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viernes, 21 de febrero de 2014

Las burdas mentiras de los activistas de la ecología cavernaria



Otra vez, descalificados “expertos” hablan de la “grieta” de Yacyretá, con total impunidad
A pesar del fallo del juez federal de Corrientes que los descalificó, pero creyó que actuaban de buena fe y por lo tanto no los multó, la usina de rumores generada por el grupo que responde al ex gobernador y ex presidente Ramón Puerta, ha regresado a las redes sociales de Argentina para presagiar una catástrofe con la supuesta rotura de la represa Yacyretá.

No les importa ni mucho ni poco la sentencia de la Justicia, porque les permite seguir inventando en forma gratuita, alarmando a desprevenidos internautas, sin que eso les signifique más que una vergüenza profesional ni siquiera atendida. Ser descalificados por la Justicia Federal habría sido un baldón doloroso para aquel que ame su profesión y desde ella actúe.

Evidentemente, no es éste el caso. Y hasta habría que encontrar quién o quiénes alimentan estas patrañas. Sabido es que la independencia energética de una nación pasa por la hidroenergía, que la dependencia de los combustibles fósiles es muy alta y costosa y que la única otra posibilidad está dada en la energía nuclear. Hasta ahora son las únicas energías de base en condiciones de abastecer naciones, regiones. Las alternativas sólo pueden aportar para demandas pequeñas.

Esto lo saben profesionales, científicos, investigadores. Saben también que la menos contaminante es la hidroenergía. Y, en Misiones, saben igualmente que la Provincia está constreñida por su espacio: 3 millones de hectáreas. Un millón dedicada a población, otro millón a la agricultura y el tercer millón a las reservas naturales. Cada año nacen 25 mil misioneritos. Si no se encuentra una salida como la de la producción de energía mediante represas, no sólo no podrá responder a la propia demanda. Tampoco tendrá de dónde obtener recursos para sostener a su población en desarrollo y con calidad de vida.

Misiones tiene una propuesta que será plebiscitada cuando se trate de su soberanía energética: represas Si o No y un 30% de participación en el caso afirmativo. Noruega es un buen ejemplo de cuánto puede hacerse cuando se pone inteligencia al servicio del país.

Pero para eso se requiere de dirigentes que actúen en esa dirección. Es lo que no se está viendo en estas reiteradas falacias, dichas y escritas sin solución de continuidad. Ya han disparado el rechazo de la Entidad Binacional de Yacyretá, de Paraguay. Lo refleja el reciente artículo del diario ABC de Asunción.

El fallo del juez federal 

En agosto del año 2012, C6Digital daba cuenta del fallo de la Justicia Federal, bajo el titular: Lapidario fallo sobre mediática “grieta”. Yacyretá: Juez federal descalifica a “expertos” y dice que no tuvieron mala intención sino que no saben. Edición N° 140 del semanario Seis Páginas.

En un fallo en el que da por “falsos” los supuestos informes técnicos de presuntos ambientalistas que decían haber encontrado una “grieta” en la presa de Yacyretá y vaticinaban inundaciones de ciudades aguas abajo hasta sumergir al Obelisco de Buenos Aires, el juez federal de Corrientes Carlos V.Soto Dávila da por infundada la denuncia de la organización llamada Unión Ambientalistas de Corrientes (Unamco). Determina inclusive que esa entidad tampoco está registrada como tal en la vecina provincia. 

Tras una pormenorizada investigación el Juez llega a la conclusión que “no existen fisuras en la represa de Yacyretá, y mucho menos riesgo de rotura alguna e inundación para las ciudades que se ubican aguas abajo”. Hubo medios que se hicieron eco de la descabellada versión y hasta graficaron –dibujaron- que las aguas llegarían a tapar el Obelisco.

Soto Dávila no sólo descarta la fisura –que en realidad es una junta de construcción- sino también los tremendistas anuncios de un geólogo que hasta llegó a hablar de terremotos y propuso bajar la cota de Yacyretá 5 metros. Pero asume una actitud benevolente con los autodenominados ambientalistas y dice que no tuvieron intención de intimidar a la población. Y se limita a reprenderlos. Les dice que fueron negligentes al erigirse en supuestos expertos, no siendo tales y realizaron manifestaciones “carentes de sustento técnico”.

La acciones se iniciaron a partir de una denuncia de la apoderada de la EBY, María Piedad Conde “ante la aparición mediática de miembros de la agrupación ambientalista Unamco, quienes habrían dicho que la represa Yacyretá presentaría grietas y fisuras en la base de la mega represa, manifestando además que contarían con una filmación subacuática”. Y puso a disposición del Juzgado “la documentación, personal técnico y los estudios que periódicamente se realizan en la represa, a los fines de contar con una correcta valoración del estado de la obra”.

A partir de allí se dispara una minuciosa investigación del Juez tomando declaración a los dirigentes de la entidad presentada como “ambientalista”, requiriéndoles la documental que decían poseer para fundar sus dichos.  Documental que se demostró malinterpretada por los autores de la versión de la “grieta”, ya que lo que ellos llamaron “fisura” era, en realidad, una junta de construcción destinada a soportar condiciones de crecidas del río cuando hay mayor presión. Esto es, técnicamente correcta. Igualmente se toman en consideración las inspecciones subacuáticas realizadas por la Eby en el 2009-2010, las consultas e informas del Instituto Nacional de Prevención Sísmica. Todo lo cual refuta las “denuncias” de los ambientalistas. A los que, no obstante, el juez no encuentra incursos en el artículo 211 del Código Penal que contempla: “será reprimido con prisión de dos a seis años, el que, para infundir un temor público o suscitar tumultos o desórdenes, hiciere señales, diere voces de alarma, amenazare con la comisión de un delito de peligro común o empleare otros medios materiales normalmente idóneos para producir tales efectos (…)”.

Porque a su entender “es requisito ineludible para la configuración del delito, la presencia de la intencionalidad por parte de los miembros de las organizaciones ‘ambientalistas’ (el encomillado pertenece al juez) de generar temor público, ya que por sus escasos conocimientos técnicos de la construcción de la obra habrían incurrido en una errónea interpretación de lo visto en la filmación. Que, por otra parte habría sido realizada por la propia Entidad Binacional y por lo tanto previamente analizada por los organismos de control de la entidad.

“Así, debe descartarse la figura penal mencionada -continúa el juez- si bien no puede dejar de ponerse de manifiesto la actitud negligente de supuestos ‘expertos’ que no son tales, quienes bajo el amparo de pertenecer a organizaciones que ni siquiera están registradas, hacen manifestaciones carentes de sustento técnico, pudiendo esta conducta generar un ánimo diferente para aquel desprevenido que tome sus dichos como ciertos”, precisa.

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