Por C.P.N.
CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Deplorables
y totalmente repudiables el atentado reciente y los otros hechos de violencia
asociados, perpetrados en Francia, con el lamentable saldo de muchas víctimas y
la profunda conmoción y muy justificado estupor generalizado.
Los
motivos reales de tan crueles acciones, generan muchas dudas, habida cuenta que
suele ser muy común que se entrecrucen varias hipótesis, no descartándose
tortuosas operaciones encubiertas, del tipo de “falsa bandera”, como pretexto
para otras acciones futuras, como cobertura o justificación de acciones
precedentes, o para afectar la imagen pública de tal o cual sector.
Con la
confusión generalizada reinante, en cuanto a los reales móviles de tan horrendas
acciones, y con la dudosa objetividad y/o falta de fundamentación bien basada
que exhiben muchos de los opinantes mediáticos; constituiría una imprudencia y
una irresponsabilidad, tomar como válida una de las tantas hipótesis al
respecto.
Pero en
cambio, muy nítidamente se evidenciaron la tremenda hipocresía, el doble
discurso y la búsqueda incluso miserable del infame rédito político, de algunos
actores de primer nivel a escala mundial. Además, los análisis de cierto
periodismo pretendidamente “serio” que juega a favor del establishment del G 7
y asociados; así como otro sector comunicacional de “la progresía” superficial
o encerrada en falsos dilemas simplistas de “derechas” e “izquierdas” y otras
vacuidades por el estilo; que solo resultan ser aportes a mayores confusiones o
a palabrerías de muy pobre contenido.
Las
actitudes compungidas de Hollande, de Obama (y posiblemente de Cameron), así
como las de otros lideres de “occidente”, y sus expresiones “humanistas” y
supuestamente incondicionales a favor de “la libertad” y “los derechos
humanos”; a cualquier persona pensante y medianamente informada, solo pueden
producir rechazo, ante tan descarado doble estándar.
¿Acaso no
fueron esos líderes de potencias mundiales, los que ordenaron y avalaron las
agresiones sistemáticas, con violencias de todo tipo, ejercidas sin más freno
que las propias limitaciones logísticas de los agresores, de las cuales
salieron perjudicados muchos países del mundo, con incontables víctimas civiles
y cuantiosos daños materiales, que eufemísticamente fueron minimizados ante la opinión
pública como “daños colaterales”? ¿No fueron ellos o sus secuaces, quienes
ordenaron asesinar a Kaddaffy y a Saddam Hussein, y a mostrar repetidamente en
todos los medios, las fotos de sus cadáveres con evidencias de vejámenes y
torturas, como símbolos de escarmiento y amenazas a otros que osen enfrentar al
poder neocolonial?
Duelen
mucho las crueles y absurdas muertes perpetradas recientemente en Francia…¡pero
también dolieron y duelen las muertes, mutilaciones, familias destrozadas,
regiones desarticuladas y grandes poblaciones expulsadas o condenadas a la
miseria y el desarraigo, en Afganistán, Iraq, Libia, Siria, Somalia, Sudán,
Congo, Nigeria, Sierra Leona, Costa de Marfil, Senegal, Eritrea-Etiopía, Medio
Oriente y otros; sin olvidar el caos montado en Ucrania, los desórdenes
prearmados en Venezuela, los intentos secesionistas en Bolivia y el frustrado
magnicidio con mercenarios extranjeros, el abortado golpe de Estado e intento
de magnicidio contra Correa en Ecuador, y algunos otros hechos similares; y por
supuesto, viendo con profunda preocupación el prefabricado conflicto “mapuche”
y otros similares de corte ultra indigenista, que en Argentina están creando
perversa y sistemáticamente las condiciones para una guerra civil, que de no
frenarse a tiempo será la excusa perfecta para una invasión de la OTAN desde
Malvinas o desde otros puntos.
Varios
analistas geopolíticos advirtieron acerca de la notable multiplicidad de
factores que pudieron ser las causales de los crueles hechos acaecidos en
Francia, no descartándose la posibilidad que haya sido una acción de “falsa
bandera”, un siniestro operativo para justificar agresiones precedentes y
posteriores, por parte de la OTAN, y particularmente por las potencias
neocolonialistas –Francia, Gran Bretaña, EEUU-; como la largamente anunciada
agresión masiva contra Siria y después contra Irán; y/o una excusa valedera
para cerrar las fronteras y expulsar indeseables de la Unión Europea, u otras
medidas drásticas por el estilo.
Tampoco
puede omitirse el hecho que sin perjuicio de existir sectores fundamentalistas
en todas las religiones –y el islam no es la excepción, por cierto-, pese a
ello existen muchos indicios o pruebas concretas, que diversos grupos violentos
que sustentan premisas extremas islámicas (con prácticas como asesinatos
masivos de cristianos), serían en verdad creaciones de las agencias de
inteligencia de las citadas potencias colonialistas; grupos formados por
mercenarios y aventureros varios, armados y financiados desde el mismo
“occidente democrático y humanista” que los usa para las tareas sucias.
Turbio,
confuso y siniestro, es el real cuadro de situación, en torno a la violencia
brutal y desalmada desatada en Francia.
Por
supuesto, el tema permite realizar otros análisis.
Entre los
muchos confusos crónicos –y por cierto muy perjudiciales para nuestro país,
pues siembran odios y más caos conceptuales e ideológicos-, están por una
parte, los de la “progresía” fuera de foco, esos que Jauretche llamaba “los
mitro marxistas” (x), que desde “las izquierdas” siempre son funcionales a los
intereses antinacionales; y desde las supuestas antípodas, los “patrioteros de
bandera”, con los cerebros fritados y perforados por los cursos de la Escuela
de las Américas (xx) y otros similares, que en sus cerradas confusiones
mentales, se suelen proclamar “liberales nacionalistas” (¡brutal
contradicción!), y tozudamente, siguen reivindicando al perverso “proceso”
(xxx) de 1976 y otros esquemas goriloides (xxxx) similares.
Esos
mismos confusos crónicos usan y abusan de las muletillas de “izquierdas y
derechas”, ignorando o pretendiendo ignorar, que esas obtusas clasificaciones
dieciochescas –de la Revolución Francesa”-, operan como engañifas para
confundir incautos; siendo muy claro que lo que realmente importa, es verificar
quienes actúan en favor de los Intereses Nacionales, y quienes son simples
agentes, mercenarios o acomodaticios varios, al servicio de intereses foráneos.
Ese elemental concepto, con su acostumbrada maestría, lo definió Jauretche,
hace más de medio siglo.
Así como
los patrioteros de bandera, con años de “picadora de seso” operando en sus
obtusos razonamientos, terminan siendo simplemente buenos
ciudadanos…norteamericanos, añorantes de la “madre patria” anglosajona (pero
hinchan el pecho cantando el himno argentino, luego de operar en contra de los
Intereses Nacionales, sin darse cuenta siquiera); de la misma forma los mitro
marxistas (marxistas que se basan en la historia mitrista para analizar la realidad
argentina), y otros “progres” varios fuera de foco, son capaces de repetir
largas parrafadas de Marx o de Gramsci, y de citar ejemplos históricos de la
vieja Europa decimonónica, pero son por lo general totalmente incapaces de
entender la realidad nacional sin las anteojeras distorsivas de sus cerrados
preconceptos.
Ninguno
de esos confusos, entiende que los “socialistas”, laboristas y similares “de
izquierda” europeos son apenas un tinte levemente diferente del mismo tenor
neocolonialista, con el que siguen operando las tres potencias mencionadas, más
la Unión Europea como bloque y la OTAN como su siniestro brazo armado, presto
también para dar el zarpazo en nuestras latitudes sudamericanas.
Mientras
tanto, las muy generosamente financiadas ONGs ecologistas, indigenistas,
derecho humanistas, y similares, siguen preparando el terreno de la disolución
nacional, montándose sobre el engaño de sus campañas, más la ignorancia y la
ingenuidad de muchos de nuestros compatriotas; además de las complicidades de inescrupulosos
mercenarios del periodismo y del arribismo a cualquier costo de politiqueros de
muy baja estofa, que en deplorables acciones compiten por lograr favores y
apoyos de esos agentes de los intereses antinacionales.
(x)
Bartolomé Mitre, político, militar, ex presidente, periodista, historiador.
Agente de los intereses británicos en Argentina, tal como demuestra su
accionar. Fundador de una corriente histórica, el academicismo, que en base a
rebuscadas interpretaciones y versiones de dudoso o nulo fundamento, tergiversa
la historia argentina en una versión “edulcorada” y falaz, que ha sido
instrumento principalísimo de la colonización cultural pro británica en
Argentina. El marxismo vernáculo hace sus interpretaciones locales basado en la
historia mitrista.
(XX)
Institución norteamericana, de formación y adoctrinamiento (colonización
cultural) de los militares de Íbero América y El Caribe. Entre otros hechos,
impuso la perversa Doctrina de la Seguridad Nacional.
(xxx)
Proceso de Reorganización Nacional, autodenominación del gobierno
cívico-militar que usurpó el poder entre 1976 y 1983; de orientación
neoliberal, subordinado a los poderes financieros transnacionales, pro
oligárquico y marcadamente antinacional, que destrozó la economía y el tejido
social argentino.
(xxxx)
“Gorilas” es el apelativo de los golpistas de 1955 en Argentina, quienes
instigados, armados y provistos de logística británica, perpetraron el asalto
al poder, bajo orientación liberal, oligárquica, antiindustrialista y
sectariamente antipopular.
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