Una compañía japonesa
sustituye a todos sus agricultores por robots
La empresa japonesa Spread abrirá en 2017 la primera planta agrícola
completamente automatizada del mundo, con robots que trabajan en todo el
proceso, desde el semillero hasta las cosechas.
Spread, que tiene sede en Kyoto, ha explicado que esta planta comenzará
a operar de manera habitual a mediados del 2017. La mecanización le permitirá,
entre otros avances, producir 30.000 cabezas de lechuga al día,según ha
señalado en su página
web.
Esta cifra se queda corta con las previsiones que tiene la empresa, que
ha indicado que su intención es producir medio millón de cabezas de lechuga al
día, dentro de los cinco años. Además, las nuevas tecnologías de automatización
reducirán los costes laborales en un 50 por ciento y el uso de energía en un 30
por ciento, así como a reciclar el uso del agua en un 98 por ciento.
La finca, de unos 4.400 metros cuadrados, sigue la tendencia creciente
de la agricultura vertical, donde los agricultores cultivan en interiores sin
luz solar natural. En su lugar, se basan en la luz LED y crecen los cultivos en
bastidores que apilan las verduras en estanterías, unas encimas de otras.
Además de aumentar la producción y la reducción de residuos, la
agricultura vertical interior también elimina el uso de plaguicidas y
herbicidas, productos químicos utilizados en la agricultura tradicional al aire
libre que pueden ser perjudiciales para el medio ambiente.
Visto en Selecta
News
Nuevo microchip permitirá
que los drones piensen como humanos
DARPA, la división de ciencia de vanguardia del Pentágono, está
desarrollando una red neuronal para mejorar el “aprendizaje profundo” en el
campo de batalla.
La guerra moderna requiere más que la simple fuerza bruta. La era de la
información ha puesto de manifiesto nuevas formas de comunicación y acceso a la
información, y estas nuevas normas también han afectado a la forma en que se
libran las guerras.
Las imágenes recogidas por satélites y aviones no tripulados deben ser
desviadas a unidades sobre el terreno para su análisis.
Un dron puede tomar una fotografía, pero no sabe lo que está observando
ni qué hacer al respecto.
Hasta el momento, es necesaria la intervención de un cerebro humano para
analizar la información, como detectar un reducto terrorista, o reconocer
cuando un lanzador de misiles en una foto se ha movido, comparándola con fotos
anteriores.
Según DARPA:
“La observación humana y el análisis de inteligencia, vigilancia y
reconocimiento activos es esencial, pero la formación de los seres humanos es a
la vez costoso y requiere de mucho tiempo. El rendimiento humano también varía
debido a las capacidades diferentes de los individuos, a su formación, a la
fatiga, al aburrimiento, y a la capacidad de atención humana”.
Trabajando con un equipo de investigadores del MIT, DARPA espera crear
una unidad de procesamiento no más grande que un teléfono móvil, utilizando un
microchip conocido como “Eyeriss”. El concepto se basa en “redes
neuronales”; redes de memoria computarizadas basadas en el funcionamiento
del cerebro humano.
Un chip de red neuronal del tamaño de la palma de la mano, podría ser
instalado en aviones o satélites, permitiendo que estas unidades llevaran a
cabo su propio aprendizaje en tiempo real, sin necesidad de análisis humano.
En lugar de un equipo de personas que analizan todas las imágenes en
busca de un solo objetivo, un avión no tripulado podría directamente
identificar a los objetivos sobre el terreno.
La tecnología también podría aplicarse a zonas de desastre, lo que
permitiría a los aviones no tripulados detectar e identificar a las personas en
situación de emergencia y luego comunicar la ubicación y otros datos a los
equipos de rescate.
La tecnología actual requiere de un gran número de servidores
informáticos y de la energía necesaria para ejecutar esos equipos. Los datos
pueden ser enviados a los almacenes que contienen los ordenadores para su
análisis, pero eso requiere de una conexión a Internet, lo que no siempre es
fácilmente disponible en situaciones de combate y, cuando lo es, no siempre es
seguro.
Eyeriss podría cambiar la forma en que se realiza la guerra.
Concentrando más potencia de procesamiento en un espacio mucho más pequeño, el
microchip podría permitir a nuestros dispositivos de mano que se volvieran aún
más pequeños, y permitir que aviones no tripulados y satélites pudieran operar
sin necesidad de grandes servidores informáticos masivos o cientos de analistas
humanos.
Visto en : El
Microlector
Científicos advierten que
el control del cerebro puede convertirse en un arma
Diversos científicos advierten de que la posibilidad de tomar el control
del cerebro de otra persona está cada vez más próxima.
Según el portal francés “Atlántico”, los avances en la neurotecnología,
además de servir para resolver problemas médicos, también puede ser aplicados
para fines militares.
El profesor de neurociencia de la Universidad de Aix-Marsella (Francia)
André Nieoullon señala que:
“Un biólogo se atiene a la ética científica, garantizando que los
resultados de sus investigaciones no sean distorsionados por otros. Pero en un
mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, no se excluye la
posibilidad de que individuos malintencionados pretendan tomar el control de
los cerebros de otras personas”
“Algunas patologías tales como el temblor y trastornos de movimiento
derivados de la enfermedad de Parkinson pueden ser tratados eficazmente con
electrodos de estimulación neuronal implantados en el cerebro. Esta técnica se
ha empezado a aplicar en el tratamiento de otras enfermedades, como algunas
formas de depresión”
Pero estos avances también demuestran que es posible distorsionar el
comportamiento de los pacientes. “Es necesario tomar todas las precauciones para
garantizar que la neuroestimulación no sea utilizada para cambiar la
personalidad o inducir comportamientos no deseados. Un ejército de personas
neuroestimuladas al servicio del fanatismo tendría consecuencias inimaginables”,
advierte Nieoullon.
Visto en : El
Microlector
Científicos logran
implantar en un cerebro la primera memoria artificial
18 de
enero de 2013 | 18:01 CET
Diez
años. Ese es el tiempo que ha tardado un equipo mixto de científicos de la Universidad
de Carolina del Sur y la Universidad Wake Forest en hacer realidad lo que
en los 80 se planteaba sólo como ficción en películas como Johnny Mnemonic y
libros como Neuromante. El descubrimiento, publicado en la revista Journal of
Neural Engineering, no es otro que un chip de memoria que permite implantar
recuerdos en un cerebro vivo. El chip ha sido testeado con éxito, de momento,
en una rata de laboratorio.
El experimento
funciona como sigue. Se implanta un chip que registra las ondas cerebrales
que llegan al hipocampo, porción del cerebro encargada de la memoria a
largo plazo. El chip mide los estímulos que llegan a dos regiones denominadas CA1
y CA3 y que son las que controlan el proceso de aprendizaje y memorización
de nuevos conocimientos.
Con el
chip registrando datos, los equipos dirigidos por el Doctor Theodore Berger
enseñaron a la rata a pulsar una determinada palanca para obtener agua.
Una vez
la rata se hizo con el mecanismo. Los científicos anestesiaron la región CA1
con fármacos e hicieron al chip realizar el proceso inverso, o sea, enviar al
hipocampo las ondas cerebrales grabadas durante el aprendizaje. La rata, aún
con esa parte de su cerebro dormida, era capaz entonces de recordar lo
aprendido gracias a los datos contenidos en el chip.
El Doctor
Berger señala que si somos capaces de decodificar conocimientos complejos
para traducirlos en sus correspondientes ondas cerebrales sería teóricamente
posible implantar conocimientos en el cerebro al más puro estilo Matrix.
El límite
parece estar en los recuerdos que son más experiencias personales que
conocimientos en estado puro. Originalmente, el diseño del cerebro de cada
persona es el mismo, pero su estructura de conocimientos posterior depende
mucho de las reconexiones que este maravilloso ordenador que llevamos dentro
hace con el tiempo.
El
descubrimiento, eso sí, abre las puertas a un nuevo y fascinante campo de
investigación sobre la curación de enfermedades relacionadas con la pérdida de
memoria debido a deterioro cerebral, como el Alzheimer. Con todo, aún
tendrán que pasar unos cuantos años antes de que podamos abrir los ojos y decir
‘Ya se Kung Fu’.
Vía | SmartPlanet
El gran debutante de Brasil
2014: el exoesqueleto controlado por la mente
Alejandra
Martins BBC Mundo
- 13 mayo 2014
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caption El exoesqueleto será demostrado por primera vez en la apertura del
Mundial el 12 de junio.
El
estadio Arena de Sao Paulo será el escenario de dos eventos históricos este
jueves. Uno es la apertura de la mayor fiesta del fútbol, el otro es el debut
de una tecnología revolucionaria que podría transformar la vida de millones de
personas.
En la
inauguración del Mundial en Brasil se realizará la primera demostración pública
de un exoesqueleto controlado por la mente, que permitirá a una persona con
parálisis caminar frente a unos 70.000 espectadores y una audiencia global de
miles de millones.
El traje
robótico fue desarrollado por un equipo internacional de científicos que
colaboran en el Proyecto Caminar de Nuevo, Walk Again Project, y es la
culminación de más de un década de trabajo para el Dr. Miguel Nicolelis, un
científico brasileño especializado en neurología y basado en la Universidad
Duke, en Carolina del Norte, Estados Unidos.
El
laboratorio dirigido por Nicolelis demostró en 2003 que un primate podía
controlar los movimientos de un avatar o representación gráfica de si mismo
solamente con su actividad cerebral.
Desde
noviembre, Nicolelis ha estado entrenando ocho pacientes en un laboratorio en
Sao Paulo, en medio de una gran especulación en los medios de que uno de ellos
se levantará de una silla de ruedas para dar la patada inicial del Mundial.
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caption Dr. Nicolelis: "La ciencia y la tecnología pueden ser empleadas
para aliviar el sufrimiento de millones de personas".
"Ése
era el plan original", dijo Nicolelis desde Sao Paulo a BBC Mundo.
"Pero ni siquiera yo puedo decirles específicamente cómo va a ser la
demostración el día 12". Tras meses de deliberaciones, la expectativa
continúa.
El
científico brasileño explicó que todos los pacientes son adultos de más de 20
años y el mayor tiene cerca de 35.
"Comenzamos
el entrenamiento en un ambiente virtual con un simulador. Todos los pacientes son
capaces de realizar la actividad mental necesaria para mover el
exoesqueleto".
"En
los últimos días, cuatro de ellos entraron al exoesqueleto y dieron con él sus
primeros pasos. Y un primer paciente ya usó el control mental para patear una
pelota. Así que desde el punto de vista científico, clínico y tecnológico
cumplimos nuestros objetivos: el exoesqueleto está siendo controlado por
actividad cerebral y está enviando señales de feedback o
retroalimentación al paciente".
Cómo funciona
Una gorra
con sensores sobre el cuero cabelludo del paciente capta señales del cerebro y
las envía a una computadora en la mochila del exoesqueleto que decodifica las
señales y las envía a las piernas del robot.
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caption Una gorra con sensores capta señales del cerebro y las envía a una
computadora en la mochila del exoesqueleto.
El traje
robótico funciona con hidráulica y una batería en la mochila permite un uso de
aproximadamente dos horas.
"La
idea básica es que grabamos señales del cerebro y esas señales son traducidas a
comandos para que robot se mueva", dijo a BBC Mundo el Dr. Gordon Cheng,
de la Universidad Técnica de Múnich, quien ha venido trabajando con el Dr.
Nicolelis e investigadores en Francia para construir el exoesqueleto.
"Nuestra
contribución es más en el aspecto de ingeniería, y una de las tecnologías clave
que aportamos son los sensores de piel, que representan lo más novedoso en piel
artificial para robots", explicó el Dr. Cheng.
Los
sensores en la piel artificial del robot permiten captar sensaciones del
ambiente en forma similar a la de los seres humanos.
Piel artificial
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caption El científico mexicano Emmanuel Dean trabaja con el Dr. Cheng en la
iniciativa Walk Again Project.
El
científico mexicano Emmanuel Dean trabaja en Alemania con el Dr. Cheng en el
Proyecto Andar de Nuevo.
"En
el Instituto de Sistemas Cognitivos de la Universidad Técnica de Múnich hemos
desarrollado un sensor modular que integra múltiples señales de diferentes
sensores con la cual se puede construir una 'piel artificial'. Este módulo
lleva por nombre CellulARSkin", dijo el Dr. Dean a BBC Mundo.
El sensor
está bioinspirado en la piel humana y trata de reproducir las mismas
sensaciones que se pueden obtener con nuestra piel, explicó el investigador.
"Los
módulos de esta 'piel artificial' pueden obtener mediciones del ambiente que lo
rodea, por ejemplo: CellulARSkin puede medir que tan cercano o lejano un objeto
se encuentra (proximidad), también puede medir temperatura, detectar contactos
y medir la fuerza de dichos contactos, y finalmente este sensor proporciona
información inercial, la cual puede ser usada para detectar vibraciones o
impactos en regiones cercanas al sensor (contactos indirectos). Estas
propiedades hacen este sensor único en su tipo".
La información del sensor puede
ser utilizada para detectar el tipo de terreno en que el paciente está
caminando, y ajustar el tipo de control para adecuarse a este terreno. Dr.
Emmanuel Dean, Universidad Técnica de Munich
"En
el proyecto de Walk Again se utilizan las diferentes modalidades de este
sensor para detectar cuando el paciente hace contacto con sus pies con el
suelo. Así mismo la información inercial provee información valiosa para
controlar adecuadamente velocidades y aceleraciones del exoesqueleto".
Retroalimentación táctil
Nicolelis
explicó que "cuando el exoesqueleto comienza a moverse y toca el suelo,
esta señal es transmitida a un vibrador electrónico aplicado al brazo del
paciente que estimula la piel en forma táctil".
"Lo
que pasa cuando se practica mucho tiempo es que el cerebro pasa a asociar los
movimientos de las piernas y el tocar el piso con esa vibración en el brazo. El
paciente comienza a desarrollar una sensación nuevamente de que tiene piernas y
está caminando".
Los
componentes del exoesqueleto fueron construidos por "muchas, muchas
compañías diferente", dijo el Dr. Cheng a la BBC.
"Para
reducir el peso y acelerar el desarrollo usamos mucha tecnología de impresión
en 3D, que usa materiales como plásticos muy resistentes, algunos más que el
metal y muy livianos, y también, por supuesto, usamos componentes estándar de
aluminio".
"Transformación social"
Algunos
críticos cuestionan que la demostración del exoesqueleto podría dar la
impresión errónea de que la tecnología estará disponible en breve.
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caption Dr. Cheng: "Trabajaremos para poner esta tecnología en manos de la
gente".
Nicolelis
enfatiza que "éste es sólo el comienzo. Nuestra propuesta siempre fue
demostrar la tecnología como un primer paso simbólico de una nueva forma de
cuidar pacientes con parálisis grave".
"Para
que el exoesqueleto esté disponible en el futuro hay comenzar en algún
lugar".
"La
ciencia progresa así. Tenemos que demostrar y probar el concepto y pensamos que
la apertura del Mundial era una oportunidad óptima para demostrar que es
posible. Es una forma de decir a la sociedad civil en el mundo, que paga por la
ciencia, que tenemos la posibilidad de soñar con esa realización porque ya está
funcionando en carácter experimental".
¿Cuál es
el mensaje que Nicolelis quiere transmitir a millones de personas en la
inauguración del Mundial?
"El
mensaje principal es que la ciencia y la tecnología pueden ser agentes de
transformación social en todo el mundo, que pueden ser empleadas para aliviar
el sufrimiento y las limitaciones de millones de personas".
Nicolelis
también quiere transmitir una imagen de Brasil más allá de estereotipos.
"Queremos mostrar al planeta otro Brasil que pocos conocen, que aquí
también se pueden hacer grandes proyectos científicos con gran impacto
humantario no sólo para los brasileños sino para todo el mundo".
"Uso bello"
La idea
de ciencia como agente de transformación social es uno de los pilares del
centro que Nicolelis fundó en 2005 en las afueras de Natal, en el nordeste de
Brasil, en una de las regiones más pobres del país.
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caption Ocho adultos están siendo entrenados en el uso del exoesqueleto en un
laboratorio en Sao Paulo.
El
Instituto Internacional de Neurociencia de Natal, IINN, no sólo alberga centros
de investigación, sino una escuela de educación científica que atiende a 1.500
niños y una clínica de cuidado prenatal gratuito que ofrece 12.000 consultas al
año.
El Dr.
Cheng comparte la visión de Nicolelis. "Hay percepciones equivocadas sobre
la robótica por otros usos y yo pienso que el exoesqueleto es un uso muy bello.
Eso es lo que queremos transmitir a los niños en nuestros programas de
extensión, que la ciencia y la ingeniería pueden colaborar para hacer una
enorme diferencia en la sociedad".
"Luego
de la demostración continuaremos con el proyecto y trabajaremos para poner esta
tecnología en manos de la gente. Sucederá en nuestro tiempo. Aún me quedan
otros 20 años antes de jubilarme, y ocurrirá antes de eso".
Tres personas ciegas
vuelven a ver gracias a un ‘ojo biónico’
- Los primeros pacientes sometidos a un implante de retina en España se muestran satisfechos con la operación quirúrgica
Los pacientes Carlos Martínez y
Guadalupe Iglesias, primeros implantados en España con un "ojo
biónico", posan junto a Jeroni Nadal, coordinador adjunto del departamento
de vítreo retina del Centro de Oftalmología Barraquer (Quique García - EFE)
EFE, Barcelona
09/02/2016
12:07 | Actualizado a 10/02/2016 08:27
Los tres
primeros receptores de implante de "ojo biónico" en España
muestran avances importantes en su visión y seguirán acudiendo a rehabilitación
para completar su recuperación, han dicho hoy en rueda de prensa el equipo
médico y los implantados en el Centro de Oftalmología Barraquer. El cirujano de
la intervención y coordinador del departamento de vítreo retina del Centro, el
doctor Jeroni Nadal, ha afirmado que los pacientes están evolucionando de forma
positiva, aunque "los limites de visión se pueden ver sobrepasados por la
ilusión y el trabajo del paciente y seguirán aprendiendo toda la vida".
La
segunda implantada ciega en España, Guadalupe Iglesias, y el primer implantado
español y europeo sordo-ciego, Carlos Martínez, también han expuesto su alegría
por su evolución tan solo un mes y medio después de la intervención. Guadalupe
Iglesias ha dicho que "el cambio es brutal, aunque sea un cambio inicial,
sobre todo cuando llevas tantos años sin ver nada", y se ha mostrado
optimista con su recuperación ya que piensa que podrá obtener mucha más
independencia a partir de ahora.
Por su
parte, Carlos Martínez ha dicho estar "muy feliz de haberse operado"
y ha contado que aunque aún le faltan cinco meses de rehabilitación, piensa
animar a sus compañeros a operarse. El doctor Nadal ha afirmado que los
pacientes "antes de la operación vienen ciegos y lo que se consigue es un
logro" y vuelven a reconocer formas y siluetas, "algo que ni se
imaginaban".
Lo que
puede ver el ‘ojo biónico’
El doctor
ha explicado que estas personas receptoras del implante del "ojo
biónico", gracias a la rehabilitación, podrán ir reconociendo luces,
letras, sílabas, formas, contrastes y movimientos progresivamente, aunque no
podrán volver a ver como lo hacían antes. Este proceso de rehabilitación se
basa en 10 sesiones en un periodo de 6 meses, de dos horas cada una, para
evitar el cansancio de la retina, en las que se entrena al cerebro a volver a
recibir estímulos visuales y en los que también "es importante la
comunicación, la memoria y la imaginación", según la responsable del
proceso de rehabilitación, Verónica Pilotti.
El
cirujano ha asegurado que se trata de una "operación compleja" que
dura de tres a cuatro horas y cuenta con un equipo de 10 personas en el
quirófano y 25 en la rehabilitación, que solo pueden recibir las personas con
retinosis pigmentaria de 25 a 75 años, lo que supone de 1.000 a 2.000 personas
en España.
En qué
consiste la operación
El
"ojo biónico" o "implante de retina" proporciona la
estimulación eléctrica de la retina para aumentar la percepción visual en
personas ciegas. El implante consta de una parte interna, que es la pedicular e
intraocular, y una externa que se basa en unas gafas que tienen una pequeña
cámara en su parte frontal con la que pueden seguir las imágenes que se
aparecen ante el paciente.
Las
gafas, que habrá llevado el paciente quince días después de la operación,
capturará las imágenes y las enviará a un pequeño ordenador del tamaño de un
teléfono móvil, donde se procesan y transforman en instrucciones, y se
transmiten de forma inalámbrica a la antena del implante de retina. Los
impulsos que recibe el paciente estimulan las células sanas que quedan en la
retina y transmiten la información al cerebro a través del nervio óptico para
crear la percepción de patrones de luz, que los pacientes aprenden a
interpretar.
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