El Haarp
es un bombardero de ondas eléctricas para aumentar la densidad del plasma de la
ionósfera, causando alteraciones metereológicas. El Pentágono anunció un nuevo
experimento programado para inicios del 2014. En Bolivia el Observatorio de
Tarija registró manchas solares antes de las inundaciones…
La base de
transmisión del Haarp se encuentra en Gakona, Alaska, donde una red de 180
antenas instaladas sobre una superficie de 14 kilómetros cuadrados, dirigidas
al cielo, operan como un potente radiotransmisor de alta frecuencia capaz de
producir 10 megavatios de potencia y modificar la composición la capa de la
ionósfera situada a 50 kilómetros sobre la superficie terrestre. | Fotomontaje
Sol de Pando
La Red de
Información Humanitaria para América Latina y el Caribe (RedHum) identifica a
Bolivia como una especial zona de desastre climático en Sudamérica, con
aproximadamente 200.000 habitantes damnificados en áreas agrícolas devastadas
por un colapso sin precedentes de las cuencas fluviales en todo el territorio
boliviano, con decenas de fallecidos; pero también destaca similar situación en
Brasil, Perú, Paraguay, Argentina, Ecuador y Uruguay. Fabriz’zio Txavarria
Velásquez, miembro del Centro Nacional de Investigación en Ciencias de Bolivia
(Cenic-B), asegura que esta ola de inundaciones en Sudamérica coincide con las
señales de intensa actividad durante el mes de enero en las antenas del Haarp,
un disparador de ondas electromagnéticas con sede en Alaska que tendría el
poder de alterar el clima en puntos específicos del planeta, provocando desde
inundaciones, huracanes, terremotos y tsunamis, hasta sequias, olas de calor y
actividad volcánica. Sol de Pando confirmó que el Haarp programó hace un año un
nuevo experimento que ya empezó en enero…
La
inundación del río Acre, en Cobija, Pando, febrero del 2012. | Foto Archivo Sol
de Pando
Toda esta
“teoría de la conspiración” parece inspirada en el guión humorístico de la
película “Superman III”, de la saga dirigida por Richard Lester en 1983, donde
el comediante Richard Pryor representa a un genio informático desempleado que
es contratado por un capitalista codicioso para diseñar un software conectado
al satélite con el fin de alterar el clima en cualquier punto del planeta,
provocando un devastador huracán en Colombia para destruir los cultivos de
café. Sólo Superman pudo evitar y revertir el desastre telúrico, en la
película, usando su super-soplido para hacer retroceder los mortales vientos.
Han transcurrido tres décadas después de filmarse aquella comedia de Superman y la realidad parece haber superado a la ficción. Pero, a diferencia de la comedia, el drama ahora es que no existe un superhéroe que nos salve.
Si es
evidente que las antenas del Haarp están emitiendo rayos electromagnéticos de
alta frecuencia hacia la ionósfera con el fin de modificar el clima en esta
parte de Sudamérica como una agresión de tipo militar, causando incontrolables
riadas con efectos devastadores para la población civil y la economía —como
nunca antes había sucedido a pesar de ser una temporada del año habitualmente
lluviosa en países como Bolivia— habrá que aceptar que una nueva forma de
guerra está surgiendo en el mundo. La guerra climática.
El Haarp
(High Frequency Active Auroral Research Program, que en español se lee
“Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia”), es un
proyecto de investigación creado en 1990 para monitorear las variaciones de
ondas dentro esa sección de la atmósfera llamada ionósfera que absorbe los rayos
ultravioletas del sol transformándolos en iones y electrones, transmisores de
ondas radiales y telúricas, que pueden modificarse artificialmente con
descargas electromagnéticas para compactar y re-direccionar esas ondas con
fines diversos.
El portal
del Haarp en internet. Esta Web ha sido restringida al público en las últimas
horas.
Sol de
Pando resume a continuación la información oficial del Haarp contenida en el sitio oficial
de este programa; y que en las últimas horas ha sido desactivado de la web, por
razones militares y políticas según cree el investigador Fabriz’zio Txavarria
Velásquez que radica en la ciudad de Santa Cruz, Bolivia.
La base
de transmisión del Haarp se encuentra instalada en Gakona, Alaska, donde una
red de 180 antenas instaladas sobre una superficie de 14 kilómetros cuadrados,
dirigidas al cielo, operan como un potente radiotransmisor de alta frecuencia
(capaz de producir 10 megavatios de potencia cuando el sistema opera a
plenitud), que se emplea para modificar las propiedades electromagnéticas en
una zona delimitada de la ionosfera. Los procesos que ocurren en dicha zona son
analizados mediante otros instrumentos tales como radares UHF, VHF y de sondeo
digital, y magnetómetros de saturación y de inducción.
En otras palabras, el Haarp es un “calentador ionosférico” que se utiliza para experimentar la modificación focalizada de la turbulencia del plasma (gas de baja densidad en condiciones normales) contenida en la ionósfera, con el objetivo de aumentar la densidad de dicho gas iónico. Cuando la densidad de ese gas aumenta, surgen turbulencias y nubes de plasma multicolores que se conocen como auroras.
Es decir,
el Haarp es capaz de fabricar auroras artificiales bajo la forma de nubes de
plasma con mayor densidad, en cualquier punto del planeta que se le ocurra al
Pentágono. Y por tanto puede también modificar el clima a su antojo.
El valor
estratégico de la ionósfera
Oficialmente,
el Gobierno de Estados Unidos, a través de la Agencia de Proyectos Avanzados
del Pentágono, creó el Haarp con el objetivo de estudiar las propiedades de la
ionósfera y potenciar los avances tecnológicos que permitan mejorar —mediante
descargas electromagnéticas desde la base terrestre— su capacidad para
favorecer las radiocomunicaciones y los sistemas de vigilancia creando un denso
escudo antimisil para bloquear posibles ataques nucleares o incluso una lluvia
de meteoritos.
La
ionósfera —que al ser parte de la atmósfera se encuentra a sólo 50 kilómetros
de la superficie terrestre protegiendo al planeta de la radiación cósmica—
contiene gases de baja densidad (plasma) ionizados por efecto de la absorción
de las radiaciones solares de menor longitud de onda como son los rayos Gama y
rayos X, tan energéticos sin embargo que son capaces de desintegrar meteoritos
que atraviesan esta capa, dando lugar a las llamadas estrellas fugaces. Esta
“energía fría” de la ionósfera posibilitó el invento doméstico del horno a
micro ondas.
Las
variaciones de onda dentro la ionósfera producen también el fenómeno de las
auroras, es decir transformaciones del gas ionizado de baja densidad como
efecto de variaciones en la intensidad del viento solar. De ahí que las auroras
comunes y la aurora boreal aparecen generalmente en la transición de la noche
al día, cuando las partículas eléctricas del plasma son atrapadas por el campo
magnético terrestre.
El plasma
de la ionósfera y sus oscilaciones eléctricas no solo determinan las
condiciones atmosféricas y metereológicas del planeta, también ejercen un
impacto importante en las comunicaciones radiales.
La
ionosfera contribuye esencialmente en el desplazamiento de las ondas de radio emitidas
desde la superficie terrestre, lo que posibilita que éstas puedan viajar
grandes distancias sobre la Tierra gracias a las partículas de iones (cargadas
de electricidad) presentes en esta capa.
Por ello
el Haarp tiene como objetivo desarrollar tecnologías que permitan mitigar
interferencias en las frecuencias radiales de onda corta y amplitud modulada
aumentando la densidad del plasma o gas ionizado, para así mejorar el
rendimiento de la comunicación radial y de los sistemas de navegación marítima
y aérea que usan aquellas frecuencias radiales. El Pentágono considera que el
mejoramiento de la comunicación radial aumentando la densidad del gas iónico
(plasma) es también de suma importancia militar. En el ámbito civil, emisoras
internacionales como la Voz de América (VOA) y la British Broadcasting
Corporation (BBC) todavía utilizan la ionósfera para rebotar sus señales de
radio hacia la Tierra, posibilitando que sus programas puedan ser escuchados en
todo el mundo.
Asimismo,
las señales transmitidas hacia y desde satélites para la comunicación y la
navegación satelital (no radial) deben atravesar la ionósfera. Irregularidades
ionosféricas pueden tener un impacto importante en el rendimiento y fiabilidad
de los sistemas satelitales y televisivos, según explica el portal del Haarp.
Viene a
principios del 2014 la nueva arma de guerra
Hace
menos de un año, el 25 de febrero del 2013, el Naval Research Laboratory (NRL), con sede en
Mississippi, informó mediante un boletín publicado en su portal que sus
investigadores adjuntos al programa Haarp, “lograron producir con éxito una
nube de plasma de alta densidad capaz de mantenerse en la atmósfera superior de
la Tierra durante una hora”.
Según una
traducción de la periodista boliviana Silvia Antelo Aguilar, el informe del NRL
—organismo de la Armada norteamericana asociado al Pentágono y al Stennis Space
Center (SSC) de la NASA— explicó que “anteriormente se había logrado crear
nubes artificiales de plasma cuya vida útil era de 10 minutos o menos, señaló
Paul Bernhardt, físico que participa en esta investigación. Sin embargo, la
recientemente creada nube de plasma de alta densidad pudo mantenerse durante
una hora”.
La
secuencia de imágenes satelitales que muestran la descarga de plasma artificial
produciendo resplandores con la transmisión de electrones de Alta Frecuencia
desde las antenas del Haarp, en Gakoma. La nubes resplandecientes de plasma
artificial se produjeron transmitiendo 4,34 megahercios (MHZ). La frecuencia de
resonancia arrojó una línea verde con la emisión de 557,7 nanómetros. El
experimento se produjo el 12 de noviembre del 2012 en un periodo horario de
2:26:15 a 02:26:45 GMT. | Foto Elizabeth Kendall – SRI Internacional | Traducción
Silvia Antelo Aguilar | Sol de Pando
El
Laboratorio Naval de Mississippi reveló además para que para producir aquellas
luminiscencias parecidas a las auroras, las antenas terrestres del Haarp
emitieron hacia la ionósfera una descarga de 3,6 megavatios que equivalen al
45% de su capacidad de bombardeo electromagnético.
El
experimento, efectuado el 12 de noviembre del 2012, había permitido incrementar
la densidad del plasma a 9 x 105 electrones por centímetro cúbico, lo cual
permite un mejor flujo de las ondas radiales debido a la compactación
electromagnética de los iones que forman la capa. En un experimento anterior se
había alcanzado una densidad menor con 4 x 105 electrones por centímetro
cúbico.
El paso a
seguir será elevar mucho más la densidad del plasma. El próximo experimento fue
programado para los primeros días del 2014. Es decir ahora.
“La
próxima campaña del Haarp está prevista para principios de 2014, cuando se
llevarán a cabo experimentos para desarrollar nubes de ionización más densas y
estables”, anunció citado el boletín de la NRL publicado el 25 de febrero del
2013.
¿Comenzó
la Guerra Climátológica?
Esta
infraestructura que abarca 14 kilómetros cuadrados en Gakona, al sureste de
Fairbanks, Alaska, constituye el arsenal climatológico del Pentágono.
La
publicación del experimento realizado en noviembre del 2012 reavivó la polémica
acerca de las consecuencias negativas del Haarp para la estabilidad climática
del planeta, y sobre los riesgos de un posible uso bélico de aquel programa.
Científicos
de la Universidad de Stamford aseguraban que el clima mundial podría ser
controlado mediante la transmisión de señales de radio relativamente pequeñas,
a los cinturones de Van Allen. Por resonancia, pequeñas señales activadoras
pueden controlar energías enormes.
Aunque
los defensores del Haarp aseguran que los impactos del bombardeo a la ionósfera
son mínimos por su “baja potencia” en comparación con las radiaciones solares
que dinamizan el plasma iónico, los críticos temen que la nube de plasma
artificial puede crear un agujero negro en la parte superior de la atmósfera e
interferir con energías magnéticas sutiles, alterando la vida en nuestro
planeta. Las estrellas fugaces desaparecerían del paisaje celeste o bien
caerían como bombas a la superficie terrestre en su forma original de
meteoritos.
La
sospecha de que además el Haarp es el experimento de un arma climática, fue una
preocupación abiertamente expresada en 1990 por el gobierno de Rusia, que en su
anterior régimen como Estado Soviético intentó competir con el proyecto Haarp,
ya concebido en los años ochenta como parte de la Iniciativa de Defensa
Estratégica de Reagan conocida como el “Plan Star War”.
Para
Rusia, Haarp es parte de una carrera armamentista que Estados Unidos corre sin
competencia alguna. Es famoso el pronunciamiento del Parlamento Ruso emitido en
agosto del 2002:
“Los
Estados Unidos están creando nuevas armas integrales de carácter geofísico que
puede influir en la tropósfera con ondas de radio de baja frecuencia… La
importancia de este salto cualitativo es comparable a la transición de las
armas blancas a las armas de fuego, o de las armas convencionales a las armas
nucleares. Este nuevo tipo de armas difiere de las de cualquier otro tipo
conocido en que la tropósfera y sus componentes se convierten en objetos sobre
los cuales se puede influir”.
Bernard
Eastlund, físico de la Universidad de Columbia que trabajó en la construcción
de Haarp, fue uno de los principales críticos de la tecnología antes de su
muerte, habiendo respaldado abiertamente las críticas del Gobierno ruso
admitiendo que el Haarp surgió dentro la carrera armamentista durante la Guerra
Fría y que el plan consistía en crear un escudo que protegiera a Canadá y
Estados Unidos de los misiles enemigos.
En el registro
de la patente del invento de Eastlund supuestamente apropiado por el
Pentágono y que se basó en los principios formulados hace más de 150 años por
el genio serbio Nicola Tesla, se reconoce que la modificación del
clima es posible, por ejemplo, alterando patrones de viento de la alta
atmósfera o alterando patrones de absorción solar. La patente registrada el 11
de agosto de 1987 bajo el nombre “Método y aparato para alterar una región en
la atmósfera de la Tierra, ionósfera y/o magnetósfera”, cataloga un procedimiento
que consiste en lo siguiente, según traducción de Silvia Antelo Aguilar:
“Un
método y un aparato para alterar al menos una región seleccionada que
normalmente existe sobre la superficie de la tierra. Esta región es alterada
por el calentamiento de resonancia ciclotrónica de electrones de tal modo que
incrementa su densidad de partículas cargadas. (…). La radiación es transmitida
en una frecuencia que excita a la resonancia ciclotrónica de electrones para
calentar y acelerar las partículas cargadas. Este incremento en la energía
puede causar ionización de partículas neutras, las cuales son entonces
absorbidas como parte de la región, de este modo se va incrementando la
densidad de las partículas cargadas de la región”.
Con toda
esa información, los rusos acusaron al programa iónico del Pentágono ser
causante de la ola de calor con más de 40 grados que la ex Urss padeció en el
2010 lamentando decenas de muertes. El físico de la Universidad Lomonósv de
Moscú, Gueorgui Vasíliev, denunció que el Haarp “lejos de ser un proyecto
científico para estudiar el funcionamiento de la atmósfera y los efectos del
cambio climático, es un potente calentador ionosférico que modificará la
electricidad que flota sobre la atmósfera, causando efectos sobre el clima que
podrían dirigirse hacia una parte concreta del mundo”.
Un
revelador documental de History Channel
Los años
transcurridos entre el 2006 y 2010 fueron particularmente “endémicos” en
desastres naturales a lo largo y ancho en todos los continentes del mundo. Y el
Haarp estaba en boca de todos.
En marzo
del 2010, History Channel emitió un extenso documental sobre el controvertido
proyecto del Pentágono; los realizadores del programa televisivo se refirieron
a la aparición de nubes químicas y estelas incandescentes que —dos años después
de la emisión del programa televisivo— se pudo comprobar que eran producidas
por el Haarp desde su estación terrestre en Alaska.
“En años
recientes han estado apareciendo peculiares formaciones de nubes en los cielos
de todo el mundo con creciente frecuencia. Aunque solo es especulación algunos
investigadores sugieren que esas extrañas formaciones nubosas son otro agente
de la guerra climatológica, al principio parecen ser solo estelas provenientes
de los aviones jets que vuelan a gran altura, pero algunas estelas se quedan en
el cielo por muchas horas, algunas incluso todo un día”.
VIDEO |
Fragmento del documental de History Channel
De
acuerdo al documental, el control de las lluvias a partir de modificar el
plasma de la ionósfera para crear inundaciones acelerando la formación de nubes
densas con fumigaciones adicionales de yoduro de plata, que producen cristales
de hielo y aceleran la precipitacón pluvial, es otra forma de guerra
climatológica junto con los procedimientos electromagnéticos para provocar
terremotos, sequías y olas de calor.
“Igual de
aterradora es otra forma de clima que se está usando como arma: la lluvia, que
puede desencadenar devastadoras inundaciones y arrasar ciudades completas…”,
afirma el documental en el que interviene como comentarista Nick Pope, ex
Ministro de Defensa de Gran Bretaña. “Si puedes hacer llover, puedes causar un
profundo efecto en el campo de batalla”, afirma Pope.
Uno de
los elementos críticos para iniciar una batalla climatológica es el poder
controlar la lluvia y desatar inundaciones, aseguraba la investigación de
History.
El Haarp
y auroras boreales entre Chile y Haití
La
resplandeciente nube de plasma artificial que apareció en el cielo de Puerto Príncipe,
en Haití, horas antes de producirse el terremoto del 12 de enero del 2010.
Aunque en
muchos casos sin evidencias informativas sólidas y más en el plano ideológico
de la mera propaganda anti-norteamericana, los desastres naturales que han
sacudido al mundo en los últimos 15 años, incluido el Huracán Katrina en
territorio de Estados Unidos, han sido achacados indebidamente al Haarp. Sin
embargo hay coincidencia entre la actividad del Haarp y el huracán Sandy.
Se ha
pretendido vincular con los experimentos del Haarp, de manera muy generalizada,
a los terremotos y tsunamis sucedidos en Japón, Tailandia, Indonesia, Irán,
Haití, Perú, Chile y México entre el 2006 y el 2013, a partir de la aparición
de nubes luminiscentes, como auroras boreales, horas previas a los sismos. Sin
embargo el geólogo peruano Miguel Vera, en su análisis del
terremoto de Pisco, demostró con datos históricos que las luminiscencias
previas ya fueron registradas y documentadas en sismos que datan de comienzos
del siglo XX. Chile también deslindó del Haarp su catástrofe acaecida en
febrero del 2010, cuando aparecieron nubes luminiscentes seguidas de apagones
minutos antes del terremoto-tsunami. Se tienen registros históricos de
similares fenómenos también desde comienzos del siglo pasado, Chile es un país
endémicamente sísmico y Estados Unidos no tendría motivo valedero para atacar
con su Haarp a un país próspero y “políticamente correcto” en términos de
democracia liberal, razonó atinadamente el periodista chileno Matías
Rojas. En el último terremoto de México se especuló que el sismo, también
precedido por una aurora boreal, fue obra de la DEA para debilitar a los
carteles de la droga, en cuyos territorios sucedió el desastre; pero eso
tampoco está probado.
Curiosamente
existen registros de actividad electromagnética en las antenas del Haarp
durante el terremoto del Japón. El magnetómetro de Gakona, en Alaska, señala
que el Haarp emitió señales hacia la ionósfera antes de que ocurriera el
desastre en el país asiático. ¿Coincidencia?
Haití no
logra recuperarse del azote del 2010.
Donde no
se salva de sospechas el Haarp es en el caso del terremoto de Haití. No fue un
sismo a la chilena ni a la peruana; aunque también tuvo su aurora boreal previa
con extraños colores jaspeados, señal de que la ionósfera estaba más densa de
lo normal. Según la periodista brasileña Tania Jamardo Failace, el terremoto de
Haití pareció más un genocidio que una tragedia natural. “Es um crímen de
lesa-humanidad que se comete en esa isla que también se ha vuelto un cobaya del
high tech capitalista: desastres climáticos localizados, epidemias, etcétera”,
dijo Faillace a Sol de Pando.
El
terremoto de Haití producido a media tarde del 12 de enero de 2010 tuvo un
epicentro a escasos 15 kilómetros de la ciudad capital de Puerto Príncipe. El
sismo tuvo una magnitud de 7,0 grados y se generó a una profundidad de 10
kilómetros. Los efectos causados sobre este país, el más pobre de América
Latina, fueron devastadores. Los cuerpos recuperados superan los 150.000,
calculándose que el número de muertos podría llegar a las 200.000 personas.
Según Roger Searle, profesor de geofísica en la Universidad de Dirham (Reino
Unido), ese terremoto fue 35 veces más potente que la bomba de Hiroshima, y
comparó la energía liberada por el sismo con la explosión de medio millón de
toneladas de TNT. La tragedia resultó funcional a los intereses norteamericanos
que tras el terremoto retomó el control político y económico de la isla,
aplacando todo indicio de rebeldía social. Decenas de miles de haitianos huyen
de la pobreza extrema que los persigue desde entonces. En las fronteras del
Acre que Brasil comparte con Bolivia y Perú, el éxodo haitiano con casi 15.000
inmigrantes en su mayoría niños y jóvenes, ya tocó los limbos de una crisis
humanitaria. “Es un absurdo que los haitianos tengan que huir al Brasil y
abandonar su país para abrir espacio a los invasores extranjeros”, dice Tania
Faillace. Esto sí huele al Haarp, cuya web en tiempo real (ahora bloqueada)
registró un envío de ondas a ionósfera precisamente en enero del 2010.
Se tiene
también evidencia fehaciente de que los magnetómetros del Haarp estuvieron
activos durante la primera semana de octubre del 2012 cuando se activó el
huracán Sandy que afectó a países como Colombia y Venezuela, atravesando el
Caribe, incluyendo Cuba.
GRÁFICAS
| Registros de actividad del Magnetómetro de Inducción del Haarp en su base
terrestre de Gakona, Alaska, coincidiendo con desastres climáticos en distintos
países, incluyendo las recientes inundaciones en Sudamérica (Bolivia)
La
frontera inundada de Brasil y Bolivia sobre el río Acre, en febrero del 2012. |
Foto Archivo
En
Bolivia cada verano como el de estos días es normalmente lluvioso,
especialmente en sus regiones tropicales y la Amazonia. Las llanuras del Beni
presentan cada año, como parte del paisaje y la identidad de los pueblos
originarios mojeños, ríos que se desbordan suavemente y anegan las comunidades
indígenas como en un rito inmemorial de visitación anual. Pero ese diálogo
concertado entre la naturaleza y las poblaciones se ha roto dolorosamente. Como
nunca antes, las inundaciones se han extendido en todo el territorio boliviano.
Alrededor de 36.000 familias están siendo damnificadas, en estos momentos, como
efecto de las inundaciones causadas por incontrolables desbordes en las cuencas
fluviales de los nueve departamentos del país, en sus diversas regiones
altiplánicas, valles, Amazonia, llanura tropical y Chaco. Considerando que cada
familia boliviana contiene un promedio de 5.5 miembros, se calcula que 200.000
bolivianos están siendo evacuados de sus lugares de origen; y han muerto casi
50 víctimas en el Beni, Cochabamba y Potosí. Con datos recolectados hasta el 27
de enero, la Red de Información Humanitaria para América Latina y el Caribe
(RedHum) registra una pérdida de más de 3.000 hectáreas de cultivos agrícolas.
La ganadería oriental perdió entre las aguas más de 40.000 cabezas y una
consecuente crisis alimentaria amenaza con ahogar en seco a los bolivianos.
Detrás de
las fronteras de Bolivia la situación no es menos grave, según los reportes de
RedHum. En el Brasil los ríos amazónicos rebasan sus cotas normales lamiendo
las plataformas de sus extensos puentes. Perú, por su parte, ha declarado
Alerta Roja en la cuenca amazónica del río Madre de Dios. En Paraguay las
inundaciones en la región del Chaco han dejado aisladas a numerosas comunidades
en los departamentos de Presidente Hayes y Alto Paraguay. En Ecuador se
reportan inundaciones, deslizamientos y deslaves en carreteras en varias
comunidades de las provincias de la costa y sierra.
El
Tungurahua comienza a rugir
También
en Ecuador, el gobierno ha declarado emergencia ante la creciente actividad
volcánica del Tungurahua.
Desde el
fin de semana la red de monitoreo del Instituto Geofísico ha detectado la
ocurrencia de pequeñas explosiones y de más de 83 sismos, lo que llevó a las
autoridades ecuatorianas a activar un plan de contingencia.
Las
autoridades ecuatorianas están alertas ante una eventual erupción del volcán
Tungurahua, que desde el sábado pasado registra explosiones y emisión
permanente de cenizas que han cubierto a varias ciudades el país, incluida
Quito.
El
Tungurahua, de cinco mil metros de altura sobre el nivel del mar, ubicado a 150
kilómetros al sur de Quito, levantó el fin de semana una columna de humo de 13
km de alto.
El
martes, 4 de febrero, las fumarolas se calcularon en tres kilómetros y expertos
estiman que la actividad se mantendrá -con mayor o menor grado de intensidad-
por al menos dos o tres semanas, según informó El Comercio de Quito.
Científico
sudamericano pone en la mira al Haarp
Fabriz’zio
Txavarria Velásquez, director del Centro Nacional de Investigación en Ciencias
de Bolivia (Cenic-B), afirma que el Haarp estaría involucrado en la
“irradiación de microonda de alta potencia sobre amplias regiones de
Sudamérica, dentro de un programa de la CIA utilizando armamento climático con
el afán de desestabilizar los regímenes de países no acordes con Estados
Unidos, afectándolos con la provocación de lluvias e inundaciones con el
consiguiente desastre económico”.
Txavarria
hizo un seguimiento on line al magnetómetro del Haarp,
y afirma que “el sitio oficial del proyecto Haarp en los reportes de su
magnetómetro de inducción, extrañamente muestra intensa actividad durante los
días 12,18 y 20 de enero del 2014, coincidentemente días picos de lluvias sobre
amplias zonas de Sudamérica como Bolivia, Ecuador, Venezuela y Brasil”.
Inexplicablemente,
informa, “días posteriores el sitio oficial de donde extrajimos la información sobre la actividad Haarp queda fuera
de servicio y deja de mostrar la información de su gran actividad sobre
América…”.
Sol de
Pando se pregunta si, como en el caso de los terremotos, las actuales
inundaciones en Sudamérica han estado precedidas por la aparición de nubes
luminiscentes o auroras boreales; sin perder de vista que las inundaciones
responden a condiciones metereológicas muy diferentes a lo que ocurre en los
sismos. Al buscar la respuesta a nuestra interrogante, nos hallamos ante algo
estremecedor…
Reporte
climatológico del Space Weather Prediction Center, registrado el 3 de febrero
del 2014.
El
interesante dato del Observatorio Astronómico de Tarija
En un
reporte publicado el pasado 10 de enero, el Observatorio Astronómico Nacional de Tarija
afirmó haber registrado un gigantesco grupo de manchas solares visibles desde
el territorio de Bolivia:
“La
observación de la fotósfera o superficie del Sol” —dice dicho informe— “nos
muestra detalles significativos, en especial las denominadas manchas solares
que son torbellinos de plasma magnetizado más frías que la parte que las rodea.
Estas son la manifestación más característica de la actividad del Sol, las que
periódicamente crecen y disminuyen. De este modo fue descubierto el ciclo de la
actividad solar que es de 11 años coincidiendo con el periodo de la mayor
cantidad de manchas solares que es cuando nuestro planeta recibe mayor cantidad
de tormentas solares. El 2014 entramos en un máximo solar”.
El
reporte científico boliviano agrega que “las partículas cargadas de
electricidad, producidas por una explosión solar al incrementarse el tamaño de
manchas, como la registrada el 8 de enero en el Observatorio de Tarija, pasados
de tres días y al impactar con el campo magnético de la Tierra producirán
algunos fenómenos…”. ¿Qué fenómenos?, preguntamos a los metereólogos tarijeños.
¿Inundaciones?
Según el
observatorio de Tarija, “en principio, las manchas solares no tienen ningún
efecto sobre el clima terrestre. No suponen una disminución o incremento de
temperatura en la Tierra, porque no hay diferencia apreciable entre la luz que
emite el Sol cuando hay manchas y cuando no”, sin embargo, aclara el mismo
informe, “no se puede decir lo mismo de otros efectos asociados a la
complejidad del campo magnético en la superficie solar que interactúa con el magnetismo
terrestre como ser: interrupción en comunicaciones telefónicas, apagones de
plantas generadoras de electricidad, daños a las instalaciones de sistemas de
comunicaciones, mal funcionamiento de satélites, alteración en los GPS, aumento
de la actividad geomagnética que produce fabulosas auroras boreales (fenómeno
en forma de brillo o luminiscencia que aparece en el cielo nocturno) alrededor
del círculo polar ártico e incluso auroras australes”.
Aunque
para el Observatorio de Tarija aquellas manchas solares estaban previstas en su
ciclo de 11 años, queda la duda de que si esos“torbellinos de plasma
magnetizado” que fueron visibles en Bolivia bajo la forma de aurora boreal
durante la primera semana de enero, no son más bien un bolsón de iones en la atmósfera
(ionósfera) con densidad de carga electromagnética incrementada artificialmente
desde una base terrestre. Sería muy saludable abrir un debate al respecto.
Snowden,
los rusos y el Haarp
El 10 de
julio del pasado año 2013, el periódico digital británico Internet Chronicle publicó en exclusiva una
revelación del famoso disidente de la CIA Edward Snowden acerca de la
naturaleza bélica del Haarp, entregando documentos clasificados al gobierno de
Putin —acérrimo objetor de aquel proyecto atmosférico del Pentágono—, los
mismos que llegaron a manos de los periodistas ingleses. La revelación de
Snowden se produjo apenas una semana después del secuestro al avión del presidente boliviano Evo Morales,
en Viena, ordenado por los mandos supremos de la Otan y la CIA.
Los
documentos de Snowden corroboraron absolutamente todo lo que los rusos venían
denunciando desde hace más de una década respecto a los fines bélicos y
genocidas del Haarp; agregando otro dato interesante: la modificación de las
ondas radiales al incrementar la densidad del plasma ionosférico, puede también
ser utilizada para penetrar en la mente de las personas a través de nuevas
tecnologías comunicacionales, al estilo de El Acertijo en la película “Batman
Forever”, donde Jim Carrey estelariza al villano que inventa un aparato que
transmite ondas cerebrales para manipular en masa el pensamiento y las
conductas de las personas.
“Cuando
estábamos en tránsito entre Hong Kong y Moscú, el personal de WikiLeaks y yo
tuvimos que defendernos de la amenaza constante de los delirios homicidas
generados por radio”, declaró Snowden al periódico inglés.
Snowden
reforzó su testimonio con los documentos del Haarp recogidos de las cuentas de
correo electrónico privadas de funcionarios y jefe militares del Pentágono.
Internet Chronicle asegura haber confirmado la veracidad de los documentos
entregados por Snowden, en fuentes oficiales ligados al gobierno de Obama
Fuente : soldepando.com
http://periodismoalternativoblog.wordpress.com/2014/02/10/cientificos-advierten-que-ee-uu-inicio-una-guerra-climatica-contra-sudamerica/
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