Dilma propuso "un gran pacto nacional para mejorar los servicios públicos"
Dilma Rousseff difundió un mensaje grabado de 10
minutos a todos los brasileros, a través de una muy infrecuente cadena
nacional: "Voy a recibir a los líderes de las manifestaciones pacíficas,
de sindicatos y asociaciones populares, pues precisamos de todas sus
contribuciones, reflexiones y experiencias", y tendió hoy una mano a los
"indignados" del país. Al final de una jornada en que las protestas
perdieron fuerza, Rouseeff reiteró su "enérgica condena" a la violencia
que ha habido en algunas de las protestas. Ella se refirió de forma
puntual a varias de las causas del malestar, que pasan por la pésima
calidad de los servicios públicos, la salud y la educación, la
corrupción y el gasto público en la Copa Confederaciones. También
reiteró el carácter "democrático" de las protestas, aunque volvió a
condenar de forma enérgica el vandalismo que hubo en muchas de las
manifestaciones, que atribuyó a una "minoría" que "ni el Gobierno ni la
sociedad pueden aceptar" y que "no puede manchar" el "verdadero deseo de
cambio" expresado en las calles.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha anunciado medidas sociales
en respuesta a las protestas que ocupan las calles de Brasil en las
últimas semanas. Entre ellas, "un gran pacto nacional con alcaldes y
gobernadores para mejorar los servicios públicos".
Si bien muchas de esas medidas ya habían sido anunciadas o
apuntadas en anteriores comparecencias, el anuncio es un claro mensaje
de presión hacia los grupos políticos del Congreso nacional que tantas
veces vetan los proyectos. "Espero poder aprobar estos proyectos en el
Congreso", dijo.
Dilma se refirió a la educación pública, asegurando que dedicará "el 100% de los beneficios del petróleo" a ese objetivo.
En lo que respecta a salud pública, reiteró la "llegada inmediata
de millares de médicos para mejorar el Sistema Único de Salud".
Y en cuanto al transporte público, anunció un Plan Nacional para
mejorar sus prestaciones y equiparar los precios a un nivel asequible.
En cuanto a los gastos con respecto a los megaeventos (Copa de las
Confederaciones, Copa del Mundo y Juegos Olímpicos), la Presidenta quitó
responsabilidad a su Administración. "Nunca permitiría que el dinero
saliera de las arcas federales y no fuera a sanidad y educación. Son las
empresas privadas que explotan esos beneficios quienes invierten en
estadios e infraestructuras" para los megaeventos.
Sobre el aumento de tarifas de transporte público, que puso al
descubierto el malestar social, recordó que las manifestaciones lograron
que el alza sea derogada y dijo que discutirá con los "indignados", con
autoridades del Parlamento, del Poder Judicial, con gobernadores y
alcaldes, la elaboración de un "plan nacional de movilidad urbana".
En relación a la salud, insistió en que su Gobierno se apresta a
"traer de inmediato a millares de médicos del exterior para ampliar la
atención", lo cual es rechazado por los colegios profesionales del país.
También dijo que insistirá ante el Congreso en la aprobación de una
propuesta que plantea que el 100 por ciento de las regalías que generen
las riquezas petroleras atesoradas en aguas profundas del Atlántico se
destinen a la educación.
Rousseff reafirmó su decisión de que la corrupción sea combatida
con el mayor rigor y también se pronunció en favor de una reforma
política que "permita a los ciudadanos fiscalizar mejor a todos sus
gobernantes".
No obstante, rechazó la condena que las manifestaciones han hecho a todas las formas de política tradicional y a los partidos.
Aunque admitió que la política debe ser "oxigenada", advirtió de
que "ningún país puede prescindir de partidos ni del voto popular".
Rousseff afirmó que es "la presidenta de todos, los que se
manifiestan y los que no", e indicó que el "mensaje de cambio" que
"viene de las calles es directo" y está dirigido a cada uno de los
responsables por la conducción del país.
El pronunciamiento de la mandataria siguió a un anuncio hecho por
el Movimento do Passe Livre, de Sao Paulo, que inició las protestas en
contra del alza del transporte y que hoy decidió poner fin a las
manifestaciones.
Los líderes de Passe Livre explicaron que el "primer objetivo", que era la derogación del aumento, fue "alcanzado".
Pero también dijeron que detectaron que en las marchas se han "infiltrado" grupos ajenos a sus intenciones.
"Consideramos que grupos conservadores se infiltraron en los actos
para defender propuestas que no nos representan", dijo Rafael Siqueira,
portavoz de Passe Livre, quien explicó que surgieron grupos que
defienden la penalización del aborto o la reducción de la edad de
responsabilidad penal, a las que el movimiento se opone.
Aún así, el viernes 21/06 todavía resistían algunos pequeños focos
de protesta en varias ciudades, entre las que se contaban Río de Janeiro
y Sao Paulo.
En Río de Janeiro, la protesta llegó a las puertas de la casa del
gobernador de ese estado, Sergio Cabral, en el barrio carioca de
Ipanema.
Cientos de personas se concentraron en forma pacífica frente al
edificio y entonaron cánticos contra Cabral, vigilados de cerca por
decenas de agentes de la Policía Militar, pero sin que ocurrieran
incidentes.
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