoría de las empresas chinas que cotizan en Estados Unidos tiene su base en China, lo que hace que sea mucho más difícil identificar las actividades fraudulentas. Podemos suponer que Sino-Forest es sólo la punta del iceberg.
Debido a que por lo general estas empresas no reciben cubertura de analistas financieros, los inversores deben confiar en sus estados financieros auditados -que reportan los ingresos, los beneficios y las pérdidas de una empresa, su balance y otra información financiera vital. En Estados Unidos los estados financieros auditados son revisados periódicamente por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), y por auditores propios (tanto como su trabajo), los que están sujetos a exámenes periódicos de reguladores contables. Es parte de un sistema de balance y control para promover la integridad de los mercados financieros y proteger a los inversores.
Hoyo negro
Por desgracia para los inversionistas estadounidenses que participan en empresas chinas, esto no es de gran ayuda. Las firmas auditoras chinas se han negado a entregar los informes de las auditorías a la SEC, incluso después de que el órgano regulador emitiera citaciones como parte de su investigación en curso de empresas chinas que cotizan en Estados Unidos.
El órgano regulador contable estadounidense (Public Company Accounting Oversight Board) no tiene jurisdicción para examinar el trabajo de los auditores chinos. Las "Cuatro Grandes" firmas de contabilidad  -PricewaterhouseCoopers, Ernst & Young, KPMG y Deloitte- tampoco pueden ayudar ya que sus filiales chinas son de propiedad local y deben cumplir con las leyes chinas que prohíben la divulgación de dicha labor a entidades extranjeras.
El Ministerio de Hacienda de China emitió nuevas normas en mayo del 2014 que prohíben a las firmas internacionales de contabilidad enviar personal al extranjero para trabajar en auditorías de empresas de China continental. El Partido Comunista Chino básicamente realizó trabajos de auditoría similares a secretos de Estado, que son custodiados con la máxima vigilancia.
Uno sólo puede imaginar por qué esto es así.
Las cuevas de la SEC
En el 2014, un juez de la SEC determinó que las empresas de contabilidad con base en China violaron las leyes cuando se negaron a entregar los reportes de auditoría de sus clientes que este órgano estaba investigando, y entonces prohibió sus auditorías.
"Si las empresas se encuentran entre la espada y la pared, es porque querían estar allí. Un esfuerzo de buena fe para obedecer la ley significa un esfuerzo de buena fe para obedecer todas las leyes, no sólo la ley que se desea seguir", escribió el juez Cameron Elliot. El juez argumentó razonablemente que si las empresas en las listas eligen a Estados Unidos y el acceso a sus mercados financieros, también deben ajustarse a las leyes de valores de este país.
Pero la SEC cedió ante Beijing en febrero de 2015. Llegó a un acuerdo de dos millones de dólares con auditores chinos, levantando la suspensión de los trabajos de auditoría. Mientras que algunos reportes de auditoría fueron entregados (aunque sólo después de pasar a través de reguladores chinos), el acuerdo no dio a la SEC acceso irrestricto a los resultados de las auditorias.
Más preocupante es que mientras que el Partido Comunista Chino reclama la construcción de una economía de mercado de transición merecedora de respeto, está socavando al mismo tiempo su credibilidad. China obliga a las empresas estadounidenses que operan en su territorio a cumplir con sus reglas, mientras restringe a las empresas chinas que cotizan en Estados Unidos de seguir las leyes estadounidenses.
El reciente desarrollo es un duro golpe para los inversionistas estadounidenses y confirma el hecho de que los estados financieros de las empresas chinas que cotizan en Estados Unidos no son confiables.
La consecuencia es que todas las empresas chinas que cotizan en Estados Unidos inevitablemente sufren de "fraude innegable". Es injusto para las empresas verticales, y socava la integridad y la estabilidad de los mercados financieros. Esto también significa que, si bien los inversores minoristas estarán en desventaja, los fondos de cobertura a corto y largo plazo tienen la oportunidad de obtener beneficios con esta situación.
 Considérese advertido.

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