Francisco I elogia a los judíos por mantener su fe
pese al holocausto y reafirma al judaísmo como la “raíz sagrada” del
cristianismo
El Papa Francisco I elogió a los
judíos por mantener su fe a pesar del holocausto y otras “pruebas terribles” a
lo largo de la historia y reafirmó al judaísmo como la “raíz sagrada” del
cristianismo.
Francisco I hizo estas declaraciones en una carta
abierta a Eugenio Scalfari, ateo y editor fundador del periódico liberal La
Repubblica.
La carta del Papa, publicada en la primera plana de
La Repubblica del miércoles, se produjo en respuesta a los editoriales de este
verano escritos por Scalfari, que habían sido dirigidos directamente al
Pontífice y que trataban sobre cuestiones de fe y religión.
En su respuesta a Scalfari, el Papa defendió la
necesidad de un diálogo abierto con los no creyentes, que consideró “justo,
adecuado y precioso”.
El Papa también respondió a la pregunta de
Scalfari: “¿Qué debemos decir a nuestros hermanos judíos acerca de la promesa
hecha a ellos por Dios y que se ha quedado en nada?”. “Créeme”, escribió el
Papa, “ésta es una pregunta que nos desafía radicalmente como cristianos, ya
que, con la ayuda de Dios, especialmente desde el Concilio Vaticano II, se ha
vuelto a descubrir que los judíos siguen siendo para nosotros la raíz santa de
que germinó Jesús”.
El Papa dijo que, sobre todo a través de sus
estrechos vínculos con los judíos en su Argentina natal, tenía a menudo en la
oración “también la cuestión a Dios, sobre todo cuando se quedó en la memoria
de mi mente la terrible experiencia de la Shoah”.
Y agregó: “Lo que puedo decirle a usted es que la
fidelidad de Dios a la estrecha alianza con Israel nunca falló y que, a través
de las pruebas terribles de esto siglos, los judíos han mantenido su fe a Dios.
Por este motivo nunca les estaremos suficientemente agradecidos por parte no solo
de la iglesia sino también de la humanidad”.
Francisco opinó asimismo que los judíos sirvieron
como ejemplo para los cristianos. “Precisamente por la perseverancia en la fe
del Dios de la Alianza, llamaron a todos, también a nosotros los cristianos, al
hecho de que siempre estamos a la espera, como peregrinos, para el regreso del
Señor y, por lo tanto, que debemos siempre estar abierto a Él y nunca
refugiarnos en lo que ya hemos alcanzado”.
También dijo que “un cristiano no puede ser un
antisemita”, y que “para ser un buen cristiano es necesario entender la
historia y las tradiciones judías”.
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