Por Juan Carlos Quiroga
No sorprende de ninguna forma la orientación en el
discurso. El aturdimiento ciudadano está minuciosamente enquistado en su propia
educación, no podemos ver lo que no reconocemos.
Todos hablan de “buitres”, y está ave llega solamente a
los cadáveres, es carroñera no caza. La simbología subliminal cuando se hace
referencia a los cobradores de bonos, es por lo tanto que el país deudor es una
osamenta. ¿Esto es así verdaderamente?
Cuando la comparación más aproximada sería “comadreja”,
ya que esté alimaña se dedica a robar comida de graneros repletos o granjas productivas.
Aquí es bueno recordar dos frases, que hoy son más vigentes
que nunca:
“La
América del Sud está habitada por pueblos pobres que habitan suelos ricos”.
Don Juan Bautista
Alberdi, 1875 “Estudios Económicos. Interpretación Económica de la
Historia Argentina y Sud América”, página 43.
“Los
habitantes de Suramérica son mendigos en tronos de oro”.
Alexander von Humboldt, edición
de sus Viajes en The Humboldt Digital Library.
Sumemos a este discurso la
sugerencia adicional de poner el pañuelo de “Madres de Plaza de Mayo” como
símbolo patrio. Un estandarte de llanto y pérdida, de recuerdo de muerte y
sufrimiento, que sumado a la sensación funeraria de la economía, aplasta
cualquier posibilidad de optimismo.
Esto prepara a la masa del pueblo
para aceptar la desesperación y la angustia, sin posibilidades de salida
alguna. Entonces cualquier propuesta externa es aceptada ante la imposición de
un panorama tan desolador.
Lo destacable de todo es que la
palabra “Buitre” es propalada por periodistas, políticos, economistas,
gobernantes, letrados, y por último se suma el común de la gente, que sigue a
la mayoría. Entre los primeros se entiende que todos son universitarios, o sea
gente educada con niveles de conocimiento general y amplio, que quizás puedan
eximirse de tendenciosos, porque responden a la misma educación autóctona.
¿Entre ellos alguno se dará
cuenta de este efecto? Entonces: ¿Por qué el silencio?
Quizás porque el país tiene una
riqueza inexplorada y potencialmente latente. Las minas de LITIO de Argentina
son explotadas para llevar el material crudo a oriente donde es procesado para
su uso en baterías, y luego aquí mismo se importa para el “ensamblaje” de baterías,
hoy todos los dispositivos electrónicos usan baterías de LITIO.
¿Por qué no hay una planta
procesadora de LITIO aquí?
Un paralelismo a esto, puede
aplicarse al extremismo de inversiones millonarias en satélites y armamento de
aviación obsoleto, contra la desinversión en educación y suministro básico de
agua en vastas regiones del país.
La mediocre educación en general, obstaculiza al
individuo común de poder percibir un horizonte más amplio de perspectivas de
crecimiento personal y/o comunitario.
Al igual que cada central nuclear puede ser un crisol de
innovaciones científicas al mismo tiempo que es proveedora de energía. El
ámbito atómico promueve la experimentación de nuevos materiales y tecnologías.
Inversiones que aquí estuvieron estancadas durante décadas.
Las pocas mentes brillantes y jóvenes que emergen de
nuestras universidades son atrapadas en las redes extranjeras de becas y
concursos interuniversitarios, para trabajar en proyectos de otros países.
¿Tan bien educados estamos en esta sumisión, que la
aceptamos como un premio?
Comadreja overa |
No nos damos cuenta que el mismo que dejo de invertir en
ferrocarriles provocando un detraimiento irreversible, es el que hoy levanta la
bandera de su levantamiento, el que ahora a costa de millonarias inversiones
que suenan más a una estafa, propone un transporte de carga y pasajeros más
barato, poniéndose en contra al transporte rutero que en su momento beneficio para
sus propios planes pasados, hasta hoy inexplicables (¿O, no?), con una total
mirada impune.
Hasta aquí entonces me quedó claro el porqué del uso de términos
y símbolos.
Lo que no me quedo claro es de donde proceden las
comadrejas.
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