Ante la sucesión de
acontecimientos en el plano económico internacional, creemos oportuno poner al
alcance del lector en español la visión magistral que el analista ruso Dmitry
Kalinichenko expuso en un reciente artículo sobre la guerra económica que ha
estallado entre Rusia (y demás potencias del BRICS), y los EEUU (y sus
aliados).
Como se sabe, el petróleo ha caído por debajo de los 70
dólares el barril por primera vez desde junio de 2010. Solo el día de Acción de
Gracias en EEUU cayó un 6% en 24 horas. El precio del crudo se ha reducido más
del 25% en los últimos 50 días de negociación. La gente está contenta de que la
gasolina esté barata (sic), pero lo que está detrás es muy preocupante.
El portal Business Insider atribuyó la reciente caída en los precios del petróleo, entre otras cosas, a un exceso de oferta global. Pero esto es lo que la Reserva Federal quiere hacernos creer.
El portal Business Insider atribuyó la reciente caída en los precios del petróleo, entre otras cosas, a un exceso de oferta global. Pero esto es lo que la Reserva Federal quiere hacernos creer.
Acabando la Segunda Guerra Mundial, el petrodólar reemplazó
al modelo estándar de precios basados en el oro en EEUU. El problema es que,
actualmente, EEUU tiene una deuda aplastante, y el modelo estándar de precios
basados en el oro lo abandonó hace mucho tiempo.
Hasta hace muy poco, si una nación quería comprar crudo
tenía que comprar dólares a la Reserva Federal para completar la compra. Si se
produce una desestabilización, ya sea en el precio del petróleo o en el valor
del dólar, ambos se derrumban. Ante esto, los BRICS han hecho una gigantesca
inversión en oro bajo el liderazgo de Putin.
Hace dos años China inició la compra de petróleo iraní en
oro. India ha seguido el ejemplo, como también los rusos. Los días del
“petrodólar” están contados; por tanto, también el respaldo al dólar. Los BRICS
están negociando el oro entre ellos y todos van a abandonar el dólar a la vez.
Si la Reserva Federal se derrumba, el holocausto económico resultante hará que
EEUU sea una nación irreconocible dentro de poco tiempo. Y las más grandes fortunas
del país se irán por el retrete de un día para otro.
Es en este contexto donde se enmarca el texto de
Kalinichenko, comenzando por hacernos ver que las acusaciones occidentales
contra Putin tradicionalmente se centran en el hecho de que sirvió en el KGB. Y
añaden que es un hombre austero, autoritario y demás lindezas; muy del estilo
de los corruptos dirigentes occidentales, para los que Putin tiene la culpa de
todo. Sin embargo, curiosamente, nadie ha acusado a Putin de falta de
inteligencia. Cualquier ataque contra Putin suele ir acompañado de un
reconocimiento de su capacidad para el pensamiento analítico y para tomar de
inmediato decisiones políticas y económicas claras y ajustadas. Los medios de
comunicación occidentales a menudo comparan esto con la capacidad de Putin para
jugar a una especie de ajedrez relámpago. La evolución reciente de la
economía de EEUU -y Occidente en general- lleva a la conclusión de que, al
menos en esta parte del juicio sobre Putin, los medios occidentales tienen toda
la razón.
A pesar de la monserga triunfante de Fox News y CNN, hasta
la fecha, la economía de Occidente, liderada por EEUU, ha caído en la trampa de
Putin. La posibilidad de que Occidente salga de la actual crisis económica
estructural no se ve por ningún sitio. Y cuanto Occidente más está
tratando de escapar de esta trampa, menos remedios encuentra.
¿Qué es lo verdaderamente trágico de la situación de
Occidente y EEUU? ¿Y por qué todos los medios de comunicación occidentales
y los economistas occidentales silencian este aspecto, como si fuera un
importante secreto militar? Vamos a tratar de entender la esencia de los
acontecimientos en este momento desde el punto de vista de la economía, dejando
de lado los aspectos morales y la geopolítica, tal como los expone
Kalinichenko.
Después de darse cuenta de su fracaso en Ucrania, Occidente,
encabezado por EEUU, estableció el objetivo de destruir la economía rusa a
través de una caída de los precios del petróleo y, de paso, del gas, una de las
principales fuentes de ingresos del presupuesto de Rusia y la principal fuente
de reservas de oro.
La última vez que el gobierno de Reagan, junto al resto de
Occidente, redujo los precios del petróleo consiguieron sus objetivos y
provocaron el colapso de la URSS. Pero la historia ahora no se
repite. En este momento, Occidente tiene enfrente a Putin, un judoka y
jugador de ajedrez, que sabe utilizar las fuerzas del adversario para volverlas
en su contra y atacar con un costo mínimo de sus propias fuerzas y
recursos. La política real de Putin no se dirige a lo espectacular, sino a
la eficiencia. Muy pocas personas entienden lo que Putin está haciendo en este
momento. Y casi nadie sabe lo que va a hacer en el futuro.
Por mucho que pueda parecer extraño, la realidad es que
ahora Putin vende petróleo y gas rusos sólo a cambio de oro físico.
Putin no lo grita a voces a todo el mundo. Y, por
supuesto, sigue aceptando dólares como un medio provisional de pago. Pero
de inmediato cambia todos los ingresos de la venta de petróleo y gas en dólares
por oro físico. Para entender esto, basta con ver la dinámica de crecimiento en
la estructura de las reservas de oro de Rusia y comparar estos datos con los
ingresos en moneda rusos procedentes de las ventas de petróleo y gas para el
mismo período.
En el tercer trimestre del presente año, la compra de oro
físico por Rusia estaba en un máximo histórico, un nivel récord. En el
tercer trimestre de este año Rusia ha comprado la increíble cantidad de 55
toneladas de oro. ¡Esto es más que lo que han comprado (según cifras oficiales)
los bancos centrales de todo el mundo juntos!
En total, los bancos centrales de todo el mundo han comprado
en el tercer trimestre de 2014 93 toneladas del metal precioso. Fue el
decimoquinto trimestre consecutivo de las compras netas de oro de los bancos
centrales. De
las 93 toneladas de compras de oro de los bancos centrales de todo el mundo
durante este período, 55 toneladas se fueron a Rusia.
No hace mucho tiempo los expertos británicos llegaron a la
misma conclusión que se publicó hace unos años en un Dictamen del USGS. A
saber: Europa
no puede sobrevivir sin los suministros energéticos procedentes de Rusia. Lo
que traducido quiere decir: “El mundo no puede sobrevivir si el saldo de
la oferta energética mundial depende de los suministros de petróleo y gas de
Rusia.”
Por lo tanto, todo el orden económico mundial construido en
base a la hegemonía del petrodólar está en una situación
catastrófica. Como Occidente no puede sobrevivir sin los suministros de
petróleo y gas de Rusia, no puede evitar que el petróleo y gas de Rusia sea
vendido a Occidente solo a cambio de oro físico.
Y Rusia puede hacerlo debido a los precios actuales del oro,
presionado a la baja, por las buenas o por las malas, por el mismo Occidente.
Es decir, gracias a unos precios del oro que se han reducido artificialmente
por la FED para inflar artificialmente, a través de la manipulación del
mercado, el poder adquisitivo del dólar estadounidense. Dato interesante: La
supresión del departamento especial del Gobierno de los Estados Unidos – FSE
(Fondo de Estabilización Cambiaria) reduce los precios del oro, con el fin de
estabilizar el tipo de cambio del dólar estadounidense.
En el mundo financiero, se da por sentado el postulado de
que el oro es el anti-dólar.
- En 1971, el
presidente estadounidense Richard Nixon cerró la “ventana del oro”, poniendo
fin al cambio dólar-oro, garantizado desde el año 1944 en los acuerdos de
Bretton Woods.
- En 2014, el
presidente ruso, Vladimir Putin, abrió una “ventana del oro”, sin prestar
atención a lo que piensan y hablan de ello en Washington.
Ahora es Occidente quien tiene que realizar esfuerzos y
dedicar recursos para suprimir el cambio oro con petróleo para, de esta manera,
por un lado distorsionar la realidad económica existente a favor del dólar
estadounidense, y por otro, intentar destruir la economía rusa que se niega a
jugar el papel de vasallo obediente de Occidente.
En este momento, los activos como el oro y el petróleo se
debilitaron artificialmente y se encuentran excesivamente infravalorados frente
al dólar estadounidense. ¿Cuál es la consecuencia de ese enorme esfuerzo
económico por parte de Occidente? Pues que Putin vende recursos energéticos
rusos a cambio de los artificialmente reforzados dólares. Pero de
inmediato se compra oro, cuyo precio es artificialmente bajo frente al
dólar estadounidense ¡gracias a los mismos esfuerzos de Occidente!
Hay otro punto interesante en la partida de Putin. Es
el uranio que Rusia vende también en dólares. Por lo tanto, a cambio del
petróleo, el gas y el uranio de Rusia, Occidente paga dólares estadounidenses
-cuyo valor está inflado artificialmente frente al petróleo- y Rusia
compra oro, cuyo precio está reducido artificialmente por el mismo
Occidente. Putin utiliza el dólar sólo para cambiarlo por el oro físico
de Occidente.
Esto es, realmente,
una brillante táctica económica de Putin que pone a Occidente, encabezado por
los EEUU, en la posición de esa serpiente agresiva que se va devorando a sí
misma por su propia cola.
La idea de esta trampa económica contra Occidente
probablemente no ha sido de Putin. Lo más probable es que la idea haya
sido de su asesor sobre temas económicos, el académico Glaziev. Por
eso aparece Glaziev, funcionario del gobierno, junto con muchos hombres de
negocios rusos, incluido por Washington en las listas de sancionados por
Occidente. Para colmo, las ideas del académico Glaziev, brillantemente puestas
en práctica por Putin, cuentan con el apoyo total de sus colegas de la China de
Xi Jinping.
De particular interés en este contexto es la declaración de
noviembre de la primera vicepresidente del Banco Central de la Federación
de Rusia, Ksenia Yudaeva, que hizo hincapié en que el Banco Central de Rusia
puede utilizar el oro de sus reservas para pagar las importaciones si fuera
necesario. Obviamente, en términos de sanciones por parte del mundo
occidental, esta declaración va dirigida a los BRICS y especialmente a
China. Para China, la voluntad de Rusia de pagar bienes con oro occidental
es muy práctica. He aquí por qué:
China anunció recientemente su intención de aumentar sus
reservas de oro expresadas en dólares estadounidenses. Teniendo en cuenta el
creciente déficit comercial entre los EEUU y China (la actual diferencia es de
cinco veces en favor de China), esta declaración se traduce en el lenguaje
financiero como: “China deja de vender sus productos por dólares”. Y la
pregunta no es si China se niega literalmente a vender sus bienes por dólares
estadounidenses. China, por supuesto, seguirá aceptando dólares estadounidenses
como un medio provisional de pago por sus bienes. Pero, tomando dólares, China
inmediatamente buscará deshacerse de ellos y sustituir al dólar en la
estructura de sus reservas por oro por otra cosa. Lo contrario carece de
sentido para las autoridades monetarias de la República Popular China”. Es
decir, China no va a comprar más de lo recaudado en dólares con el comercio con
cualquier país.
Por lo tanto, China reemplazará todos los dólares que iba a
recibir por sus productos no sólo de los EEUU sino también, en general, de todo
el mundo por otra cosa, “no aumentar sus reservas de oro expresadas en dólares
estadounidenses.” Y aquí surge la pregunta más interesante: ¿con qué piensa
China reemplazar sus excedentes en dólares? ¿En qué tipo de moneda o activo? El
análisis
de la actual política monetaria de China muestra que lo más probable es que
los dólares provenientes del comercio, o una parte significativa de ellos, China
los reemplazará -y, de hecho, ya
lo está haciendo- por oro.
Recientemente, en los medios han
aparecido noticias que van en la dirección expuesta. Aprovechando la caída del
precio del oro en el mercado mundial, el Banco Popular de China podría haber
comprado grandes cantidades de este metal en un intento de diversificar sus reservas,
sugieren expertos.
El Banco Popular de China asegura que las reservas de oro de
la nación se sitúan en las 1.054 toneladas. Sin embargo, diversos analistas
aseguran que el gigante asiático está comprando oro clandestinamente. Uno de
ellos es Alasdair Macleod, columnista del sitio web Gold Money.
En su opinión, la demanda de oro en China alcanzó en 2013 las 4.843
toneladas, casi cuatro veces la cantidad contabilizada oficialmente por la
Asociación China del Oro.
Por su parte, el analista Koos Jansen subraya que la
cantidad oficial de 1.054 toneladas de oro es una gran subestimación, como
recoge el portal Want China Times. A su juicio, China se ha propuesto
dominar el mercado aurífero y lo está logrando, sobre todo, gracias a
los bancos centrales occidentales. Asimismo, indica que el país asiático
ha importado entre 8.000 y 9.000 toneladas de oro desde 1995. Si esta
cantidad se hubiera puesto bajo custodia del Banco Popular de China, la cifra
oficial de reservas de oro de China estaría al mismo nivel que la
de EEUU, agrega.
En este aspecto, las relaciones ruso-chinas son
extremadamente buenas tanto para Moscú como para Pekín. Rusia compra
bienes directamente de China con oro a su precio actual. Y China compra
energía rusa con oro a su precio actual. En esta complicidad ruso-china
están los productos chinos, la energía de Rusia, y el oro como medio de
pago. Fuera de esta complicidad se ha quedado un actor: el dólar
estadounidense, debido a que el dólar no es más que un instrumento financiero intermedio
y entre los dos socios han decidido excluirlo.
El énfasis en el término “oro físico” se hace porque, a
cambio de su energía, Rusia retira de Occidente oro, pero sólo en la forma de
oro físico, en lugar de oro-papel. También lo hace China, retirando de
Occidente oro físico como medio de pago para la entrega de sus productos.
Occidente esperaba que Rusia y China aceptarán como pago por
su energía y todo tipo de bienes el llamado shitcoin (“oro papel”), pero Rusia
y China no lo han aceptado como un medio de pago final y sólo están interesados
en el oro físico.
Con la aplicación del mecanismo de retirada activa de oro
artificialmente bajo en el mercado de Occidente, a cambio de otro activo
financiero artificialmente alto (dólares estadounidenses), Putin ha iniciado la
cuenta atrás de la hegemonía mundial del petrodólar. Por lo tanto, Putin está
poniendo a Occidente contra las cuerdas dentro de cualquier perspectiva
económica positiva. Occidente puede dedicar sus esfuerzos y recursos para
aumentar artificialmente el poder adquisitivo del dólar, bajar los precios del
petróleo y reducir artificialmente la capacidad de compra de oro. El problema
para Occidente es que las existencias de oro físico a su disposición no son
ilimitadas. Por lo tanto, cuanto más devalúa el petróleo y el oro frente
al dólar estadounidense, más rápidamente pierde el oro de sus reservas, que no
es infinito. En la brillante partida económica de Putin, las reservas de
oro físico de Occidente están fluyendo rápidamente hacia Rusia, China, Brasil,
Kazajstán y la India -los países BRICS-. A partir de ahora, Occidente
simplemente no tendrá tiempo para hacer nada contra la Rusia de Putin mientras
colapsa el petrodólar a nivel mundial. En el ajedrez, la situación en la
que Putin ha puesto al Occidente liderado por los EEUU es llamada “el apuro del
tiempo.”
El mundo occidental nunca se había enfrentado al tipo de
eventos y fenómenos económicos que están sucediendo en estos
momentos. Rusia, con la caída de los precios del petróleo, compra rápidamente
oro. Así, Rusia se ha convertido en una amenaza real para la existencia
del modelo americano de dominación mundial por medio del petrodólar.
El principio más importante del modelo del petrodólar, que
ha permitido a los países occidentales liderados por EEUU vivir a costa del
trabajo y de los recursos de otros países y pueblos, se basa en el FOMIN
(sistema monetario mundial) en el que domina el papel moneda de los
EEUU. El papel del dólar es que es el último medio de pago. Esto
significa que la moneda nacional de los EEUU es el último depósito de activos,
que puede cambiarse por cualquier otro activo. Lo que ahora están haciendo
los países BRICS, encabezados por Rusia y China, es en realidad cambiar el
papel del dólar en el sistema monetario mundial. De ser el medio
definitivo de pago y de acumulación de activos, la moneda nacional de los EEUU,
debido a las acciones conjuntas de Moscú y Pekín, se convierte en sólo un
simple medio de intercambio de pago. Debe usarse sólo como medio de pago para
el intercambio por otra cosa y, de hecho, el activo financiero final es el oro.
Por lo tanto, el dólar se ve privado de su papel como medio final de pago y
acumulación de activos, eliminando así el poder que tenía hasta ahora en
la economía mundial.
Tradicionalmente, Occidente ha utilizado dos formas de
eliminar las amenazas al modelo hegemónico del petrodólar en el mundo y, por
tanto, mantener así un privilegio exorbitante para Occidente.
Uno de estos métodos ha sido alentar, promover y financiar
las llamadas “revoluciones de colores”. El segundo método que aplica por
lo general Occidente, si no funciona el primero, es la agresión militar.
Pero en el caso de Rusia, ambos métodos son para Occidente
imposibles o inaceptables.
Porque, para empezar, la población de Rusia, a diferencia de
la de muchos otros países, se ha negado sistemáticamente a intercambiar su
libertad y el futuro de sus hijos, por los abalorios del oeste que se puedan
obtener en ese momento. Esto se hace evidente en la popularidad récord de
Putin, señalada regularmente por los medios de Occidente. El opositor a
Putin protegido por Washington, Navalny, amigo personal del senador McCain, es
percibido por el 98% de la población rusa únicamente como un vasallo de
Washington y un traidor a los intereses nacionales de Rusia. Por lo tanto,
cualquier revolución de color en Rusia, más aún tras las últimas decisiones
legislativas, sería un fracaso seguro para los belicistas occidentales.
En cuanto a la segunda forma tradicional de Occidente, la
agresión militar directa, Rusia ciertamente no es Yugoslavia, ni Irak, ni
Libia. Cualquier operación militar no nuclear contra Rusia, en el
territorio de la propia Rusia, está condenada a una derrota aplastante. Y
los generales del Pentágono, en el ejercicio de su liderazgo real de las
fuerzas de la OTAN, son muy conscientes de esto. Del mismo modo, no hay
perspectivas de una guerra nuclear contra Rusia, incluyendo el concepto del
llamado “ataque nuclear preventivo”. La OTAN simplemente no ve
técnicamente posible dar un golpe tal que desarmara completamente el potencial
nuclear de Rusia en sus múltiples formas. La represalia nuclear masiva que
seguiría contra las potencias enemigas agresoras hace esta opción
inasumible. Y su capacidad total sería suficiente para asegurar que los
sobrevivientes envidiarían a los muertos. Es decir, un intercambio nuclear
con un país como Rusia es, en principio, inútil para hacer frente a los
problemas de colapso mundial del petrodólar.
Los economistas occidentales sin duda son conscientes de la
profundidad de la tragedia y lo desesperado de la situación a causa de la
trampa económica de Putin con el oro. En efecto, desde los tiempos de los
acuerdos de Bretton Woods, la regla de oro (nunca mejor dicho) de la economía
era: “Quien tiene más oro, establece las reglas.” Pero sobre esto en
Occidente todo el mundo guarda silencio. Silencio…porque no se sabe cómo
encontrar una salida a esta situación.
Y también porque, tal vez, si se le explica a la opinión
pública en detalle el desastre económico en curso, la gente se puede preguntar
si es necesario mantener a los partidarios de la hegemonía mundial de los
petrodólares.
Por tanto:
- ¿Cuánto tiempo podrá mantener Occidente la compra de
petróleo y gas de Rusia a cambio de oro físico?
- ¿Y qué pasará con el petrodólar estadounidense después de
que Occidente necesite oro físico para pagar por el petróleo ruso, el gas y el
uranio, así como para pagar por los productos chinos?
La respuesta a estas preguntas, aparentemente simples, nadie
las puede contestar hoy en día en Occidente. Y esto se llama jaque mate,
camaradas.
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