“Para unir a
Hispanoamérica, necesitamos organizar a las fuerzas del pensamiento “
Hispanoamérica Unida tiene el gusto de publicar en exclusiva el contenido íntegro de una larga entrevista, hasta ahora inédita, con el Dr. Julio C. González, realizada por conferencia telefónica (Londres/Buenos Aires) el 30 de agosto de 2013.
I. (Hispanoamérica Unida): Profesor, usted emplea la Historia como un método para analizar la economía. ¿Por qué?El Doctor Julio C. González lleva 50 años como profesor de Estructura Económica en las universidades de Buenos Aires y Lomas de Zamora (República Argentina). Fue Secretario de Estado de la Presidencia de la Nación de la República Argentina desde el 4 de septiembre de 1973 hasta el 24 de marzo de 1976 (período constitucional de 1973 a 1976). Es autor, entre otros, de un voluminoso y bien documentado libro titulado “La Involución Hispanoamericana – De Provincias de las Españas en América a Territorios Tributarios – El caso argentino 1711/2010” (Editorial Docencia, Buenos Aires, 2010, rector@hernandarias.edu.ar).
(Julio C.
González): La Historia es a la economía lo que la historia clínica a la
medicina. Es imposible tratar a un enfermo por los síntomas circunstanciales
u ocasionales en la alteración de su cuerpo. Para un buen diagnóstico
médico es imprescindible tener a la vista todo el transcurso de la vida del
cuerpo humano que es necesario tratar.
II. [H.U.]: Ante su
afirmación nos vemos obligados a preguntarle a usted ¿qué es la Historia?
(J.C.G.): La Historia es la prognosis del futuro. En consecuencia
son los hechos y los actos jurídicos que nos explican la situación
económica actual y los ubican en la trayectoria que nos aguarda en el devenir.
III. [H.U.]: Su
concepto es completamente distinto a la historia tradicional.
(J.C.G.): Efectivamente.
La Historia es la comprensión de lo que ocurre y la determinación de lo que va
a suceder en tiempos futuros. Algo muy distinto a concebir la historia
como luchas y guerras que realizan las fuerzas militares, o bien los
tumultos también llamados revoluciones que ocurren en los pueblos. Guerra
y revoluciones son anécdotas pretéritas de un pasado que no vuelve. El devenir
y el futuro reclaman otro método.
IV. [H.U.]: ¿Cuál es
para usted ese método?
(J.C.G.): Los elementos
históricos para la prognosis del futuro están determinados por estos
cuatro elementos básicos:
a) Cartografía
b) Tratados
internacionales que ejercen poder sobre esa geografía y la modifican
c) Normas jurídicas
y económicas internas que originan esos Tratados Internacionales
d) Estadísticas de
resultado
V. [H.U.]: ¿Y los
sujetos de la historia, entre ellos los próceres y los patriotas, como juegan
dentro de este esquema?
(J.C.G.): “Próceres o
patriotas”, “hijos o entenados”, “réprobos y escogidos”, son todos
preconceptos que impiden valorar la realidad. Lisa y llanamente. Sin
adjetivaciones ni axiomas preconcebidos sobre la persona de los
gobernantes y de los hombres que tuvieron gravitación pública como intelectuales, pensadores
y escritores.
VI. [H.U.]: ¿Cuáles
serían los actos jurídicos internacionales o los tratados por los cuales
deberíamos empezar para analizar la situación de Hispanoamérica?
(J.C.G.): Un gran
pensador argentino, Raúl R. Scalabrini Ortiz, escribió esto en la década de los
años ’30 del siglo XX: “La ignorancia argentina es la
obra de un genial pensador que la preparó para dominarnos”.
Scalabrini Ortiz determinaba que ese gran pensador era el imperio británico a
través de sus universidades. Como lo documento en mi libro “La
Involución…” en la Universidad de Londres existe una asignatura denominada
“Argentina”. Para evaluar las gravísimas consecuencias de esto solo
cabe una pregunta de lógica elemental, ¿en qué otra universidad del mundo
hay una asignatura semejante?
Los parámetros de
la influencia británica sobre la Argentina están dados por estos 4 principios:
1. “Trade, not countries” (comercio afirmado por
tratados internacionales y no conquista por las armas)
2. “Divide et impera” (divide y reinarás). Un viejo
principio romano, aplicado a instituciones, hombres, ideas, conceptos.
3. Ejercer el poder sin exhibirlo ni exhibirse (es
decir en “silencio”). Un ejemplo actual es la tremenda guerra abierta
entre el Gobierno Argentino y el diario Clarín, propietario este último de
274 medios, y que a su vez es propiedad de capitales británicos, y domina todos
los medios de Argentina (prensa, televisión, revistas, editoriales,
radiodifusión). Un ejemplo contundente de esto es la siguiente información
proporcionada por el diario La Nación de Buenos Aires. +++.
4. “Hacerles hacer a nuestros enemigos lo que nosotros necesitamos
que hagan, para que se destruyan solos.” Un caso típico es
la guerra de las Malvinas. La guerra le convenía a Gran Bretaña, porque si
no había guerra, no había tratado de paz (los tratados de paz de Londres y
de Madrid). Al respecto es de lectura inexcusable la obra del comodoro (R)
Rubén Oscar Moro titulada “La Guerra Inaudita. Historia
del conflicto del Atlántico Sur”. El autor a su bien
ganados grados de la Fuerza Aérea y en el estudio de la Guerra de Malvinas
adiciona el haberse desempeñado como jefe de redacción de la Comisión
Rattenbach. Esta comisión presidida por el teniente General Benjamín
Rattenbach, decano de los generales argentinos, tuvo a su cargo
la confección de un sumario incubado por la derrota de la Guerra de las
Malvinas. Esta comisión reunió toda documentación internacional y los
documentos oficiales argentinos con relación a esta cruenta guerra. El
informe es pues una vivencia que tuvo el comodoro Rubén Oscar Moro como
protagonista y testigo de esa guerra en los lugares de batalla. Esos tratados
establecen en su articulo 5º que todas las fuerzas armadas argentinas
quedan bajo el control de Gran Bretaña. Como ejemplo de ello en el Anexo
1º, punto V de los Acuerdos de Madrid, leemos o siguiente: “Visitas Recíprocas. Por la vía diplomática y caso
por caso podrán acordarse visitas recíprocas a bases militares y unidades
navales.”
A su vez en el
Anexo I – III de los mencionados acuerdos de Madrid leemos:
“La República
Argentina y Gran Bretaña se han de proporcionar por escrito y con veinticinco
(25) días de anticipación la información correspondiente al movimiento de
sus Fuerzas Navales y sus Fuerzas Aéreas y de los ejercicios que
verifiquen unas y otras dentro de las siguientes áreas: Para las
fuerzas argentinas dentro de las siguientes coordenadas:
- 46ª S – 63ª W: que es el espacio marítimo que se extiende
siguiendo el paralelo 46ª S que cruza Comodoro Rivadavia con el meridiano
63º W (aproximadamente a 350 kilómetros al Este de Comodoro Rivadavia)
- 50º S – 63º W y
50º S – 64º W: que es el espacio marítimo que se extiende siguiendo el
paralelo 50ºS que cruza Puerto Santa Cruz hasta su intersección con el
meridiano 63º W y el meridiano 64º W (aproximadamente 350 y 300 kilómetros
al Este de Puerto Santa Cruz)
- 55º S – 64º W y
53º S – 63º W; que es el espacio marítimo que se extiende siguiendo el
paralelo 53º S que cruza la Bahia de San Sebastián a Norte de Tierra del
Fuego hasta su intersección con los meridianos 64º W y 63º W
(aproximadamente a 300 y 350 kilómetros al Este de la Bahía de San
Sebastían al Norte de Tierra del Fuego).
- 60º S – 63º W y
60º S – 20º W: que es el espacio marítimo que se extiende siguiendo el
paralelo 60º S que pasa cerca de las Islas Orcadas en la Antártida hasta
su intersección con el segmento que va desde el meridiano 20º W (esto hace
una extensión de aproximadamente 3.500 kilómetros al Este del meridiano
63º W que pasa cerca de las Islas Shetland del Sur).
Y el artículo 12
del tratado de Madrid [establece que] se promoverá la privatización de
las empresas del Estado (puertos, aeropuertos, rutas de peaje, cuenca
petrolera, tierras forestale) fueron entregadas por ese precio a Gran
Bretaña. El artículo 16 establece que las relaciones de la República
Argentina para la integración de América Latina (Mercosur) y para con la
Unión Europea serán siempre conversadas previamente con Gran Bretaña. Todo
esto se completó con el tratado de Londres del 11 de diciembre de 1990
(ratificado por Ley 24.184). Este tratado otorgó a todos los bienes
adquiridos por Gran Bretaña un tratado de protección de inversiones . Es
decir, el objetivo era el tratado de paz y los bienes argentino que a través de
este serían adquiridos por Gran Bretaña o por empresas inglesas.
VII. [H.U.]: ¿Desde
cuándo comienzan a firmarse los planes y tratados que sojuzgan a
Hispanoamérica hasta el día de hoy?
(J.C.G.): El primer
plan para apoderarse de Hispanoamérica aparece en Londres en 1711 con
la publicación de un libro titulado “Una propuesta para
humillar a España. Escrita en Londres en 1711 por una persona de
distinción”.
El curioso
pseudónimo del autor obedece al hecho de que se trata de un plan estratégico para separar a Hispanoamérica de España (que
en el siglo XIX siguen en rigurosa aplicación en España con los atisbos de
secesión de Cataluña y provincias Vascongadas). Si se hubiese colocado el nombre
del autor que indudablemente debe ser una persona de primer nivel en el
Gobierno Británico o un príncipe o un general o un almirante, hubiese
llevado a una indudable e inmediata guerra con España.
Este plan
estratégico para separar de Hispanoamérica de España consistía en lo siguiente:
- La riqueza de
Hispanoamérica esta dada por la minería.
- La cuenca minera
de Hispanoamérica se encuentra primordialmente en el Perú y el Alto Perú
(hoy Bolivia).
- Para poder
efectuar la producción minera y alimentar a los que realizan esos
penosos trabajos en lo yacimientos minerales es imprescindible: la carne vacuna para reponer energías que
de desgastan en el arduo trabajo minero y yerba
mate para depurar al organismo de los gases y toxinas
que existen bajo tierra.
- Gran Bretaña debe
actuar separando a la zona minera de la zona ganadera (Buenos Aires
y Montevideo) y de la zona yerbatera (Asunción del Paraguay). De esta
manera, sin carne vacuna y sin yerba mate, el trabajo de la minería se
paralizará y para mantener esa inactividad minera debe separarse para
siempre la región productora de carne vacuno de la región productora de yerba
mate.
Así habremos
producido la humillación de España.
Portada del libro
“La Involución Hispanoamericana. De Provincias de las Españas a Territorios
Tributarios. El Caso Argentino 1711-2010″.
VIII. [H.U.]: ¿Qué
actitud asumió España frente a semejante plan?
(J.C.G.): La respuesta
de España a este plan se realizó en 1776. En ese año se dio una ocasión
para humillar a Inglaterra e impedirle el plan de humillar a España.
En ese año España
actúa de la siguiente manera:
1. José de Gálvez,
Ministro de Indias de Carlos III, elabora y ejecuta la diagramación del
hemisferio americano. Esto se llevo a cabo de la siguiente manera: -El 4
de julio de 1776 España independiza de Inglaterra a América del Norte y
funda con un aporte decisivo de su parte los Estados Unidos de En “La
Involución Hispanoamericana” se publica por primera vez una documentación
detallada de cómo España creó a los Estados Unidos de Norteamérica (hoy
primera potencia del mundo). Para ello, José de Galvez designó a su propio
sobrino, el General Bernardo del Gálvez, que libró todas las batallas
por tierra desde la península Florida hasta Nueva York. Los ingleses no
pudieron enviar refuerzos para combatir a los españoles porque todos los
puertos del Atlántico estaban bloqueados por la Marina de Francia en
virtud del Pacto de Familia del año 1700 que unió los Ejércitos de tierra y de
mar de Francia y España en acciones conjuntas.
2. La independencia
de Estados Unidos lograda merced a la acción de
los ejércitos españoles fue reconocida públicamente de manera universal en
el año 1976 con motivo del Bicentenario de la Independencia de los Estados
Unidos. En esa oportunidad, los reyes de España, Don Juan Carlos
y Doña Sofía, hicieron una visita oficial a Estados Unidos y descubrieron
en el Capitolio una estatua ecuestre de Bernardo de Gálvez por cuya acción
se logró la independencia de Estados Unidos. Este homenaje trascendental
fue minimizado y en el caso de la Argentina, silenciado por todos los medios
de comunicación.
3. José de Gálvez,
gran desconocido para los historiadores de los Estados Unidos hizo el
siguiente razonamiento: el país que hoy fundamos dentro de un siglo puede
entrar en colisión con el Virreinato de Nueva España (México) y puede también
proyectarse sobre el Océano Pacífico. El Pacífico, así llamado porque no
existían los terroristas de mar que eran los piratas, era el mar de dominio exclusivo de España:
-España tenía tres
grandes bases navales en el Pacífico que aseguraban su dominio total. Eran
las mismas Monterrey en México, Callao en el Perú, y Valdivia en Chile.
-La vinculación
económica con el Asia se realizaba por el Océano Pacífico de la siguiente
manera: a) Viaje de ida: Callao-Filipinas-Japón-India y China. Viaje de
regreso: Filipina-Acapulco (México). Esta extraordinaria navegación era
posible a veloz velocidad porque España había estudiado y colocado en las
cartas marítimas las corrientes oceánicas del Pacífico que impulsaban gran
velocidad a los viajes de ida y regreso porque los galeones de la época no
eran impulsados a vela solamente sino que su tracción era ocasionada por
las corrientes marítimas de América a Filipinas a la ida y de Filipinas
a América en el regreso.
-La navegación por
el Pacífico era cuantiosa. El comercio muy intensivo. La razón se daba en que
la moneda de Latinoamérica era la plata y la moneda del Asia también la
plata. Esto agilizaba las transacciones por el pago de compensaciones en
metal.
-La gerencia de los
viajes por el Pacífico se hacía en Buenos Aires donde estaba radicada la
Compañía de Filipinas.
4. Para equilibrar
desde el inicio de su existencia en el año 1776 la geopolítica de Estados
Unidos con la de Hispanoamérica, José de Gálvez el día 1 de agosto de
1776, es decir, 26 días después de la creación de los Estados Unidos, crea
el Virreinato del Río de la Plata con una extensión de
7.200.000 kilómetros cuadrados en el extremo sur del hemisferio americano.
Por primera vez, en
mi libro “La Involución Hispanoamericana (1711 – 2010)”, se transcribe en
su integridad el acta de creación del Virreinato del Río de la Plata que
le fue remitida al autor por el archivo de Indias en el año 2000.
Todo lo expuesto le
otorga a Hispanoamérica una nueva dimensión y realza la misma en virtud
del testimonio que Alexander Von Humboldt quien relata su visita a
Hispanoamérica diciendo que no se vio en ningún lugar del mundo una
felicidad y alegría de vivir como la que él con asombro constató en
las posesiones españolas en Hispanoamérica sobre el Pacífico.
- Es importantísimo
señalar que al tiempo de fundación, el Virreinato del Río de la Plata tenía
2 universidades: Córdoba y Charcas Chuquisaca. En esta última se enseñaban
ciencias aplicadas a la técnica minera y astronomía referida a la
navegación de ultramar por el pacífico. Nota: Por ese
entonces los Estados Unidos de Norteamérica todavía no tenían ninguna
universidad.
Balance geopolítico
británico 1763-1783. Veinte años decisivos para el devenir del Planeta
Tierra. En este período Gran Bretaña procedió a la conquista de los
siguientes territorios del globo:
1. Canadá. Fue adjudicada por Francia a Gran Bretaña en
virtud del tratado de París de 1763. Extensión: 9.000.000 kilómetros
cuadrados.
2. Australia. Su conquista fue consumada en 1770. Los
autóctonos sufrieron un genocidio en virtud del cual no quedó ninguno.
Gran Bretaña le dio la categoría de colonia penitenciaria, es decir, que
sería poblada por criminales y presos por otros delitos extraídos de las
cárceles de Inglaterra. Superficie: 7.600.000 kilómetros cuadrados.
3. India. Conquistada con la batalla de Baksar en 1764,
ganada por Lord Clive quien derrotó la última resistencia hindú a la
conquista británica.
4. Brasil. Quedó unido económicamente y en cuanto a la
política a Gran Bretaña por el Tratado de Methuen de 1703 celebrado con
Portugal. En 1777 por el Tratado San Ildefonso, España cede a Brasil
, Virreinato de Portugal, 6.000.000 kilómetros cuadrados. A raíz de esto,
la superficie total de Brasil supera los 8.500.000 kilómetros cuadrados.
5. Estados Unidos. Renueva la vinculación con Gran Bretaña
en 1783. En ese año se celebra en París la paz entre Gran Bretaña y
Estados Unidos de Norteamérica, que son reconocidos como
Estado independiente. Jay, asesorado
por Adam Smith, firma el Tratado de Paz, desplazando a
Lee y a Franklin, los otros representantes designados por el Congreso de
los Estados Unidos. El Congreso de los Estados Unidos quería firmar la paz
con Gran Bretaña simultáneamente con los representantes de España y
de Francia, países cuya acción militar fue decisiva para la creación de
los Estados Unidos.
La firma del
Tratado de Paz únicamente entre Inglaterra y Estados Unidos, injertaron en el
sistema americano original de economía político-productiva de
Alexander Hamilton, Jorge Washington y Benjamin Franklin al
sistema angloamericano de comercio internacional de Adam Smith. Los
Estados Unidos pasaron así a constituir económicamente un sistema
angloamericano quedando desplazados los cinco presidentes que
representaban el genuino pensamiento americano de Alexander Hamilton.
Estos fueron: George Washington (1789- 1797), Abraham Lincoln (1861-1865),
William McKinley (1897-1901), Franklin Roosevelt (1933-1945) y John
Kennedy (1961-1963).
IX. [H.U.]: ¿Por
qué se separa, fragmenta y disgrega Hispanoamérica?
(J.C.G.): Para
contestar a esta pregunta fundamental y determinar su importancia hay que
remitirse a la tesis doctoral del Henry Kissinger publicada en 1968 con el
título “Un mundo restaurado”. En ella el autor explica
que para conocer en todos sus detalles las situación internacional actual es
imprescindible conocer perfectamente las guerras napoleónicas. Henry
Kissinger explica algo elemental, las guerras napoleónicas no eran por la
posesión de los países europeos sino por sus posesiones
de ultramar. Esto hace que en esas guerras se luchase por
el futuro del Planeta Tierra.
En 1804, Napoleón
Bonaparte, emperador vitalicio de Francia, domina toda Europa y cierra
por consiguiente todos los puertos del continente europeo al tráfico
comercial con Gran Bretaña. A raíz de esto la industria británica y el
comercio exterior de Inglaterra cae en una paralización que lo
lleva inexorablemente a una quiebra que se extenderá sobre toda
Inglaterra.
Entonces William
Pitt, Primer Ministro de Gran Bretaña, le encomienda al General Thomas Maitland
la elaboración de un plan para capturar Buenos Aires y Chile y luego
emancipar Perú y Quito. El plan consistía en lo siguiente:
Asalta Buenos
Aires. Formar un ejército con hijos de españoles, mestizos, autóctonos o
indios y negros esclavos. Que ese ejército formado en Buenos Aires acampe
en Mendoza y se refuerce con personas de la misma etnia que las nombradas.
Con este ejército asaltar Chile. Dominado Chile, con la flota británica,
transportar ese ejército para la toma de Perú, y de Guayaquil (Audiencia
de Quito) hoy Ecuador.
El Plan Maitland es
el plan operativo de 1804 para desarrollar el plan estratégico de 1811. Para
su efectividad dispone que toda Hispanoamérica se
quede previamente sin moneda. Esto se lleva a cabo en las
siguiente fechas:
§ 1806: Beresford, gobernador inglés
de Buenos Aires, saquea el Tesoro de la Real Hacienda (organismo similar
al Banco Central actual) y lo remite a Londres, donde es paseado por las
calles en 8 carros que transportan cada uno cinco toneladas de
oro amonedado. Total: 40 toneladas de oro. Esta cifra, según cálculo que
hicimos en nuestra cátedra en la Universidad de Lomas de Zamora, ascendía
en el año 2008 aproximadamente a 88 mil millones de dólares.
§ 1811: Pueyrredón, al mando del
ejército del Norte que dirige Belgrano, saquea la Casa de Moneda de Potosí
y destruye las prensas de acuñar moneda para toda Hispanoamérica. 500 mil
barras de plata son enviadas de Buenos Aires y de ahí a Londres.
§ 1822: San Martín toma Lima y embarca
el tesoro de la Real Hacienda en la Flota del Vicealmirante inglés Lord
Thomas Alexander Cochrane, que se hace inmediatamente a la vela a Londres.
Ese tesoro era el más grande de todo el continente de América del Sur.
§ 1822: Simultáneamente los británicos
se apoderan del Tesoro de Real Hacienda de Santa Fe de Bogotá (Virreinato
de Nueva Granada, hoy Colombia) y se llevan 10 toneladas de oro.
§ Por esos años, ocurre exactamente lo
mismo en México.
Hispanoamérica
entonces declara una independencia en 1816 sin moneda. Por lo tanto estamos
no frente a una independencia efectiva, sino una independencia simbólica,
lógico formal.
Este es el origen
de todas las crisis monetarias de Hispanoamérica.
Mapa extraído de la
obra ‘La involución hispanoamericana…” en el que pueden verse las dos grandes
estructuras económico-jurídicas y diplomáticas mundiales hasta 1810. Gran
Bretaña destruyó la estructura hispánica.
X. [H.U.]: Ante la
declaración de independencia de Hispanoamérica, ¿qué actitud asumió Gran
Bretaña?
(J.C.G.): Partimos
de una afirmación documental. En marzo de 1816 se convoca a una congreso de
la Provincias Unidas del Río de la Plata que se hayan desmembradas y
anarquizadas en la ciudad de San Miguel de Tucumán (Norte de la
Argentina) para dictar una Constitución.
No para una secesión o independencia de España, sino que se trata de una
Constitución dentro de la unidad Hispanoamericana-Ibérica que se admite.
Intempestivamente, ese Congreso varía su objetivo y el 9 de julio de 1816
previa discusión de 4 días se declara la independencia del rey de España y
su metrópoli.
Es importante
acotar que las provincias reunidas en ese Congreso no incluían a las provincias
del Litoral (Banda Oriental del Uruguay, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes
y las Misiones Orientales). Es decir que el país no se haya íntegramente
representado ni el Congreso se reúne con el fin de dictar
ninguna independencia. ¿Por qué? Porque la independencia intempestivamente
se declara y dice que abarca a todo el continente por iniciativa de Francisco
José de Alvear y Gaurú, conocido por el nombre de sus padres adoptivos
como José Francisco de San Martín., quien ante la alianza de España con Rusia
para reunificar las Españas de América con España Ibérica se apresta a
hacer declarar la independencia para que esa alianza no pudiera
concretarse en territorio americano por ser estos independientes.
Coadyuvando a ello,
James Monroe, Presidente de los Estados Unidos, dirá “América para
los americanos”. Esto significa que ante cualquier ingerencia europea en
América, Estados Unidos hará causa común para rechazarla. La concepción
anglo norteamericana queda así afirmada, en contra de lo que había
propuesto Alexander Hamilton, uno de los fundadores de Estados Unidos en 1776.
XI. [H.U.]: Para
mantener la economía hispanoamericana bajo su control absoluto, Gran
Bretaña impuso algún tratado a Hispanoamérica?
(J.C.G.): Sí,
categóricamente si. Fue el tratado “de amistad, comercio y navegación” impuesto
por Gran Bretaña a las Provincias Unidas del Río de la Plata (Argentina)
el 2 de febrero de 1825.
En 4 meses ese
tratado que de inmediato analizaremos se impuso a Chile, Perú, Gran
Colombia (Ecuador, Colombia y Venezuela unidos), Guatemala (América
Central Unida) y a México. Este tratado fue redactado por San Martín en
Escocia en el castillo de Lord Duff con quien había estado a las
órdenes de Beresford en la batalla de Bailén. Lord Duff era consejero del
rey el tratado de 1825 que se impuso a toda Hispanoamérica debía mantener
inalterable el dominio económico sobre las Españas de América.
Hispanoamérica
continúa dividida por esa política. Desde 1825 Venezuela ha tenido 41 guerras
civiles en el siglo XIX, se produjo una guerra entre la Confederación
Peruano-Boliviana y Chile, así como entre Argentina y Brasil (el inglés
Ponsonby le entrega al Brasil la banda oriental). En virtud de toda
esa geopolítica, Estados Unidos tendrá un control sobre el mar Caribe y
sobre algunos países del Pacífico. Respecto a Argentina, es Gran Bretaña
quien comienza la base de operaciones para dominar Hispanoamérica desde
Buenos Aires. En 1820 España tiene preparada la reunificación
de Hispanoamérica con la toma de Buenos Aires en alianza con Rusia. El
general designado es Rafael de Riego y Nuñez. Este General en vez de
cumplir su cometido intercontinental promueve una revolución contra el Rey
Fernando VII. Por causa de ello la flota rusa regresa a su país y la
posibilidad de reunificar las Españas americanas con la España Ibérica
desaparece y España se desangra en una guerra civil de ocho años.
Hay siempre un
interés de Gran Bretaña en que Hispanoamérica no se una. La América Central era
un solo país (Guatemala), pero en 1840 es dividida en cinco pequeñas
repúblicas; ahí fueron concurrentes los Estados Unidos y Gran Bretaña. En
las islas del Caribe se formaron países absurdos, se hicieron de esas
islas países soberanos que hoy son sólo paraísos fiscales (siglo XX).
¿Por qué se impidió
que Hispanoamérica se uniera y en cambio se permitió la unidad del Brasil? En
1704 Gran Bretaña le impuso a Portugal/Brasil el tratado de Methuen, por
el que tendrá el comercio exclusivo y excluyente con Portugal y con
Brasil. El objeto es penetrar por Portugal a España y por Brasil
a Hispanoamérica; ejercer el control económico sobre el comercio interno y
externo de España.
XII. (H.U.): Usted,
al igual que otros pensadores e historiadores, ha cuestionado que los
llamados “próceres” (como Bolívar o San Martín) sean tales, ya que la
evidencia histórica parece demostrar que podrían haber sido más bien
agentes al servicio de Gran Bretaña y sus planes imperialistas
sobre Hispanoamérica. ¿Por qué, entonces, Bolívar o Miranda defendieron en
sus escritos la unidad hispanoamericana con tanta insistencia? ¿Qué hay de
sincero en esa supuesta defensa de nuestra unidad?
(J.G.): La cuestión
es que Gran Bretaña utilizó las utopías de Miranda y de Bolívar, a quienes
incluso proveyó de los elementos de guerra para sus empresas de secesión o
de ‘independencia’, aprovechándose de la ingenuidad (aunque esto último no
lo sabemos) de ambas personas. Pudo haber sido una utopía, pero jamás se
realizó. Bolívar y Miranda fueron alojados en Londres y ahí realizaron
la propaganda para la independencia. A Miranda, los ingleses lo envían a
Jamaica, en 1759 y en 1769, para que desde allí actúe contra España. Hay
que tener en cuenta que la presencia de Gran Bretaña en el Caribe es
importantísima. Esto ocurrió durante la república de Oliver Cromwell que se
extiende en Inglaterra desde 1649 hasta 1659.
Miranda y Bolívar
fueron utilizados. Bolívar entregó al final a Miranda a los españoles y Miranda
muere en Cádiz en 1815. Bolívar murió mientras deambulaba por los valles
de Venezuela/Colombia, y antes de morir expresa: “¿para qué habremos hecho
la guerra a España? llega a un arrepentimiento: “he arado en el mar”.
Posteriormente el general Páez separa a Venezuela de Colombia. En principio
Miranda y Bolívar actuaron por buena fe o ingenuidad.
San Martín, en
cambio, no estuvo en Londres sino que se alojó en la residencia de asesor del
rey Jorge IV en política exterior. El objeto era redactar el estatuto por
el que se tendría controlada a Hispanoamérica: el tratado de amistad,
comercio y navegación de 1825 impuesto a toda Hispanoamérica en el término
de cuatro meses. Bolívar muere en los llanos y Miranda en la cárcel,
pero San Martín muere en una gran opulencia.
En Guayaquil se
hace evidente que Bolívar creía en la utopía de su juventud, lo que le llevará
a convocar el Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826 para unir a todas
las ex posesiones de España en América. Pero San Martín, antes de su
regreso a Perú, coloca el tesoro de la Real Hacienda de Lima (en
términos modernos, era el “banco central” más grande de todo el
continente) en la flota de Lord Cochrane, quien lo había trasladado de Valparaíso
a Callao. Cochrane inmediatamente puso vela a Londres y así el tesoro de
la Real Hacienda de Lima fue a las arcas de Gran Bretaña. San Martín concerta
el primer empréstito de cuatro millones de libras con la orden expresa de
que los fondos no se remitan al Perú sino que queden en un banco de
Londres a disposición de la delegación peruana ante el gobierno de Gran
Bretaña.
XIII. (H.U.): Los
mecanismos regionales de integración no han avanzado en la unión política.
¿Cree Ud. que organismos como el Mercosur (dominado por el Brasil) o la
Alianza del Pacífico (según algunos, una estratagema geopolítica de
Estados Unidos) entorpecen e imposibilitan la unidad hispanoamericana o
por el contrario pueden acabar operando en su favor?
(J.G.): De ninguna manera
[operan a favor]. Son organismos ocasionales y circunstanciales. Hay
un hecho importantísimo: en 1777, por el tratado de San Ildefonso,
Portugal (siempre aliado de Gran Bretaña por el tratado de Methuen de
1704) entrega a España la colonia de Sacramento en la banda oriental del
Río de la Plata y España cede sus dominios en el Paraná hasta el Orinoco. A
cambio de esto, Inglaterra/Brasil piden que se les conceda 6 millones de
km2 al oeste de la línea del tratado de Tordesillas de 1494, y [de este
modo] Brasil pasa de 3 a 9 millones de km2.
Brasil tiene una
política hegemónica impuesta por Oliveira Salazar: el dictador que gobernó
Portugal. Fue el más inteligente de todos los dictadores, porque creó el
imperio de la lengua lusitana. Para conseguirlo, el nervio [fue] la
expansión de la lengua portuguesa sin contención de fronteras y
sin condicionamiento de ideologías. Por ejemplo, en la provincia
[argentina] de Corrientes, que linda con Brasil, la opinión pública está
manipulada a favor del Mercosur: [los brasileños] tienen delegaciones.
Hay déficit en la balanza comercial con Brasil, que impone los artículos
de vestimenta, calzado, [utensilios] de uso doméstico… brasileños.
Brasil tiene una
diplomacia propia: la escuela de Itamaraty. El origen está en 1808: la Corte de
Lisboa se traslada en buques británicos al Brasil ante el avance del
general Murat, encargado por Napoleón de conquistar Portugal. Juan de
Portugal viene [a Brasil] con toda la Corte, pero quedan los sabios
y funcionarios de jerarquía en el manejo del crecimiento y desarrollo del
país (de todas las ideologías). Cuando en 1820 Brasil le compra a Portugal
su independencia, el precio es que [aquél] se haga cargo de la deuda
externa que contrajo Portugal en las guerras napoleónicas. La mitad de la Corte
se queda en Brasil (más o menos 500 personas), y forman la escuela de
Itamaraty, para dirigir la economía y la política exterior de Brasil hasta
nuestros días. Por ejemplo, Lula o Dilma provienen de la izquierda,
pero su política exterior es inalterable.
No hay ningún Estado
hispanoamericano que tenga diplomacia propia porque nunca tuvieron
una política exterior propia; nunca tuvieron soberanía. [El ministro
inglés] Canning dice en 1825: “Hispanoamérica es libre, y si nosotros no
desgobernamos tristemente nuestros negocios, ella será
XIV. (H.U.): Ud. ha
afirmado que para empezar a ser sujetos de nuestra propia política, no queda
otro camino que fundar el Estado nacional argentino e hispanoamericano,
definitivo e irreversible. Teniendo en cuenta que la mayoría de las
grandes creaciones políticas estatales han sido fruto de la fuerza y de
las guerras, ¿cree Ud. que en un futuro hipotético nuestra unidad sólo podría
darse por la fuerza, a través de enfrentamiento bélico, o es factible un
proceso pacífico de re-constitución?
(J.G.): Jamás [se
conseguirá] por guerras o enfrentamientos bélicos, porque ahí perderemos todo.
[Debe ser] un
proceso pacífico de reconquista y [realizado] todos los días, a través de las
universidades, de los claustros de profesores que apliquen rigurosamente
el concepto de “universalidad” de las Leyes de las Partidas de Alfonso X
el Sabio (1055). La universidad será el estamento de maestros y
estudiantes donde se enseñe y se aprenda enseñando. Que en todas las
clases se explique el porqué y el para qué. Las fuerzas armadas deben ser
la otra fuerza constitutiva. La esencia de este método está tomada de
los mismos británicos.
[Recomiendo los
libros]: “Malvinas, la trama secreta”, de Kirschbaum y Van der Kooy,
“Argentina, gesta británica”, de Emilio Fernández Gómez, y “La colonia
olvidada”, de Andrew Graham-Yooll. En el Martín Fierro se puede leer: “No
son todos los que están ni están todos los que son”; [en Argentina] hay
que diferenciar a los existentes de los publicitados: los primeros están
[más allá de] un círculo de 200 kilómetros en torno a Buenos Aires, están
en el interior del país.
Mapa político
actual de Hispanoamérica: tras más de 300 años de unidad, la fragmentación en
18 débiles repúblicas; unas fronteras que responden a los intereses
anglosajones.
XV. (H.U.): ¿De dónde puede surgir la fuerza económica, tecnológica y militar
necesaria para fundar un gran Estado soberano?
(J.G.): La fuerza
económico-militar tiene que surgir de las fuerzas de pensamiento.
Primero, hay que
sembrar una idea robusta de la necesidad de la unidad hispanoamericana, o de
lo contrario nos aguarda la desaparición.
Recuerdo que en
1968 Perón me envió un ejemplar [de un libro] con toda su política exterior y
me pidió un título para el mismo, [que fue]: “Latinoamérica: ahora o
nunca”. [Esa unidad] no se dio por un montón de fracasos, pero estos
tienen que enriquecernos, [servirnos] para trazar un camino nuevo,
una finalidad nueva. La historia es el pasado, explica y enseña lo que
ocurrió; no es una anécdota, es prognosis del futuro.
En consecuencia, lo
fundamental es crear grupos en España e Hispanoamérica que breguen por
la unidad hispano-americana; una Confederación hispano-americana como
salvación para todo el mundo hispano, en base al conocimiento de unos
pocos. Hace falta crear una voluntad de hierro colectiva, y se logrará.
XVI. (H.U.): ¿Usted
incorporaría a España (europea) a Hispanoamérica? ¿O cree Ud. que esta
última podría o debería formar por sí sola una Nación? ¿Qué forma de
Estado cree que debería adoptarse: la República federal, la Monarquía…?
(J.G.): Hispanoamérica
unida en el pensamiento unitivo con España, confederada con ésta, tendría
más fuerza, una fuerza milenaria de una España que también fue triturada…
y [además] España nos abriría las puertas del mundo europeo, etc. Como
madre, nos da su experiencia, su consejo, y [la tradición] de los
prohombres que crearon el mundo hispanoamericano. Es sobre todo un aporte
intelectual.
Tenemos que
organizar las fuerzas del pensamiento. [Hoy] con internet es muy fácil: en
menos de un año [pueden crearse] grupos de españoles e hispanoamericanos
que breguen por la unidad y [cumplan el destino] punto por punto.
[En cuanto a la]
forma de Estado, tendría que ser una república federal, pero no una
confederación, porque esta tiene el peligro de que, aunque agrupe a
unidades geográficas, estas conservan su derecho de secesión. El Estado
federal tendría que ser al estilo norteamericano y no sus copias ridículas que
se hicieron. En la obra “El federalista”, Alexander Hamilton plantea: ¿qué
forma de Estado vamos a buscar? Un Estado federal con un Gobierno federal
[que dirija] coherentemente la política monetaria y
exterior: el imán que permite mantener la federación.
XVII. (H.U.): ¿Cómo
deberían actuar los Ministerios de Relaciones Exteriores de ahora?
(J.G.): Hispanoamérica,
en política exterior, debería comenzar por la idea de Julio César
Gurien (pensador argentino del siglo XX) de que todos los países de la
América española y España deben mantener al margen del Ministerio de
Asuntos Exteriores, un Ministerio de Asuntos Hispanoamericanos e Ibéricos,
con objetivos distintos.
XVIII. (H.U.): ¿Y
en política monetaria?
En política
monetaria, debido a la crisis monetaria en que está el mundo habría que volver
a la economía física. Para calibrar las dimensiones de la crisis, [se
puede acudir] a la triple curva de LaRouche, que [utiliza] un sistema de
coordenadas. Cuando se creó el FMI en 1945 el dólar como medio
multinacional de pagos tuvo una existencia aceptable, porque era una
moneda [de valor de cambio] fijo y constante. Pero en 1970 Nixon establece
que la onza troy no debe tener valor fijo sino un valor cambiante,
y regirse diariamente según las cotización de las bolsas de valores. Con
lo que pasó a ser una moneda contingente y eso originó el descalabro internacional:
¿qué ocurrió? Los derivados financieros determinaron la necesidad de
emitir dólares para amortizar el frenesí de las ventas de futuros,
el sobreprecio de las acciones, cosechas a futuro… Es decir, estamos en
una economía especulativa, no física. Es
imprescindible volver a la economía física, porque está en juego la Humanidad, ya que todos se han
volcado a la economía especulativa. La economía física (privada o estatal) se
enerva permanentemente frente a la economía especulativa.
Lo más grave de todo
esto es que se mire el ingreso per cápita con los guarismos de la
economía especulativa y no con las cifras reales de la economía física.
Aquí, se impone recordar el pensamiento de Mariano Fragueiro, el primer
Ministro de Hacienda de la Confederación constitucionalmente
organizada. Fragueiro expresó: “Es un sarcasmo llamar riqueza nacional a
la fortuna de los ricos”.
XIX. (H.U.): ¿Está
llamada la Argentina a ser el país que unifique a Hispanoamérica? ¿O debería
esta misión corresponder hoy a México, por su mayor peso demográfico y
económico? ¿Cuál podría llegar a ser, según Ud., la “Prusia” de
Hispanoamérica?
(J.G.): Debería ser
México. ¿Por qué? Porque México tiene una coherencia demográfica,
económica, étnico-racial… En cambio, Argentina es resultado de una
constitución liberal de 1853 que establecía [como poder constituyente] a
‘Nos(otros), los representantes del pueblo…” (en vez de “nos, el
pueblo” como establece la constitución norteamericana. Esto no es un juego
de palabras sino que la Constitución Norteamericana una vez redactada se
sometió a la ratificación de cada uno de los estados. En cambio en la
República Argentina los que se autonombraron “representantes del pueblo”
impusieron su voluntad e ideas excéntricas a todos los pueblos. Por eso en
la Argentina no hay una conciencia jurídica nacional como la tienen los
Estados Unidos). Argentina es una mezcla de razas (nacionalidades) que
hizo imposible el tener una coherencia [nacional]. En México, lo primero
es la mexicanidad.
XX. (H.U.): ¿Cuál
fue el sistema monetario que creó o adoptó Hispanoamérica cuando se separó de
España?
(J.G.): Ninguno. Se
manejó con empréstitos, empréstitos y más empréstitos. Eso determinó
una Hispanoamérica siempre deudora, siempre tributaria a la usura
extranjera. Un ejemplo cabal de lo predicho ocurrió en la República
Argentina. José A. Terry, que en su obra “Economía Argentina” de fines del
siglo XIX, sienta este apotegma:
“La historia
financiera argentina es la historia de los grandes escándalos provocados por
los empréstitos únicamente concertados para el despilfarro”.
San Martín contrata
la primera deuda externa de Hispanoamérica. En consecuencia,
Hispanoamérica nace sin moneda. El tratado de 1825, de amistad, comercio y
navegación [con Gran Bretaña] establece la perpetua amistad con el Reino
Unido y sus “súbditos” [de las repúblicas]. [Habla de] “los
territorios del Río de la Plata y sus habitantes” (no
sus ciudadanos). El reconocimiento fue el de un pedazo de tierra con un
montón de gente arriba. En materia de buques se estableció la ‘reciprocidad’,
pero como en toda Hispanoamérica no se conocía la técnica de la navegación
de ultramar, al final [esos tratados convirtieron a Hispanoamérica] en
exportadora de materias primas, únicamente en buques ingleses,
y tributaria de empréstitos. La situación se mantiene hasta 1943 en que se
consigue la industrialización argentina y se rompe esa ecuación. George
Marshall (1910), premio Nobel de economía, dijo que no había dos economías
tan perfectamente complementarias como Gran Bretaña y Argentina. Por
eso acuñó el vocablo “ecuación anglo-argentina”.
XXI. (H.U.): Ud. ha
afirmado en su libro que, demográficamente, Argentina es el
“menos hispanoamericano” de nuestros países. ¿Considera que el alto
volumen de población de origen no hispano-indiano puede ser un obstáculo
para la reunificación?
(J.G.): No, no es un
obstáculo. La Argentina no tiene una conciencia opuesta a Hispanoamérica
sino anodina. En Argentina nadie habla de las vinculaciones reales con
Hispanoamérica. Al pueblo argentino le da lo mismo, pero si observa un
beneficio lo asume inmediatamente. Sería muy importante empezar
a [difundir] las obras de Manuel Ugarte. El norte de Argentina, [cercano
a] Paraguay… se siente más hermanado con Hispanoamérica que Buenos Aires.
En Buenos Aires hay una mezcla inmigratoria que los hace menos hispánicos.
El único que pudo unificar esa mescolanza fue Perón; hizo sentirse unidos
a todos a través del trabajo.
En México hay
muchísima más unidad (salvando las diferencias culturales, económicas, etc.).
Los mexicanos son producto de una cultura hispano mexicana. En Argentina,
los 10 millones [de habitantes] del interior sí son hispanoamericanos
genuinos, hispano-indianos con todo fervor. Se ve en la música, los cantos
y bailes, y en las obras en prosa y en las poesías. El hombre se siente
hispanoamericano y desprecia al porteño. [En Argentina] todo está en manos
de extranjeros; la Argentina se crea como reservorio para atraer a los
europeos que sobran y molestan. Y ese reservorio es la ciudad de
Buenos Aires. En un semicírculo con centro en Buenos Aires y 200
kilómetros de radio, el último censo señala la cifra de 30 millones de
habitantes, la mayoría de ellos descendientes de las corrientes inmigratorias
más diversas que se asentaron en el país a fines del siglo XIX y hasta
mediados del siglo XX.
Actualmente tenemos
un ingreso masivo de asiáticos. Se calcula que son 100 por día los que ingresan
al país. Este factor vital para la demografía genera una heterogeneidad
racial y étnica.
XXII. (H.U.):
¿Podría volver Puerto Rico, alguna vez, a Hispanoamérica?
(J.G.): Debe volver: los
puertorriqueños se sienten ante todo puertorriqueños; son hispanoamericanos,
y la descendencia hispanoamericana perdura a través de generaciones con su
genética hispanoamericana o hispanoindiana. Veamos por ejemplo el sur de
los Estados Unidos: California, Arizona, Texas, Nueva México y Florida. A
pesar de haber sido arrebatadas a México en guerras iniciadas en 1830, su
población sigue siendo hispanoamericana. Es hispano parlante: el 40% de
los habitantes [del sur] de los Estados Unidos es bilingüe. El verbo pudo más que las armas y el dinero juntos.
XXIII. (H.U.): En
un eventual proceso de reunificación hispanoamericana, ¿dónde queda Filipinas?
¿Se ha perdido para siempre a ese país de 100 millones de habitantes a las
puertas de Asia oriental donde ya casi nadie habla español?
(J.G.): [Se puede
recuperar Filipinas] reconquistando el lenguaje del mundo hispánico, que aún
subsiste; esto es muy importante.
[Por cierto] en las
memorias de Cochrane se señala que San Martín le imploraba ir a atacar
Filipinas y que entre ambos se dividirían el tesoro. Pero Cochrane se
niega. La tragedia es que se llama ‘próceres’ a los grandes traidores de
la Hispanidad.
XXIV. (H.U.): Con
un Brasil que pretende dominar toda América del Sur y con unos Estados
Unidos que, de hecho, controlan a México y toda América Central, ¿no corre
Hispanoamérica el riesgo de ser “partida en dos” y acabar devorada por esos
dos gigantes, incluso desapareciendo en un futuro nuestro idioma común?
(J.G.): Sí, desde luego,
existe ese peligro, por ello es necesario un Ministerio de Asuntos
Hispano-Americanos. Porque el Brasil avanza, pero los hispanoamericanos no lo
quieren. Eso requiere una acción de gobierno inmediata. [El concepto de]
‘Latinoamérica’ comprende la adhesión a Brasil. Un ejemplo: hace cuatro
años, acudí a una iglesia y me encontré con un coro brasileño que venía a
festejar el Mercosur. [Les dije]: “Aquí no hay que festejar nada, esto es
un canto de propaganda del Brasil; es una promoción de un negocio y
adhesión al Brasil’. Brasil siempre ha intervenido en Argentina, incluso
militarmente.
Yo comenzaría con
un factor muy importante, que es internet.
Creando grupos en todos los países que sean la ‘levadura’
que empezará [más tarde] a fermentar. Y promover lo siguiente: 1º) Pedir una
acción mancomunada de los gobiernos para atender la salud pública, creando
una red de salud hispanoamericana; 2º) La unidad hispanoamericana para
salvar nuestra vejez: un sistema jubilatorio para toda Hispanoamérica, 3º)
La unidad de las leyes de trabajo; 4º) Establecer un código civil
y comercial de obligaciones comunes a toda Hispanoamérica, y 5º) Muy
importante y emotivo: crear la liga hispanoamericana de fútbol. Después,
habría que avanzar con los libros y con un pequeño folleto que salga todos
los meses por internet. Y, sobre todo [finalmente
llegar a], una moneda hispanoamericana. Una moneda
hemisférica que comprendía a los Estados Unidos y al Brasil fue propuesta
en el temario de la Primera Conferencia Panamericana con sede en Washington en
1889. Allí los delegados argentinos Manuel Quintana y Roque Sáenz Peña se
opusieron terminantemente a esta vinculación que incluso estaba afirmada
por un ferrocarril hemisférico que pasando por todas la capitales del
hemisferio uniera Washington con Buenos Aires. Los delegados argentinos
Manuel Quintana y roque Sáenz Peña obedecían planes británicos. Una moneda
común y un ferrocarril que uniera todo el hemisferio americano rompía
estos 4 puntos capitales de la política exterior de Inglaterra:
1. Divide et impera. Es decir dividir para reinar.
2. Trade not countries. Comercio por tratados y no
conquista abierta y pública de territorios a los cuales se les reemplaza
la bandera.
3. Ejercer el poder sin exhibirlo ni exhibirse. En la
República Argentina todas las intervenciones británicas se presentaron
siempre como agresiones norteamericanas. Un ejemplo fue el golpe de estado
que derribó el gobierno de Perón en 1955.
4. Hacerle hacer a nuestros enemigos lo que nosotros necesitamos
que hagan para que se destruyan solos. Al respecto, un gran
pensador argentino, Juan José Hernández Arregui en su obra La formación de la conciencia nacional (1930-1960) dice:
“La caída de Perón
fue provocada por Inglaterra, no por EE.UU., que luego de años de
ofensiva debió ceder ante un gobierno de contenido nacional…”
“Inglaterra,
después de la II Guerra Mundial, recuperó su antigua condición de potencia
exportadora de capitales de inversión…”Tal hecho corrobora una afirmación de
Perón, expresada a la Revista Tempo, de México, en 1955: <>”.
“Los hechos
posteriores a 1955, con la entrega de nuestra riqueza a Inglaterra yEE.UU.
en condiciones financieras… lo demuestran”.
(véase al respecto
el libro de Julio C. González, “Los Tratados de Paz por la Guerra de las
Malvinas. Desocupación y hambre para los argentinos.”)
Estos cuatro
apotegmas surgen de una obra basal para comprender la secesión de
Hispanoamérica de España: “Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX” de
Harry S. Ferns. Editorial Solar/Hachette, Buenos Aires, 1966.
Al respecto me es
imperioso remitirme a la obra de Julio C. González titulada “La
Involución Hispanoamericana. De Provincias de las Españas a Territorios
Triburtarios”. Editorial Docencia (Calle Agüero 2260, Ciudad de Buenos
Aires. Teléfono 4805-8434.http://www.hernandarias.edu.ar)
El Dr. Julio C.
González, leyendo un discurso en un acto público en favor de la recuperación de
las Islas Malvinas.
XXV. (H.U.): Ud.
defiende la necesidad de un sistema basado en la economía real (o productiva)
frente a un sistema especulativo. Pero, ¿qué sistema económico defendería
para una Hispanoamérica unificada: una economía planificada o de libre
competencia?
(J.G.): [Debería ser] una
economía planificada. La “libre competencia” no ha existido ni existe.
[Las economías] siempre son dirigidas o por el Estado o por
multinacionales. El gobierno del general Perón [estableció] la obligación
para las empresas multinacionales de reinvertir sus utilidades en el
país. El gobierno de Menem [firmó] casi cien tratados de
promoción de inversiones, otorgando créditos… y en cualquier litigio con
una empresa nacional [argentina] se [estableció que] se aplicaría una
jurisdicción extranjera: la del Banco Mundial. En cambio, Brasil acepta
empresas extranjeras pero las condiciona. Un principio constitucional
establecido en el artículo 38 de la Enmienda Constitucional 1949, inspirada
por Juan Domingo Perón establecía que “el capital ha de estar al
servicio de la economía nacional”.
Si Hispanoamérica
hubiera permanecido unida podría haber establecido una ley condicionando al
capital extranjero dentro de la ley hispanoamericana. Todo [lo que ocurre]
es producto de la globalización, que hace que la empresa extranjera cambie
de lugar en busca de mano de obra cada vez más barata.
Las empresas
norteamericanas fueron el primer sistema [estatal] proteccionista. Hamilton
buscó el proteccionismo y que el producto fuera terminado y consumido en
Estados Unidos. [Era un sistema] planificado: una industria no podía hacer
lo que quisiera sino lo que estaba asignado. En Estados Unidos hay una
economía libre pero planificada: por ejemplo, la línea ferroviaria que [necesariamente]
debía ir del Atlántico al Pacífico.
Las necesidades de
la soberanía de un país son las que establecen las reglas con que se debe
tratar el capital extranjero. La actividad empresarial, industrial,
técnica y científica intenta abrirse paso en algún país. [En
Hispanoamérica] México tiene la ventaja de que son mexicanos, defienden sus
propiedades, lo que es suyo. Chile también defiende su producción… pero en
Argentina hay una extranjerización
del capital. El problema del país es el mismo problema de
Hispanoamérica: se necesita un programa [nacional], y tienen que
realizarlo los profesores de las universidades.
XXVI. (H.U.): Si
Hispanoamérica hubiera permanecido unida y hoy fuera un gran país:
¿habría alcanzado un nivel de desarrollo tecnológico avanzado? ¿Una gran
potencia de religión católica podría ser la que marcara la pauta de la
(nueva) Modernidad?
(J.G.): Sí, hubiera
marcado la pauta. [Los principios de Modernidad] se habrían tomado de
la preparación filosófica, jurídica, política, económica que le darían sus
hombres, que son de ‘acero’. La religión tiene dos niveles; uno es el
intelectual y el otro es el moral. El desarrollo tecnológico
se conseguiría con una continuidad. Le daré un ejemplo: en 1972 [el
gobierno de] Libia pidió a tres catedráticos de economía de Buenos Aires
que los ayudaran a desarrollar un sistema bancario. En Argentina, el
ingeniero Mosconi y el general Baldrich levantaron todas las torres de
perforación de YPF a lo largo de 3 millones de Km2, pero su obra no continuó.
[Alguien dijo que] “para gobernar hacen falta cerebro, testículos y
corazón”. Hay que estar [prestando] atención las 24 horas del día [para impedir
el] sabotaje.
XXVII. (H.U.): ¿A
qué países, gobiernos o poderes podría beneficiar una Hispanoamérica unificada?
(J.G.): A los [propios]
hispanoamericanos, por eso lo primero es convencerlos a ellos, no a otras
latitudes.
La fuerza del mundo
son las grandes masas terrestres: China, Rusia, India, Brasil y Sudáfrica. La
marina rusa, como la alemana… no son universales como la británica, no
están vinculadas por logias internacionales, son totalmente autónomas para
[asegurar] la independencia de su país. En cuanto a China… es un enigma,
pero puede ser [una futura fuerza rectora]. India tiene un espíritu que viene
de fines del 1700: místico de recuperación, de volver a ser. No es [lo
mismo que] Gandhi, que quiso ser independiente dentro de la Commonwealth.
El ‘Commonwealth’ tiene 60 países, 30 millones de km2 y más de 1.600
millones de habitantes. Pero esas cifras no nos tienen que asustar. Porque la
curva de LaRouche [mencionada más arriba muestra que] la economía mundial
termina en recesión y desocupación (el movimiento de los indignados en
España y en otros países europeos demuestra rotundamente la tesis de
LaRouche); por eso Obama busca la guerra, porque eso tapa a todos
los culpables de la situación creada por la
economía especulativa.
XXVIII. (H.U.):
¿Cree Ud. que Europa es hoy, de facto, una “colonia” de Estados Unidos? ¿Cómo
ve Ud. el futuro de Europa?
(J.G.): Estados
Unidos es la fuerza policíaca de Inglaterra y de Europa. No es Estados Unidos
el que dirige la política mundial, sino el que ejecuta las decisiones que
se toman en Gran Bretaña. Hay que ser consecuentes: Hispanoamérica es
católica, pero el catolicismo tiene que ser más religioso y
menos protocolar y comercial. Una persona o un país que ‘quiere ser’
tienen que actuar en silencio, sin esperar favoritismos o caridad de las
grandes potencias, aunque se dé un acercamiento. Todo esto es materia de una
estrategia constante que en Gran Bretaña realiza la Universidad de Oxford. En
la Universidad de Oxford existe una cátedra denominada “Argentina”
dedicada exclusivamente a la situación de nuestro país. Esto es algo sin
precedentes en todas las universidades del mundo.
El pensamiento está
ahí; hay que nuclearlo y convencer de que se puede [construir]
un futuro (“movimiento Podemos”). [Vemos]
cómo evoluciona el conocimiento desde el año 1950. Hasta esa fecha, se
tardaba 100 años en inventar o descubrir. Pero después de 1950 un
descubrimiento o una invención se realiza en un año. El factor tiempo
requiere que las disciplinas científicas y técnicas se desarrollen en
función de un tiempo. El tiempo es unavariable independiente.
Hispanoamérica
tiene que realizarse a sí misma, tiene que revivirse. Es necesario sufrir, y
que ‘sienta’ en su alma lo que es pasar de [ser ] sujeto a objeto de
la política de otros. Solamente el conocimiento cabal de la grandeza perdida
dará a España e Hispanoamérica la fuerza para recuperar esa grandeza con
que se dirige el mundo.
XIX. (H.U.): ¿Está
de acuerdo con Ortega y Gasset cuando dijo que lo que nos falta es una
minoría selecta, que forme el gobierno de los mejores?
(J.G.): Efectivamente, la
democracia que es el gobierno para el pueblo, debe ser la obra de los
científico y técnicos que sean intelectualmente los ‘mejores’, pero
aquellos que están en una situación secundaria o debilitada es
extremadamente [importante que se les dé oportunidades] porque no tienen
recursos.
Juan Álvarez
[también representa] un pensamiento extraordinario: publicó sus estudios sobre
las guerra civiles de la Argentina en 1912. [Señaló que] a los períodos de
superávit les seguían períodos de paz, y a los de déficit, períodos de
guerra.
Es importantísimo
que [hoy esa minoría] actúe por internet, que publique periódicamente (cada dos
meses, etc.).
[En el caso de la
Argentina] el único tema de política exterior del que habla la República
Argentina es el de las Malvinas, no habla de otros temas, jamás. Hace unos
cinco años, me visitó el coronel Eduardo de Casas y me mostró un
expediente de 1833 que acreditaba cómo fueron tomadas las Malvinas. [Y
me dijo:] “La única persona que puede evitar que se pierdan es usted”. Mi
conmoción fue enorme. Como anexo, incorporé ese expediente a mi libro “Los
tratados de paz por la guerra de las Malvinas. Desocupación y hambre para
los argentinos” (Editorial Del Copista, Córdoba, Argentina. Año 2004).
[En Argentina] hay una doble política. Por un lado, se habla en contra del
‘imperialismo’, pero por otro se omite todo lo que tiene que ver con
propiedades privadas de ingleses [en Argentina]. La política de Malvinas
dura ya dos siglos: ¿qué se hace [realmente] para echar al enemigo?
La Unión Europea no
es una Europa unida por la voluntad de avanzar, sino por la necesidad
de defenderse. Por el tratado de Maastricht, Gran Bretaña impuso el euro a
Europa, pero ellos se quedaron con la libra. El Imperio Británico es la
inteligencia de Estados Unidos. [Recordemos que] en 1294 se fundó la bolsa
de valores de Londres en Lombard Street: [desde entonces] tienen el poder
financiero y la fuerza de la experiencia.
[Recomiendo
consultar:] “Historia de Inglaterra y de los pueblos de habla inglesa” [de
Winston Churchill], hay que leerla, porque ellos, de la historia, sacan lo
que debe continuarse y lo que no debe repetirse.
¿Merece la pena
luchar? Sí, porque el objetivo [se logrará] con voluntad y perseverancia.
Aunque el mal rige el mundo, la fuerza del bien tiene el tesón que no
tiene la fuerza del mal.
XXX. (H.U.):¿Cómo
es posible luchar en pro de la unidad hispanoamericana en medio de un
ambiente de profunda hispanofobia?
(J.G.): Sembrando la
verdad, por internet o por otros medios.
XXXI. (H.U.): ¿Cómo
cree que sería un mundo donde existiese una potencia hispanoamericana soberana?
(J.G.): Una
Hispanoamérica soberana tendría un perfil que [destacaría] el triunfo del
espíritu, de la cultura [propia], la fe en una misión que va más allá de
la [propia] vida y la alegría y felicidad [del hombre] por encima de las
empresas.
XXXII. (H.U.):¿Qué
acción práctica recomendaría Ud. a todos los hispanos que lean esta entrevista
y que sueñan con una Hispanoamérica unida?
(J.G.): Que profundicen
estos conceptos que hemos bosquejado [en esta entrevista] y que [luchen] todos
los días. Que no tengan miedo, porque es terrible tenerle miedo al miedo.
La cuestión es luchar todos los días, para conseguir lo que se desea, para
que al final el deseo se cumpla. La lucha es intelectual, con el arma del
pensamiento. Nunca con la fuerza. El pensamiento que se expande como solución
de los angustiosos problemas que sufrimos desde hace 200 años cuando Gran
Bretaña nos separo de España, producen una cibernética de consentimiento.
Al respecto, es de
recordar que cuando Gran Bretaña perdió los Estados Unidos, el ex Primer
Ministro William Pitt , “el Viejo” (1708 – 1778), que era parlamentario
fue interpelado por todos sus pares a raíz del desastre que era para Gran
Bretaña la pérdida de sus dominios en América del Norte. Con su flemática
inglesa, con toda serenidad expresó: “Cálmense señores. Los quebrantos de los
hombres y de los reinos quedan recuperados,inmediatamente, en
un cincuenta por ciento por lo menos cuando las cosas se
analizan con realidad y decidida verdad.”
El apotegma
predicho es el que nunca tuvo Hispanoamérica donde todos sus problemas
que desencadenaron en sangrientas guerras y postración económica, fueron
analizadas por los políticos de turno por palabras frondosas y
adjetivos calificativos.
En definitiva, un
programa integral, económico y jurídico para toda Hispanoamérica nunca
fue elaborado por ninguno de los presuntos próceres (con excepción de
Bolívar). Terminada la absurda lucha contra España a que los pueblos
hispanoamericanos fueron inducidos por los ingleses, Simón Bolívar en 1826
convocó al Congreso Anfictiónico en Panamá, donde habrían de reunirse
los representantes de virreinatos y capitanías generales para determinar
el futuro de Hispanoamérica.
Los británicos se
hicieron presentes como veedores y disgregaron la única posibilidad que
hubo entonces de unir a Hispanoamérica y buscar un destino común. Nacieron
así los estados desunidos de Hispanoamérica opuestos a los Estados Unidos de Norteamérica.
Las consecuencias
de esta desunión las expresó muy bien Bartolomé Hidalgo (de Montevideo) en
1820, en un brillante poema que sintetizó la situación actual de
Hispanoamérica a partir del momento en que fue desvinculada de España. El
poema se llama “Diálogo entre Chano y Contreras” (1920). Dice así:
En diez años que
llevamos
De nuestra
revolución
Por sacudir las
cadenas
De Fernando el
baladrón
¿Qué ventaja hemos
sacado?
Le diré con su
perdón,
Robarnos unos a
otros,
Aumentar la
desunión,
Querer todos
gobernar,
Y de facción en
facción
Andar sin saber que
andamos;
Resultando en
conclusión
Que hasta el nombre
de paisanos,
Parece de mal
sabor,
Y en su lugar yo no
veo
Sino un eterno
rencor
Y una tropilla de
pobres,
Que metida en un
rincón
Canta al son de la
miseria:
¡No es la miseria
mal son!
En síntesis,
respondiendo a la pregunta, la acción práctica consiste en conversar y
conocernos, porque en Hispanoamérica hay que diferenciar a los
publicitados de los existentes. Los existentes que no tienen la publicidad
de conceptos vacíos son muchísimos más y más talentosos.
Necesitamos
conocerlos. Y empezar a conversar. Este será el inicio de una Hispanoamérica
unida. El poema argentino “Martín Fierro” lo señala categóricamente: “no son todos los que están. Ni están todos los que son”.
Con todo esto, se
podrá triunfar, pero al menos haciéndolo justificaremos ante Dios, fuerza de
todas las fuerzas y causa de todas las causas, la vida y la existencia que
nos ha dado. realizada por conferencia telefónica (Londres/Buenos
Aires) el 30 de agosto de 2013.
Agradecemos a Jorge Santi Editor de, www.hispanomericaunida.com
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