¡Y DALE
CON LA BURRA AL TRIGO!
enero 27,
2015
27 de
enero y como todos los años, los medios de comunicación masivos, dale que dale
con el día internacional del “Holocausto”, en especial éste año por su
septuagésimo aniversario oficial. “¡Nunca olvidar! ¡Nunca perdonar! ¡Nunca
más!”
¿Cuál es
la singularidad del “Holocausto” o del pueblo judío?
¿Por qué
sólo hay memoria para ellos?
Dicen que
es único el así llamado “Holocausto” -palabra con una connotación ritual y
religiosa que lo particulariza aún más-, por su magnitud, premeditación y
sistematización particular contra un grupo humano específico, pero, ¿y la
premeditación racista del exterminio genocida de los aborígenes australianos y
de los tasmanos por parte de los ingleses? O el de los indígenas de América del
Norte por los estadounidenses, confinados hasta el día de hoy en esos campos de
concentración llamados reservas, o el armenio con la peor de las sistematizaciones
contra ese grupo étnico específico por parte de los turcos. Recordemos que en
Turquía se enseña de la existencia de una supuesta conspiración armenia
internacional contra los turcos para así justificar las casi dos millones de
víctimas armenias (cifras conocidas, por lo general menores a las reales) entre
1915 y 1923 a manos del gobierno turco. Y si hablamos de cifras, millones de
europeos –muchos más que seis- fueron esclavizados y masacrados por su origen y
religión por los turcos a lo largo de casi un milenio en su hostilización
permanente del sur-este de ese continente. Los ingleses se llevan una corona de
huesos con los millones de irlandeses que mataron de una forma u otra –desde el
trabajo forzado hasta la muerte, pasando por las hambrunas dirigidas- , y si
hablamos de campos de concentración, recordemos que fue la crueldad británica
la que los inventó e implementó en tiempos modernos (1898-1903), y no contra
otras razas distantes, sino contra los Boers, sus primos hermanos germánicos,
descendientes de holandeses en Sudáfrica. Por sólo poner ejemplos. Ni siquiera
hablemos del genocidio ucraniano llevado a cabo por la Unión Soviética en la
década de 1930 o de los millones de alemanes muertos después de la guerra en
los campos de concentración aliados y en los gulags soviéticos, con bastante
premeditación, sistematización, alevosía y ventaja, por cierto. Mucho menos
recordemos a las víctimas palestinas de la ocupación israelí en sus tierras en
estas siete últimas décadas.
¿Y la
memoria para ellos? ¿Dónde está el día internacional del genocidio armenio,
dónde el del genocidio tasmano, dónde el del genocidio irlandés o del genocidio
bóer? ¿Dónde el del genocidio alemán? ¿Dónde el del genocidio ucraniano?
No hubo
ejército soviético ni ejército aliado de “liberación” que fuera al rescate
desesperado de esas víctimas, ni autoproclamados tribunales de justicia
internacionales para castigar a los victimarios. Tampoco hay culpabilidad
británica o soviética, ni traumas colectivos, ni carga histórica en esos países
(o sus continuadores) por todo el mal que han hecho en los cuatro rincones de
la tierra.
Al
parecer hay memoria histórica clase a, clase b, clase c y clase oc, oc por
olvido controlado. Olvido controlado e historia impuesta. El “Holocausto”, por
supuesto, es clase a. Ergo, todos somos iguales, aunque unos acaban siendo más
iguales que otros.
Los que
se quejan de los borregos locales, deberían también acordarse de la gran
borregada que adora estos dogmas oficiales establecidos a nivel internacional.
En la
imagen: ¿Un niño judío en un campo de exterminio alemán? No, en la fotografía
vemos a una niña bóer, Lizzie van Zyl, en un campo de concentración británico
en Sudáfrica que muere famélica por inanición.
“She was
a frail, weak little child in desperate need of good care. Yet, because her
mother was one of the “undesirables” due to the fact that her father neither
surrendered nor betrayed his people, Lizzie was placed on the lowest rations
and so perished with hunger that, after a month in the camp, she was
transferred to the new small hospital. Here she was treated harshly. The
English disposed doctor and his nurses did not understand her language and, as
she could not speak English, labeled her an idiot although she was mentally fit
and normal. One day she dejectedly started calling for her mother, when a Mrs
Botha walked over to her to console her. She was just telling the child that
she would soon see her mother again, when she was brusquely interrupted by one
of the nurses who told her not to interfere with the child as she was a
nuisance”. -Cita de
Stemme uit die Verlede (“Voces del pasado”) – una colección de declaraciones
juradas de las mujeres que fueron detenidas en los campos de concentración
durante la Segunda Guerra de los Boers (1899-1902).
¿Cuándo
has visto esta foto en algún medio masivo en tu vida? ¿Cuándo se han recreado
estos episodios negros de la humanidad por Hollywood? ¿CUÁNDO?
¿Dónde
está la verdad y la memoria histórica?
En los
medios de comunicación masivos seguro que no.
Y si vas
a comentar, recuerda que haber visto películas y documentales de Hollywood
sobre la Segunda Guerra Mundial y sobre el “Holocausto” no te da ningún tipo de
autoridad para expresarte sobre ese período.
Piensa,
por favor piensa.
Simpliciter Francisco
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