- Frío extremo en el hemisferio norte.
- Altas temperaturas y lluvias en el hemisferio sur
- Congelamiento Ártico
- Descongelamiento Antártico
... y la energía preponderante en las ciudades es con gas, keroseno, petroleo, o turbinas de agua.
¿El hombre volverá a la caverna y el fuego para mendigar a quienes posean energías alternativas?
Rubén
Alonso Herrera
© Desconocido |
El planeta entró ya a una nueva y moderada: "era de hielo" los efectos se ven en algunos países en este invierno.
Los investigadores rusos Vladímir Bashkin y Raúf Galiulin descartan la influencia antropogénica sobre el actual clima mundial, explicando los cambios en él; con la existencia de varios ciclos de la actividad solar.
El término antropogénico se refiere a los efectos que son el resultado de actividades humanas a diferencia de los que tienen causas naturales sin influencia humana. Normalmente se usa para describir contaminaciones ambientales en forma de desechos químicos o biológicos como consecuencia de las actividades económicas, tales como la producción de dióxido de carbono por consumo de combustibles fósiles.
Para ellos, las frecuentes declaraciones de Occidente acerca del calentamiento global son, en cierta medida, una exageración intencional, ya que "si llega el calentamiento global, entonces, la necesidad de combustibles tradicionales - petróleo, carbón y, especialmente, gas natural, exportado, en particular, desde Rusia- debe reducirse, y, por lo tanto, el precio de esta fuente de energía debe ser más bajo de lo que es ahora", opinan los científicos.
Asimismo, afirman que la Humanidad está ahora en el comienzo de un nuevo periodo del enfriamiento global, que está relacionado con la futura caída de la actividad solar.
"La pequeña Edad de Hielo" se iniciará en 2014 y llegará a su pico de temperaturas mínimas a mediados del siglo", informan los investigadores rusos.
"Primeramente la reducción de la temperatura será muy lenta, y, pasadas unas décadas, más activa", añaden.
Declaraciones similares fueron hechas el año pasado por el jefe del sector de investigaciones espaciales del Observatorio de Pulkovo de la Academia de Ciencias de Rusia, el doctor honorario Jabibulá Abdusamátov, que indicó que la temperatura comenzará a bajar a partir del 2014 hasta llegar a su pico en 2055.
Asimismo, advirtió que "el descenso de temperatura afectará a muchos, a casi todos", y destacó que "como ocurre a menudo, primero se habla de que todo esto es absurdo, que no es ciencia, que esto no puede ser, pero después resulta que algo al fin y al cabo tiene lugar".
Nevadas atípicas y
temperaturas bajo cero azotan el sur de EE.UU
Temperaturas por debajo de los cero grados centígrados, nevadas atípicas
y congelamientos de transitadas autopistas causan este miércoles caos en varias
ciudades del sur de Estados Unidos, una región donde es inusual este tipo de
fenómenos en el invierno.
El evento que azota la región desde el sur de Texas hacia el este,
Louisiana, Missisipi, Alabama, Georgia, Florida y Carolina del Norte y del Sur,
no ha dejado víctimas fatales o damnificados pero ha causado embotellamientos
monumentales al congelar las vías desde la tarde del martes hasta este
miércoles.
En Atlanta, la metrópolis del sureño estado de Georgia, sus habitantes
afrontaban los 10 grados bajo cero y el colapso de sus inmensas
autopistas donde los quitanieves no daban a basto en plena hora de inicio de
jornada laboral, informó la cadena de televisión local WSBTV 2 Atlanta.
Tanto en Georgia, zonas de Luisiana, Alabama y en Carolina del Norte y
del Sur las escuelas permanecerían cerradas. Muchos estudiantes se refugiaron
con sus maestros en gimnasios de escuelas y conductores abandonaron sus autos a
lo largo de la carretera para buscar albergue en iglesias, estaciones de
bomberos y hasta en supermercados.
En el norte de Florida, otro de los estados del sur donde son inusuales
las nevadas, las autoridades del condado de Escambia en Pensacola, pidieron a
la población que todos aquellos vehículos que no fueran de emergencia se
abstuvieran de salir a la vía pública.
Esta rara tormenta de nieve y frío que afectó partes de sureste y los
estados del Golfo desde el martes “llegará a su fin el miércoles en la tarde”,
aunque las temperaturas bajas continuarán hacia finales de la semana, advirtió
el Servicio Nacional de Meteorología.
Estadounidenses indignados por falta de previsiones
Residentes se dijeron indignados de que no se tomaran mayores
precauciones en escuelas y que no se cerraran a tiempo otras instalaciones.
Pero las autoridades señalaron que los pronósticos del clima indicaban que no
habría más que una ventisca de nieve y hasta la mañana del martes no se supo
que el diagnóstico estaba equivocado.
Los gobernantes de Georgia parecían conscientes de la molestia del
público y trataron de mitigarla. El alcalde de Atlanta, Kasim Reed, señaló este
miércoles en su cuenta de Twitter que las cuadrillas de emergencia trabajaban
rápidamente para esparcir sal y arena en las calles.
“Sabemos que quieren llegar a casa y trabajaremos todo el día para que
puedan volver con seguridad”, agregó el burgomaestre quien veinte horas antes,
en un mensaje en la misma red, dijo “Atlanta, estamos listos para la nieve”.
Si hubo algo positivo, fue que el frío sacó a la superficie la cortesía
y amabilidad sureña, cuando la gente abrió sus puertas a extraños para
protegerlos del frío, voluntarios sirvieron café a los atascados en el tráfico
y directores de escuela jugaron bingo con alumnos varados en las escuelas.
El clima de la Antártida se
cuece en el norte del Atlántico
El hielo marino en el continente blanco se
redistribuye y aumenta ligeramente
Alicia
Rivera Madrid 28 ENE 2014
Un
glaciar en la Antártida, fotografiado desde un helicóptero a 30 metros de
altura. / Xichen Li
La
península Antártica, la zona donde está una buena parte de las bases
científicas, incluidas las dos españolas, es la región del planeta que ha
sufrido ya el mayor calentamiento debido al cambio climático. No está claro por
qué. Tampoco tiene una buena explicación el hecho de que, mientras que en el
Ártico se ha reducido el hielo estival en un 30% desde finales de los años
setenta, en el otro lado del planeta, el hielo oceánico se redistribuye,
aumenta en unos sitios y disminuye en otro, con un saldo ligeramente positivo,
es decir, que está creciendo el hielo marino allí. “Esto parece paradójico en
un proceso de calentamiento climático y se ha utilizado a menudo para
cuestionar la perspectiva ampliamente aceptada de que el cambio climático
actual tiene un origen fundamentalmente antropogénico”, señala John King,
experto del Servicio Antártico Británico (BAS en sus siglas
en inglés). Pero ahora parece que esa paradoja se esclarece con una
investigación que desvela una relación causal entre las anomalías de
temperatura en el Atlántico Norte y tropical y los efectos del calentamiento
del continente blanco, tanto en la redistribución del hielo como en el notable
aumento de las temperaturas invernales (junio, julio y agosto) en la península
Antártica, con un incremento de la temperatura de 5,6 grados centígrados en el
último medio siglo.
Variación
de la cubierta de hielo marino en la Antártida calculada en porcentajes de
extensión por década (1979 y 2012): el hielo aumenta en las zonas marcadas en
rojo (este y oeste) y disminuye en las azules. / National Snow and Ice Data
Center (Boulder EE UU) / BAS
Se había
identificado ya la influencia de los cambios en el Pacífico sobre el clima
antártico en el verano austral, junto con el aumento de la concentración de
gases de efecto invernadero en la atmósfera y el adelgazamiento de la capa de
ozono. Pero esa influencia no era suficiente para explicar las alteraciones
registradas en invierno, como la redistribución de los hielos, por la que su disminución
en el mar de Bellinshausen se compensa con la crecida en el mar de Ross
occidental. “Nuestro hallazgo revela una fuerza desconocida —y sorprendente—
del cambio climático que está actuando en el hemisferio Sur: el océano
Atlantico”, señalan Xichen Li (científico de la Universidad de Nueva York)
y sus colegas, que han presentado esta investigación en
el último número de la revista Nature. “Es más, el estudio
confirma que el calentamiento en una región puede tener efectos de largo
alcance en otra”.
Este
equipo ha descubierto que la variabilidad de la temperatura del agua en el
Atlántico Norte y tropical correlaciona claramente con cambios de presión al
nivel del mar en zonas antárticas, lo que influye en el comportamiento de
hielo, señala el Comité Científico de Investigación Antártica (SCAR),
órgano asesor del Tratado de la Antártida.
El hielo
se funde por el calentamiento y forma una catarata sobre el océano en la
Antártida. / Xichen Li
Pero Xichen
Li y sus colegas no se han parado en esa correlación, sino que han comprobado
el efecto con modelos climáticos en ordenador verificando que generan los
cambios observados en el continente blanco desencadenados por la variabilidad
en el Atlántico, y no a la inversa. “Con este estudio hemos visto cómo se
redistribuye el hielo Antártico y, además, hemos descubierto que los mecanismos
que lo controlan son completamente diferentes de los del Ártico”, señala David
M. Holland, uno de los investigadores del equipo.
Las anomalías de los hielos se deben a las variaciones de los vientos
asociadas con los cambios en los patrones de presión atmosférica alrededor de
la Antártida, señala King en su comentario acerca del trabajo de los
investigadores de la Universidad de Nueva York. Y esos cambios están conectados
con las anomalías de temperatura en el Pacífico tropical, donde se originan
fenómenos atmosféricos que se propagan hasta las altas altitudes australes. Así
se puede explicar la variabilidad interanual del hielo marino antártico en el
verano austral.
A largo
plazo y durante la estación invernal, los efectos del Pacífico no son
aparentes, pero sí que se manifiestan los del Atlántico, que influyen en los
vientos anómalos meridionales y de ahí su efecto en el continente blanco. El
calor en el Atlántico tropical genera cadenas de ondas atmosféricas que se
propagan por el globo en dos semanas y terminan por provocar las bajas
presiones sobre el Mar de Amundsen, señalan Xichen Li y sus colegas en su
artículo en Nature.
“El hielo
marino es uno de los mayores retos a la hora de modelizar el sistema
terrestre”, recuerda King. “Su tasa de formación o fusión está controlada por
pequeñas diferencias entre grandes flujos de calor de la atmósfera y el océano,
y su distribución esta fuertemente influida por los vientos y las corrientes
marinas”, concluye.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario