Javier Cornejo
Artículo publicado en el diario El Tribuno el 17-02-14
Artículo publicado en el diario El Tribuno el 17-02-14
Su
comprensión como causa de las consecuencias en la vida de cada argentino es de
absoluta simpleza. Tan simple que los cómplices en su conformación, son los
encargados de enmarañarla para que nadie entienda nada. No obstante,
prestigiosos catedráticos desde la simpleza de su absoluta humildad,
permanentemente nos fueron ilustrando sobre su devenir y crudeza.
Tal el
caso del Lic. Héctor Giuliano quien sigue en forma minuciosa y con una clarísima
comprensión el proceso de “la deuda” de los gobiernos de argentina.
Me
refiero a continuación a su último y pormenorizado informe de lo que el relato
K dio en llamar el “des-endeudamiento”: “Es paradójico, por no decir
sintomático, que todo el mundo (oficialismo, oposición, medios de comunicación,
economistas, periodistas especializados, etc.) hablen de la crisis actual de la
Argentina refiriéndose a los problemas de la: Inflación, Tipo de cambio,
déficit fiscal, subsidios, desequilibrio en la balanza de pagos y otras
cuestiones conexas, pero, no hagan mención alguna a la grave crisis de la
deuda, que es la que hoy determina, todos los problemas mencionados”.
Evolución
de la deuda
Según los
datos oficiales (con redondeo) con los que se cuenta, se puede establecer su
evolución de la siguiente manera:
Mayo de
1973, US$ 5.400 millones.
Marzo de
1976, US$ 5.500 millones.
Fin del
gobierno del Proceso Cívico Militar US$ 44.000 millones.
Fin del
gobierno de Alfonsín US$ 62.000 millones.
Fin del
gobierno de Menem US$ 122.000 millones.
Fin del
gobierno de De la Rúa US$ 145.000 millones.
Fin del
gobierno de Duhalde US$ 173.000 millones.
Gobierno
de Néstor Kirchner US$ 208.000 millones.
En lo que
hace a la administración kirchnerista, no es cierto que haya estado pagando
sólo deuda y costos financieros de otros gobiernos, sino que a ello sumó su
propia deuda:
1.-
Porque aceptó los compromisos heredados (caso de la “emblemática” deuda al Club
de París), sin cuestionar la legitimidad del endeudamiento público recibido y
de esa manera lo hizo propio.
2.-
Porque aumentó su monto y complicó aún más el cuadro de dicho endeudamiento sin
capacidad de repago del país.
3.-
Porque además se jactó de hacerlo, argumentando falsamente que ahora el
problema de la deuda había pasado a un segundo plano porque el país se estaba
“des-endeudando”, considerándose la actual Presidente una “pagadora serial”.
Por ello,
no es válido el intento del actual gobierno de tratar de desentenderse de su
culpabilidad en la actual crisis de deuda después de haber aumentado y ocultado
lo que se heredó. Máxime y no obstante existir gravísimas denuncias en tal
sentido, tal el caso de las efectuadas por Alejandro Olmos que se encuentran en
proceso judicial.
Este tema
de la deuda se seguirá exponiendo en los próximos artículos de esta columna,
con la acertada guía del Lic. Héctor Giuliano hasta su total esclarecimiento y
comprensión.
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