Egipto: renuncian 5
ministros y el ejército amenaza con un golpe
Las marchas opositoras desencadenaron una crisis
institucional.
Las
protestas con el presidente egipcio desencadenaron una crisis institucional. |
Foto: AFP
Cinco
ministros de Egipto decidieron hoy presentar su renuncia por los
enfrentamientos que estallaron en Egipto entre manifestantes a favor y en
contra del presidente, informaron medios de comunicación estatales.
Los
ministros de Turismo, Medio Ambiente, Comunicaciones, Asuntos Parlamentarios y
Jurídicos acudieron al gabinete para reunirse con el primer ministro Hesham
Qandil y presentar sus renuncias, informó el sitio periodístico estatal en
línea Ahram.
Además,
la agencia oficial de noticias MENA dijo que cinco ministros, incluidos los
cuatro antes mencionados y otro encargado de agua potable y limpieza,
discutieron anunciar su renuncia en una declaración conjunta aclarando los
motivos, e indicó que los ministros se unirán a las manifestaciones
antigubernamentales.
El
domingo, cientos de miles de egipcios llenaron las plazas principales del país
en el primer aniversario del gobierno del presidente de orientación islamista
para presionarlo a que renuncie y que se lleve a cabo una elección presidencial
adelantada. Los enfrentamientos en la noche entre los opositores y
simpatizantes del presidente dejaron un saldo de 16 muertos y 800 heridos a
nivel nacional.
Por su
parte las Fuerzas Armadas de Egipto advirtieron el lunes que intervendrán si
las exigencias del pueblo no son satisfechas en un plazo de 48 horas,
después de que millones de personas salieron a manifestar el domingo pidiendo
la renuncia del presidente islamista Mohamed Mursi.
En un
comunicado que fue leído en la televisión estatal, las fuerzas armadas
reiteraron su "llamado a que las exigencias del pueblo sean satisfechas y
dan (a todas las partes) 48 horas, como última oportunidad, para asumir la
responsabilidad por las históricas circunstancias que está viviendo el
país".
Artículo publicado en el diario El Tribuno en 2011
LA CRISIS VA MUCHO MÁS ALLÁ DE EL CAIRO
Javier Cornejo, 07 de febrero de 2011
Gran Bretaña mantiene una línea, desde hace siglos. Acorde a
la tradición imperial de resguardar a los súbditos que fueron fíeles a sus
políticas, la capital inglesa ya cuenta con nuevos personajes que se instalaron
en su hogar, un palacete de 13.5 millones de dólares, ubicado en Wilton Place
N° 28 del barrio de Knightsbridge, en la zona top de Londres. Allí llegaron
Gamal Mubarak y su familia, Alaa Mubarak y Suzanne esposa del presidente
egipcio, que llegaron con 97 valijas la semana pasada (The Sun 3-2-11).
Mientras la familia se organiza en su nuevo domicilio, cerca
de Christian Dior y lejos de las humaredas de gas lacrimógeno que cubren El
Cairo, la situación en la cuenca del Nilo es dramáticamente distinta.
Ante el acoso occidental representado por la intimación de
Obama de «entrega inmediata del poder», el presidente Hosni Mubarak insiste en
una transición ordenada hasta desembocar en el ya estipulado proceso
eleccionario del próximo mes de setiembre de 2011.
Grupos antagónicos
Los grupos antagónicos se enfrentan entre sí, fogoneados por
inciertos y todavía no muy claros intereses y personas:
Desde el 27 de enero y procedente de Viena (Austria), el
premio Nobel de la Paz y ex Jefe del Organismo Superior Nuclear de las Naciones
Unidas, Mohamed El Baradei se suma al pedido de «dimisión inmediata con
dignidad porque el pueblo quiere democracia en un nuevo estado».
Ornar Suleiman, recientemente nombrado vicepresidente e
histórico hombre fuerte de la Inteligencia egipcia (lo que no es un dato menor)
se apresta a ocupar la sucesión.
Amr Moussa, presidente de la Liga Arabe y afín a la
Hermandad Musulmana, anuncia que «se encuentra preparado para servir a su
pueblo». La principal propuesta de la Hermandad Musulmana es: «promover la
anulación del tratado de paz con Israel de 1979», sosteniendo que tal acuerdo
es «perjudicial para Egipto y todos los países del mundo árabe». Observamos que
Egipto es el reflejo del peligro de una crisis global de desintegración, frente
a la cual no existen soluciones reales sólo para ese país.
El Ejército
No obstante es de destacar el papel del ejército egipcio. Si
bien no hay ninguna garantía que pueda mantener un equilibrio en la
confrontación actual, es la única esperanza posible de orden que existe en
estos momentos.
Tal Ejército tiene sus raíces en la época posterior a la
Guerra Civil de EEUU. En los 1870, un grupo de veinte oficiales de EEUU
(Confederados y de la Unión) fueron invitados por el Khedive (gobernador
general del Imperio Otomano) para que fueran a Egipto a crear un ejército
moderno, tomando como base el modelo de West Point. Bajo el liderato del
general Stone se creó una oficialidad de Primera Clase, con educación
excelente. Esa impronta cultural fue más allá de la élite gobernante y tuvo
alcance a toda la población. Esta tradición alimentó cada uno de los esfuerzos
sucesivos de revolución republicana en Egipto, desde el principio del siglo XX
hasta la revuelta nasserista de 1950. Esta misma tradición se mantiene en el
ejército egipcio hasta la fecha.
Esta es la razón de una reacción inentendible para nosotros:
los manifestantes que se habían trenzado en batallas callejeras con la policía
de seguridad egipcia vitorearon cuando empezaron a rodar los tanques del
ejército por el Cairo.
Pero, la solución no se encuentra en Egipto, de la misma
forma que no se encuentra en Tunicia, Argelia Jordania o Yemen. Lo que se está
desarrollando es la aceleración del proceso de desintegración global de alcance
mundial.
Los acontecimientos por venir nos mostrarán un nuevo rostro,
hoy oculto, de la realidad.
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