Lo que nos dejó la visita
del primer ministro de China a América latina
Publicado
el 2015/06/23 por Germán Mangione
Fuente: Bae
En un
esfuerzo por incrementar los lazos con los países latinoamericanos, el primer
ministro de China acaba de realizar una gira de ocho días por Sudamérica con el
objetivo de ampliar la presencia económica en nuestra región. Esta gira tuvo un
componente estratégico que hizo que la Argentina haya sido descartada: los
países que visitó son gravitantes en la órbita económica china. Uno es visto
como par –Brasil– y los otros tres –Perú, Colombia y Chile– todos miembros de
la Alianza del Pacífico, cercanos a EE.UU. desde lo comercial y lo militar. La
Argentina ha sido sutilmente dejada a un lado, en parte porque las inversiones
en nuestro país son importantes pero no alcanzan el grado que tienen con
Brasil, con Colombia o Perú.
Sólo para
poner algo de perspectiva, la Cepal, en su informe 2014 sobre la Inversión
Extranjera Directa (IED) de China en la región, nos muestra la realidad
de los números. Brasil recibió u$s18.000 millones, Colombia u$s996 millones y
Perú u$s1.306 millones. La Argentina, en cambio, alcanzó los u$s600 millones
(2012), y Chile u$s76 millones. En todos los países de América latina que
visitará el primer ministro Li Kequiang se verifica la misma dinámica que con
otras regiones del mundo, de estructura tripartita: la importación de materias
primas, la exportación de bienes industriales, ingeniería e
infraestructura apoyados con créditos blandos del Eximbank chino, y
desplazamientos de migrantes que acompañan el estrechamiento de relaciones. En
el caso de Colombia y Perú, el intercambio es claro: productos primarios por
infraestructura. Chile opta por vender sus recursos naturales y obtener las
divisas necesarias para desarrollar su infraestructura aliados con Occidente.
Brasil es el único país donde se produce una diferencia sustancial
tanto en cantidad de inversiones como en calidad. El motor industrial de
China en la región está en ese país, sólo basta ver algunos sectores como el
automotor (Chery, DAC,), motociclismo (CSIG CR Zongshen), electrónica (Lenovo),
artículos para el hogar (Gree, Midea) entre otros. De todas las economías donde
Beijing incide, ésta es la única que no se prioriza. Las razones desde lo
político son bastante claras: por un lado el peso del mercado doméstico y la
capacidad para actuar de plataforma de desembarco para una serie de productos
chinos en el marco de los acuerdos de integración regional. Brasil (y no
Argentina) es desde donde China gana proximidad y entendimiento del mercado
regional.
Ninguno
de los acuerdos realizados entre los países que visita el primer ministro chino
con su país pueden ser rotulados de secretos, o que otorguen ventajas excesivas
a los capitales chinos sobre los domésticos o aquéllos de empresas extranjeras
que compitan en igualdad de condiciones. Todos están disponibles para la
discusión pública. Esto es una muestra más de la vulnerabilidad y precariedad
negociadora de la Argentina para con China.
En este
momento la relación con China puede ser caracterizada de estratégica, y
probablemente se mantenga así en los próximos años. Sin embargo, pareciera que
no se han evaluado los costos que dicha asociación tendrá sobre la
infraestructura productiva de nuestro país. La tan mentada planta de autos
Chery en la Argentina anunciada por el año 2013 nunca se concretó, y otras
empresas que sí tienen plantas de coches en la Argentina tarde o temprano
sentirán la presencia de un competidor que ya exporta desde Brasil a Uruguay,
Venezuela y Paraguay.
La visita
del primer ministro trajo otra nueva ronda de inversiones chinas a la región.
Lo que resulta necesario mirar con atención para quienes están pensando en la
inserción de Argentina para los próximos años son las condiciones en las cuales
esa nueva ronda de acuerdos se va a realizar. Cada vez menos interdependientes
y más dependientes, pareciera ser que por resolver algunas debilidades
estructurales del corto plazo estamos poniendo en juego el desarrollo del país
en el mediano y largo plazo. En la división internacional del trabajo que se
sucede en el presente siglo, el rol de nuestro país no parece ser muy distinto
al que recibimos en otras etapas históricas.
*Investigador
del Instituto de Ciencias Sociales de UADE, y director de la licenciatura en
Gobierno y Relaciones Internacionales
UNA BASE MILITAR CHINA EN
ARGENTINA CONTINENTAL
Publicado
el 2015/06/23 por Germán Mangione
Fuente: EstudiosNacionales
Sumado
este hecho a la base militar colonial inglesa en nuestras Malvinas, se
incrementa el peligro de que Argentina sea terreno militar de disputa entre las
potencias. Por Horacio Micucci
Como es
de público dominio se está construyendo una base china, “supuestamente” para
investigación espacial, en Neuquén.
Como
siempre, en estos emprendimientos de potencias extranjeras, los funcionarios de
las mismas los defienden con los mismos argumentos. El embajador chino
en Argentina, Yan Wanming, ha dicho que:
“Es un
proyecto de cooperación intergubernamental con fines pacíficos. Favorecerá la
exploración de la Luna, que en el caso de China comenzó a hace cinco años.
En 2017 queremos llegar a la Luna y hacer la caminata. No entiendo por qué
tantos malos comentarios. Generaremos 1.500 puestos de mano de obra argentinos.
Los técnicos sí son chinos.”
Pero a
pesar de que el argumento de quienes defienden el establecimiento es que se
trata de un proyecto vinculado a estudios científicos, hay elementos que
demuestran que, en realidad, es una cobertura de actividades militares de una
potencia extranjera, en este caso China.
Veamos
algunos de esos elementos.
Para el
establecimiento de dicha base el Gobierno promovió el dictado de una ley
específica. La ley Nº 27.123, promulgada recientemente.
Esta ley,
establece el su artículo 1 lo siguiente:
ARTÍCULO
1° —
Apruébase el Acuerdo de Cooperación entre el Gobierno de la República Argentina
y el Gobierno de la República Popular China sobre la construcción, el
establecimiento y la operación de una estación de espacio lejano de China en la
provincia del Neuquén, Argentina, en el marco del Programa Chino de Exploración
de La Luna, celebrado en la ciudad de Buenos Aires, el 23 de abril de 2014, que
consta de ocho (8) artículos, cuya copia autenticada, en idioma español e
inglés, forma parte de la presente ley.
En ese
Acuerdo de Cooperación se establece, en su Artículo 2. DESGRAVACIONES
IMPOSITIVAS, que:
Artículo
2. DESGRAVACIONES IMPOSITIVAS- Todas las operaciones de comercio exterior para el
establecimiento construcción y operaciones de la estación del espacio lejano en
la provincia de Neuquén, así como también la compra y contratación de bienes,
obras, locaciones o prestaciones de servicios realizadas en Argentina estarán
exentas de todo impuesto y/o decreto aduanero, los impuestos internos así como también
de los impuestos nacionales al consumo incluido el IVA.”
El
acuerdo libera, entonces, de tasas arancelarias a China.
El
artículo 5 dice que:
“Artículo
5. REGIMEN LABORAL. Las relaciones laborales necesarias para la ejecución
del objeto del presente Acuerdo se regirán por la ley del lugar de ejecución
del contrato, sin perjuicio de las reglas establecidas en la presente”
Pero,
aunque más adelante se afirma que Argentina conserva el poder de policía
laboral, hay protestas del personal, como se ha visto en televisión, sobre las
pésimas condiciones de trabajo a las que son sometidos los obreros argentinos.
El mismo
artículo 5 diferencia al personal de origen chino, cuando dice:
“Las
remuneraciones y otros ingresos abonados por el Gobierno de China a los empleados
de nacionalidad china que trabajen en el proyecto se regirán por la legislación
del país de origen, siempre y cuando se respeten los derechos laborales
consagrados en el presente.”
En el
Artículo 4 del Acuerdo que aprueba la ley y que figura como Anexo, dice:
“Artículo
4. CUESTIONES MIGRATORIAS. El gobierno argentino facilitará la tramitación
de los permisos de ingreso y/o la emisión de visas en las categorías
correspondientes, de acuerdo a la normativa vigente.”
El
acuerdo no especifica si el personal que empleará China será militar o no. Pero
en caso de ser militares, el ingreso al país debería estar sujeto al régimen
especial de la ley 25.880 de ingreso de tropas.
Se dice
que ya se hallan en el país, supervisando el proyecto, cincuenta militares, quince
de ellos de altísimo rango, del Ejército Chino. El resto son especialistas en
lanzamientos de misiles y exploración aeroespacial. Una vez terminada la
construcción se dice que residirán en el país 10 científicos chinos todo el año
y 25 que rotarán, y un número no especificado de guardias de seguridad y
empleados generales de la firma.
El Artículo
6. INDEMNIDAD, del Acuerdo, que figura en ANEXOS de la Ley, dice:
“El
Gobierno de la Argentina no se responsabiliza, nacional e internacionalmente,
en razón de las actividades del Gobierno de China en su territorio vinculado al proyecto (se
refiere al territorio de la base, es decir le da derecho de dominio
territorial. NA), sea por acción u omisión de ésta, o de sus
representantes. El Gobierno de China mantendrá indemne a Argentina de toda
obligación que surgiere de reclamos de cualquier naturaleza, a pedido o a
instancia de terceros, como consecuencia de tales actos u omisiones.”
Es decir,
disfrazado de no reconocimiento de responsabilidades, deja en manos de China
las actividades y sus consecuencias. Es como si alguien que alquila una casa dejara
librado al albedrío del inquilino los fines para los que alquila, sin
interesarse por las consecuencias de lo que haga que, incluso, puedan dañar la
propia casa.
Esto deja
claro que el objetivo de la base queda en manos de China, con sólo hacerse
cargo de las consecuencias ante terceros.
Es de
destacar que el Acuerdo fija una vigencia de cincuenta años.
La
estación será gestionada por la empresa estatal Satelite Launch and Tracking
Control General, cuyas siglas en inglés son CLTC, que depende del
Departamento Militar del Ejército de la República Popular de China.
En
efecto, puede encontrarse en INTERNET que los nombres deCLTC son:
- China Launch and Tracking Control;
- 中国卫星发射测控系统部;
- China Satellite Launch and TT&C General (TT&C: Tracking, Telemetry, and Control);
- China Satellite Launch and Telemetry,
- Tracking and Control General Company;
- National Space & Missile Tracking Command Center.
CLTC se
dedica a la telemetría, seguimiento y comando de misiones espaciales de China.
Específicamente brinda servicios de control de lanzamientos de satélites, así
como de cohetes y seguimiento de naves espaciales. Desarrolla y fabrica
componentes de control satelital, monitoreo de equipos y estructuras de
lanzamiento. La organización directamente controla y supervisa todas las
misiones espaciales de China, centros de lanzamiento espacial y telemetría.
Además,
el CLTC proporciona servicios para muchas naciones diferentes y funciona como
uno de los canales primarios de China para llegar al mercado internacional. Fue
fundada en 1986 e, inicialmente, fue establecido como un centro de comando y
control para las operaciones, relacionadas con el espacio, del Ejército Chino.
La
organización tiene su sede en Beijing. El director de la CLTC es también el
Jefe de la Dirección General de Armamentos del Ejército Chino. Es evidente que
trabaja directamente con las fuerzas armadas chinas proporcionando advertencias
y notificaciones sobre cohetes y naves espaciales.
La ley Nº
27.123 tiene incorporados algunos anexos, cuya lectura minuciosa es de interés.
Pero, además, tanto en la letra chica del Acuerdo de la Comisión Nacional de
Actividades Espaciales de nuestro país con CLTC, como el pacto del gobierno de
Neuquén con China, figuran anexos reservados que no se hicieron públicos en el
Congreso Nacional.
Legisladores
de la oposición y, en reserva, oficiales de las Fuerzas Armadas se mostraron
preocupados por una cuestión sensible: la posibilidad de que la estación
espacial china, instalada en un predio de 200 hectáreas, en el futuro inmediato
sea usada por Pekín con fines militares. Informaciones emanadas de diversas
fuentes señalan que la estación espacial china sería también un centro de
operaciones militar que se dedicará a rastrear misiles de largo alcance.
Ocurre
que la tecnología utilizada es sensible y de uso dual, civil/militar, ya que
China tiene integrados estos programas y se utiliza también para el seguimiento
de la actividad aeroespacial y misilística. Además, como se ve más arriba,
están comprobados los lazos de CLTC con los organismos militares chinos, con el
Centro Nacional de Control y Seguimiento Misilístico del Espacio y, lo más
destacado, el CLTC depende específicamente del Departamento General de
Armamento y de la Comisión Central Militar del Ejército Popular de Liberación
de China. Por añadidura, el Director de la CLTC es, a la vez, jefe militar del
Departamento de Armamento General del Ejército Chino.
En suma;
la Agencia Nacional China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de
Satélites está administrada por el Departamento Militar del Ejército de China,
es decir, se trata de un emprendimiento que sería conducido por mandos
militares extranjeros.
La
estación, con antenas que permitirían una cobertura y visibilidad casi completa
de la Tierra, será a la vez un centro potencial de escaneo de comunicaciones,
rastreo y detección de satélites, control de lanzamientos a escala global
incluso, en caso de necesidad, de misiles, drones y otras actividades militares
semejantes.
Así, a la
mayor base militar extranjera en Latinoamérica, como es la base de la ocupación
colonial inglesa en nuestras Malvinas, se agrega ahora una base militar china
en territorio continental argentino.
De esta
manera, los Gobiernos gerentes de la dependencia argentina, como el actual,
mantienen vigentes los acuerdos de Londres y Madrid, bases de nuestra
indefensión en Defensa Nacional, permiten la rapiña china (que llega ahora a
tener una base militar en territorio continental) y acuerdan con los rusos con
los que tejen negocios y les permite su ingreso a la Antártida y, por ende, el
accionar en la zona de confluencia Atlántico-Pacifica y el Pasaje de Drake.
Este Pasaje es vital ante la obsolescencia del Canal de Panamá, ya que es su
única alternativa. En efecto, aún con las próximas modificaciones que ampliarán
su ancho, el Canal de Panamá no permite el pasaje de superpetroleros,
supercargueros y naves militares de alto porte. Además, por sus
características, es muy frágil a un ataque militar, aún a los de baja
intensidad. En esa circunstancia sólo el Pasaje de Drake permitiría la
comunicación Atlántico-Pacifico.
EE.UU e
Inglaterra, controlando las Islas de Ascensión, Malvinas y Diego García (en el
Indico), se aseguran la vinculación Atlántico-Pacífico-Índico. Por consiguiente
China y Rusia se proponen ingresar en la región.
El Cono
Sur fue y es clave para el control de la confluencia Atlántico-Pacífico, lo que
lo hace una zona estratégica de disputa entre las potencias del mundo.
Irresponsablemente,
el gobierno kirchnerista, al tener como aliado estratégico integral a China,
como aliado estratégico a Rusia manteniendo a la vez la indefensión nacional al
ajustarse a los acuerdos de Londres y Madrid, acentúa el peligro de que Argentina
sea desgarrada, balcanizada, por la voracidad de las potencias, que pueden
ocuparla ayudadas por sus aliados internos.
Como
expresión de esa disputa, a comienzos del mes de marzo, el gobierno
inglés informó que reforzará su presencia militar en las islas Malvinas,
actualizando su defensa antiaérea y aumentando su contingente militar. En
diálogo con la BBC, el ministro de Defensa británico, Michael Fallon, aseguró
que “cualquier posible amenaza futura a las islas” fue tomada en cuenta
por las autoridades a la hora de modernizar las defensas militares del
archipiélago.
¿A que se
debe que Gran Bretaña haya tomado esta decisión?
Para
tratar de entender la inquietud inglesa debemos recordar los dos importantes
encuentros políticos sostenidos por la mandataria argentina, Cristina
Fernández, durante el año pasado, con los líderes de China y de Rusia y
fijarnos en sendos acuerdos suscritos, los que cuentan con sus respectivas
cláusulas secretas.
El punto
central es que China necesita para su capacidad misilística global una red de
centros de comando y control que les permita triangular y controlar
lanzamientos. Se comenta que hasta ahora cuenta con tres; el cuarto sería el de
Neuquén y actualmente está en negociaciones para instalar un quinto en África.
Hace poco
el Mayor General Zhu Cheng, Decano de la Universidad de Defensa Nacional de
China (e íntimamente ligado al proyecto de la firma que construye en Neuquén),
ha declarado que “a China no le quedaría más que utilizar armas atómicas si
EE.UU. atacara con armas convencionales el territorio chino”; “EEUU debe estar
preparado para que cien, o doscientas, o más ciudades sean destruidas por los
chinos”, y para lograr efectividad China necesitaría triangulación global.
Zhu es
uno de los más reconocidos analistas políticos de China. Él, junto a Zhang
Zhaozhong, Peng Guangqian y Luo Yuan, es considerado la eminencia gris detrás
de los grandes avances estratégicos de China y es el llamado a brindar su
opinión sobre distintos conflictos armados.
Como se
puede ver, la construcción de este centro militar chino en Neuquén es un
eslabón más dentro del contexto estratégico mundial y pone a la Argentina en el
centro del gran juego geopolítico internacional, como una simple pieza en
disputa.
La base
inglesa en Malvinas es una pistola o un portaviones que apunta al corazón de un
proyecto de Argentina Independiente y preparado para partir a Argentina
continental en dos. Esta nueva base militar china en el continente es un cáncer
que corroerá nuestra integridad nacional y confluirá con lo anterior, en
futuras disputas inter imperiales, a expensas de nosotros.
Nuestro
país es rapiñado por chinos, yanquis, ingleses, rusos, etc.
Más que
nunca es necesario reafirmar lo establecido en el Acta del 9 de julio de 1816: “INDEPENDIENTES
DE TODA DOMINACIÓN EXTRANJERA”.
Eso
implica un Proyecto Nacional e Internacional independiente y una Defensa
Nacional Popular Integral e Integrada que asegure una Argentina Soberana.
YPF intenta alcanzar
acuerdos con petroleras de Rusia y China
Publicado
el 2015/06/23 por Germán Mangione
Fuente: ElEconomistaAmerica
Miguel
Galuccio, presidente de YPF, hizo referencia a las grandes posibilidades de que
Argentina y Rusia trabajen juntos en la explotación petrolera. La compañía
intenta acercarse a la rusa Gazprom para asociarse, dijo el empresario en el
Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
Entrevistado
al lado del jefe de Estado Vladimir Putin, Galuccio adelantó que ” estamos
analizando en qué frentes podemos cooperar y desarrollar recursos”.
La
argentina YPF anda a la caza de petroleras para explotar la formación Vaca
Muerta, un gigante reservorio de gas no convencional que convirtió al país en
un lugar deseado por muchas empresas. La escasa experiencia de la firma local y
el gran desembolso de dinero requerido para la exploración de este tipo de
hidrocarburo no le permiten a la firma parcialmente estatizada explotarlo sola.
Galuccio
admitió que también avanza en un emprendimiento con la china Sinopec. “Como
vitrina, Vaca Muerta está funcionando muy bien”, dijo. “Los costos del trabajo
siguen bajando. Aspiramos a un 15% de retorno de la inversión. El proyecto ya
ha superado el nivel de equilibrio”.
Nueva automotriz china se
instala en la Argentina con varios de sus modelos
Publicado
el 2015/06/23 por Germán Mangione
Fuente: Infonews
La
automotriz china Lifan, una de las compañías de capital privado más importante
del gigante asiático, se presentó ayer en el VII Salón del Automóvil de Buenos
Aires, donde anunció formalmente que comenzará a comercializar en el mercado
local varios de sus modelos, con la proyección de alcanzar la venta de unas
3000 unidades anuales a mediados de 2017.
De esta manera, Lifan es la segunda marca china que llega al mercado nacional después de la ya asentada Chery.
En el marco del Salón del Automóvil de Buenos Aires, que abrió formalmente ayer sus puertas, la ministra de Industria Débora Giorgi, le pidió a las empresas automotrices que aumenten sus inversiones y profundicen el plan de sustitución de importaciones, para lograr una industria competitiva con inserción internacional. “Sólo se puede lograr un desarrollo competitivo nacional generando proveedores locales y un tamaño óptimo de planta”, sostuvo Giorgi. La ministra de Industria puso de relieve las inversiones sectoriales de terminales y autopartistas, por un monto global de unos 4000 millones de dólares.
De esta manera, Lifan es la segunda marca china que llega al mercado nacional después de la ya asentada Chery.
En el marco del Salón del Automóvil de Buenos Aires, que abrió formalmente ayer sus puertas, la ministra de Industria Débora Giorgi, le pidió a las empresas automotrices que aumenten sus inversiones y profundicen el plan de sustitución de importaciones, para lograr una industria competitiva con inserción internacional. “Sólo se puede lograr un desarrollo competitivo nacional generando proveedores locales y un tamaño óptimo de planta”, sostuvo Giorgi. La ministra de Industria puso de relieve las inversiones sectoriales de terminales y autopartistas, por un monto global de unos 4000 millones de dólares.
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